¿Qué es el abogado del diablo?
El “abogado del diablo” se asocia con quien aporta razones y argumentos para defender ideas contrarias a las expuestas en una discusión. Generalmente, lo hace en favor del debate o del intercambio de ideas, y no significa que esté de acuerdo con lo que argumenta.
Esta expresión tiene su origen en los “promotores de la fe” (clérigos especialistas en derecho canónico) que la iglesia católica utilizaba en los procesos de beatificación o canonización de alguien. Este clérigo trataba de demostrar los méritos de esa persona, pero exigiendo pruebas en contra, para descubrir errores y objetar aspectos débiles.
Origen del término
Hay que remontarse al siglo XVI, en el contexto de la Iglesia católica. Aunque parezca paradójico, fue la Iglesia la que instituyó la figura del abogado del diablo, que tenía la tarea de garantizar la intachable nobleza y pureza de las figuras que pasarían a formar parte del santoral católico.
En 1586, el papa Sixto V creó la institución del advocatus diaboli con la tarea de constreñir los procesos de canonización a tal punto que no cupiese duda alguna sobre la probidad y virtud de los hombres y mujeres que ascenderían a los santos altares.
También llamado “promotor de la fe”, quien se ocupase de esta función asumía la responsabilidad de cerciorarse por completo de que todos los propuestos para ser beatificados, canonizados o santificados no mostraran la menor tachadura moral en su proceder, y que gozarían de tan alta estimación espiritual como para avalar sus causas.
En los interminables procesos llevados a cabo por los funcionarios religiosos, su tarea consistía en refutar todos los argumentos de aquellos que presentaban las iniciativas que inicialmente eran aceptadas y merecían ser consideradas, pero que sucumbían en su intento al no poder vencer la resistencia que suponía la actuación del abogado del diablo.
Flexibilización
Luego de importantes reformas abordadas por el papa Juan Pablo II en las que se flexibilizaron los procesos de canonización, la figura del abogado del diablo pasó de fiscal a una suerte de secretario que sustenta y documenta los expedientes.
Estas reformas reportaron como resultado 500 canonizaciones, en contraposición a las 98 que desde inicios del siglo XX y antes de las mismas se habían concretado.
Ejemplos de situaciones
Fungir de abogado del diablo es presentar razones que vayan contra la convicción propia con el propósito de estimular la argumentación de quien no necesariamente es un opositor ideológico, y que, en su intento de convencer plenamente, quizá no esté contemplando todas las posibilidades.
Ámbito laboral
Lo relatado anteriormente puede reflejarse cuando se evalúa una situación laboral usando el análisis de escenarios. Comúnmente, este ejercicio intelectual se realiza en grupos homogéneos de trabajadores que persiguen un mismo objetivo, por lo que naturalmente tienden a coincidir en sus puntos de vista.
En la construcción de escenarios de salas situacionales de cualquier naturaleza, es indispensable contar con personas que asuman una actitud de abogados del diablo, aunque no sea declarado taxativamente. Más aún, es deseable y conveniente que este rol salte dinámicamente entre unos y otros, para enriquecer lo que allí se trate.
Ámbito personal
Hay escenarios en los que los abogados del diablo no son del todo beneficiosos, y algunos de estos pueden generarse en el ámbito personal.
Por ejemplo, cuando una persona constantemente critica a otra con quien tiene una relación de amistad, realza los aspectos negativos de las situaciones a las que el segundo se enfrenta y de manera repetida pone en tela de juicio sus criterios de una forma destructiva, se trata de un individuo que funge de abogado del diablo.
Debate académico
En los entornos académicos, el abogado del diablo puede desempeñar un papel importante en los debates y discusiones. El planteamiento de argumentos en contra de una idea o teoría en particular, aunque no necesariamente represente su propia posición personal, permite analizar y evaluar críticamente todas las perspectivas involucradas, promoviendo un pensamiento más riguroso y una comprensión más profunda del tema.
Procesos judiciales
En un juicio, el abogado del diablo puede representar a la parte acusada, incluso si personalmente no está de acuerdo con su inocencia. Su objetivo es presentar los argumentos más fuertes en contra de la fiscalía o parte acusadora y desafiar su caso. Esto garantiza un proceso legal justo y equilibrado, al proporcionar una defensa rigorosa y cuestionar las pruebas y argumentos presentados por la otra parte.
Políticas públicas
En el desarrollo de políticas públicas, el abogado del diablo puede desempeñar un papel fundamental. Su función es plantear argumentos y objeciones en contra de una propuesta particular, con el objetivo de garantizar un análisis completo y equilibrado. Al desafiar la viabilidad, las implicaciones y las posibles consecuencias no deseadas de una política, el abogado del diablo ayuda a identificar posibles debilidades o riesgos y a mejorar la calidad de la política propuesta. Esto promueve un proceso de toma de decisiones más robusto y eficaz por parte de los responsables de formular políticas.
Ventajas de ser abogado del diablo
El ejercicio de contraponer ideas a ultranza —aun cuando internamente no se compartan— favorece la búsqueda de la verdad y hacen públicos todos los puntos de vista que, de otra forma y amparados en un ambiente de consenso, quedarían sin considerarse.
En muchos casos, ser abogado del diablo puede reflejar la capacidad de asumir un ejercicio de inteligencia basado en el cuestionamiento de lo que resulta evidente a primera vista.
Referencias
- Devil’s advocate – Roman Catholicism. Recuperado de britannica.com.
- Abogado del diablo. Recuperado de es.wikipedia.org.
- ¿Cómo nació el abogado del diablo? Recuperado de bbc.com.
- What’s the story behind the phrase “devil’s advocate”? Recuperado de npr.org.
- Is Devil’s Advocate role eliminated from canonization process? Recuperado de ewtn.com.