¿Qué son los organismos pluricelulares?
Un organismo pluricelular es un ser vivo formado por múltiples células. También suele usarse el término multicelular. Los seres orgánicos que nos rodean, y que podemos observarlos con el ojo desnudo, son pluricelulares.
La característica más notable de este grupo de organismos es el nivel de organización estructural que poseen. Las células tienden a especializarse para cumplir funciones muy específicas y se agrupan en tejidos. A medida que aumentamos en complejidad, los tejidos forman órganos, y estos forman sistemas.
El concepto se opone al de organismos unicelulares, que están compuestos con una sola célula. A este grupo pertenecen las bacterias, las arqueas, los protozoarios, entre otros. En este amplio grupo, los organismos deben compactar todas las funciones básicas para la vida (nutrición, reproducción, metabolismo, etc.) en una sola célula.
Características de los organismos pluricelulares
Organización
Los organismos pluricelulares se caracterizan primordialmente por presentar una organización jerárquica de sus elementos estructurales. Además, presentan un desarrollo embrionario, ciclos de vida y procesos fisiológicos complejos.
De esta forma, la materia viva presenta distintos niveles de organización donde al ascender de un nivel a otro encontramos algo cualitativamente diferente y posee propiedades que no existían en el nivel anterior. Los niveles de organización superiores contienen a todos los inferiores. Así, cada nivel es componente de un orden superior.
Diferenciación celular
Los tipos de células que conforman a los seres pluricelulares son diferentes unas de otras ya que sintetizan y acumulan diferentes tipos de moléculas de ARN y de proteínas.
Esto lo hacen sin alterar el material genético, es decir, la secuencia de ADN. Por muy diferentes que sean dos células en un mismo individuo, estas poseen el mismo ADN.
Este fenómeno se probó gracias a una serie de experimentos clásicos donde el núcleo de una célula totalmente desarrollada de una rana se inyecta en un óvulo, cuyo núcleo había sido removido. El nuevo núcleo es capaz de dirigir el proceso de desarrollo, y el resultado es un renacuajo normal.
Experimentos similares han sido llevados a cabo en organismos vegetales y en mamíferos, obteniendo las mismas conclusiones.
En los humanos, por ejemplo, encontramos más de 200 tipos de células, con características únicas en términos de su estructura, función y metabolismo. Todas estas células derivan de una sola célula, luego de la fecundación.
Formación de tejidos
Los organismos pluricelulares están formados por células, pero estas no se agrupan de manera azarosa para dar lugar a una masa homogénea. Contrariamente, las células tienden a especializarse, es decir, cumplen una función concreta dentro de los organismos.
Las células que son similares entre sí, se agrupan en un nivel de complejidad superior llamado tejidos. Las células se mantienen unidas por medio de proteínas especiales y uniones celulares que establecen conexiones entre los citoplasmas de las células vecinas.
Tejidos en animales
En los animales más complejos, encontramos una serie de tejidos que se clasifican de acuerdo a la función que cumplen y a la morfología celular de sus componentes en: tejido muscular, epitelial, conjuntivo o conectivo y nervioso.
El tejido muscular está formado por células contráctiles que logran transformar la energía química en mecánica y se asociación con funciones de movilidad. Se clasifican en músculo esquelético, liso y cardíaco.
El tejido epitelial se encarga del revestimiento de los órganos y de las cavidades. También son parte del parénquima de muchos órganos.
El tejido conectivo es el tipo más heterogéneo, y su función principal es la cohesión de los diferentes tejidos que componen a los órganos.
Por último, el tejido nervioso se encarga de apreciar los estímulos internos o externos que recibe el organismo y traducirlos en un impulso nervioso.
Los metazoos suelen tener sus tejidos organizados de manera similar. Sin embargo, las esponjas de mar o poríferos – que son considerados los animales pluricelulares más simples – tienen un esquema muy particular.
El cuerpo de una esponja es un conjunto de células embebidas en una matriz extracelular. El soporte proviene de una serie de espículas diminutas (similares a agujas) y proteínas.
Tejidos en plantas
En las plantas, las células se agrupan en tejidos que cumplen una función concreta. Poseen la peculiaridad que solo existe un tipo de tejido en el que las células pueden dividirse activamente, y este es el tejido meristemático. El resto de los tejidos son denominados adultos, y han perdido la capacidad de división.
Se clasifican en tejidos de protección, que, como su nombre indica, se encargan de proteger al organismo de la desecación y de cualquier desgaste mecánico. Este se clasifica en tejido epidérmico y suberoso.
Los tejidos fundamentales o el parénquima constituyen la mayoría del cuerpo del organismo vegetal, y rellena el interior de los tejidos. En este grupo encontramos al parénquima asimilador, rico en cloroplastos; al parénquima de reserva, propio de los frutos, raíces y tallos y los de conducción de sales, agua y savia elaborada.
Formación de órganos
A un nivel de complejidad superior encontramos a los órganos. Uno o más tipos de tejidos se asocian para dar origen a un órgano. Por ejemplo, el corazón y el hígado de los animales; y las hojas y los tallos de las plantas.
Formación de sistemas
En el siguiente nivel tenemos la agrupación de los órganos. Estas estructuras se agrupan en sistemas para orquestar funciones concretas y trabajar de manera coordinada. Entre los sistemas de órganos más conocidos tenemos al sistema digestivo, al sistema nervioso y al sistema circulatorio.
Formación del organismo
Al agrupar los sistemas de órganos, obtenemos a un organismo discreto e independiente. Los conjuntos de órganos son capaces de realizar todas las funciones vitales, de crecimiento y desarrollo para mantener al organismo vivo
Funciones vitales
La función vital de los seres orgánicos incluye a los procesos de nutrición, interacción y reproducción. Los organismos pluricelulares muestran procesos muy heterogéneos dentro de sus funciones vitales.
En términos de la nutrición, podemos dividir a los seres vivos en autótrofos y heterótrofos. Las plantas son autótrofas, ya que pueden obtener su propio alimento por medio de la fotosíntesis. Los animales y los hongos, por su parte, deben conseguir de manera activa su alimento, por lo que son heterótrofos.
La reproducción también es muy variada. En plantas y animales existen especies capaces de reproducirse de manera sexual o asexual, o bien presentar ambas modalidades reproductivas.
Ejemplos de organismos celulares
Los organismos pluricelulares más destacados son las plantas y los animales. Cualquier ser vivo que observamos a simple vista (sin necesidad de usar un microscopio) son organismos pluricelulares.
Un mamífero, una medusa de mar, un insecto, un árbol, un cactus, todos son ejemplos de seres pluricelulares.
En el grupo de los hongos, también existen variantes pluricelulares, como los hongos que usamos frecuentemente en la cocina.
Referencias
- Cooper, G. M., & Hausman, R. E. (2004). The cell: Molecular approach. Medicinska naklada.
- Gilbert S.F. (2000). Developmental Biology. Sinauer Associates.