¿Qué es el sistema osteo artro muscular (SOAM)?
El sistema osteo artro muscular (SOAM) es un conjunto de sistemas integrado por el sistema óseo, es decir, los huesos, el sistema muscular y el sistema articular, también conocido como articulaciones.
Es el principal encargado de permitir todos los movimientos que realizamos de manera cotidiana. Gracias a él podemos caminar, correr, jugar o practicar un deporte.
Aunque la mayoría de nuestros movimientos son respuestas de estímulos recibidos del exterior, en realidad cada uno de ellos son ejecutados por estímulos internos de nuestro organismo, y es allí donde entra en juego el sistema osteo artro muscular.
Gracias a este sistema podemos movernos y trasladarnos de un lugar a otro, permitiéndonos mover la totalidad del cuerpo.
Es por eso que cuando una persona sufre de un accidente y queda con discapacidad para mover sus extremidades, intentan reemplazar esa imposibilidad de movimiento con aparatos tecnológicos, como prótesis, sillas de ruedas o implantes de esas extremidades.
Existen dos tipos de locomoción o movimiento: activa o pasiva. La locomoción pasiva es aquella en donde nos trasladamos de un punto a otro sin necesidad de mover el sistema osteo artro muscular, es decir, a través de autos, motos, aviones, buses, etc.
En la locomoción activa sí ponemos a funcionar y a trabajar a nuestro sistema osteo artro muscular. En este caso nos estamos moviendo, y nuestros huesos, músculos y articulaciones, también.
División del sistema osteo artro muscular
El SOAM está compuesto por los huesos, o sistema óseo, las articulaciones (encargadas de permitir la unión de uno o más huesos y la movilidad) y los músculos. Este sistema contribuye al movimiento, almacena distintos minerales y protege órganos internos del organismo, además de producir las células de la sangre.
Los huesos
Son el principal sostén de nuestro cuerpo. Los huesos son la parte más rígida y dura del esqueleto. Son blanquecinos y resistentes, aunque puedan parecer débiles y frágiles, y tienen la capacidad de soportar todo el peso del cuerpo.
El compuesto de todos los huesos forma el complejo llamado esqueleto. El cuerpo humano adulto tiene alrededor de 206 huesos en su interior. Esto es lo que se llama sistema óseo, pero además, se incluyen los osteocitos, que son las células óseas.
Las células óseas pueden ser compactas (los osteocitos están juntos, tienen más peso y son duros) o esponjosos (los osteocitos pesan menos, puesto que están separados).
La principal función del esqueleto y de los huesos es que le dan forma al cuerpo entero y a las partes individuales, como las extremidades. Además, nos ayuda a:
– Mantenernos erguidos.
– Contribuye a la protección de los órganos de la cavidad torácica (por ejemplo, las costillas protegen el corazón, el hígado, el bazo y los pulmones, la pelvis protege la vejiga, los órganos reproductivos en el caso femenino, y los intestinos) y de la cavidad craneana (protegen el cerebro y dan forma a nuestro rostro).
– Facilita todo tipo de movimientos.
– Crean las células sanguíneas (llamados glóbulos rojos y anticuerpos encargados de defender el organismo de cuerpo extraños).
– Almacena calcio, que es el mineral encargado de endurecer y proteger a los huesos, ya que sin él los huesos se desgastan.
En este sistema se ubica la médula espinal, protegida por la columna vertebral, y es la principal ruta del cerebro para intercambiar mensajes con el resto del cuerpo.
Las articulaciones
Las articulaciones son uno de los principales elementos que permiten el desarrollo del movimiento, porque son un conjunto de estructuras que facilitan la unión entre los huesos y hacen que el esqueleto sea flexible.
Constituyen la principal causa de que la locomoción se lleve a cabo adecuadamente, ya que permite el movimiento sin un roce excesivo entre las unidades óseas, pues de lo contrario, los huesos se lastimarían.
Una articulación es el punto de contacto entre dos o más huesos, y posibilitan el movimiento.
El sistema articular está compuesto, a su vez, por distintos elementos: los ligamentos, la cápsula articular, los cartílagos y los meniscos.
Dependiendo del sitio del cuerpo en donde estén las articulaciones, pueden tener más o menos movimiento. Por ejemplo, las articulaciones de las manos son unas de las más activas del cuerpo, y las articulaciones que se encuentran en el cráneo son más rígidas.
Precisamente por la capacidad de movimiento que se le da al lugar donde están ubicadas, las articulaciones se dividen de la siguiente manera:
– Articulaciones inmóviles, fijas o sinartrosis (encontradas en el cráneo).
– Articulaciones semimóviles o anfiartrosis (encontradas en la pelvis y en la columna vertebral).
– Articulaciones móviles o diartrosis (existentes en los codos, rodillas, dedos, caderas, entre otros).
Los músculos
Tenemos más de 650 músculos. Constituyen un tejido que protege los sistemas óseo y articular y posibilita el movimiento, así como la capacidad de ejercer fuerza a estos sistemas.
Además, permiten que otros sistemas, como el circulatorio o el respiratorio, ejerzan una acción que involucra la fuerza que producen. Los músculos están formados por las fibras musculares, que se diferencian unas de otras de acuerdo con su estructura y ubicación.
Los músculos son masas de tejidos que halan de los huesos al momento de realizar cualquier movimiento. El sistema muscular es el que permite la adopción de distintas posiciones del cuerpo.
Ya sea parpadeando o al girarnos, el sistema muscular siempre actúa y permite que los órganos muevan las sustancias propias, como la sangre u otros fluidos, de un lugar a otro en el cuerpo.
Uniendo estos tres sistemas (articular, óseo y muscular) se forma el sistema osteo artro muscular, que nos permite ejecutar cualquier tipo de actividad cotidiana.
Referencias
- Cinto, M. y Rassetto, M. (2009). Movimiento y discurso en la transmisión de los contenidos de biología. Convergencia y divergencia. Recuperado de revistaadbia.com.ar.
- Muscolino, J. (2014). Kinesiology: The Skeletal System and Muscle Function.