Los conquistadores españoles lograron someter a los mexicas en dos años. Fueron liderados por Hernán Cortés en una estratégica lucha que se llevó a cabo desde 1519 hasta 1521.
El Imperio azteca era la formación política más poderosa del continente que, según algunos cronistas, estaba poblada por 15 millones de personas y contaba con su centro de mando en la ciudad de Tenochtitlán, que prosperó en el siglo XIV.
El ejército mexica estaba conformado por más de 100.000 hombres. En cambio, el ejército de Cortés se encontraba en desventaja numérica, ya que solo contaba con 400 hombres inicialmente, así que su estrategia se basó en incorporar a sus filas soldados locales.
Hernán Cortés no tardó en darse cuenta de que el odio de los pueblos dominados hacia los aztecas podía ser usado en beneficio español.
En su camino hacia Tenochtitlán, a mediados de 1519, los conquistadores españoles lograron el apoyo de los nativos totonacos, radicados en la ciudad de Cempoala.
Posteriormente, tras negociar los términos de su alianza con los tlaxcaltecas, los españoles lograron incorporar a sus tropas a miles de guerreros de este pueblo.
Luego de estas altas en su ejército, Cortés se marchó a Tenochtitlán, y se estableció en esta ciudad, con la finalidad de capturar al emperador Moctezuma II.
El 2 de julio de 1520 Cortés se vio obligado a abandonar Tenochtitlán ante la abrumadora fuerza azteca.
Durante esta pelea perdió más de la mitad de su ejército, la mayoría de su caballería, sus cañones y algunas pertenencias de valor.
En junio de 1521, Cortés comenzó el asalto final a Tenochtitlán, armado con pequeños barcos para usar en el lago, y con miles de aliados indígenas locales.
La clave para el sometimiento de la ciudad de Tenochtitlán fue el uso de múltiples cañones de pólvora, ya que los aztecas carecían de esta tecnología bélica.
Durante la revuelta, Moctezuma II fue herido por una roca lanzada por un guerrero azteca y murió poco después, por lo que su hermano Cuitláhuac fue designado como su sucesor inmediato.
Meses después, Cuitláhuac murió de un brote de viruela, y su primo Cuauhtémoc fue nombrado como el nuevo gobernante del Imperio azteca.
El 13 de agosto de 1521, después de una batalla difícil, Cortés conquistó una vez más Tenochtitlán, hoy ruinas del sitio arqueológico del Templo Mayor en el centro de la Ciudad de México, y capturó al nuevo rey Cuauhtémoc, quien murió poco después al ser víctima de un brote de viruela.
A raíz del asedio final de Tenochtitlán, el desgaste provocado entre los sitiados por las enfermedades llegadas del Viejo Mundo supuso el golpe de gracia para los restos de la estructura imperial.
Ciertas enfermedades epidémicas desconocidas hasta entonces en el continente americano, como la gripe, el sarampión, la viruela, las fiebres tifoideas y el tifus, diezmaron a la población y abrieron la puerta a la conquista de toda Mesoamérica.
Referencias
- Conquest of Mexico. Recuperado de expeditions.biodiversityexhibition.com
- The Spanish Conquest. Recuperado de mexperience.com