¿Qué son las teorías pedagógicas?
Las teorías pedagógicas son diferentes maneras de entender los procesos de enseñanza-aprendizaje. Se basan en investigaciones realizadas en diferentes campos, como la psicología, la sociología o dentro del propio sistema educativo, para dar respuesta a diversas situaciones. Cada una de ellas parte de supuestos diferentes, y en general, de distintos métodos de enseñanza.
Las teorías pedagógicas han evolucionado enormemente desde los inicios de la educación. Estos cambios se deben tanto a modificaciones en las culturas, como a nuevos datos obtenidos a partir de investigaciones sobre este tema. A la vez que las teorías han ido evolucionando, también lo han hecho los sistemas educativos basados en ellas.
Teorías pedagógicas
Basadas en la disciplina mental
Las primeras teorías pedagógicas de la historia se basaban en la premisa de que el objetivo de la enseñanza no es el aprendizaje en sí mismo.
Por el contrario, lo que se valoraba eran las características que este proceso modelaba: la inteligencia, las actitudes y los valores. Así, la enseñanza servía sobre todo para disciplinar la mente y crear mejores personas.
Este modelo era el que se seguía en la Antigüedad grecorromana, donde se instruía a los ciudadanos en materias como lógica, retórica, música, gramática y astronomía. La enseñanza se basaba en la imitación y la repetición, y el profesor tenía autoridad absoluta sobre sus alumnos.
Más adelante, en el Renacimiento, escuelas como la de los jesuitas y pensadores como Erasmo de Róterdam (1466-1536), modificaron ligeramente esta teoría pedagógica.
Para ellos, el aprendizaje tenía que estar precedido de comprensión, por lo que el papel del profesor era preparar el material de tal manera que los alumnos lo entendieran lo mejor posible.
Este enfoque se siguió utilizando durante muchos siglos, y hoy en día todavía es el predominante en algunas escuelas. El énfasis en la disciplina como manera de desarrollar la mente y el carácter todavía está presente en muchos modelos de enseñanza en todo el mundo. Sin embargo, este modelo ha recibido también una gran cantidad de críticas.
Teorías naturalistas
Una de las primeras teorías pedagógicas que ofrecieron una alternativa a la de la disciplina mental fue el enfoque naturalista. Esta forma de entender la enseñanza afirma que el proceso de aprendizaje se da de manera natural, debido a la propia forma de ser de los niños.
Según las teorías naturalistas, el papel fundamental del profesor es crear las condiciones adecuadas para que los niños puedan aprender y desarrollar todo su potencial por sí mismos y con sus propios recursos.
Así, se le quita importancia a la transmisión de conocimientos, y se pone mayor énfasis en la adquisición de diferentes experiencias por parte de los alumnos.
Algunos de los autores más importantes de esta corriente fueron Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), con su teoría del buen salvaje, y Johann Heinrich Pestalozzi (1746-1827). Ambos promovían una reducción del aprendizaje y formar a la vez que se fomentaban las experiencias naturales.
Por otro lado, creían que era necesario animar a los niños a aprender y a utilizar sus propios recursos, siendo el profesor apenas un guía en el proceso, ya que prácticamente todo recaía en el alumno.
Las teorías pedagógicas naturalistas son prácticamente imposibles de aplicar en el mundo moderno. Sin embargo, muchos de sus principios se siguen usando en el sistema educativo actual.
Teorías asociacionistas
Una de las corrientes que más influencia ha tenido en el desarrollo de la pedagogía como disciplina es el asociacionismo. Para sus autores, el aprendizaje básicamente consiste en crear asociaciones mentales entre diferentes ideas y experiencias. Sus autores pensaban que nacemos sin ningún tipo de conocimiento, y tenemos que construirlo con los años.
Algunos de los autores más importantes de esta corriente fueron Johann Herbart (1776-1841) y Jean Piaget (1896-1980). Ambos hablaron de los mecanismos que supuestamente empleamos para construir conocimiento a través de nuestras experiencias. Por ejemplo, asimilación y acomodación, ideas ambas que siguen muy presentes en las teorías del desarrollo actuales.
En cuanto a la pedagogía, las teorías asociacionistas defienden que la mejor manera de lograr que los alumnos aprendan es relacionando los nuevos conocimientos con los que ya ellos poseen.
De esta manera, el trabajo del profesor es preparar cada clase de forma que todos los nuevos aprendizajes estén asociados entre sí.
Hoy en día, se cree que la pedagogía derivada de la corriente asociacionista es demasiado restrictiva para los niños, y no deja lugar a ningún tipo de creatividad ni exploración. Aun así, algunas de sus ideas siguen aplicándose en las aulas de las escuelas contemporáneas.
Teorías conductistas
Una de las corrientes más famosas en todo el ámbito de la psicología, y que más influencia ha tenido tanto en la enseñanza como en disciplinas afines, es el conductismo.
Esta teoría se basa en la idea de que todos los aprendizajes se efectúan asociando una experiencia o bien con otra anterior, o bien con estímulos placenteros o desagradables.
El conductismo se basa principalmente en los trabajos sobre condicionamiento clásico y condicionamiento operante. En esta corriente, se ve a los niños como “tablas rasas”, sin ningún tipo de conocimientos previos y sin diferencias individuales. Así, sus defensores creían que cualquier aprendizaje es necesariamente pasivo.
Muchos de los procesos de aprendizaje que se dan en las escuelas modernas están realmente basados en condicionamiento clásico u operante. Sin embargo, hoy en día sabemos que las personas ya nacemos con ciertas predisposiciones innatas que pueden generar notables diferencias individuales.
En un entorno educativo puramente conductista, todos los niños serían expuestos a exactamente los mismos estímulos, y realizarían los mismos aprendizajes. En la actualidad sabemos que esto no ocurre, y que la personalidad y las circunstancias de cada estudiante juegan un papel muy importante en su educación.
Aun así, el conductismo sigue siendo una parte relevante de la base de los sistemas educativos modernos.
Teorías cognitivas
En muchos aspectos, las teorías pedagógicas cognitivas son el opuesto de las conductistas. Se enfocan sobre todo en comprender procesos como el aprendizaje, el pensamiento y el lenguaje, que son puramente mentales. Sus defensores creen que estos procesos juegan un papel fundamental en todos los aspectos de nuestras vidas.
En el ámbito de la educación, las teorías cognitivas afirman que cualquier proceso de aprendizaje sigue una secuencia determinada. Primero se despierta la curiosidad, más tarde, se exploran los problemas de manera preliminar, y se elaboran las primeras hipótesis. Por último, se escogen las más plausibles, y se verifican y adoptan.
Por otro lado, los psicólogos cognitivos consideran que la capacidad intelectual de las personas se va desarrollando con la edad. Debido a ello, es imposible enseñar de la misma manera a un niño de cuatro años que a un adolescente. El sistema educativo, por lo tanto, debe conocer estas diferencias y adaptar a ellas el material docente utilizado.
Además de esto, los sistemas educativos basados en las teorías cognitivas ponen un gran énfasis tanto en despertar la curiosidad y motivación de los alumnos, como en el hecho de que se planteen preguntas y formulen hipótesis por sí mismos. Se trata del método más empleado en la enseñanza de ciencias puras, como matemáticas o física.
Teorías estructurales
Una de las escuelas más importantes dentro de disciplinas como la psicología y la pedagogía fue la Gestalt. Creada a principios del siglo XX, esta corriente defendía que la manera en la que percibimos un fenómeno no puede explicarse simplemente investigando sobre sus partes.
A nivel pedagógico, esto tiene una serie de implicaciones fundamentales. Cada nuevo aprendizaje (ya sea sobre un texto histórico o la mejor manera de resolver un problema matemático) comienza de forma poco estructurada. En un principio, los alumnos tratan de localizar los elementos más relevantes del mismo y se enfocan en ellos.
Al hacer esto, toda la experiencia relacionada con el nuevo aprendizaje queda modificada en función de cuáles sean las partes en las que hayan fijado su atención. Así, su conocimiento sobre el tema se va refinando y volviéndose más estructurado, hasta que por fin lograr adquirirlo por completo.
Diversas investigaciones han mostrado que muchas de nuestras capacidades mentales están estructuradas, y, por lo tanto, necesitamos adaptar los nuevos conocimientos a dichas estructuras antes de integrarlos. Así, los alumnos tienen que jugar un papel activo en su propio aprendizaje.
Dentro de esta teoría pedagógica, el papel del profesor es el de proveer ejemplos, motivar y ayudar a crear estructuras mentales a los alumnos.
En consecuencia, tiene una función más de moderador, en lugar de ser el portador del conocimiento. Este enfoque ha demostrado ser muy útil con alumnos con mayores facilidades para aprender.
Referencias
- Pedagogic theory. Recuperado de infolit.org.uk.
- Pedagogy. Recuperado de britannica.com.