¿Quién fue Renato Leduc?
Renato Leduc (1897-1986) fue un escritor y poeta mexicano que también se desempeñó como periodista y diplomático. Su padre fue Alberto Leduc, un reconocido escritor modernista. La obra de Renato Leduc abarcó varios géneros de la literatura, desarrollando la poesía, la novela, el cuento y la crónica.
Sus textos fueron creativos, sarcásticos, irreverentes, y en ocasiones nostálgicos. Su obra poética está cargada de erotismo, y a veces, de un lenguaje explícito, sin concesiones a falsas moralidades. Fue muy popular, y su soneto del tiempo resulta muy conocido en México y Latinoamérica. Estuvo casado con la pintora y poeta surrealista Leonora Carrington, sobre todo para ayudarla a escapar de la persecución nazi debido a su relación con Max Ernst.
Algunos de sus títulos de mayor renombre fueron El aula, Poemas desde París, Los banquetes y El corsario beige. La originalidad de Leduc lo convirtió en uno de los escritores contemporáneos más importante de su país.
Biografía de Renato Leduc
Nacimiento y familia
Leduc nació el 16 de noviembre de 1897 en Ciudad de México, en una familia culta y de clase media alta. Su padre fue el famoso periodista y escritor Alberto Leduc, eso significó quizá que creció rodeado de literatura e intelectuales.
Sus años de infancia y juventud estuvieron marcados en gran medida por los acontecimientos políticos y sociales, la Revolución mexicana, que estalló en 1910.
Estudios
Los primeros años de formación de Leduc fueron en su ciudad natal. Posteriormente, se preparó como telegrafista, lo que lo llevó a trabajar para Pancho Villa, uno de los líderes de la Revolución mexicana. Luego estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Primeras andanzas
Leduc se caracterizó por ser un amante de la libertad, no en vano se dedicó en su primera etapa de juventud a recorrer México de cualquier manera y medio posible. De aquellos viajes recopiló afectos y experiencias; prontamente siguió los pasos de su padre y comenzó a ejercer el periodismo.
Su forma de hablar, considerada por muchos como soez, se traspasó a gran parte de su obra, y su arrolladora personalidad le allanó los caminos del éxito y el reconocimiento.
Primeras publicaciones
Los primeros libros de Renato Leduc fueron publicados cuando él ya había pasado los 30 años. En 1929 salió su primera obra poética, El aula, considerada hasta hoy como una de las más importantes. Tres años después, publicó la novela Los banquetes.
Vida en París
En 1935 Renato se fue a vivir a París tras ser designado como diplomático de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Durante los siete años que vivió allí se dedicó a perfilar su estilo. Además, se relacionó con artistas como André Breton, Alfonso Reyes, Picasso, Salvador Dalí y otros.
De su estancia en la Ciudad Luz nacieron Breve glosa del Libro de buen amor, Poemas desde París y El corsario beige. En 1942 el escritor pasó una temporada en Nueva York, Estados Unidos, para posteriormente radicarse en Nueva York.
Un matrimonio poco convencional
Leduc contrajo matrimonio en 1942 con Leonora Carrington, una pintora inglesa asechada por los nazis debido a su relación con el artista alemán Max Ernst. Por tal motivo, el escritor decidió ayudarla: se casó con ella, pudo nacionalizarse mexicana, y en 1944 se divorciaron.
Amorío con María Félix
Leduc fue un hombre de amores, siempre apasionado. Cuentan que se relacionó con la actriz mexicana María Félix. Según una anécdota, ella le propuso matrimonio y él la rechazó. Entre otras cosas, el escritor le dijo: “… Yo estoy contento de ser señor Leduc, ¿por qué voy a ser el señor Félix?…”.
Últimos años y fallecimiento
La vida de Leduc transcurrió entre letras, diplomacia y amores. Se dedicó a ampliar su obra literaria, tanto poética y narrativa como periodística. En dos ocasiones recibió el Premio Nacional de Periodismo, en 1978 y 1983. Finalmente, falleció el 2 de agosto de 1986 en Ciudad de México.
Estilo de Renato Leduc
El estilo literario de Leduc se caracterizó por un lenguaje humorístico, muchas veces sarcástico, pleno de erotismo y en muchas ocasiones hasta explícitamente sexual. También salpicó sus textos con una ligera melancolía y un poderoso verbo popular, con el que encantó a todo el mundo. Tal vez por eso, y por el lenguaje abiertamente erótico, fue catalogado como “irreverente”.
Sus textos trataron diversos temas, desde lo político hasta lo erótico; el escritor mexicano también utilizó su pluma para criticar las acciones de quienes estuvieron en el gobierno y ejercían la autoridad.
Obras de Renato Leduc
Poesía
- El aula, etc. (1929).
- Algunos poemas deliberadamente románticos y un prólogo en cierto modo innecesario (1933).
- Breve glosa del Libro de buen amor (1939).
- Poemas desde París (1942).
- XV fabulillas de animales, niños y espantos (1957).
- Catorce poemas burocráticos y un corrido reaccionario, para solaz y esparcimiento de las clases económicamente débiles (1962).
Novela
- Los banquetes (1932).
- El corsario beige (1940).
Antologías y recopilaciones
- Versos y poemas (1940).
- Poemas casi inéditos (1944).
- Antología (1948).
- Obras escogidas (1977).
- Poesía interdicta (1979).
- Poesía y prosa de Renato Leduc (1979).
- Renatogramas (1986).
- Antología poética (edición póstuma, 1991).
- Brindis a la vida. Obras escogidas (edición póstuma, 1996).
- Obra literaria (edición póstuma, 2000).
Periodismo y otros textos
- Banqueta (1961).
- Historia de lo inmediato (1976).
- Los diablos del petróleo (1986).
- Cuando éramos menos (1989).
Fragmento de “Los buzos diamantistas”
“Una nítida noche en que la pedrería
sideral deslumbraba,
los buzos diamantistas, en santa cofradía,
descendimos al mar…
… Seamos impasibles, sublimes y profundos
como el fondo del mar,
si no por altivez, por desencanto
imitemos el gesto del océano
monótono y salobre.
En un cielo violáceo, bosteza Lucifer.
El ponto está cantando su gran canción azul.
Los buzos-diamantistas, en santa cofradía,
volvemos a la tierra, a vivir otra vez.
Traemos del abismo la pesadumbre ignota
de lo que pudo ser…”.
Fragmento de “Canción de cuna para adormecer niños muy despiertos”
“El pescado grande se come al chiquito
mas banquero grande pare banquerito.
El pescado grande cómese al chiquito
y el marrano grande pare al marranito.
… El banquero tiene las nalgas enjutas
de tanto mecerlas en muelle sillón.
Duérmete mi niño… Ahí vienen las putas
a darte la teta o el biberón…
Rascacielos negros, rascacielos rojos
por arriba calvos, por abajo cojos…
Duérmete criatura, duérmete y no gruñas
que viene el banquero con largas uñas.
Duérmete pequeño y ya no hagas gestos.
Duérmete y reposa cual si fueras sordo
que pronto… un día de estos
los peces chiquitos comerán pez gordo…”.
Soneto “Tiempo”
Sabia virtud de conocer el tiempo,
a tiempo amar y desatarse a tiempo;
como dice el refrán: dar tiempo al tiempo,
que de amor y dolor alivia el tiempo.
Aquel amor a quien amé a destiempo
martirizóme tanto y tanto tiempo,
que no sentí jamás correr el tiempo
tan acremente como en ese tiempo.
Amar queriendo como en otro tiempo,
ignoraba yo aún que el tiempo es oro.
Cuánto tiempo perdí, ay, cuánto tiempo.
Y hoy que de amores ya no tengo tiempo,
amor de aquellos tiempos, cuánto añoro
la dicha inicua de perder el tiempo.
Fragmento de “El mago”
“El mago tenía dos hijas tan bellas… tan bellas
que el gobierno en masa andaba tras ellas.
Muchachitas serias pese a sus deslices
las niñas amaban los cabellos grises…
(Cabellera gris: emblema argentino)
¿Ricachón precoz…? Si acaso Tintino”.
Fragmento de “Pequeña canción del optimista”
“Llovía desesperada el agua turbia del cielo,
desesperada llovía, poniendo un áspero velo
entre te quiero y me quieres,
entre tu anhelo y mi anhelo.
Amor que disuelve el agua
en una simple inmersión;
amor que se desgañifa
invocando a la razón;
amor que piensa en mañana,
no es amor de corazón…”.
Frases de Renato Leduc
- Quisiera yo que siquiera al final el arduo camino fuera para bien o para mal, árbol no de ciencia artera, sí pecado original.
- Yo vivo de lo poco que aún me queda de usted, su perfume, su acento, una lágrima suya que mitigó mi sed.
- Sabia virtud de conocer el tiempo; a tiempo amar y desatarse a tiempo.
- Todo es ahora luz desvanecida, tibieza, soledad, último amor…
- Vivo de una sonrisa que usted no supo cuándo me donó.
- No haremos obra perdurable. No tenemos de la mosca la voluntad tenaz.
- ¿Quién dijo que el alma padecía, si alma no tengo?
- Aquí se habla del tiempo perdido, que como dice el dicho, los santos lo lloran.
- … Como estoy seguro que seré víctima de uno que otro flamazo, no me queda otro remedio que evitarlos a cuerpo limpio y contestarles por adelantado con un significativo ademán de los que acostumbran los compañeros del riel.
Referencias
- Renato Leduc. Recuperado de es.wikipedia.org.
- Renato Leduc. Recuperado de elem.mx.
- Poesía Moderna. Recuperado de materialdelectura.unam.mx.
- Argüelles, J. Renato Leduc perseguido por sus “leyendas”. Recuperado de semanal.jornada.com.mx.
- Serna, E. Renato Leduc: el pase del desdén. Recuperado de letraslibres.com.