¿Qué es un hemocultivo?
Un hemocultivo es una prueba bacteriológica que busca detectar la presencia de microorganismos en la sangre. La sangre es un líquido estéril por naturaleza y así debe mantenerse en condiciones fisiológicas, por lo que la presencia de bacterias u hongos en la sangre es siempre patológica.
Cuando las bacterias u hongos se encuentran en la sangre, pero la multiplicación no supera la eliminación de los microorganismos por parte del sistema inmunológico, se denomina bacteriemia (para bacterias) o fungemia (para hongos). Y si los microorganismos aumentan incontrolablemente en número, se denomina septicemia.
Las bacteriemias, fungemias y septicemias ponen en peligro la vida del paciente y deben ser tratadas de forma inmediata. Por ello, cuando hay sospecha de infección en la sangre, los médicos solicitan el estudio de hemocultivo.
Este análisis bacteriológico permite saber si hay o no una infección en la sangre y cuál es el microorganismo involucrado. Si sale positivo se le realiza la prueba de sensibilidad para saber qué antibiótico o antifúngico podría utilizarse en el tratamiento.
Si, por el contrario, el hemocultivo es negativo a las 24 horas de incubación, no debe descartarse hasta que cumpla 240 horas negativo. Esto asegura que no haya microorganismos de crecimiento lento.
Para que un hemocultivo sea confiable se deben adoptar medidas extremas de asepsia en la toma de muestra, y para aumentar la confiabilidad y sensibilidad de la prueba se deben tomar mínimo dos muestras durante el pico febril o cercano a este.
¿Para qué sirve el hemocultivo?
La sangre es un líquido estéril y cuando se encuentran microorganismos en ella es 100% patológico. Esta situación representa un cuadro clínico muy delicado que compromete la vida del paciente.
El hemocultivo es un importante análisis bacteriológico que permite detectar la presencia de microorganismos en el torrente sanguíneo.
Los microorganismos pueden llegar a la sangre por distintas vías, pudiendo ser infecciones extravasculares como neumonías, infecciones intra-abdominales, pielonefritis, infecciones graves de la piel, tejidos blandos o artritis, entre otras.
También puede ser por vía endovenosa (ejemplo: contaminación de catéteres intravenosos o arteriales, endocarditis, práctica de drogadicción por vía endovenosa, administración de medicamentos o soluciones contaminados, etc.).
Detectar y tratar a tiempo el agente causal de la sepsis es indispensable para garantizar la supervivencia del paciente.
En este sentido, el médico debe indicar la realización de un hemocultivo cuando observe signos y síntomas que hagan sospechar de una septicemia, como, por ejemplo, fiebre (mayor a 38 °C) sin un foco infeccioso aparente, o por el contrario, hipotermia (< de 36 °C).
Otros signos pueden ser escalofríos, aumento del contaje de leucocitos (>10.000 células/mm3) o disminución importante de los polimorfonucleares (< de 1.000 PMN/mm3). Así como también deterioros multiorgánicos o pérdida de la vitalidad de forma súbita, entre otros signos de alarma.
Las bacteriemias pueden ser constantes, transitorias o intermitentes. Esto es importante para la toma de muestra, ya que es necesario tomarla cuando haya mayor probabilidad de encontrar al microorganismo circulando.
Por ello se recomienda tomar al menos 2 muestras en sitios diferentes. Lo ideal es que la toma de muestra se realice en los picos febriles o cuando el paciente presente tiritona, hipotermia extrema, sudoración o taquicardia.
Sin embargo, para que el hemocultivo sea una herramienta realmente útil, se debe tomar la muestra con extremo cuidado. Una mala manipulación o mala asepsia al momento de hacerlo puede invalidar la prueba, obteniéndose falsos positivos.
Fundamento del hemocultivo
El estudio consiste en tomar dos o tres muestras de sangre de forma aséptica y colocarlas en frascos especiales.
Los dispositivos especiales para el cultivo de las muestras de sangre se denominan frascos de hemocultivos. Estos se clasifican:
- Según la edad del paciente
- Uso pediátrico.
- Para adultos.
- Según el tipo de microorganismo
- Frascos para microorganismos aerobios (bacterias aerobias, bacterias facultativas y hongos).
- Frascos de hemocultivo para microorganismos anaerobios (bacterias anaerobias estrictas).
- Algunos contienen un medio de cultivo líquido, y otros, un medio de cultivo sólido y líquido al mismo tiempo. También existen con partículas de carbón activado.
Procedimiento para el hemocultivo
- Recomendaciones para la toma de muestra:
- La muestra debe tomarse por personal altamente capacitado y entrenado en el área de microbiología.
- La asepsia o limpieza exhaustiva del lugar de la toma de muestra es imprescindible.
- Con toda toma de muestra el personal de salud debe cumplir a cabalidad las medidas de bioseguridad durante el proceso (uso de guantes, bata, lentes, entre otros).
- Cuidar que todos los implementos necesarios para la toma de muestras estén disponibles.
- Rotular los frascos con el nombre completo del paciente, fecha, número de historia clínica, hora de toma de muestra y número de secuencia del laboratorio.
- Lo ideal es tomar la muestra antes de que el paciente comience una terapia antimicrobiana. Solo está indicado en el caso de que se sospeche el no funcionamiento del tratamiento en curso. En este caso, se debe tomar la muestra antes del cambio de fármaco, utilizando frascos de hemocultivos con inhibidores de antibióticos (partículas de carbón activado).
- Se deben tomar mínimo 2 muestras en sitios anatómicos diferentes, como, brazo derecho y brazo izquierdo. En sospecha de endocarditis, se recomiendan 3 muestras. En cada muestra se incluirán 2 frascos (uno de aerobiosis y otro de anaerobiosis).
- Cantidad de muestra. La cantidad de muestra varía de acuerdo a la edad del paciente, pero siempre se debe mantener la relación 1:5 a 1:10 respecto de la dilución sangre/caldo de cultivo.
- En recién nacidos, la cantidad de muestra recomendada es de 1 ml de sangre por cada frasco. Se usa frasco pediátrico.
- En lactantes entre un mes y un año se puede aumentar a 1,5 ml de sangre por cada frasco. Se usa frasco pediátrico.
- En niños mayores de 2 años la cantidad de muestra apropiada es de 2,5 ml de sangre por frasco. Se usa frasco pediátrico.
- A partir de la adolescencia se puede aumentar a un volumen de sangre entre 5-10 ml por frasco. Se usa frasco de adulto.
- En adultos, la cantidad necesaria es de 8-10 ml por frasco. Se usa frasco de adulto.
- Toma de muestra
- La muestra de sangre puede ser venosa o arterial. Sin embargo, se toma arterial solo cuando sea imposible la toma de muestra venosa.
- No es recomendable tomar la muestra de un catéter venoso central a menos que: 1. Sea imposible tomar la muestra de forma periférica (venosa o arterial). 2. Pacientes con riesgo de hemorragias. 3. Cuando el médico sospeche bacteriemia por contaminación del catéter venoso central. 4. Cuando la fiebre reaparezca luego de un cese febril de 4 a 5 días, sin importar si el paciente esté o no en tratamiento con antimicrobiano.
- Asepsia antes de la toma de muestra
- Escoger los sitios anatómicos de la toma de muestra. Generalmente se eligen las venas de mejor calibre (vena basílica o cefálica).
- El operador debe lavarse las manos con clorhexidina al 2% o povidona yodada al 10% antes de la toma de muestra, además de usar guantes.
- Palpar y ubicar la vena que se va a utilizar.
- Limpiar la zona de punción de forma rotativa, haciendo movimientos del centro hacia afuera utilizando clorhexidina jabonosa o jabón antiséptico. Enjuagar con solución salina estéril.
- Aplicar un antiséptico y dejar actuar. Por ejemplo, gluconato de clorhexidina 0,5% por 1 minuto o povidona yodada 10% por 2 minutos. Para este último preguntar primero si el paciente es alérgico al yodo. Si es alérgico se puede sustituir por alcohol al 70%.
- Extracción de la muestra
- Colocar el torniquete para exacerbar el flujo sanguíneo y brotar la vena.
- No volver a tocar la zona de punción con el dedo. Si esto fuese estrictamente necesario se debe lavar el dedo igual que el área de punción.
- Introducir la aguja de la inyectadora o el scalp en la vena y extraer la cantidad necesaria de sangre.
- No colocar algodón o gasa sobre la aguja al sacarla si esta no está estéril.
- Quitar el precinto de seguridad de los frascos con mucho cuidado y sin tocar el tapón. Algunos autores recomiendan realizar una desinfección del tapón antes de inocular la muestra.
- Distribuir la cantidad de sangre adecuada en los frascos. Si la muestra se toma con inyectadora, primero se vierte la cantidad necesaria sobre el frasco de anaerobios y posteriormente en el frasco de aerobios. Si la toma se realiza con scalp (mariposa) se vierte de forma contraria.
- Mezclar el frasco de hemocultivo con suavidad por inversión.
- Cambiarse los guantes y repetir los pasos anteriores para la segunda toma de muestra.
- Si la segunda muestra se toma de un sitio diferente, se puede realizar inmediatamente, pero si es del mismo sitio se debe esperar entre 30 a 90 minutos entre una muestra y otra.
- La muestra debe llevarse al laboratorio lo más pronto posible. Si no fuese posible, se debe dejar a temperatura ambiente hasta un máximo de 18 horas.
- Cultivo. Una vez en el laboratorio, los frascos se incuban a 37 °C bajo las condiciones de cada frasco, es decir, en aerobiosis y anaerobiosis respectivamente. Bajo el método manual, se debe iniciar repique a las 24 horas de incubación y luego repicar de forma interdiaria. Los repiques se realizan de la siguiente manera: primero se desinfecta el tapón del frasco y se introduce la aguja de una inyectadora estéril. Se extrae líquido del frasco y siembra en agar sangre y agar chocolate. Si existe crecimiento, se le realiza un gram, subcultivos en medios específicos, pruebas bioquímicas y antibiograma. En métodos automatizados, el equipo Bact/Alert emite una alarma cuando detecta que un frasco está positivo. De igual manera, se debe repicar en agar sangre y agar chocolate. Otro método que se está imponiendo es el de analizar el frasco a las 6 horas de incubación mediante espectrometría de masas. Este método ha ayudado a aumentar la sensibilidad y la rapidez del diagnóstico.
Resultados del hemocultivo
Mientras el frasco de hemocultivo esté negativo se pueden entregar informes preliminares intermediarios al médico tratante. En el informe se indica que va negativo en las horas que lleva de incubación. Por ejemplo, si va negativo hasta el cuarto día, se reportará de la siguiente manera:
- Resultado preliminar: cultivo negativo a las 96 horas de incubación.
- Nota: el estudio continúa hasta completar 240 horas.
Si el hemocultivo da positivo, se informa inmediatamente al médico tratante y se envía un reporte con al menos el gram de la colonia. Ejemplo:
- Resultado preliminar: en cultivo positivo a las 48 horas de incubación, al gram se le observan bacilos gramnegativos y oxidasa negativa. La identificación y prueba de sensibilidad están en proceso.
Este dato orienta al médico tratante para iniciar una terapia empírica hacia el posible microorganismo, mientras espera el resultado final del laboratorio.
Al completar el estudio bacteriológico, es decir, al identificar el microorganismo y se tenga el antibiograma, se debe enviar el informe final lo más pronto posible.
Se debe tener especial cuidado si el microorganismo que se busca es Neisseria gonorrhoeae o Neisseria meningitidis, ya que estas bacterias se inhiben en presencia de altas concentraciones de polianetolsulfonato de sodio (sodium polyanethosulfonate SPS). Por ello, este compuesto no debe exceder de 0.025% en los frascos de hemocultivo.
Por otra parte, si la muestra para hemocultivo es primero tomada en tubos Vacutainer, estos tubos poseen concentraciones de SPS tóxicas para meningococos y gonococos, por lo que la sangre debe transferirse antes de 1 hora al sistema de cultivo en caldo.
Cómo saber si un hemocultivo está positivo o es contaminación
Un hemocultivo se considera contaminado cuando hay crecimiento en solo un frasco de hemocultivo del total tomado. Y la sospecha de contaminación aumenta si el microorganismo aislado es microbiota habitual de piel, como Staphylococcus coagulasa negativa, Propionibacterium spp, entre otros.
Sin embargo, en pacientes inmunocomprometidos no debe despreciarse ningún microorganismo, pero en este caso el microorganismo deberá aparecer en varias muestras.
Por otra parte, si la sensibilidad a los antibióticos de un mismo microorganismo aislado en dos tomas de muestras diferentes coincide, la infección es real.
Otra característica es la carga bacteriana, pues los hemocultivos contaminados crecen tardíamente, mientras que las infecciones reales en pacientes no tratados generalmente están positivas a las 14 horas de incubación cuando el microorganismo es no fastidioso.
En cambio, en pacientes tratados con antimicrobianos, el microorganismo involucrado puede tardar en crecer debido a que la carga es muy baja.
La aparición de más de un microorganismo puede sugerir contaminación, pero si se repite el mismo resultado en varias tomas de sitios diferentes, entonces es real.
Referencias
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- Hervé, B. Nuevas tecnologías en diagnóstico microbiológico: automatización y algunas aplicaciones en identificación microbiana y estudio de susceptibilidad. Recuperado de reader.elsevier.com.
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- Pardinas, M., Alarcón, A., Ramírez, C., Rodríguez, F., Díaz, E. Probabilidad de éxito de obtener un hemocultivo positivo. Recuperado de scielo.org.