La vestimenta de los awá la elabora este grupo indígena con elementos naturales, con los que hacen sus ropas típicas. Tanto sus vestidos como sus accesorios son hechos con fibras de árboles propios de la zona en donde habitan.
Majagua (Polisemia armara) y terete (Quintante lutea) son las plantas más utilizadas para la producción de sus prendas.
Las ropas que se consideran su vestimenta típica nacieron luego de su contacto con los misioneros españoles, quienes veían la desnudez de los locales con malos ojos. Por ello les persuadieron de vestir cubriendo más piel.
Los awá, al igual que la mayoría de los amerindios, solo vestían un taparrabo o cubre-sexo para el momento de la llegada de los españoles.
Vestimenta típica awá
Los awá, también llamados cuaiquer o kwaiker, visten de esta manera desde aproximadamente el siglo XVIII, época en la cual los esfuerzos de los misioneros por hacerles cambiar sus elementos culturales comenzaron a dar frutos.
Vestimenta masculina
Los hombres de este pueblo indígena visten un lienzo alargado, sin botones y generalmente de color blanco. Esta prenda tiene recubrimientos en la zona pectoral y del mismo nace un cuello alto.
También llevan un pantalón corto hecho con la misma majagua, el cual llega hasta las rodillas.
Originalmente, su largo era el de un pantalón corriente, pero debido a que los awá hacen vida en bosques húmedos, decidieron acortar los pantalones hasta una altura en la que no se manchasen con tanta frecuencia. A ese conjunto se agrega el sombrero hecho de terete, el cual es el accesorio más característico de su atuendo.
Vestimenta femenina
En contraposición a los hombres, las mujeres visten de una manera más colorida.
Una tela azul cruza entre sus hombros y tapa su espalda y senos, mientras que la parte inferior es cubierta por una tela roja que va desde la cintura hasta los pies. Al usar esta vestimenta, las mujeres pintan sus mejillas con achiote u onoto.
Evolución de su vestimenta
Su ropa ha cambiado con el pasar del tiempo, comenzando con la semi desnudez con la que fueron retratados a principios del siglo XIX, hasta su actual mimetismo con las prendas usadas por los no indígenas.
En la actualidad, muchas de sus costumbres ya han desaparecido o cambiado, y su ropa típica no es la excepción.
La ropa de caza y siembra, más los trajes impuestos por los misioneros, se han visto desplazados por el uso de ropa más occidental y adecuada para su principal actividad comercial, la agricultura.
Los awá son menos de 30.000 individuos, dispersos en diversas comunidades de Colombia y una parte minoritaria en Ecuador. Esto hace que cada comunidad vaya perdiendo las costumbres tradicionales.
Básicamente, unos han pasado a vestirse como habitantes corrientes de las zonas rurales, mientras que otros han asumido como propias las prendas de otras tribus.
A los varones se les ve vistiendo pantalones vaqueros y camisas de algodón, curiosamente las prefieren de colores claros.
El sombrero de terete aún está presente, sobre todo en los ancianos de las comunidades. Muchos jóvenes han preferido la gorra o cachucha.
Por otro lado, las mujeres han suplantado la tela que cubre su parte inferior con faldas de su propia confección, hechas de cualquier tipo de tela y color. La costumbre de pintarse las mejillas se va diluyendo de a poco.
Las botas de caucho son el calzado preferido para ambos géneros. Sin embargo, en las comunidades de mayor tamaño, las mujeres pueden evitarlas si no se involucran en las labores de siembra y cosecha.
Referencias
- Ullauri, V, M. (2003). Diálogo de culturas del Noroccidente del Ecuador: Awa, Epera, Chachi, Afroecuatoriano, Mestizo campesino. Quito: Gerencia de Protección Ambiental – Petroecuador.
- Zuluaga Zuluaga, C. (2010). Colombia diversa: una experiencia intercultural. Medellín: UPB.