¿Quién fue Fernando Montes de Oca?
Fernando Montes de Oca (1829-1847) fue uno de los seis Niños Héroes, personajes históricos de la historia de México, por su participación en los eventos de la batalla de Chapultepec.
Valentía, lealtad y honor, tres cualidades que han hecho grandes a algunos pocos en la historia de la humanidad, se trate de hombres o mujeres, de adultos, adolescentes o indefensos niños.
De allí que el nombre de Fernando Montes de Oca sea tan popularmente conocido en la sociedad mexicana, por las hazañas que se le atribuyen en el marco de la guerra entre México y Estados Unidos entre 1846 y 1848.
Montes de Oca, con tan solo 18 años de edad y 8 meses como cadete en el Colegio Militar de Ciudad de México, dio su vida por defender su país. Fueron momentos en los que se necesitó hacer frente al ejército invasor que avanzaba a pasos acelerados por el Valle de México para someter a las tropas mexicanas, desplegadas en lugares no estratégicos, producto de una equivocada estrategia militar.
Su nombre figura junto a otros 5 cadetes, y se conocen popularmente como los Niños Héroes. Precisamente sobre este curioso título se ha tejido una serie de mitos y opiniones que han causado controversia, sobre todo entre el ámbito político y científico, pues algunos hechos presentados a la sociedad no encajan con las evidencias existentes.
De allí que surjan preguntas como ¿por qué solo seis fueron considerados héroes?, o ¿por qué fue la batalla de Chapultepec la más importante? Sin embargo, lo que nunca estuvo en duda es el honor que merecen los valientes soldados y cadetes que participaron en el asedio del 13 de septiembre de 1847.
Biografía de Fernando Montes de Oca
José Fernando Montes de Oca nació en Azcapotzalco, Distrito Federal, México, el 29 de mayo de 1829. Su madre fue Josefa Rodríguez y su padre, José María Montes de Oca, un capitán del Ejército, que murió cuando Fernando era aún pequeño.
Aunque no hay suficientes registros de la condición económica en que se encontraba su familia, se cree que ante la ausencia de su padre, soldado dedicado al servicio de la patria, Fernando pidió ser inscrito en el Colegio Militar para seguir su ejemplo.
El 24 de enero de 1847, a los 17 años, inició su período académico y servicio como cadete. La institución le proveía alimentación y vestimenta, como era normal a los aspirantes del oficio castrense en este país, mientras que su madre le proporcionaba el calzado y otros enseres personales.
La defensa del castillo
Su participación en la defensa por su país se dio entre los días 11 y 13 de septiembre de 1847, en la llamada batalla de Chapultepec, contra las tropas estadounidenses que pretendían tomar las fortificaciones del castillo, sede del Colegio Militar, antes de tomar la Ciudad de México.
La acción valerosa de Montes de Oca y otros 52 compañeros de curso, radica en negarse a abandonar el castillo, cuando los generales Mariano Monterde y Nicolás Bravo dieron la orden a los 103 cadetes para que volvieran a sus casas, pues el ejército invasor los superaba en número de soldados y pertrechos.
La defensa de esta edificación estaba a cargo en ese momento de 832 soldados en el castillo y 400 adicionales por el batallón San Blas, para un total de 1.232 soldados en combate, frente a 7.180 del enemigo.
La obra Conmemoración de la hazaña épica de los niños héroes: su origen, desarrollo y simbolismos, describe con mayor objetividad lo que significó aquel hecho:
“Los cadetes no tenían nada que hacer en aquel lugar, pues Nicolás Bravo —a quien se le encargó la defensa del castillo—, viendo la carencia de fusiles y de municiones, ordenó a los alumnos regresar a sus casas. Lo que realmente necesitaba eran batallones ya constituidos y bien armados, los cuales no le proporcionó (el general) Santa Anna, volviendo casi imposible la defensa del cerro. Por lo tanto, la decisión de quedarse a defender el castillo resultó ser un acto de irresponsabilidad y de desobediencia, que costó la vida de algunos cadetes y el cautiverio de la mayoría de ellos en manos del enemigo”.
Por su parte, Bércena-Díaz afirma que el ataque enemigo comenzó el día 12 de septiembre de 1847 con el bombardeo de los muros de defensa, lo que desmoralizó a las tropas en su interior y provocó algunas deserciones.
Esto condujo a una derrota inminente del contingente de cadetes, con un saldo de 6 jóvenes fallecidos, 4 heridos y 37 hechos prisioneros de guerra. Mientras que las cifras totales de soldados mexicanos caídos en esta gesta fue de 600 muertos. El resto fueron hechos prisioneros y otros murieron en posteriores días a causa de las heridas.
Muerte
José Fernando Montes de Oca murió el mismo 13 de septiembre de 1847, cuando intentaba reforzar el batallón activo San Blas junto a otros cadetes en las inmediaciones del Jardín Botánico, en momentos en que el asedio del ejército invasor había tomado el Caballero Alto, la torre de defensa más alta del castillo de Chapultepec, y otras posiciones de relevancia.
Mitos y controversias
Los registros científicos han validado que las edades de los cadetes del Colegio Militar oscilaban entre los 13 y 20 años. A diferencia de los instructores oficiales, que eran un poco mayores, pero jóvenes al fin, solo hay registros de dos cadetes de menor edad: Francisco Márquez, de 13, y Vicente Ortega, de 15, según una publicación oficial de la Cámara de Diputados de México.
Por otra parte, a los seis jóvenes cadetes mártires se fueron sumando una serie de relatos míticos y románticos no comprobados, que fueron cobrando fuerza y adhesión en toda la sociedad mexicana.
A tal punto, que se ha difundido ampliamente la historia de los seis Niños Héroes en el sistema de educación escolar y preparatoria, actos oficiales y monumentos como una verdad absoluta y un hito trascendental en la historia de México.
Sin embargo, la historia ha sido cuestionada por algunos gremios e investigadores que siguen el curso de los hechos, basados en la evidencia de fuentes históricas.
Una de las versiones muy extendidas y atribuidas a Fernando Montes de Oca, fue creer que justo antes de ser tomado el castillo, el cadete decidió tomar la bandera de México, envolverse en ella y lanzarse por uno de los costados de la edificación hacia abajo, para evitar dejar el pabellón nacional en manos del enemigo.
Sin embargo, este hecho también le fue atribuido en ocasiones a Juan Melgar y luego a Juan Escutia. No obstante, en esta batalla sí existen evidencias de que el general Santiago Xicoténcatl, comandante del batallón San Blas, murió en batalla, envuelto en la bandera.
Al respecto, investigaciones más exhaustivas han puesto en perspectiva una de las probables razones del origen de este mito.
El contexto en el que surgió esta versión, tres años después del cese de la guerra, fue en medio de un conjunto de políticas para dignificar y exaltar el papel histórico del ejército mexicano en tiempos de guerra, rescatando el sentir patrio y espíritu de sacrificio para restablecer las filas castrenses, su moral, profesionalismo y lealtad.
Además, es impactante ver un cortejo fúnebre precedido por un pequeño ataúd. Esto contribuyó a que el sacrificio de Montes de Oca, y el de los otros cadetes, ganaran el respeto y el afecto de todo el pueblo mexicano, y, por otro lado, el rechazo unísono de la sociedad civil y política por esta incursión militar.
Referencias bibliográficas
- Fernando Montes de Oca. Recuperado de enciclopedia.us.es.
- Fernando Montes de Oca. Recuperado de ecured.cu.