Los chistes con signos de interrogación pueden servir para enseñar estos signos de una forma divertida, dado que son pequeñas frases escritas en forma jocosa que generan risas y ayudan a comprender la utilización de estos signos.
Los signos de interrogación sirven para describir enunciados que encierren preguntas. Cuando se colocan a los lados de una frase, indican tanto el comienzo como el final de la interrogación.
Chistes cortos con signos de interrogación
Pepito y la chica
En una fiesta se encuentra Pepito, se acerca a una chica y le pregunta: “¿Vas a bailar?” La chica entusiasmada le responde: “¡Sí!”. Pepito le dice: “¿Me prestas tu silla entonces?”.
Caperucita Roja
Un niño y le pregunta a su madre: “Mamá, ¿si Caperucita Roja se casa con su príncipe azul, los hijos serían violetas?”.
Pepito y las notas
Pepito llega del colegio a la hora de la cena y le pregunta a la madre: “Mamá, ¿qué hay de comida?”. La madre responde: “¡Comida!”.
Pepito, algo molesto por la broma de la madre, le dice: “Me dieron mi nota de matemáticas”. La madre pregunta que cuánto sacó y Pepito responde: “¡Nota!”.
El pájaro raro
Uno le dice a otro: “¿Cómo se llama ese pájaro tan raro?”. El otro responde: “Lo ignoro”, y el primero le dice: “¡Qué loignorito tan lindo!”.
Pepito y las tareas
Pepito le pregunta a su maestra: “¿Maestra, usted me regañaría por algo que no hice?”. La maestra responde: “Claro que no, Pepito”. Pepito responde: “Es que no hice la tarea”.
La posada
Se lee en la entrada de una posada: $30 la habitación en invierno y $20 en verano. Le pregunta un señor al administrador: “¿Por qué es más barato en verano que en invierno?”. El administrador responde: “¿No es obvio? Porque en verano las noches son más cortas”.
Las literas
Dos niñas duermen en literas. La niña de la cama superior reza: “Con Dios, la Virgen y el Espíritu Santo me acuesto y me levanto”.
La niña de la cama inferior se levanta de inmediato. La otra niña pregunta: “¿Por qué te has levantado tan rápido?”. La niña contesta: “Es que tú duermes con mucha gente, a ver si se hunde la cama”.
Los borrachos
Se encontraban dos borrachos caminando y se encuentran un espejo. Uno de ellos lo mira y dice: “¿De dónde conozco a este hombre?, ¡yo lo he visto antes!”.
El otro borracho toma el espejo y le dice: “Hombre, ¿es que acaso estás borracho?, ¿no te das cuenta de que ese hombre soy yo?”.
El bizcocho y Jaimito
La madre de Jaimito pregunta: “¿Quién se ha comido el bizcocho que he preparado?”. Jaimito contesta con tranquilidad: “Mamá, ¿me castigarías si te digo que se lo he dado a un niño con hambre?”.
La madre de Jaimito, con dulzura, contesta: “No hijo, te diría que ha sido un gesto noble; a ver, ¿a quién se lo has dado?”. Responde Jaimito: “Pues a mí”.
David y Goliath
Pregunta la maestra en clases: “¿Con qué venció David a Goliat?”. Jaimito contesta: “Con una moto, maestra”.
Dice la maestra: “¿Cómo va a ser eso? Fue con una honda”. Jaimito mira a la maestra y le dice: “¿Y por qué no especificó que también quería la marca de la moto?”.