Las causas de la independencia de México fueron de diversos tipos: económicas, políticas o sociales, y fueron tanto internas como externas, pues influyeron sucesos y circunstancias que ocurrieron dentro y fuera del país.
La guerra de independencia de México fue un conflicto armado que terminó con el dominio del Imperio español sobre el territorio de Nueva España en 1821.
Las zonas que hoy comprenden México, Centroamérica y una porción de Estados Unidos fueron conquistadas por los españoles en 1521, cuando Hernán Cortés y su ejército de conquistadores derrocaron al Imperio mexica.
Una de las primeras revueltas en contra del gobierno español fue liderada por Martín Cortés Malintzin, el hijo ilegítimo de Hernán Cortés y de la Malinche, su intérprete y concubina. El evento es ahora conocido como la Conspiración de Martín Cortés y demostraba una incipiente inconformidad ante algunas de las leyes españolas.
Causas de la independencia de México
Las causas de la independencia mexicana se pueden catalogar en internas y externas.
Causas internas
Reformas borbónicas
El rey Carlos III, de la Casa de los Borbones, efectuó una cantidad importante de reformas en todas sus posesiones transatlánticas, entre 1759 y 1788. La intención fue modernizar a España y lograr más ganancias de las colonias.
Estas reformas incluían modificaciones administrativas, económicas, militares y políticas, que centralizaron ciertas actividades.
Por ejemplo, se centralizó la recaudación de impuestos creando instituciones tributarias, y con ello la Corona restó privilegios comerciales a los criollos. Lógicamente, estos estaban descontentos.
Privilegios de los peninsulares
Los privilegios económicos y políticos de que gozaban los españoles peninsulares (los provenientes de España) en el virreinato generaban un gran malestar entre la población criolla, pues los cargos políticos más importantes solo podían ser ocupados por los peninsulares.
Los criollos, como sujetos de la corona española y a las doctrinas de la Iglesia Romana Apostólica, se consideraban a sí mismos perfectamente capaces de desempeñar puestos de máxima importancia.
Este resentimiento fue una de las chispas que alimentó las ideas emancipadoras.
Estratificación social
La sociedad colonial estaba fuertemente estratificada. En la parte más alta estaban los peninsulares, luego los criollos, y después los mestizos, los indígenas y los negros esclavos.
Esta férrea disposición social hacía que a los más desfavorecidos (indígenas y negros) les resultara virtualmente imposible cambiar su situación, y a los mestizos les fuera sumamente difícil acceder a una educación medianamente aceptable.
Esto también generaba un profundo malestar en la población general.
Conspiración de Querétaro
No fue la conspiración propiamente, sino su descubrimiento por parte de las autoridades virreinales, lo que aceleró la independencia. Esta conspiración, donde participaron el cura Miguel Hidalgo, el corregidor Miguel Domínguez, Juan Aldama e Ignacio Allende, entre otros, tenía como objetivo sustituir al virrey español por una junta de gobierno.
Al ser descubierta y varios de los conspiradores detenidos, obligó al cura Hidalgo a iniciar la insurrección, en lo que se conoce como Grito de Dolores.
Unión de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero
La desestabilización política que reinaba en España se trasladó a las colonias. En Nueva España, el realista Agustín de Iturbide fue el representante de las élites, que vieron amenazados sus privilegios con la Constitución de Cádiz de 1812.
Por ello, decidieron pactar con los insurgentes y apoyar la separación de Nueva España. Así, Vicente Guerrero, uno de los jefes insurgentes, unió sus ejércitos a los de Iturbide. Se produjo la firma de los Tratados de Córdoba entre Iturbide y el virrey español, y se proclamó la independencia de México.
El ejército Trigarante entró triunfalmente en Ciudad de México en 1821 y disolvió el gobierno virreinal.
Causas externas
El pensamiento ilustrado
La Revolución francesa exportó las ideas de libertad e igualdad ante la ley. Esto alimentó las intenciones independentistas de los locales, que se inspiraron en el pensamiento ilustrado francés para argumentar ideológicamente la separación de España.
La invasión napoleónica a España
Napoleón Bonaparte comenzó la invasión de la península ibérica en 1808. Cuando las tropas francesas entraron en Madrid, el rey Carlos IV fue obligado a abdicar y Napoleón nombró a su hermano José Bonaparte como nuevo rey.
La ocupación de España por Napoleón llevó al estallido de revueltas por toda la América española, haciendo que en muchas colonias hubiese movimientos en respaldo del rey español, y en rechazo al rey impuesto.
Por ello, en América empezaron a formarse juntas de gobierno que comenzaron a luchar por la restitución de los poderes en España, pero eventualmente optaron por la liberación absoluta de la Corona.
En México, el Grito de Dolores es una consecuencia directa de la invasión francesa a España.
La Revolución liberal
En España, en 1820, se dio un movimiento que fue el epicentro de procesos revolucionarios en el sur de Europa, la llamada Revolución liberal, surgida como oposición a la restauración del rey absolutista Fernando VII.
En España la encabezó el general Rafael de Riego y sucedió porque querían restablecer la Constitución de Cádiz de 1812, abolida por Fernando VII en 1814.
Esto también contribuyó a que en las colonias fuese más fuerte el deseo de la independencia nacional.
La independencia de Estados Unidos
Debido a la estrecha proximidad de México con Estados Unidos, las ideas de independencia pudieron fluir fácilmente entre los dos países.
Además, el pueblo mexicano fue capaz de ver el éxito de la Revolución americana de cerca, tanto, que la consideraron un modelo a imitar. La proximidad geográfica de México a los Estados Unidos desempeñó un papel clave en la independencia mexicana.
Referencias
- Wars of Independence, 1810-21. Tomado de countrystudies.us.
- The war for Independence, 1810-1821. Tomado de mexicanhistory.org.