¿Quién fue Benjamín Argumedo?
Benjamín Argumedo (1876-1916), también conocido como el “León de la Laguna”, fue un rebelde mexicano que participó en la Revolución mexicana. Suele catalogarse como un personaje ambiguo en sus posiciones políticas, pero en general apoyó la rebelión de Pascual Orozco.
Es considerado uno de los más tenaces adversarios de Francisco Villa, destacando sus combates en las tomas de Torreón y de Zacatecas. Su fama se acrecentó gracias a un corrido que compusieran en su honor, “General Benjamín Argumedo”, bastante conocido durante la Revolución mexicana.
Se le conoce como uno de los líderes de los Colorados, una cuadrilla de la Comarca Lagunera, inspirada en los ideales del Partido Liberal Mexicano. Se conformaba tanto por artesanos, pequeños comerciales o personas de los sectores medios, como por nacidos de los pueblos libres, arrendatarios y trabajadores de las haciendas. Se les llamó Colorados por la bandera roja que enarbolaban.
Biografía de Benjamín Argumedo
Se desconoce con exactitud su lugar de nacimiento, pero algunas versiones indican que Benjamín Argumedo nació en la congregación de Hidalgo de la ciudad de Matamoros, Coahuila, el 31 de marzo de 1874. No poseía tierras, sino que era que sastre, talabartero y domador de caballos. Tenía fama de tener mal carácter y también de parrandero.
No está claro si participó en actividades prerrevolucionarias, pero su primera acción conocida fue en la madrugada del 20 de noviembre de 1910. Cerca de 300 hombres tomaron Gómez Palacio, Durango, con la intención de iniciar una revolución.
De manera paralela, bajo el liderazgo de Argumedo, una veintena de hombres se apoderó de la Congregación Hidalgo, municipio Matamoros, sin ni siquiera un disparo.
Estos grupos rebeldes se conformaban de artesanos, pequeños comerciantes y personas de los sectores medios, así como arrendatarios, trabajadores de haciendas y pequeños propietarios de los pueblos libres.
Los focos revolucionarios de esa noche fueron dispersados sin mucha dificultad por las tropas federales hacia las serranías, en donde se refugiaron.
El sector de La Laguna, entre 1910 y 1911, era un semillero de revolucionarios que serían luego liderados por Sixto Ugalde, Enrique Adame Macías y José Isabel Robles, además de Argumedo.
La matanza del barrio chino
En mayo de 1911 Gómez Palacio cayó en manos de los rebeldes. Luego de unos días sucedió lo mismo con Torreón. Los jefes secundarios y sus hombres, junto a Argumedo, protagonizaron uno de los hechos más recordados del “León de la Laguna”.
Los soldados menos disciplinados, bajo influencia del alcohol, fueron a Torreón, liberaron a los presos, incendiaron la jefatura política y la cárcel, mientras saqueaban los comercios.
En ese contexto, los historiadores indican que Argumedo llegó con unos cincuenta hombres, y sin detener los disturbios, les ordenó saquear y matar a quienes estuvieran en el Banco Wah-Yick (o Banco Chino) desde donde se había disparado a los rebeldes que intentaban tomar la zona.
Los soldados cumplieron órdenes y continuaron la matanza de chinos en el contiguo Puerto de Shanghái, mientras Argumedo no hacía nada por recuperar el control. La colonia china de Torreón estaba conformada por unas 600 personas.
Cuando despuntó el día, Orestes Pereyra y Emilio Madero pusieron fin a los disturbios ocasionados, donde cerca de 300 chinos fueron masacrados.
Oposición a Madero
Uno de los primeros en alzarse, una vez que Madero tomó el poder, fue Argumedo, quien fue captando el apoyo de muchos en la región por los elevados niveles de desempleo.
Se oponían a los Acuerdos de Ciudad Juárez y decidieron enarbolar el programa del Partido Liberal Mexicano (PLM) junto a la bandera roja, por lo que empezaron a llamarles “colorados”.
En febrero de 1912 Argumedo intentó tomar San Pedro de las Colonias al mando de unos 600 hombres, pero no tuvo éxito en el lugar, aunque sí en Matamoros Laguna. En su recorrido se fueron uniendo bajo su mando más guerrilleros, hasta llegar casi a los 1.000 hombres.
Ahora, en el bando orozquista, se destacó su lucha exitosa en la toma de Mapimí en marzo y de Pedriceña en abril de 1912. Para ese momento lideraba ya unos 3.000 hombres.
El rebelde mexicano fue uno de los firmantes del Manifiesto del 25 de marzo, o Plan de la Empacadora, que enumeraba una serie de disposiciones a efectuarse con el triunfo de la revolución.
Entre ellas, el desconocimiento de las deudas y contratos contraídos por el Estado, el reconocimiento de la propiedad de la tierra, el respeto a los poderes y gobernaciones que se adhirieran al plan y la elección de un presidente interino por un año.
Luego de la firma, y junto a otros revolucionarios, Argumedo recorrió los campos de La Laguna y de Durango, incendiando haciendas y tomando pueblos para sabotear la marcha del general Victoriano Huerta y lograr la consolidación en armas de Orozco, pero no tuvo éxito.
A la derrota de Pascual Orozco en mayo de 1912, le siguió su fracaso a mediados de junio en manos del general Aureliano Blanquet. Esto lo obligó a irse a las fronteras de Zacatecas y Durango, al frente de una pequeña fuerza guerrillera.
Desde allí operaba asesinando autoridades locales maderistas y atacando haciendas, hasta que finalmente Madero cayó del poder y lo asumió Victoriano Huerta.
Defensa al gobierno de Huerta
Los orozquistas, aliados ahora al gobierno de Huerta, fueron asignados para combatir a los opositores en la guarnición de Chihuahua, Durango y Torreón. Esta última fue delegada a Argumedo, quien fue pieza clave para defenderla ante Venustiano Carranza y unos 6.000 rebeldes. Este hecho lo llevó a ganar el rango de general de brigada y recibir una condecoración en agosto de 1912.
En el período siguiente continuaron los combates contra los rebeldes, y en junio de 1914 las fuerzas constitucionalistas al mando de Francisco “Pancho” Villa recobraron la Ciudad de Torreón. Posteriormente, derrotaron otra vez a Argumedo en la batalla de Zacatecas, en donde cerca de 9.000 hombres de sus filas resultaron heridos o muertos.
Regreso a las filas rebeldes
Con la caída de Huerta en manos de los constitucionalistas, Argumedo regresó al lado de los rebeldes, pero esta vez desde las filas de Emiliano Zapata. Durante esta fase, se destacó la defensa de la Ciudad de México ante las fuerzas de Carranza, combate que se extendió por unos 20 días y de la que tuvo que replegar fuerzas.
Tras esta caída, Argumedo se asentó junto a las fuerzas zapatistas hacia la zona de Toluca y luego, al perder sus tropas en uno de los tantos combates, estableció alianza con unos villistas.
Argumedo, refugiado en la región de San Miguel de Mezquital, en Zacatecas, estaba gravemente enfermo cuando fue tomado prisionero por las fuerzas del general Francisco Murguía.
El 1 de marzo de 1916, en la penitenciaría de Durango, fue ejecutado sin que se cumpliera su última voluntad: la de ser fusilado públicamente, como lo asegura su famoso corrido.
Referencias
- Salmerón Sanginés, P. Benjamín Argumedo y los colorados de la Laguna. Estudios de historia moderna y contemporánea de México. Recuperado de scielo.org.mx.
- Naranjo, F. Diccionario biográfico Revolucionario. Imprenta Editorial “Cosmos”.
- Ulloa, B. Historia de la Revolución Mexicana. Colegio de México.
- Valadés, J.C. La Revolución y los Revolucionarios. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones De México.
- García, R.M. Benjamín Argumedo: el león de la laguna. Editorial de la Universidad Juárez del Estado de Durango.