Conocer las obligaciones de los niños en la escuela y en la casa es importante, ya que es una de las mejores maneras de educarles e inculcarles buenos valores.
Si no se comienza desde pequeños a darle responsabilidades y obligaciones, es muy probable que cuando crezcan les cueste interiorizar este tipo de deberes. El problema que solemos tener es que no sabemos exactamente lo que pueden hacer o no y en qué edades.
Dar responsabilidades y obligaciones en la infancia debe ser visto como algo positivo, para que cuando sean adultos, los niños sepan desenvolverse solos, sean independientes y autónomos.
Obligaciones en la escuela
A los 3 años
Son capaces de obedecer las órdenes de su profesor/a. En algunas ocasiones se responsabilizan de los objetos o el material que llevan al colegio desde casa.
También tienen la capacidad de esperar su turno en clase cuando la profesora está ocupada con otro compañero.
A los 4 años
Pueden realizar recados dentro del colegio, e incluso desde adentro hacia afuera o al revés. Es decir, podremos comunicarnos con la profesora a través de él o incluso de anotaciones que se coloquen en su mochila o en cualquiera de sus materiales.
Entre 5 y 6 años
A los niños de esta edad, les gusta realizar tareas escolares para mostrarlos en casa, aunque necesitan instrucciones para hacer las cosas bien.
Es importante que les demos reforzamiento positivo de estas actividades con el fin de desarrollar su sentimiento de competencia.
A los 7 años
Son capaces de organizar su material escolar así como su mochila. Por ello, es necesario que tengan un horario para hacerlo con el fin de crear hábitos y rutinas.
Siguen necesitando instrucciones sobre las tareas que les proponen los adultos.
A los 8 años
Pueden distribuirse el tiempo si un adulto les supervisa, y son responsables de las tareas escolares. Es importante que les dejemos distribuirse su tiempo, aunque les asesoremos y les controlemos.
A los 9 años
En el colegio suelen disfrutar de su clase y de sus compañeros, por lo que se sienten bien con lo que hacen.
Además, son capaces de preparar sus materiales y procuran llegar al colegio de forma puntual. También aceptan la disciplina sin dificultad y se ajustan a las normas de clase.
A los 10 años
El profesorado puede mandarles tareas sociales que les sean útiles. A esta edad suelen querer realizar los deberes rápido para poder jugar, por ello todavía no son muy responsables en sus estudios y necesitan vigilancia.
Piensan por su cuenta y no quedan satisfechos/aa con cualquier pregunta, por lo que suelen trabajar mejor en grupo.
A los 11 años
De forma general, suelen ser responsables de sus tareas y deberes. Son además críticos con el profesorado y están motivados por los estudios. Por último, manifiestan curiosidad por el conocimiento del medio físico y social.
A los 12 años
Suelen mostrar mucha preocupación por notas y exámenes. También rechazan las tareas que les producen fatiga, les sigue gustando aprender y trabajan mejor en grupo.
Obligaciones en la casa
2-3 años
Los niños a esta edad pueden trabajar a través de mandatos y prohibiciones, por tanto, un adulto tiene que estar con ellos mientras se realiza la acción.
Debido a la corta edad, solo son capaces de trabajar bajo la supervisión de un adulto y no distinguen por qué hacen algo bien o mal.
Las actividades que pueden hacer son: poner y recoger las servilletas de la mesa, regar las flores, colocar sus zapatillas en su lugar, etc.
Es decir, actividades simples y claras para las que no necesiten mucho esfuerzo.
3-4 años
Los niños en esta etapa del desarrollo suelen actuar a través de premios y castigos. Normalmente, observan el comportamiento de los adultos que les rodean para posteriormente imitarlo en las situaciones que se les presenten.
A esta edad, son capaces de tener ordenadas sus cosas, por lo que les podremos pedir que mantengan su cuarto ordenado en cierta medida.
También pueden seguir ayudando a poner la mesa, pero esta vez no solo las servilletas. Aunque tengan algo más de autonomía, es importante que el adulto les acompañe en las diferentes actividades que realicen.
4-5 años
En esta edad, es importante que confiemos en ellos y les dejemos que realicen algunas actividades en el hogar solos, actividades que ya desde pequeños les hemos ido introduciendo poco a poco, como por ejemplo, poner la mesa, ordenar un poco más su cuarto…
El niño/a en esta edad va a querer agradar y servir al adulto, por ello va a tener iniciativas responsables. Además, al igual que en la etapa anterior, va a seguir imitando las acciones de los adultos en los diferentes contextos en los que se relaciona.
5-6 años
Cuando el niño/a ya tiene esta edad, podemos dejar que participe en tareas domésticas que requieren más responsabilidad, como buscar lo que necesita para realizar algún ejercicio, limpiar el polvo, preparar la ropa para el colegio, sacar la basura, etc.
A partir de esta edad, puede asimilar algunas normas y respetarlas, también despierta el sentido de la intencionalidad. Sin embargo, sigue necesitando que el adulto le diga lo que es o no correcto en su comportamiento.
6-7 años
Es capaz de cumplir las órdenes que se le da sin ningún problema. Además, puede administrar el dinero que se le da y comenzar a ahorrar. Se puede desplazar por los barrios que le sean conocidos y se encuentren cerca de casa, como el colegio, la casa de algún amigo…
Aún sigue imitando al adulto, por lo que es importante que nuestros comportamientos sean acordes con las normas que les imponemos.
8 años
A esta edad ya empieza a tener más independencia, es decir, comienza a ser más autónomo. También, dependiendo de sus intenciones, puede regular sus impulsos.
Es capaz de controlar su tiempo y sus actividades, por lo que ya puede organizarse, además suele controlar el dinero que le proporcionan sus padres como paga.
Esto hará que le podamos mandar acciones tales como: acudir solo al colegio, bañarse o incluso preparar el desayuno.
9-11 años
Es bastante autónomo y capaz de organizar sus materiales, ropa e incluso sus ahorros. A esta edad puede encargarse de las tareas domésticas que le propongamos. Le gusta que se le recompense por sus acciones.
11-12 años
Tiene capacidad para saber cuándo hace algo mal e incluso saber las consecuencias que tendrán estas acciones.
También tiene el sentido de la responsabilidad adquirida, por lo que tratará de cumplir sus obligaciones correctamente.
13-15 años
Son los primeros años de adolescencia en los que comenzarán a ser más rebeldes y a sentir prioridad por su grupo de amigos.
A esta edad es importante hacer saber a los hijos quién tiene la autoridad en el hogar –los padres– y que hay que respetar ciertas normas.
Las responsabilidades más importantes serán estudiar –ir al instituto–, ayudar en tareas del hogar (poner la mesa, ordenar su cuarto, tirar la basura…), y si ha comenzado a salir, llegar a casa a la hora acordada con los padres.
15-18 años
A esta edad el adolescente tendrá que seguir con las mismas normas que a los 13-15 años, siendo especialmente importante comenzar a enseñar la disciplina.
Para evitar conflictos habrá que comunicar verbalmente las reglas o incluso escribirlas. Se podrán delegar en los adolescentes tareas de más responsabilidad, como comprar en el supermercado u otros mandados que les enseñen a desenvolverse.
Por otra parte, para la seguridad de los adolescentes, es importante controlar las horas de entrada y salida del hogar, y tenerlos localizados.
Sin embargo, el hostigamiento con demasiado control será negativo y llevará a que el adolescente no quiera estar en contacto con los padres.
Si el adolescente sale con sus amigos, una solución es pedirle que él/ella llame o escriba un mensaje a cierta hora para decir que está bien. De esa manera lo hará de forma voluntaria.
Referencias
- Desarrollo de conductas responsables de 3 a 12 años (S/F). Gobierno de Navarra.
- Texas Children’s Hospital. Crecimiento y desarrollo de los adolescentes.