¿Qué son las nastias?
Las nastias, nastismos o movimientos násticos, son movimientos temporales de las plantas que responden a un estímulo externo en una dirección. La dirección del movimiento resultante es independiente de la del estímulo percibido. Ocurren prácticamente en todos los órganos de las plantas: hojas, tallos y ramas, flores, zarcillos y raíces.
Entre los mecanismos que tienen las plantas para adaptarse al medio que las rodea se encuentran algunas formas de movimientos que, reversible o irreversiblemente, resultan de la percepción de estímulos lumínicos, térmicos, químicos, hídricos, táctiles, gravitacionales, producto de heridas causadas por herbívoros al alimentarse, entre otros.
El movimiento en las plantas está clasificado tradicionalmente en dos tipos: los tropismos y las nastias. Los tropismos se definen funcionalmente como movimientos o respuestas de crecimiento de órganos vegetales frente a estímulos físicos, y están relacionados directamente con la dirección en la que estos se perciben.
Tanto nastias como tropismos pueden ser el resultado de movimientos por crecimiento o por cambios de turgencia en las células del órgano que se mueve, por lo que algunos movimientos podrían considerarse reversibles y otros irreversibles, según sea el caso.
Tipos de nastias
Entre los tipos de nastias más conocidos se encuentran:
- Nictinastia: cuando las hojas de algunas especies de plantas leguminosas se expanden completamente durante el día y se pliegan o cierran durante la noche.
- Tigmonastia/haptonastia: movimientos que resultan de estímulos por contacto físico directo en ciertos órganos de algunas especies.
- Termonastia: movimientos reversibles dependientes de fluctuaciones térmicas.
- Fotonastia: se considera un tipo especial de fototropismo. Las hojas de algunas especies en condiciones de alta intensidad lumínica pueden disponerse paralelamente a la incidencia de luz.
- Epinastia e hiponastia: son movimientos foliares que poseen algunas especies frente a condiciones de extrema humedad en las raíces o altas concentraciones de sal en el suelo. La epinastia tiene que ver con crecimiento exagerado de la región adaxial, mientras que la hiponastia se refiere al crecimiento de la región abaxial de la lámina foliar.
- Hidronastia: movimiento de ciertos órganos vegetales que depende de estímulos hídricos.
- Quimionastia: respuesta de movimiento relacionada con gradientes de concentración de algunas sustancias químicas. Algunos autores hacen referencia más bien a movimientos internos y vías de señalización.
- Gravinastia/geonastia: movimiento temporal reversible de algunas plantas en respuesta a los estímulos gravitacionales.
- Traumatonastia: es el movimiento que se produce por un daño que ha sufrido la planta.
Ejemplos
Nictinastias o “movimientos de sueño” de las plantas
Fueron descubiertos inicialmente en Mimosa pudica y son muy comunes en leguminosas. Tienen que ver con el movimiento “rítmico” de las hojas, que se cierran por las noches y se expanden completamente durante el día. Los más estudiados han sido los de Albizzia julibrissim, A. lophantha, Samanea saman, Robinia pseudoacacia y Phaseolus coccineus.
El fenómeno es muy conocido en las plantas y se piensa que tiene razones adaptativas: la expansión de las láminas foliares durante el día permite captar un máximo de energía lumínica durante la exposición al sol, mientras que el cierre por la noche busca evitar una pérdida calórica importante.
Tigmonastias o movimientos por tacto
Una de las respuestas tigmonásticas más populares en la literatura es la que presenta la planta carnívora Dionaea muscipula o atrapamoscas de Venus, donde los insectos quedan atrapados en sus hojas bilobuladas abisagradas.
Cuando un insecto trepa hacia la superficie ventral de la hoja y se topa con tres delicados pelos que disparan la respuesta motora, se generan señales eléctricas intercelulares e inicia el alargamiento diferencial de las células de cada lóbulo foliar, lo que resulta en el cierre de la “trampa” en menos de un segundo.
La carnivoría le da a D. muscipula suficiente nitrógeno para subsistir, por lo que estas plantas pueden asentarse sin problema en suelos pobres en este mineral. Es importante resaltar que este movimiento es muy específico, lo que quiere decir que estímulos como las gotas de lluvia o fuertes vientos no disparan el cierre de los lóbulos.
Termonastias
Se ha detallado en flores de Crocus y en tulipanes. Ocurre por un crecimiento diferencial en los lados opuestos de los pétalos que reaccionan al estímulo térmico y no por cambios de turgencia. La diferencia de respuesta se da, puesto que los dos costados del órgano tienen óptimos de crecimiento a temperaturas muy diferentes.
Durante este movimiento no ocurren cambios significativos de los valores osmóticos, de pH o de permeabilidad de los protoplastos. También se han observado aumentos significativos de CO₂ intracelular, que parece ser el factor que sensibiliza los tejidos a los cambios de temperatura.
Fotonastia
El mejor ejemplo es el del girasol, que va girándose para buscar la luz solar. El estímulo es la luz del sol.
Hidronastia
La hidronastia, como se comentó, es la respuesta a la humedad del ambiente. Por ejemplo, los esporangios de los helechos se abren cuando hay más humedad en la tierra.
Referencias
- Azcón-Bieto, J., & Talón, M. Fundamentos de fisiología vegetal. Madrid: McGraw-Hill Interamericana de España.
- Braam, J. In touch: plant responses to mechanical stimuli. New Phytologist.