El autocuidado, en enfermería, se refiere a todas aquellas conductas que puede realizar un paciente destinadas a mejorar su estado de salud o su bienestar general. Estas conductas tienen que estar bajo el control del propio individuo, realizarse de manera deliberada, y surgir por iniciativa propia de la persona.
En la actualidad, las disciplinas de la salud intentan poner un mayor enfoque en la responsabilidad del paciente sobre su propio estado de bienestar. El autocuidado juega un papel fundamental en este sentido, por lo que se ha convertido en una práctica básica dentro de los sistemas de sanidad modernos.
La teoría del autocuidado como tal fue propuesta por primera vez por Dorothea Orem, que consideraba esta práctica como uno de los tres pilares de la enfermería. Para ayudar a mantener el bienestar de los pacientes, esta teórica estadounidense planteó la necesidad de que estos participasen de manera activa en su recuperación y mantenimiento.
En este artículo veremos algunos de los componentes más importantes de la teoría del autocuidado, incluyendo las conductas que integran este fenómeno y los requisitos expuestos dentro de la teoría planteada por Dorothea Orem.
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Conductas de autocuidado
Las conductas de autocuidado son todos aquellos hábitos realizados por una persona que tienen como objetivo mantener su salud y disminuir en la medida de lo posible las probabilidades de que aparezca una enfermedad de cualquier tipo. Generalmente están relacionadas con la creación de un estilo de vida saludable.
– Tipos
En la teoría original de Dorothea Orem no se mencionó una lista exhaustiva de las conductas de autocuidado necesarias para que una persona se mantenga en el mejor estado posible. Sin embargo, diferentes teóricos posteriores han creado diferentes listados con algunas de las más importantes.
La mayoría de listados de conductas se centran en aquellas relacionadas con los pilares de la salud: la alimentación, el ejercicio, el sueño y el bienestar psicológico. En cada caso particular tener buenos hábitos de autocuidado significará cosas diferentes, por lo que es necesario estudiar las necesidades de cada paciente para poder realizar una buena recomendación.
Conductas positivas
Por ejemplo, en algunos casos será necesario que la persona ponga un mayor énfasis en comer adecuadamente y realizar ejercicio moderado para poder llevar su autocuidado al máximo nivel.
Conductas negativas
En otras ocasiones, por el contrario, será el abandono de hábitos perjudiciales como el consumo de alcohol o el uso del tabaco lo que le permita a la persona mejorar su bienestar en la medida de lo posible.
Sin embargo, sin importar el caso concreto en el que nos estemos centrando, las conductas de autocuidado irán destinadas a mejorar la resistencia de la persona a todo tipo de enfermedades, a mejorar su bienestar general, y a aumentar la calidad de su vida y el tiempo en que pueda gozar de una buena salud.
Características de las conductas de autocuidado
– Dependen del paciente
Una de las características más importantes de las conductas de autocuidado es que tienen que poder ser llevadas a cabo por el paciente sin ayuda de nadie más. Así, la idea detrás de las mismas es que la persona pueda hacerlas en su propio hogar, como una forma de complementar el trabajo de los profesionales de la salud.
Esta característica tiene algunas implicaciones importantes, siendo una de las principales el hecho de que tienen que depender exclusivamente de la persona. Así, entrarían dentro de esta categoría hábitos como la comida o el sueño, pero no otros como la vigilancia de la salud en general o la realización de análisis médicos exhaustivos.
– Fortalecen la resistencia a enfermedades
Uno de los objetivos principales de las conductas de autocuidado es mejorar la condición física general de los pacientes de tal manera que tengan menos probabilidades de contraer cualquier tipo de enfermedad. Por otro lado, en el caso de que finalmente se contagien de cualquier patología, también aumentan la posibilidad de una recuperación sencilla y rápida.
Numerosos estudios muestran que hábitos como comer de manera saludable, dormir entre 7 y 9 horas al día y realizar ejercicio moderado de forma habitual aumentan nuestras defensas y reducen las probabilidades de contraer todo tipo de enfermedades. Además, también pueden tener un impacto muy positivo sobre nuestro estado de ánimo.
– Pueden ser tanto físicas como mentales
No todas las conductas de autocuidado tienen por qué estar directamente relacionadas con la salud física. Aunque el mantenimiento del cuerpo es fundamental para la lucha contra las enfermedades y para fomentar la salud, el cuidado de la mente es igualmente importante en muchos casos.
Así, entre las conductas de autocuidado también se incluyen todas aquellas que están destinadas a mejorar el estado psicológico y emocional de los pacientes.
En este sentido, podemos encontrar todo tipo de actividades relacionadas con la reducción del estrés o el fomento de la autoestima, como por ejemplo el contacto social, la participación en actividades placenteras o el tener un descanso adecuado.
Requisitos del autocuidado
Uno de los componentes más importantes de la teoría del autocuidado de Dorothea Orem es la definición de los requisitos de este proceso. Según esta investigadora, para que una persona pueda mantener su bienestar físico y psicológico necesita fijarse principalmente en cinco elementos de su vida diaria.
Mientras se cumplan estos cinco requisitos, la persona tendrá las mayores probabilidades de mantener un buen estado de salud. Por el contrario, si alguno de ellos falla, será mucho más probable que aparezca algún tipo de enfermedad.
– Mantenimiento de las necesidades de consumo
El primero de los requisitos de autocuidado tiene que ver con un consumo adecuado de los recursos naturales necesarios para la vida, entre los que destacan el aire, la comida y el agua.
– Cuidado del proceso de eliminación
Otro de los procesos básicos del cuerpo humano es la eliminación de residuos tóxicos o peligrosos, función de la que se encarga el aparato excretor. Mantener hábitos saludables en este sentido también es fundamental para el autocuidado.
– Equilibrio en los hábitos
Para Dorothea Orem, es necesario mantener un equilibrio adecuado en elementos como la necesidad de actividad y la de descanso, o la de interacción y la de soledad.
– Prevención de riesgos
El autocuidado no solo tiene que ver con el mantenimiento de hábitos, sino con la eliminación de riesgos innecesarios que hagan más probable sufrir algún tipo de problema de salud.
– Promoción del funcionamiento humano
Este último requisito del autocuidado tiene que ver con todas aquellas acciones que pueden ayudar al individuo a alcanzar su potencial y a desenvolverse de la mejor manera posible en el mundo que le rodea.
Referencias
- “Autocuidado” en: Wikiversity. Recuperado en: 05 Mayo 2020 de Wikiversity: es.wikiversity.org.
- “Dorothea Orem’s Self Care Theory” en: Nurses Labs. Recuperado en: 05 Mayo 2020 de Nurses Labs: nurseslabs.com.
- “Self-care” en: Wikipedia. Recuperado en: 05 Mayo 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.
- “Orem’s Self Care Deficit Theory” en: Nursing Theory. Recuperado en: 05 Mayo 2020 de Nursing Theory: nursing-theory.org.
- “Dorothea Orem” en: Wikipedia. Recuperado en: 05 Mayo 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.