¿Qué es un texto dramático?
Un texto dramático es una composición literaria, hecha para ser representada en un escenario y ante un público. Forma parte de un proceso comunicativo, ya que está diseñado para ser leído y representado.
A este tipo de texto se le denomina dramático porque expone los conflictos entre los personajes mediante el diálogo.
El texto dramático abarca tres tipos diferentes de emisores, entre los que se encuentran el autor, los actores y el director. De esta manera, cuando el texto dramático es representado por los tres emisores, se le da el nombre de obra.
La persona a quien va dirigida la representación del texto se conoce como receptor, el cual puede ser individual (lector) o colectivo (público).
Un texto dramático está estructurado en el diálogo, por esta razón se considera que forma parte de un proceso comunicativo.
En este proceso las partes involucradas representan personajes ficticios producto de la imaginación del autor, y son guiados por el director con el objetivo de establecer un contacto directo con el público.
Textos dramáticos cortos de obras famosas
Ejemplo 1: Romeo y Julieta (William Shakespeare)
Entran Sansón y Gregorio, de la casa de los Capuleto, armados con espada y escudo.
Sansón: Gregorio, te juro que no vamos a tragar saliva.
Gregorio: No, que tan tragones no somos.
Sansón: Digo que, si no los tragamos, se les corta el cuello.
Gregorio: Sí, pero no acabemos con la soga al cuello.
Sansón: Si me provocan, yo pego rápido.
Gregorio: Sí, pero a pegar no te provocan tan rápido.
Sansón: A mí me provocan los perros de los Montesco.
Gregorio: Provocar es mover y ser valiente, plantarse, así que, si te provocan, tú sales corriendo.
Sansón: Los perros de los Montesco me mueven a plantarme. Con un hombre o mujer de los Montesco me agarro a las paredes.
Gregorio: Entonces es que te pueden, porque al débil lo empujan contra la pared.
Ejemplo 2: La casa de Bernarda Alba (Federico García Lorca)
Acto primero
Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda. Muros gruesos. Puertas en arco con cortinas de yute rematadas con madroños y volantes. Sillas de anea. Cuadros con paisajes inverosímiles de ninfas o reyes de leyenda. Es verano. Un gran silencio umbroso se extiende por la escena. Al levantarse el telón está la escena sola. Se oyen doblar las campanas.
(Sale la Criada)
Criada: Ya tengo el doble de esas campanas metido entre las sienes.
La Poncia: (Sale comiendo chorizo y pan) Llevan ya más de dos horas de gori-gori. Han venido curas de todos los pueblos. La iglesia está hermosa. En el primer responso se desmayó la Magdalena.
Criada: Es la que se queda más sola.
La Poncia: Era la única que quería al padre. ¡Ay! ¡Gracias a Dios que estamos solas un poquito! Yo he venido a comer.
Criada: ¡Si te viera Bernarda…!
La Poncia: ¡Quisiera que ahora, que no come ella, que todas nos muriéramos de hambre! ¡Mandona! ¡Dominanta! ¡Pero se fastidia! Le he abierto la orza de chorizos.
Criada: (Con tristeza, ansiosa) ¿Por qué no me das para mi niña, Poncia?
La Poncia: Entra y llévate también un puñado de garbanzos. ¡Hoy no se dará cuenta!
Ejemplo 3: Los cambios (Silvina Carrasco)
Acto primero
Terminal de buses de una pequeña ciudad: algunas ventanillas con carteles que simulen ser nombres de distintas empresas de autobuses y un letrero que indique “Terminal de buses”. Aldana está por tomar el bus que la llevará a su nueva ciudad y a su nueva vida.
Aldana y Sara se despiden dentro de la terminal.
Sara: ¿Segura que llevas todo? ¿Documento, cargador del celular?
Aldana: Sí, mamá.
Sara: ¿Todos los libros, el mapa de la ciudad, la dirección anotada por las dudas?
Aldana: Sí, mamá, no te preocupes. Lo único que me inquieta es que te voy a extrañar mucho.
Sara: (Disimulando su emoción) Es solo el primer tiempo, después vas a estar bien. Ahora vete, que se va a ir el autobús.
(Se abrazan)
Aldana: Te amo, mamá.
Sara: Te amo, hija.
(Aldana sale de escena y Sara deja caer sus lágrimas.)
Ejemplo 4: Los tres vagos (José Luis García)
(Se ilumina la escena y vemos al viejo Rey tumbado en la cama).
Rey: ¡Ay, ¡qué malito estoy!
(Entran los tres hijos. Deambulan por la habitación sin ver al Rey).
Hijo 1: Padre nos ha mandado llamar.
Hijo 2: Pero no está.
Hijo 3: Luego, no ha venido o se ha ido.
Rey: Estoy en la cama.
2: ¡Papá!
3: Os lo dije: alguien nos hablaba desde una cama.
1: ¿Qué te pasa, papá?
Rey: Estoy malito. Voy a morir.
1: No puedes papá, eres el Rey.
2: ¿Cómo vas a morir si estás vivo?
3: Te protegeremos. Dinos quién quiere matarte.
Rey: Voy a morir y ya sé que los tres sois igual de bobos.
1: Pero papá.
Rey: ¡Callaos! Ahora necesito saber cuál de vosotros tres es el más vago.
1: ¿Qué es un vago?
2: Un gandul.
3: El que no da palo al agua.
1: ¿Para qué darle un palo al agua?
Rey: ¡Callad! El más vago de vosotros me sucederá y será Rey.
1: Padre, entonces el reino es mío. Soy tan vago que, si me acuesto a dormir en el patio y comienza a llover, no me levanto, aunque me empape hasta los huesos.
2: Eso es una bobada. El reino me pertenece a mí, pues soy tan vago que cuando estoy sentado al fuego para calentarme, prefiero quemarme los pies antes de retirar las piernas.
3: Eso no es ser vago, es ser bobo. El reino es mío.
2: ¿Por qué?
3: Porque soy tan vago que, si me fueran a ahorcar y alguien me diese un cuchillo para cortar la soga, antes me dejaría colgar que levantar la mano hasta la soga.
Rey: Tú has alcanzado el máximo grado. Tú serás Rey.
2: Pero papá.
1: ¡Papá, papá!
Rey: ¡Chitón! La decisión está tomada. Marchaos que quiero dormir.
3: Tus deseos son órdenes.
(Salen los tres hijos).
Rey: ¿Por qué no habré tenido una hija?
(Se oscurece la escena)
Ejemplo 5: Billetera parlante (Serapio Sergiovich)
Luis saca la billetera para pagar y al abrirla, cada vez, una voz sintética dice:
– Otra vez me estás abriendo…
– Pensá si es realmente necesario gastar en esto…
– El ahorro es la base de la fortuna.
– Ay, ay, ay… qué caro que está todo.
– Qué sea la última vez.
Luis tiene que abrir la billetera seguido porque sus hijas y esposa se turnan para venir a pedirle dinero por distintos motivos.
Finalmente viene un ladrón y le pide el dinero. El padre abre la billetera y esta dice:
– ¡Basta! ¡Otra vez no! ¡No puede ser! Esto es inaudito! ¡Esto ya es demasiado! ¡Cuidado!
El ladrón se asusta y se va.
Ejemplo 6: Dog lover (Leslye Rivera Casanoba)
Primera escena
Perro: (Saltando) ¡Sí! ¡Por fin llegaste! Me alegra tanto verte, de verdad. Todo mi cuerpo salta y baila al son de tu llegada (Baila y canta una canción alegre). Por favor, salgamos rápido que ya no aguanto las ganas… (Perro con ganas de ir al baño).
Hombre: Hola (Acaricia la cabeza de Perro) Estoy tan cansado (Deja el maletín en la mesa y se sienta en la silla).
Perro: Lo sé, lo sé… de verdad que entiendo tu cansancio. Debe ser muy agotador estar fuera de la casa todo el día haciendo quizás qué cosas… pero por favor… te lo pido… ¡salgamos ya! (Moviéndose para todos lados).
Hombre: Bueno, está bien. Déjame sacar una bolsa, el agua, ponerte la correa y nos vamos (Busca una bolsa y agua dentro de su maletín. Toma la correa que se encuentra encima de la mesa y se la pone a Perro).
Perro: ¡Sí! Eres el mejor, compadre… ¡Te quiero!
Hombre: Vamos. (Salen los dos del escenario)
Ejemplo 7: Gato encerrado (Luis Fernando Gallardo León)
NOCHE. 1
León grita airadamente, discute con una mujer.
(AL TELÉFONO)
León: ¡Es la última vez, estúpida! ¡No quiero volverte a ver en mi vida! ¡Que no entiendes!
León cuelga el teléfono indignado. Su gata Coco lo mira intrigada. León trata de contener el llanto, se le ve desconsolado.
León: ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Ya no lo soporto más, Coco, ya no lo soporto más, las odio… malditas…
Coco se acerca a León y comienza a tallarse contra sus piernas, maúlla. León la siente y la carga abrazándola y consolándose con ella.
León: Tú eres la única que me quiere, ¿verdad, Coco? Porque no fuiste mujer…
Coco maúlla y León la abraza con más fuerza.
León: Yo también te quiero, Coco, eres lo único que tengo en la vida.
Ejemplo 8: El gato y el ratón (Alan Rejón)
Escenografía: Una calle común y corriente. El ratón está de espaldas cuando de repente el gato comienza a correr hacia él.
Ratón: ¡Espera! ¡Espera!
Gato: ¿Qué quieres?
Ratón: ¿Por qué haces esto?
Gato: ¿Qué cosa?
Ratón: Cazarme.
Gato: Pues, porque tengo hambre.
Ratón: Bueno, ¿te gusta mi sabor y la textura de mi piel?
Gato: Humm, de hecho, no, odio cuando la cola pasa por mi garganta y todavía después de unas semanas sigo escupiendo bolas de pelo blancas.
Ratón: Entonces, ¿por qué cazas ratones? No tiene sentido.
Gato: Tal vez, pero en la iglesia de Doraemon el gato que vino del futuro, nos enseñaron que para estar cerca de él debemos comer ratones, pues ustedes no lo aceptan a él como el único viajero del tiempo y salvador de la comunidad gatuna.
Ratón: No puedo creer que esa sea la razón.
Gato: Hagamos un trato, te dejaré libre si aceptas a Doraemon como único viajero del tiempo y salvador de la comunidad gatuna.
Ratón: Claro que no lo aceptaré, para empezar porque no existe y segundo, si lo hiciera, entonces no me convendría creer en él ya que solo quiere salvar a los felinos.
Gato: No te atrevas a decir que no existe, rata blasfema, porque está en todos lados y puede desatar su furia, además en mi iglesia tenemos una comunidad de ratones creyentes a los cuales dejamos en paz.
Ratón: Doraemon solo era la caricatura de un gato azul. ¿Cuántos gatos azules conoces?
Gato: Yo creo que para demostrar su divinidad, Doraemon eligió el color azul para que ninguna raza sea discriminada y la televisión fue la manera de extender su mensaje en nosotros.
Ratón: Bueno, explícame esto, Doraemon era un robot, ¿por qué tendría que comer ratones si ni estómago tiene? Yo creo que tu iglesia ha inventado todo solo para poder controlarlos.
Gato: Pues, pues… (El Gato se come al ratón) Tanta plática me abrió el apetito.
Ejemplo 9: Zombie Tweets (Alan Rejón)
Gabriel (lleva una pistola en la mano)
Carla (lleva una mochila)
Gabriel: ¿Qué haces? ¡Rápido, entra y bloquea la puerta!
Carla: (Mirando la pantalla de su BlackBerry mientras cierra la puerta) Mi Blackberry ha estado pitando como loco desde que salimos de la ciudad, no puedo creer que aún me lleguen notificaciones de Facebook.
Gabriel: (Saca su Blackberry del bolsillo y lo revisa por un instante) Igual Twitter está muy activo…
(Se ríe)
Carla: ¿Qué pasó?
Gabriel: Checa este tweet “Mi abuelita es un zombi. LOL” (Carla ríe)
Carla: (mirando la pantalla de su celular) A ver, mira este “Ninel Conde sigue viva”
(Ambos se carcajean)
Gabriel: Alguien escribió “Me puse en peligro, pero ahora tengo mi propio McDonalds, como dicen en Zombieland: Disfruta de las pequeñas cosas”.
Carla: ¡¿Cómo es que todavía hay gente creando cadenas?! Mira “Publica esto en 10 muros y Chuck Norris irá a salvarte”.
Gabriel: (Le muestra su teléfono a Carla) “Aun me da más miedo que un testigo de Jehová venga a tocar la puerta”.
(Carla lo ignora mientras en voz baja dice: Copiar-pegar, copiar-pegar, copiarpegar)
Gabriel: ¿Qué haces?
Carla: Tenemos que intentarlo todo (sigue publicando).
Gabriel: “Ni los zombis me quieren, carita triste, #ForeverAlone”
Carla: (sorprendida) ¡Mira, me agregaron a un grupo de Facebook! (lee un poco) son sobrevivientes, se están refugiando cerca de aquí (Mira al público un momento, toma su mochila, abre la puerta del cuarto y sale de escena corriendo)
Gabriel: ¡Hey, espérame! (Sale de escena detrás de ella)
Ejemplo 10: Orestiada (Esquilo)
En cuanto a ti, llegado el momento oportuno, obra con osadía. Y si ella grita en su terror, “¡Oh, hijo!”, dile que tu padre también te ha gritado. Consuma la venganza y no temas, vierte la sangre del mal que aquí reina: mata a los asesinos de tu padre.
EG: Vengo acá no por mi gusto: me ha hecho llamar un mensajero. Dicen que ciertos extranjeros nos traen una noticia no de desear, de que Orestes ha muerto. ¡Otra pesadumbre para esta casa ya herida y desgarrada por el infortunio tras la primera muerte! Pero, ¿será verdad? ¿No serán mujeriles fantasías, que nacen, vuelan y desaparecen? ¡Vanas ilusiones! (Al corifeo): ¿Tú qué me dices, para hacer luz en mi mente?
CORO: Cierto que oímos la noticia. Entra mejor y pregunta directamente a los extranjeros. Un mensaje debe ser comprobado por el destinatario mismo.
Ejemplo 11: Edipo Rey (Sófocles)
CORIFEO.- Creo que a ningún otro se refiere, sino al que tratabas de ver antes haciéndolo venir desde el campo. Pero aquí está Yocasta que podría decirlo mejor.
EDIPO.- Mujer, ¿conoces a aquel que hace poco deseábamos que se presentara? ¿Es a él a quien este se refiere?
YOCASTA.- ¿Y qué nos va lo que dijo acerca de un cualquiera? No hagas ningún caso, no quieras recordar inútilmente lo que ha dicho.
EDIPO.- Sería imposible que con tales indicios no descubriera yo mi origen.
YOCASTA.- ¡No, por los dioses! Si en algo te preocupa tu propia vida, no lo investigues. Es bastante que yo esté angustiada.
EDIPO.- Tranquilízate, pues aunque yo resulte esclavo, hijo de madre esclava por tres generaciones, tú no aparecerás innoble.
YOCASTA.- No obstante, obedéceme, te lo suplico. No lo hagas.
EDIPO.- No podría obedecerte en dejar de averiguarlo con claridad.
YOCASTA.- Sabiendo bien qué es lo mejor para ti, hablo.
EDIPO.- Pues bien, lo mejor para mí me está importunando desde hace rato.
YOCASTA.- ¡Oh, desventurado! ¡Que nunca llegues a saber quién eres!
EDIPO.- ¿Alguien me traerá aquí al pastor? Dejen a esta que se complazca en su poderoso linaje.
YOCASTA.- ¡Ah, ah, desdichado, pues solo eso te puedo llamar y ninguna otra cosa ya nunca en adelante!
(Yocasta, visiblemente alterada, entra al palacio).
Ejemplo 12: Casa de muñecas (Henrik Ibsen)
Escena IV
ELENA (Entrando): Perdone usted, señora… Hay un caballero que desea hablar al abogado…
NORA: Querrás decir al director del Banco.
ELENA: Sí, señora, al director; pero, como está el doctor ahí dentro…, no sabía…
KROGSTAD (Presentándose): Soy yo, señora. (Elena sale. Cristina se estremece, se turba y se vuelve hacia la ventana).
NORA (Adelantándose hacia él, turbada y a media voz): ¿Usted? ¿Qué sucede? ¿Qué tiene usted que decir a mi marido?
KROGSTAD: Deseo hablarle de asuntos relativos al Banco. Tengo allí un empleíto y he oído decir que su esposo va a ser nuestro jefe…
NORA: Es cierto.
KROGSTAD: Asuntos de negocios, señora, nada más que eso.
NORA: Entonces, tómese la molestia de entrar en el despacho. (Le saluda con indiferencia, cerrando la puerta del recibidor, y después se acerca a la chimenea).
Ejemplo 13: La cantante calva (Eugène Ionesco)
ESCENA II
Sr. y Sra. Smith y Mary
MARY (entrando): Yo soy la criada. He pasado una tarde muy agradable. He estado
en el cine con un hombre y he visto una película con mujeres. A la salida del cine
hemos ido a beber aguardiente y leche y luego se ha leído el diario.
SRA. SMITH: Espero que haya pasado una tarde muy agradable, que haya ido al cine
con un hombre y que haya bebido aguardiente y leche.
SR. SMITH: ¡Y el diario!
MARY: La señora y el señor Martin, sus invitados, están en la puerta. Me esperaban.
No se atrevían a entrar solos. Debían comer con ustedes esta noche.
SRA. SMITH: ¡Ah, sí! Los esperábamos. Y teníamos hambre. Como no los veíamos
llegar, comimos sin ellos. No habíamos comido nada durante todo el día. ¡Usted no
debía haberse ausentado!
MARY: Fue usted quien me dio el permiso.
SR. SMITH: ¡No lo hizo intencionadamente!
MARY (se echa a reír. Luego llora. Sonríe): Me he comprado un orinal.
SRA. SMITH: Mi querida Mary, ¿quiere abrir la puerta y hacer que entren el señor y la
señora Martin, por favor? Nosotros vamos a vestirnos rápidamente.
Referencias
- Carrasco, S. (s.f.). Obra sobre los cambios que atraviesan los jóvenes (2 personajes). Recuperado de obrascortas.com
- Casanoba, L. R. (s.f.). Obra de teatro de hombre y perro sobre el amor (2 personajes). Recuperado de obrascortas.com