¿Qué es un ahorrador de energía?
Un ahorrador de energía es un producto que se ofrece como solución al problema del consumo eléctrico, una de las preocupaciones más comunes debido a los elevados costos que puede presentar un recibo de luz.
Sin embargo, al ver los diferentes productos de ahorro de energía ofertados en el mercado, el consumidor siempre deberá confrontar una duda justificada: “¿Funciona realmente?”.
Son pocos los dispositivos cuyo uso puede aportar un ahorro significativo en el consumo de energía eléctrica en el hogar. Es preciso informarse bien para no caer en la trampa del marketing engañoso, pues la mayoría de estos “ahorradores de energía” resultan una estafa.
Funcionamiento del ahorrador de energía
Los ahorradores de energía se venden como dispositivos que funcionan conectándolos a un sistema eléctrico. Quienes ofertan estos productos suelen hablar de vanguardia tecnológica.
Supuestamente, tienen la propiedad de aprovechar toda la electricidad extra que generan los aparatos cuando funcionan en sus momentos de mayor intensidad, energía que se perdería si el ahorrador no la redistribuyera, reciclando la electricidad.
Asimismo, los discursos publicitarios afirman que los ahorradores de energía estabilizan la corriente, minimizando las variaciones de onda que afectan negativamente el rendimiento de los artefactos. También se argumenta que reducen las subidas de tensión.
Se les suele calificar como dispositivos ecológicos que sirven para contrarrestar el efecto de la radiación electromagnética.
¿Se ha comprobado que los ahorradores de energía funcionan?
Muchas de estas atribuciones de los llamados ahorradores de energía no son más que falacias vagamente explicadas, no se sustentan en estudios o pruebas científicas.
Lo cierto es que todos los aparatos que funcionan con electricidad poseen un requerimiento de potencia preestablecido y es imposible que un accesorio pueda cambiar dichas especificaciones.
Los ahorradores de energía no constituyen una tecnología sofisticada. En realidad son simples condensadores eléctricos con algún aditamento, como un varistor. Sin embargo, es necesario recalcar que el condensador es capaz de regular la potencia de los aparatos generadores de energía reactiva.
Funcionamiento del capacitor
Los motores industriales y otros aparatos reactivos generan grandes cantidades de energía sobrante. Los condensadores —o capacitores, en lenguaje técnico— son capaces de ahorrar esta energía y reinyectarla al sistema eléctrico, lo cual reduce el consumo del artefacto.
Lo que ocurre muchas veces es que, como los ahorradores son dispositivos genéricos, sus capacitores suelen tener una capacidad reducida. Por tal razón, en muchas ocasiones el ahorrador no es capaz de compensar las cargas del sistema donde pretende utilizarlo el usuario.
El ahorrador no funciona mágicamente. Para que tenga un rendimiento efectivo debe conectarse en el sitio específico donde se necesite y su capacidad debe ser la adecuada. En el hogar, los ahorradores pueden conectarse al aire acondicionado, la nevera, la secadora o la lavadora.
Es importante que, antes de instalar un ahorrador, se consulte a un especialista que estudie previamente el sistema eléctrico para saber si el dispositivo servirá. Si esto no se cumple, es muy probable que la inversión del comprador termine siendo un fracaso.
Formas reales/otras formas de ahorrar energía
Antes de invertir en dispositivos ahorradores, el consumidor debería tener en cuenta que también existen métodos de ahorro más orgánicos y económicos que requieren que el usuario adquiera conciencia de sus hábitos de consumo eléctrico y aplique correctivos a los actos que implican un mal gasto de energía.
Ahorro empresarial
El ahorro de energía eléctrica puede ser muy beneficioso para una empresa en el sentido económico. Además, la cultura del ahorro energético en el sector empresarial es un aspecto fundamental para la protección del medio ambiente.
- Aprovechar la luz natural. Si bien es necesario que las áreas de trabajo estén dotadas de un sistema de iluminación artificial teniendo en cuenta la inestabilidad de la luz natural, su uso debe ser equilibrado, aprovechando los espacios donde entre el sol. Las luces deben apagarse cuando no sean necesarias. Esto incluye tanto las horas laborales en las que se cuenta con la luz del sol como aquellos momentos en que los espacios de trabajo no son utilizados.
- Uso de tecnología domótica. Instalar reguladores de intensidad y sensores de presencia puede ser una inversión que reporte grandes beneficios en cuanto al consumo energético. Los sistemas eléctricos automatizados pueden configurarse para reducir al mínimo el gasto energético.
- Elección de lámparas. Existen muchos tipos de lámparas que se adaptan a diversas necesidades. Al planificar la instalación del sistema de iluminación es fundamental tener en cuenta qué luminaria es adecuada para el espacio de trabajo, no solo siguiendo el criterio de las exigencias laborales, sino el de la rentabilidad y el consumo.
- Uso consciente de los equipos. Los equipos electrónicos suelen generar gastos energéticos innecesarios en las oficinas debido a que no se usan de forma ahorrativa. Un uso consciente de los equipos informáticos implica apagar las computadoras y sus accesorios cuando no se utilicen. Hay ocasiones en que los ordenadores deben dejarse encendidos para que trabajen automáticamente, en estos casos es recomendable apagar el monitor. A la hora de comprar equipos para el trabajo es bueno tener en cuenta que ciertos tipos de dispositivos generan un consumo eléctrico menor y cumplen perfectamente con las tareas para las que son requeridos. Por ejemplo, las laptops generan un consumo eléctrico mucho menor que los ordenadores de escritorio. Asimismo, los ordenadores poseen configuraciones especiales para el ahorro energético. Es recomendable activarlas siguiendo las instrucciones.
Ahorro doméstico
Seleccionar y usar conscientemente los artefactos del hogar puede alivianar significativamente la carga económica del servicio de luz eléctrica. Por esta razón es recomendable inculcar conductas ahorrativas en los hijos.
- Calefacción. Es recomendable que al comprar o reemplazar los equipos de calefacción se adquieran calderas de alto rendimiento. Para el agua caliente lo ideal es el uso de paneles solares. Asimismo, las válvulas termostáticas para radiadores y los termostatos programables son instrumentos que permiten ahorrar hasta un 13% de energía. Mecanismos de aislamiento, como la ventana doble, también permiten conservar mejor el calor dentro de la vivienda, reduciendo la necesidad de usar energía eléctrica para aclimatar el ambiente.
- Refrigerador. El refrigerador es el aparato que genera más gastos por concepto de luz, por ello, hay que estar atento a las condiciones de su uso. Al perder frío, el mecanismo requiere más energía para estabilizar la temperatura. Además, siempre es recomendable ubicarlo en un lugar donde pueda ventilarse su parte trasera. También hay que tener cuidado de no abrirlo constantemente.
- Lavadora. Al usar la lavadora hay que procurar llenar toda la carga de ropa, evitando también el malgasto de agua y reduciendo la cantidad de veces que se enciende el aparato. Asimismo, es recomendable usar las opciones de lavado al frío para evitar el gasto eléctrico que se produce al calentar el agua.
- Lavavajilllas. El lavavajillas tiene consideraciones parecidas. Por ejemplo, utilizarlo cuando esté lleno. Estos aparatos también cuentan con opciones de lavado económico que aprovechan mejor la energía térmica.
- Secadora. Las secadoras que consumen menor cantidad de energía son las de gas. También es recomendable usar los ciclos de enfriamiento progresivo. Al usar este electrodoméstico hay que tener en cuenta que es mejor encenderlo solo para secar cargas completas. Por otro lado, usar el centrifugado al máximo también permite que el proceso de secado sea más ahorrativo.
- Horno. El horno de gas es mucho más eficiente y ahorrativo que el eléctrico. Ha de tenerse en cuenta que al abrir la tapa se pierde el 20 % del calor. Por eso, es recomendable que cuando se vaya a usar se metan la mayor cantidad de alimentos posibles de una vez para no abrirlo innecesariamente.
- Iluminación. Para la iluminación de la casa es mejor usar tubos fluorescentes o bombillos de bajo consumo. A pesar de ser más costosos, generan un 80% menos de gasto eléctrico y tienen una mayor durabilidad que los bombillos incandescentes.
- Aire acondicionado. Es recomendable fijar el aire acondicionado a una temperatura media de 26 °C. Además, hay que ubicar los aparatos de refrigeración en un espacio donde no reciban grandes cantidades de radiación solar y estén bien ventilados.
- Equipos audiovisuales. Aparatos electrónicos como televisores, equipos de sonido y monitores de ordenadores generan un mayor gasto eléctrico mientras mayor potencia tengan. Lo mejor es adquirir equipos modernos, con una potencia acorde a las necesidades reales de los usuarios.
- Cocina. Las cocinas a gas evidentemente generan una menor cantidad de gasto energético. Cuando se usa la cocina eléctrica es bueno aprovechar el calor residual apagando la cocina unos minutos antes de que los alimentos estén listos, tapando bien la olla para conservar el calor, que terminará el proceso de cocción.
Referencias
- 101 easy ways to save energy and money. Recuperado de energysmartsc.org.
- Ahorrar energía con un capacitor. Recuperado de comoahorroenergia.net.
- Buenas prácticas para el ahorro de energía en la empresa. Recuperado de 4.interreg-sudoe.eu.
- Energy Saver. Recuperado de energy.gov.
- Usos y aplicaciones de capacitores e inductores en la ingeniería. Recuperado de academia.edu.