¿Qué son los rotíferos?
Los rotíferos constituyen un filo de animales caracterizados por presentar un cuerpo alargado, en su extremo anterior un doble anillo de cilios que, cuando vibran, dan la impresión de estar rotando.
El nombre de este grupo proviene de la unión de dos vocablos, rota (rueda) y fera (llevar). Fueron descritos por primera vez en 1798 por el naturalista francés Georges Cuvier y abarcan aproximadamente unas 2.000 especies.
Este tipo de animales pueden ser planctónicos o bentónicos y, en ocasiones, pueden llegar a establecer colonias entre ellos. Tienen un mecanismo de defensa ante las condiciones adversas del medio muy curioso: pueden formar quistes de resistencia, que pueden perdurar por mucho tiempo en condiciones hostiles.
Características de los rotíferos
– Tamaño. Son generalmente microscópicos, aunque su tamaño puede variar. Pueden medir desde unas pocas décimas de milímetro hasta varios milímetros de longitud.
– Cuerpo. Tienen un cuerpo en forma de saco con una cabeza ciliada en la parte anterior llamada corona, que emplea para alimentarse y moverse. La corona está rodeada por una vaina protectora conocida como loriga en algunas especies.
– Corona ciliada. La corona está compuesta por círculos de cilios que crean corrientes de agua para capturar partículas alimenticias y le facilitan la locomoción.
– Hábitat. Son predominantemente acuáticos, tanto de agua dulce como salada.
– Vida. La mayoría de los rotíferos tienen ciclos de vida muy cortos, pueden durar unos pocos días.
– Extremófilos. Algunas especies de rotíferos pueden resistir condiciones ambientales adversas, como la desecación, y entrar en un estado de criptobiosis que les permite sobrevivir en condiciones extremas.
Taxonomía de los rotíferos
- Dominio: Eukarya.
- Reino: Animalia.
- Subreino: Eumetazoa.
- Filo: Rotíiera.
Morfología de los rotíferos
Los animales que pertenecen al filo Rotifera presentan, de manera general, forma tubular y cilíndrica. Su cuerpo es transparente y miden entre 1 y 3 mm.
El cuerpo está cubierto por una especie de cutícula que tiene entre sus funciones mantener la forma del cuerpo. Esa cutícula se encarga de protegerlo mediante algunas protuberancias, como espinas o tubérculos.
Además de la cutícula, la pared del cuerpo está constituida también por una capa de musculatura y una membrana basal conformada por epitelio sincitial. También presenta una especie de cavidad denominada pseudocele, donde se encuentra un líquido que contiene células llamadas amebocitos. El cuerpo está dividido en tres regiones: cabeza, tronco y pie.
- Cabeza. Uno de los elementos más característicos de la cabeza es la corona. Presenta el área oral, donde se abre la boca y un área circundante a la boca donde hay dos anillos de cilios. En las especies actuales, el área donde está la boca tiene forma triangular y los cilios se distribuyen alrededor en un doble anillo. Los cilios están en constante movimiento debido a las corrientes de agua. Ese movimiento da la impresión de que tuvieran una rueda giratoria. Debido a esto, este complejo se conoce como aparato rotador. En la cabeza también se pueden encontrar otras estructuras, como los ojos, y un tipo de prolongaciones de tipo palpiformes que tienen funciones específicas.
- Tronco. Representa el mayor porcentaje del cuerpo del animal. Los especialistas lo consideran la parte más importante del cuerpo, ya que, entre otras cosas, contiene todos los órganos. Al igual que el resto del cuerpo, se encuentra cubierto por una cutícula, que en esta zona está aún más desarrollada. Aquí aparece una estructura denominada loriga, una capa intracelular gruesa que le sirve de protección. En el tronco hay algunos órganos sensoriales en forma de antenas. Estas pueden ubicarse en posición dorsal o lateral.
- Pie. Es la porción terminal del cuerpo. Su forma y estructura no es estándar, ya que depende del estilo de vida que tenga el animal. Se sabe que entre los rotíferos hay algunos que son nadadores y otros que tienen un estilo de vida sésil. En el caso de los rotíferos de vida libre, el pie es prácticamente inexistente. Por el contrario, en los rotíferos sésiles, el pie se divide en dos estructuras, llamadas cercos caudales. En ellos desembocan los conductos de unas glándulas que secretan una sustancia de consistencia mucosa, cuya función es propiciar la fijación del animal al sustrato.
- Anatomía interna
- Sistema digestivo. El sistema digestivo es completo. Se inicia con la boca, que se abre a una cavidad bucal. Inmediatamente después hay un pequeño conducto, conocido como tubo bucal y que conecta directamente con la faringe, que en los rotíferos se llama mástax. Ese tubo posee una serie de cilios. Al mástax le sigue un esófago corto que se comunica con el estómago. Posteriormente, se encuentra un intestino también corto, que termina en el ano. El sistema digestivo presenta unas glándulas anexas. En primer lugar, a nivel del mástax se encuentran las glándulas salivales que secretan enzimas digestivas, y en el estómago están las glándulas gástricas que también secretan enzimas.
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- Sistema nervioso. El sistema nervioso está conformado principalmente por ganglios nerviosos y por fibras que emergen a partir de esos ganglios. En el área central presenta un ganglio principal bilobulado. A partir de este emergen fibras nerviosas que inervan a las diferentes estructuras de la cabeza. Otros ganglios que conforman al sistema nervioso son el ganglio del mástax, los ganglios geniculados y el ganglio anterior y posterior. Además presenta nervios faríngeos, algunas fibras motoras y dos cordones estomatogástricos.
- Sistema circulatorio. Los rotíferos no tienen un sistema circulatorio propiamente dicho. El líquido que circula en estos animales es el líquido pseudocelomático. Al no haber vasos sanguíneos ni nada parecido, ese líquido circula con ayuda del movimiento del cuerpo y de las contracciones musculares.
- Sistema excretor. El sistema excretor es bastante rudimentario. Está conformado por dos tubos colectores en los que desembocan varios pares de nefridios. Posteriormente, esos tubos se unen formando una vesícula excretora, cuyo conducto desemboca directamente en la cloaca del animal.
Hábitat y distribución de los rotíferos
Los rotíferos son organismos distribuidos ampliamente por toda la geografía mundial. Debido a sus características, necesitan estar en hábitats donde haya una gran disponibilidad de agua.
Pueden encontrarse tanto en ecosistemas de agua dulce como de agua salada. Generalmente, no hay especies que sean específicas de una ubicación geográfica. Por el contrario, es común encontrar una misma especie en distintos continentes.
Es importante destacar que, a pesar de su reducido tamaño, los rotíferos constituyen un elemento de importancia trascendental en los ecosistemas donde se encuentran.
Esto se debe a que constituyen uno de los eslabones de las diferentes cadenas tróficas. En ellas ocupan el lugar de los consumidores, ya que son conocidos depredadores de los ambientes en los que se desenvuelven.
Alimentación de los rotíferos
Los rotíferos son animales heterótrofos (no son capaces de sintetizar sus propios nutrientes), y deben alimentarse de otros seres vivos, de detrito y también de huevos.
Dependiendo de las características de la corona y el mástax del rotífero, pueden encontrar diversas formas de alimentarse.
En primer lugar, se encuentran los rotíferos reptoriales, que raspan la comida para alimentarse. Los que flotan libremente se alimentan de las partículas de alimento suspendidas en el agua. Este tipo de animales emplean sus cilios para crear corrientes de agua y aprovechan de redireccionar esas corrientes hacia el orificio bucal y de esta manera ingerir el alimento disponible.
Por otra parte, hay un grupo de rotíferos que tienen un estilo de vida de simbiontes. Viven bajo una relación de simbiosis con ciertos crustáceos. Estos rotíferos se alimentan del detrito, es decir, de los restos que libera el crustáceo al cual se mantienen fijos. Asimismo, también se alimentan de sus huevos.
Reproducción de los rotíferos
En los rotíferos se presentan los dos tipos de reproducción: sexual y asexual. La primera de ellas involucra la unión o fusión de gametos sexuales, uno femenino y otro masculino. En tanto que en la reproducción asexual no es necesaria la intervención de organismos de ambos sexos.
- Reproducción asexual. El mecanismo de reproducción asexual más observado en los rotíferos es la partenogénesis. Algunas de las especies en las que ocurre esto son aquellas en las que no existe la presencia de ejemplares del sexo masculino. Hay especies de rotíferos cuyo mecanismo de reproducción fijo es la partenogénesis, mientras que hay otras en las que las estaciones climáticas determinan que esta ocurra o no. Básicamente, la partenogénesis consiste en la generación de un nuevo individuo a partir de una célula sexual femenina (óvulo). El óvulo comienza a experimentar divisiones sucesivas hasta convertirse en un individuo adulto. Este proceso no es tan simple, sino que tiene ciertas particularidades. Durante el verano, los huevos producidos por las hembras se conocen como amícticos, mientras que los huevos producidos en invierno se denominan mícticos. Los huevos amícticos se desarrollan a través de partenogénesis y siempre dan origen a individuos femeninos. Sin embargo, esto no ocurre siempre así, ya que cuando se genera algún cambio ambiental, se originan huevos mícticos, a partir de los cuales se forman hembras. La particularidad es que estas hembras ponen huevos, que, si no son fecundados, dan origen a individuos masculinos. Por el contrario, si esos huevos son fecundados, se formarán huevos altamente resistentes a las condiciones ambientales adversas, y pueden permanecer en estado latente durante un período prolongado.
- Reproducción sexual. Este proceso involucra la cópula entre una hembra y un macho. En este proceso, el macho introduce su órgano copulador en la cloaca de la hembra para que ocurra la fecundación. Cuando no ocurre la cópula propiamente dicha, el macho simplemente le inyecta a la hembra el esperma en diversas partes de su anatomía, aunque este proceso puede verse entorpecido por lo grueso y resistente de la cutícula que los recubre. Una vez ocurre la fecundación, pueden darse dos casos: la hembra expulsa los huevos que se desarrollarán fuera de su cuerpo, o bien se mantienen en su interior. Los rotíferos presentan, en general, desarrollo directo. Esto quiere decir que los individuos que eclosionan de los huevos presentan características similares a las de los ejemplares adultos.
Referencias
- Balian, E., Lévêque C., Segers, H. y Martens, K. Freshwater animal diversity assessment. Springer.
- Brusca, R. C. & Brusca, G. J. Invertebrados, 2ª edición. McGraw Hill.
- Curtis, H., Barnes, S., Schneck, A. y Massarini, A. Biología. Editorial Médica Panamericana. 7° edición.
- Thorp, J. y Rogers, C. Ecology and General Biology. Academic Press.
- Velasco, J. Rotíferos de la comunidad de Madrid. Graelisia.