¿Qué es la historia tradicional?
La historia tradicional es una corriente historiográfica que se enfoca en narrar los hechos ocurridos a un individuo en un Estado o nación, centrándose prácticamente solo en los hechos políticos, diplomáticos y militares, como guerras o batallas.
Por lo general, estos hechos narrados partían de la historia de una persona, sin abarcar todos los aspectos de los acontecimientos, sino solo el seguimiento de un individuo, utilizando el relato como método y sin ningún tipo de análisis. Se presentaban como una secuencia lineal o cronológica de acontecimientos. Este individuo solía ser una persona influyente, como un ministro, presidente, rey o político involucrado en los hechos.
La importancia de la historia tradicional radica en que fue a partir de ella que la historia comenzó a considerarse una ciencia, e incluso a considerarse la madre de las ciencias sociales. Antes pertenecía al terreno literario, carente de rigor científico.
Historia de la historia tradicional
La historia tradicional fue la forma originaria de comenzar con la historia que hoy se conoce. Aunque poco se usa en estos tiempos, sirve como fuente para historiadores de otras corrientes.
Fue una corriente nacida en Europa (Alemania y Francia) en el siglo XIX y su importancia consistió en educar e informar sobre el Estado, noción recientemente instaurada, para generar identidad nacional.
Desde su aparición, la idea u objetivo de la historia tradicional era dar a conocer los hechos acontecidos en otros tiempos de los que ya nadie vivía para contarlos, limitándose a narrar los sucesos tal como ocurrieron. Por esto, los historiadores eran investigadores y narradores objetivos, sustentados en la evidencia que se tenía (registros, documentos legales, etc.).
Enfoque documental
Durante el siglo XIX esta visión de la historia fue la que se estableció en la sociedad. La intención era basar su estudio en la trayectoria de personajes o sucesos, bajo la premisa de que conocerlos implicaría un conocimiento de la sociedad.
Evidentemente, este enfoque no tomaba en cuenta otros aspectos relevantes, como el contexto social y las causas y consecuencias que produjo un hecho en particular.
La historia, tal como la entendemos hoy, es la ciencia y disciplina académica que estudia y narra sucesos o fenómenos sociales ya ocurridos, contados desde todos los ámbitos posibles y buscando generar en quien lo estudia un pensamiento histórico, más allá del conocimiento de estos hechos.
Para esto, no solo se narran los acontecimientos, sino que también se analizan sus causas y sus consecuencias, no vistos desde una sola persona sino desde el ámbito colectivo.
¿Qué estudia la historia tradicional?
- Grandes personajes. La historia tradicional estudia al individuo como un ser racional y consciente, libre de tomar decisiones, a quien prácticamente no le afectan las situaciones que existen a su alrededor. Asume que las personas no son consecuencia de los hechos sociales, económicos o culturales, o del ambiente en el que se desenvuelven, ni son determinados por este.
- Política. La razón para contar la historia de un personaje era contar la historia del Estado. Solo quien fuera relevante para la historia política de un país era estudiado, y esta relevancia se medía a través de sus logros militares, de liderazgo o políticos. La razón por la cual los historiadores tradicionales se basaron en el Estado fue porque este tipo de estudio se originó en Europa con el auge de la creación de esta forma de organización, después de siglos en guerra. Por ello, la historia tradicional destacó el Estado como institución. Así se adaptó luego en el resto del mundo, incluso en los nuevos Estados creados tras los procesos independentistas. En esa época, los problemas que se afrontaban eran mayormente políticos. Si bien se originaron graves problemas sociales, económicos y de otro tipo, en ese momento histórico no eran fundamentales, solo la política.
Características de la historia tradicional
- Individual. La historia tradicional sostiene que los hechos que ocurren en un Estado o país son consecuencia de las acciones de algunos individuos libres, cuya voluntad los lleva a realizar estas acciones. Por esto, estudia el pasado a partir de la historia particular de estos individuos influyentes. Su finalidad era comprender la manera de pensar de estas personas, y entender las motivaciones que les hicieron actuar de ese modo.
- Elitista. El hecho de que se estudiara solo a los grandes personajes de la historia, que solían ser parte de la clase política dominante, hizo que se favorecieran estudios elitistas, clasistas o sexistas, puesto que personajes anónimos o mujeres no eran estudiados, aunque hubiesen sido fundamentales para los logros del personaje principal.
- Documental. La única fuente que utilizaba la historia tradicional eran los documentos escritos, que solían ser documentos oficiales. Los historiadores de esta corriente se encargaron de recopilar datos y hechos y de sistematizarlos, originando importantes y grandes archivos de obligatoria referencia para la época, e incluso para estudios actuales.
- Empírica. En parte porque su única fuente era la documental, su metodología era la hermenéutica, es decir, el estudio de los textos y su interpretación objetiva, sin relacionarlos con otras fuentes o métodos. Los historiadores tradicionales se dedicaron a narrar o relatar los hechos de forma lineal, unos tras otros, de forma cronológica. No se analizaban, solo se verificaba su veracidad.
- Ciencia social. La historia tradicional fue el paso fundamental para considerar la historia como una ciencia. Fue el resultado de la búsqueda de la veracidad, en la objetividad al estudiar y narrar hechos, y en la publicación de los hechos comprobados. A diferencia de las ciencias naturales, la historia tradicional dio preferencia a lo específico sobre lo general, al estudio de un individuo determinado y no al estudio de la generalidad o la existencia de diferentes fenómenos, hechos o procesos sociales. Por tanto, no había comparación de ningún tipo.
- Amateur. Como la historia no era considerada una ciencia o estudio importante, no existían profesionales del área. Solo se estudiaban ciertos ámbitos de la historia en carreras como derecho, filosofía o teología, por lo que los primeros historiadores no eran exactamente profesionales en la rama. La creación de la historia tradicional generó la existencia de cátedras en algunas universidades, y su incorporación en el currículo de educación básica y, posteriormente, la creación de la historia como disciplina académica de estudio exclusivo.
División de la historia tradicional
- Positivismo. En todas las ciencias, el positivismo representó el estudio objetivo de los fenómenos naturales o sociales. Esto también tuvo influencia en el estudio del pasado, pues fue el método propuesto por la historia tradicional de las primeras décadas, que se limitaba a estudiar y recopilar datos sin interpretarlos, manteniéndose objetiva frente a ellos.
- Historicismo. A finales del siglo XIX y principios del XX surgieron algunos historiadores que proponían cambios al método de la historia tradicional. Quienes se contraponían indicaban que, al estudiar los datos verificados, el investigador agregaba subjetividad y basaba su narración en este resultado subjetivo. Tanto el objeto como el método de estudio propuestos eran los mismos. Sin embargo, se negaba la posibilidad de que un historiador pudiera ser completamente objetivo ante un acontecimiento humano que estudiaba. A partir de entonces comenzó a tomar auge la visión de que el historiador no se limita solo a contar el hecho, sino que también lo explica e interpreta. Incluso, la subjetividad puede estar presente desde el mismo momento de la selección del tema a tratar.
Representantes de la historia tradicional
Entre los más importantes se encuentran los siguientes.
Leopold von Ranke (Alemania, 1795-1886)
Leopold von Ranke es uno de los historiadores más destacados del siglo XIX, que defendió la documentación oficial para basar sus investigaciones y narraciones en ella.
Entre sus obras más valiosas destacan Historia de los pueblos romanos y germánicos desde 1494 hasta 1535 (1824), Historia de los osmanlíes y de la monarquía española durante los siglos XVI y XVII (1827), Historia de Alemania durante la Reforma (1839-1847) e Historia universal (1875).
Barthold Georg Niebuhr (Dinamarca, 1776-1831)
Precursor del historicismo. Nació en Dinamarca, pero se trasladó a Alemania desde muy joven. En este país se desarrolló como historiador, político y filólogo. Su obra más relevante fue Historia de Roma (dos volúmenes: 1811 y 1812).
A partir de 1810 dio clases en la universidad de Berlín y también formó parte del grupo fundador de la Sociedad de Ciencias Históricas, Filológicas y Críticas, cuya finalidad inicial fue verificar la veracidad de la información documentada por Tito Livio, historiador romano.
Charles Seignobos (Francia, 1854-1942)
Este historiador francés destacó por su narración objetiva, imparcial y clara. Se enfocó especialmente en estudiar la III república francesa.
Fue uno de los positivistas más destacados de Francia y dio clases en la universidad de París. Entre sus principales obras destacan Introducción a los estudios históricos (1890), Historia de la civilización (1884-1886) e Historia política de la Europa contemporánea (1887).
Referencias
- Muñoz Delaunoy, I. De la ‘Historia Tradicional’ a la ‘Nueva Historia’. Recuperado de academia.edu.
- Corrientes historiográficas: la Historia tradicional. Recuperado de queaprendemoshoy.com.
- Corrientes de la interpretación histórica. Recuperado de academico.cecyt7.ipn.mx.