¿Quién fue Pedro Bonifacio Palacios?
Pedro Bonifacio Palacios (1854-1917) fue un reconocido escritor argentino, que también se desempeñó como maestro y periodista. Su primera gran pasión fue la pintura, pero abandonó su sueño cuando se le negó una beca para formarse artísticamente en Europa. Firmó muchas de sus obras con el apodo “Almafuerte”, y es así como se le conoce en todo el mundo, aunque utilizó otros seudónimos.
Se le consideró como el poeta de los olvidados, definición que también recibieron muchos otros escritores como Fedor Dostoyevski, Federico García Lorca, Euler Granda o Eduardo Galeano. Todos se caracterizaron por ser autores muy críticos con sus gobiernos y defensores de las clases más desfavorecidas.
Fue uno de los escritores más relevantes de su generación, y considerado uno de “los cinco sabios” de La Plata, junto a Carlos Spegazzini, Florentino Ameghino, Alejandro Korn y Juan Vucetich.
Biografía de Pedro Bonifacio Palacios
Almafuerte nació el 13 de mayo de 1854 en la provincia de Buenos Aires, Argentina, específicamente en el partido de La Matanza, en el pueblo de San Justo. Su educación respondió a un proceso de autoaprendizaje y empezó a trabajar desde muy joven, ya que con 16 años y sin formación oficial comenzó a dar clases en Chacabuco, un pueblo al noroeste de Buenos Aires.
En su partida de nacimiento solo quedó registrado el nombre Pedro y la inicial B. Se llegó al acuerdo que la inicial era por Bonifacio, porque ese era el nombre que tenían sus abuelos por parte de su madre: Bonifacia y Bonifacio.
Su labor como docente no se centró solamente en la formación intelectual de los estudiantes, sino que también estimuló el desarrollo espiritual de los más jóvenes.
Trabajó para diferentes diarios y revistas en Argentina. Su trabajo como periodista fue extenso y muy relevante. Fue en estos medios de comunicación donde comenzó a publicar algunos de sus artículos con el seudónimo de Almafuerte, aunque a lo largo de su vida utilizó varios apodos más.
No se le permitió volver a dar clases, ya que no tenía el título necesario para desempeñar dicho rol. La verdadera razón fue que sus escritos críticos contra el gobierno de turno provocaron su despido.
Fue consecuente con sus críticas y sus acciones, pues nunca ocupó cargos públicos en los gobiernos. Llegó a trabajar como bibliotecario y su dominio de los idiomas le permitió realizar traducciones de diferentes textos.
Durante sus últimos años la política formó parte importante de su vida. Comulgó con las ideas del Partido Provincialista de Buenos Aires y apoyó a Avellaneda. Las discusiones políticas le provocaron más problemas que beneficios. Murió con 62 años, el 28 de febrero de 1917, en La Plata.
Estudios
Gran parte de su educación fue por cuenta propia. A los siete años fue inscrito en una escuela primaria en Santa Fe. Su tía Carolina se encargó de educarlo apegado a las normas de la religión.
El primer acercamiento artístico que se conoce fue cuando Almafuerte recibió la Biblia Ilustrada como un regalo de su tía. En el libro pudo apreciar los trabajos de reconocidos artistas como Miguel Ángel, Rafael y más personajes destacados del Renacimiento.
Entre 1870 y 1875 dio clases en una institución masculina. Con el paso de los años también dio clases nocturnas para algunos adultos.
Periodismo
Trabajó en diferentes diarios y revistas a lo largo de los años. Empezó como redactor, pero también llegó a ocupar el cargo de director. Escribió en los diarios Mercedes y Buenos Aires (a lo largo de tres años). Se encargó de la dirección del diario El Pueblo, aunque allí su trabajo duró poco tiempo por los conflictos que se vivían en Argentina durante esos años.
Fundó el diario El Progreso, donde muchos de sus artículos fueron firmados con sobrenombres. Llegó a utilizar Platón, Juvenal, Bonifacio, Caín, Uriel o Isaías, entre muchos otros. A principios del siglo XX fue el editor del semanario El Hogar.
Apodos de Pedro Bonifacio Palacios
Los textos firmados como Almafuerte fueron los más importantes de su carrera. El reconocimiento en todo el mundo llegó cuando decidió, en 1892, enviar al diario La Nación una de sus poesías, que fue publicada y obtuvo muy buenas críticas. En Madrid, específicamente en el diario El Globo, también se publicó el texto.
Además de Almafuerte y los innumerables apodos que utilizó en los medios de comunicación impresos de la época, Palacios le gustaba referirse a sí mismo como “el viejo poeta”.
Estilo de Pedro Bonifacio Palacios
La característica más obvia de su trabajo literario es que no fue muy abundante. Tampoco contó un estilo determinado, pues Palacios vivió una época en la que se experimentó una mudanza del Romanticismo hacia un estilo positivista. Utilizó la prosa y el verso como recursos literarios.
Sus poesías estuvieron muy enfocadas hacia la denuncia política. Siempre fue muy crítico al exponer sus ideas en los textos y esto le valió la censura en muchas ocasiones.
Enalteció a los grupos o comunidades más desfavorecidas. Se llegó a referir a este sector de la sociedad como chusma, aunque sin ninguna connotación despectiva.
Obras de Pedro Bonifacio Palacios
- Lamentaciones (1906).
- Siete sonetos medicinales (1907).
- El misionero (1911).
- Evangélicas (1915).
- Poesías (1916).
- Poesías Completas (1917).
- Nuevas Poesías (1918).
- Milongas clásicas, sonetos medicinales y Dios te salve. Discursos (1919).
- La inmortal.
- Trémolo.
- Cantar de los cantares.
- La sombra de la patria.
Reconocimientos de Pedro Bonifacio Palacios
Muchos escritores rindieron honores a Pedro Bonifacio Palacios y destacaron su trabajo como autor y también en la docencia. Escritores como Jorge Luis Borges lo consideraron dentro del estilo vanguardista. Los integrantes del grupo de Boedo, que se conformó durante los años 20, aplaudieron su obra.
Rubén Darío se refirió a Almafuerte como “una de las manifestaciones más fuertes de su generación”. Justo Rocha aseguró que Palacios “fue el más grande poeta del dolor social”; mientras que Leopoldo Lugones lo nombró “uno de los poetas más vigorosos y originales del continente”.
En su honor, se celebra el 13 de mayo, el día del escritor bonaerense, fecha que coincide con la de su nacimiento. Además, se hizo una película sobre su vida, que se estrenó en 1949.
El seudónimo Almafuerte es hoy el nombre de barrio en San Justo, lugar donde nació el escritor argentino. También es el nombre de uno de los grupos de heavy metal más importantes de Argentina.
Museo
Palacios vivió sus últimos 10 años en una casa en la calle 66 de La Plata. Después de su muerte, la vivienda pasó a ser un museo donde se ofrecen detalles de la vida del destacado artista argentino.
La casa de Almafuerte es considerada como Monumento Histórico, distinción que adquirió en los años 60. En el museo se pueden encontrar diferentes objetos y obras del autor. Hay fotografías, textos, pinturas y libros de Palacios.
Frases de Pedro Bonifacio Palacios
- No te des por vencido, ni aun vencido (poema “Avanti”).
- Si te postran diez veces, te levantas otras diez, otras cien, otras quinientas; no han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas (“Avanti”).
- No digas tu verdad ni al más amado, no demuestres tu temor ni al más temido, no creas que jamás te hayan querido por más besos de amor que te hayan dado (poema “Los incurables”).
- Padres sin alma, son aquellos que niegan a sus hijos consuelo, amor, ejemplo y esperanza (poema “Hijos y padres”).
- Ser bueno, en mi sentir, es lo más llano y concilia deber, altruismo y gusto (“Como los bueyes”).
Referencias
- Almafuerte. Prosa y poesía de Almafuerte. Editorial Universitaria de Buenos Aires.
- Bonifácio, J. Poesías. Academia Brasileira.
- Borges, J. Miscelánea. Debolsillo.
- Byrne, B., Vento, S., Arango, A. Poesía y prosa. Letras Cubanas.