¿Qué son las técnicas de modificación de la conducta?
Las técnicas de modificación de la conducta son estrategias utilizadas en una intervención psicológica para cambiar el comportamiento de una persona y hacerla más adaptativa.
Existe una gran variedad de estas técnicas, que el profesional utilizará según su experiencia y perfil del paciente.
Técnicas de modificación usadas en terapia
1. Desensibilización sistemática
Es una técnica cognitivo-conductual propuesta por Joseph Wolpe y dirigida a disminuir las respuestas de ansiedad y conductas de evitación ante estímulos temidos. Es una de las primeras técnicas de modificación conductual.
Wolpe se basó en los trabajos sobre condicionamiento del miedo, teorizando que del mismo modo en que el miedo se condiciona, se puede eliminar.
A través de esta técnica se asocian estímulos que provocan una respuesta de ansiedad con respuestas incompatibles a la misma, como la relajación.
Es lo que se conoce como contracondicionamiento: tras varias asociaciones entre esas respuestas incompatibles, produciría un nuevo aprendizaje. Así la situación que provocaba ansiedad dejará de hacerlo al producirse la respuesta incompatible.
En la desensibilización sistemática se produce una disminución de la respuesta ansiosa. El aspecto clave para la extinción de la respuesta es la falta de reforzamiento.
2. Técnicas de exposición
Técnica conductual cuyo objetivo es afrontar de forma sistemática situaciones que generan respuestas de ansiedad, evitación o escape.
La persona se expone a dichos estímulos temidos gradualmente hasta que la ansiedad o la emoción disminuyen al ver que las consecuencias que espera que sucedan no ocurren.
La exposición continuada y prolongada a los estímulos temidos permite reducir la respuesta de miedo y ansiedad. Constituye una técnica clave para la intervención en trastornos de ansiedad.
Existen diferentes tipos de técnicas de exposición como la exposición en vivo, la exposición en imaginación, la exposición en grupo, la autoexposición o la exposición a través de realidad virtual.
3. Mindfulness
El mindfulness es la concentración de la atención y de la conciencia, o conciencia plena, y uno de sus referentes más claros es la meditación.
La meditación o uso de procedimientos cognitivos o fisiológicos de relajación, configuran diversas técnicas para conseguir diversos efectos de desactivación fisiológica y emocional.
Esta atención plena consiste en un proceso de observación del propio cuerpo y de la mente, permitiendo que las experiencias vayan sucediendo, aceptándolas tal cual se presentan, sin valoraciones.
Los elementos esenciales son la aceptación tanto de lo positivo como de lo negativo, la concentración en el momento presente, sentir todo sin esa necesidad y búsqueda de control.
Con esta técnica, no se quiere reducir o controlar el malestar, el miedo, la ira, etc., sino se pretende experimentar estos sentimientos y emociones. Se trata de una renuncia al control de emociones, pensamientos y sentimientos.
Se utiliza en el tratamiento de trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad.
4. Moldeamiento
Denominada también aprendizaje por aproximaciones sucesivas, es una técnica basada en el condicionamiento operante. Consiste en reforzar las sucesivas aproximaciones que vaya realizando el individuo durante la intervención hasta llegar a la conducta final, además de ir extinguiendo las respuestas previas que ha ido dando.
A la hora de realizar la conducta se recurre a la utilización de estímulos que promueven el inicio de una respuesta en una persona que muestra dificultades para ello. Pueden ser estímulos verbales, físicos, ambientales o gestuales.
El moldeamiento exige que a la vez que se van reforzando las conductas nuevas, se vayan extinguiendo las conductas anteriores, presentándose el reforzador solo cuando se emita la conducta concreta de la etapa en la que se encuentre el individuo.
5. Encadenamiento
Se utiliza para instaurar nuevas conductas en sujetos, basada en el condicionamiento operante y a la que se recurre a la hora de aprender sobre todo actividades cotidianas.
Las conductas complejas se pueden descomponer en conductas más sencillas, trabajándose cada una por separado y actuando cada conducta sencilla como estímulo discriminativo de la siguiente y como reforzador de la anterior.
Su procedimiento consiste en la formación de una conducta por medio de combinaciones de una secuencia de pasos simples, en las que el sujeto va avanzando a medida que domina el paso previo.
Por ejemplo, para aprender a escribir es necesario primero saber las letras.
6. Tiempo fuera
Se encuentra dentro de las técnicas de condicionamiento operante y consiste en la reducción de conductas mediante la retirada de la persona de la situación en la que está obteniendo el reforzador que la mantiene.
Para llevarla a cabo es necesario haber identificado el reforzador que mantiene esa conducta y poder retirar a la persona del medio en el que se refuerza.
La aplicación de esta técnica produce una reducción rápida de la conducta, pero para que sea eficaz requiere que la persona salga del ámbito en el que se obtiene el estímulo, usándose solo en períodos de tiempo concretos.
Además, la disminución de esa conducta obedece a la historia y al programa de reforzamiento que la ha mantenido, así como del valor intensificador de la situación.
Se utiliza sobre todo con niños, principalmente en contextos educativos. También puede utilizarse con personas de cualquier edad.
7. Costo de respuesta
Es similar al castigo negativo, ya que es un procedimiento que consiste en quitar un estímulo que actúa de manera positiva para la persona.
Para su aplicación, hay que identificar incentivos potentes que puedan ser retirados de forma inmediata tras la realización de esa conducta, aplicándolo de forma sistemática y continuada.
Se espera que las consecuencias negativas de la retirada de un reforzador sean más importantes que los posibles efectos positivos de los estímulos que están manteniendo la conducta.
Este procedimiento produce efectos muy rápidos, pero también puede producir respuestas emocionales y facilitar conductas de agresión.
Es necesario poder retirar el reforzador de manera consistente a la emisión de la conducta a eliminar, para ello es necesario que la persona disponga de reforzadores que sean efectivos para el sujeto intervenido.
También es recomendable recurrir al reforzamiento positivo de conductas más adecuadas y alternativas a la conducta problema. Así se evitará la aparición de conductas emocionales negativas.
8. Economía de fichas
Esta técnica es un sistema de organización de contingencias externas que tiene como finalidad el control sobre el contexto en el que se está realizando.
Con la palabra economía se hace referencia a que este método funciona como un sistema económico en el que la persona cobra o paga con fichas según realice o no unas determinadas conductas.
Las fichas actúan como reforzadores condicionados y generalizados, utilizándose bonos, billetes, pegatinas o fichas de plástico.
La persona obtiene estas fichas cuando emite la conducta deseada, funcionando como un puente temporal entre la emisión de esa conducta hasta la obtención del posterior incentivo.
Estas fichas actúan como estímulos secundarios que posteriormente serán cambiados por reforzadores primarios o premios, que pueden ir desde objetos materiales a la realización de actividades o a la obtención de ciertos privilegios.
Es una técnica que se lleva a cabo sobre todo en centros institucionalizados, en contextos educativos, en ambientes deportivos y en distintos ámbitos comunitarios.
9. Contratos conductuales
Documento escrito y de carácter formal en el que se especifican las conductas que una persona o grupo de personas está de acuerdo en desarrollar, y las consecuencias que obtendrá por realizarlas o no.
No necesita de tanto control a nivel contextual ni requiere la implantación de nuevos reforzadores generalizados, como la economía de fichas.
Además, existen diversas formas de contrato, como pueden ser los contratos negociados o no negociados, verbales o escritos, individualizados o estándar, públicos o privados.
Se utiliza sobre todo en terapias de familia y pareja.
La conducta o conductas objetivo deben ser definidas claramente en el contrato, así como la duración y el momento en el que deben producirse.
También se especificarán las consecuencias, tanto por la emisión como por la no emisión, los criterios de evaluación para llevar a cabo un control, así como el inicio y la duración del contrato.
En él constan las demandas de las partes expresadas a través de conductas específicas. Concreta la relación entre conducta y recompensas o castigos y permite controlar el medio de manera eficaz.
10. Técnicas de autocontrol
Estas técnicas tienen como objetivo reforzar a las personas para que sean capaces por sí mismas de regular su comportamiento por medio de estrategias y procedimientos para conseguir unas metas establecidas.
Al inicio de la intervención, se lleva a cabo un entrenamiento para proporcionar la información necesaria sobre cómo funcionan estas estrategias y así tomar conciencia del papel activo que juega el individuo en la obtención y alcance de sus logros.
Para notar los progresos, la persona debe estar comprometida y concienciada en el proceso de cambio y en sus capacidades para alcanzar esos objetivos.
El terapeuta tendrá un papel de apoyo, y al principio estará más presente, pero luego tendrá cada vez menos peso, quitando esas ayudas poco a poco.
Los pasos a seguir en esta técnica serían favorecer el compromiso al cambio, especificar y evaluar el problema, planificar los objetivos, diseñar y aplicar las estrategias de cambio y potenciar el mantenimiento y las posibles recaídas.
11. Saciación
La técnica de saciación se basa en la excesiva presentación de un reforzador en un espacio corto de tiempo para que el individuo genere en su interior aversión por el mismo. Es decir, debilitar su reforzamiento.
Por ejemplo, si un niño solo quiere tomar golosinas y protesta si le ponen otra comida, la aplicación que se llevaría con esta técnica sería alimentarlo únicamente con productos dulces.
Finalmente acabará detestando las golosinas y con ello se completaría la técnica de modificación de conducta.
12. Extinción
Con esta técnica se omiten los estímulos positivos o negativos que sostenían el refuerzo del individuo hasta que este desaparezca gradualmente. Se trata de una metodología muy utilizada con niños pequeños.
Por ejemplo, si un niño no quiere bañarse y cada vez que le toca grita o llora, lo habitual es que sus padres le riñan, castiguen o incluso le peguen. Este sería el reforzador del niño, ya que lo único que quiere es llamar la atención de sus progenitores.
Por ello, con esta técnica se debería actuar de manera totalmente contraria, ignorando al niño y cualquiera de sus desagradables maneras de actuar a la hora de ducharse. Finalmente, esta conducta acabará desapareciendo, ya que el niño entenderá que no le sirve.
Referencias
- Contratos conductuales. Recuperado de psicología-online.com.
- Modificación de conducta. Recuperado de psicopedagogía.com.
- Técnicas Mindfulness y Relajación. Recuperado de mente-informatica.com.