¿Qué es el vitalismo?
El vitalismo es una corriente filosófica y científica de finales del siglo XIX y principios del XX que afirmaba que los organismos vivos tenían una fuerza vital que los distinguía de los organismos inanimados. Decía que la razón provenía de la vitalidad y que la vida era una realidad irrevocable.
El vitalismo surgió en contraposición al mecanicismo, dado que intentaba darle un carácter humano y moral al ser humano que el mecanicismo había eliminado. Para los vitalistas la vida es mucho más extensa que la razón, y el origen y fin de la razón es la vida.
En esta corriente se basan las causas animalistas, antiabortistas, pacifistas y veganas, entre otras, con la intención de darle un carácter vital a todos los seres diferentes de los inanimados.
Origen del vitalismo
En las ciencias, el vitalismo se originó en el siglo XVIII como una separación entre lo vivo y lo inerte. En 1828 la teoría fue puesta en duda cuando Friedrich Wöhler sintetizó urea en el laboratorio a partir de compuestos inorgánicos.
En la filosofía, el vitalismo se originó a finales del siglo XIX y surgió como una clara respuesta al mecanicismo racionalista de autores como Kant y Descartes, cuyos trabajos daban especial importancia a la razón humana.
En el campo de la filosofía el primero en hablar del vitalismo fue Arthur Schopenhauer, pero el mayor exponente de esta corriente sin duda es Friedrich Nietzsche.
Características del vitalismo
La teoría vitalista sostiene que existe una fuerza vital que constituye el componente fundamental que armoniza tanto la mente como el cuerpo. A partir de esta noción, el humano es considerado una mezcla de cuerpo, mente y fuerza vital.
- Creencia en una fuerza vital. Se basa en la idea de que la vida no puede ser explicada por leyes puramente físicas y químicas, y que es necesaria una fuerza vital o una entidad no material para dar cuenta de la vitalidad y la diferencia entre los seres vivos y los objetos inanimados.
- Rechazo del mecanicismo. Los vitalistas se oponen al reduccionismo, que es la idea de que todo en la vida puede ser reducido a procesos puramente físicos y químicos. Argumentan que la vida tiene una dimensión no material que no puede reducirse a simples procesos mecánicos.
- Influencia en la biología y la medicina. Influyó en la biología y la medicina, especialmente en la medicina tradicional china y en algunas teorías médicas históricas que postulaban la existencia de “humores” o “energías vitales” en el cuerpo humano.
- Críticas y declive. A medida que la ciencia moderna ha avanzado, el vitalismo ha sido objeto de críticas y es considerado anticuado en muchos aspectos. La biología contemporánea se basa en principios científicos y materiales, y no reconoce una “fuerza vital” separada de las leyes naturales.
- Variantes del vitalismo. A lo largo de la historia, se han desarrollado diferentes variantes del vitalismo, como el vitalismo élan vital de Henri Bergson y el vitalismo orgánico de Hans Driesch, que han abordado la relación entre la vida y la conciencia.
Representantes del vitalismo
Friedrich Nietzsche (Alemania, 1844-1900)
Filósofo alemán, considerado el representante más destacado del vitalismo. Fue catedrático de la universidad de Basilea. Su pensamiento se basa en una crítica profunda a la cultura occidental, que según él se basaba en valores que niegan el factor vital humano.
Crítica a la moral
Nietzsche afirma que la ética occidental es totalmente racional, basada en el hecho de que hay un ser superior que lo controla todo y desprendiéndose de la voluntad vital del ser humano.
Para Nietzsche, la moral occidental de la época está influida por Sócrates, Platón y el cristianismo, y ha invertido por completo los valores morales.
Crítica a la religión
Nietzsche hace también una fuerte crítica a la religión, específicamente a la cristiana. Para él el cristianismo ha invertido y vulgarizado los valores, haciendo al humano temeroso y culpable y no permitiéndole sentir y actuar por instintos.
La solución a esto sería acabar con el pilar fundamental de la religión, que es Dios, y que la moral se centre en el impulso vital.
Crítica a la filosofía
También criticó la filosofía de la época. La corriente filosófica anterior a Nietzsche era el positivismo, disciplina racional que ve al humano como un ser estático y no cambiante, conceptos que Nietzsche rechazaba firmemente.
Un concepto que introdujo Nietzsche fue el del superhombre, un ser que sería la evolución del hombre, y que se daría cuando se olvidase de Dios y quedase solo él mismo. El superhombre tiene el impulso vital como su brújula de vida: quiere vivir, superarse y estar en conexión con la tierra que pisa.
Henri Bergson (Francia, 1859-1941)
Bergson mantenía en su filosofía el concepto del vitalismo pero con matices diferentes. Este filósofo introdujo el concepto del élan vital: para él la vida es una tendencia que se desarrolla de una manera u otra en diferentes seres.
Por ejemplo, el élan vital en las plantas se desarrolla para la obtención de nutrientes, mientras que en los animales aparece, entre otras cosas, para ser capaces de moverse.
El concepto vitalista de Bergson se diferencia de otros, ya que el vitalismo puro habla de la fuerza vital como un fenómeno irreversible en todos los seres vivos, mientras que para Bergson la vida se desarrolla de maneras diferentes en los diversos seres vivos, según sus necesidades. Debido a ello, la fuerza vital no es la misma para todos los seres.
Maurice Blondel (Francia, 1861-1949)
Su obra maestra fue L’Action. A grandes rasgos, su filosofía proponía que la acción era lo que unía todas las partes del ser y era una consecuencia de impulsos y emociones, pero también de la razón.
Blondel era cristiano, y como tal tenía muy presente la religión como intelectual. La acción intenta unir todas las partes del ser: la racional, la espiritual y la fuerza vital. Según Blondel, todas estas son influencia de la acción final del ser.
José Ortega y Gasset (España, 1883-1955)
Se le considera parte de la corriente del raciovitalismo. Si bien Ortega y Gasset consideraba la razón vital como el motor de la vida, también intentaba hacer compatible la razón con la existencia pura.
Intentó encontrar un punto medio entre la razón y el vitalismo. Para él no hay oposición entre ambos, una no sustituye a la otra, sino que se complementan. El ser humano usa la razón para vivir, por tanto, la inteligencia humana está movida por impulsos vitales.
Georg Ernst Stahl (Alemania, 1659-1734)
Fue un médico y químico alemán y uno de los representantes más importantes del vitalismo en las ciencias. En este contexto, esta corriente tuvo su nacimiento en el siglo XVII con el nombre de “animismo”, y de hecho, su padre fue Stahl.
Lo que este científico intentaba explicar con esta teoría era todo aquello que la biología y la medicina no podían. Más específicamente, la capacidad del cuerpo de regenerarse y de regularse.
Para Stahl, el ánima es el valor supremo que da vida. Se encuentra no solo en el movimiento visible, sino también en los movimientos invisibles del cuerpo (procesos digestivos, respiratorios y circulatorios, entre otros). La ausencia del ánima se evidencia con la muerte, ya que es el momento en que el cuerpo deja de regularse y regenerarse por sí mismo.
Paul Joseph Barthez (Francia, 1734-1806)
Fue el padre del llamado “vitalismo de Montpellier”. Barthez defendía la presencia de un principio vital que origina todas las funciones orgánicas del cuerpo humano. Su pensamiento fue un intermedio entre lo mecánico del cuerpo y lo sobrenatural.
Intentaba explicar de manera científica que había una fuerza vital que daba cuenta de los fenómenos fisiológicos del cuerpo humano.
Vitalismo en filosofía
En la filosofía, el vitalismo es conocido como filosofía vital. Surgió en contraposición a las corrientes racionales de la época e intentaba explicar al ser desde un punto de vista emocional, impulsivo, movido por la energía vital y no por elementos puramente materialistas.
Para la filosofía vital, la vida es valiosa en sí misma y ajena a lo racional. Sin embargo, existieron filósofos como Blondel que explicaron el vitalismo sin dejar de lado la razón.
El vitalismo en filosofía es mucho más etéreo que en la ciencia, ya que toma consideraciones de tipo emocional e intenta darle un sentido espiritual al ser, pero no religioso. Quiere explicar la existencia humana basándose en la vitalidad.
Vitalismo en ciencia
El vitalismo científico deriva directamente de la biología. Durante los siglos XVII y XVIII se quiso explicar diversos fenómenos biológicos y fisiológicos a través del pensamiento vitalista.
Aunque la explicación del vitalismo científico pueda parecer de tipo sobrenatural, es una manera de explicar que el cuerpo humano no es solamente mecánico e inerte, sino que hay una fuerza vital (llamada por algunos, ánima, y por otros, fuerza dominante) que genera movimientos que permiten al cuerpo humano regenerarse y renovarse.
Referencias
- Silveira Laguna, S. La filosofía vitalista. Una filosofía del futuro. Recuperado de revistas.ucm.es.
- Santiago Melián, J.M. La mística como culminación de la religión en Henri Bergson. Recuperado de e-spacio.uned.es.
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- Canting Placa, L.O. El problema de Dios en Henri Bergson. Recuperado de eprints.ucm.es.
- Paul Joseph Barthez. Recuperado de ramc.cat.