¿Qué es la opsonización?
La opsonización es un fenómeno celular que incrementa la eficiencia de la fagocitosis. Para lograrlo, es necesaria la presencia de elementos especiales llamados opsoninas, que son anticuerpos u otras moléculas que tienen la capacidad de adherirse a la superficie de la célula del microbio que debe ser destruido.
La presencia de las opsoninas en la superficie del patógeno o del agente microbiano hace más eficiente y más rápido el proceso de fagocitosis, fomentando el reconocimiento y la destrucción del microbio. En consecuencia, aumentan también el número de microbios fagocitados.
Existen diferentes tipos de opsoninas. De hecho, este grupo de moléculas está integrado por una serie bastante amplia y heterogénea de entes biológicos pertenecientes al sistema inmune o al sistema del complemento. Estas células se llaman fagocitos.
Cuando el cuerpo experimenta procesos inflamatorios, el número de células fagocíticas aumenta significativamente, si se compara con los residentes habituales del tejido. Además, existen otra serie de cambios: las células son mucho más activas a los estímulos quimiotácticos. Con la presencia de las opsoninas, todos estos procesos potencian su eficiencia.
Las opsoninas
Las opsoninas son las moléculas implicadas en el proceso de opsonización. Bioquímica y estructuralmente están formadas con una inmensa variedad de moléculas del sistema inmune y del sistema del complemento.
Las más importantes se denominan inmunoglobulinas G, en su porción Fc, la porción del complemento C3b activada y las lectinas. También están la tufsina, la proteína amiliode P sérica, entre otros. Más adelante aclararemos el uso de estos términos.
Tipos de opsonización
La opsonización se divide en dos tipos principales: la inmune y la no inmune. Esta clasificación se basa en el tipo de opsoninas que participan.
Opsonización inmune
Para comprender este tipo de opsonización, debemos conocer ciertos aspectos relacionados con la respuesta inmune. El sistema del complemento es uno de los componentes esenciales de la respuesta inflamatoria frente a la presencia de algún microorganismo o patógeno.
Está integrado por un juego de moléculas plasmáticas que participan en vías bioquímicas que potencian la inflamación y facilitan la fagocitosis. Específicamente, está formada por unas 30 glucoproteínas.
Los fagocitos, como los macrófagos, los monocitos y los neutrófilos, poseen en sus membranas celulares una serie de receptores (denominados CR1) para C3b y Fc para el anticuerpo.
C3b es un componente del sistema del complemento mencionado más arriba. Fc (fragmento cristalizable), por su parte, es una porción del anticuerpo formado por dos o tres dominios de las cadenas pesadas.
Un anticuerpo típico está formado por una estructura básica. A su vez, esta se encuentra formada por las llamadas cadenas pesadas y cadenas ligeras, dos de cada tipo.
En caso de que el sistema inmune haya activado el sistema del complemento, los receptores Fc y CR1 existentes en el fagocito se acoplan a las regiones Fc del anticuerpo y C3b se une al complejo inmune, facilitando la fagocitosis. Como participan elementos de anticuerpo y del complemento se denomina opsonización inmune.
Opsonización no inmune
Este tipo de opsonización es similar a la descrita anteriormente, con la única excepción de que el componente del proceso es solamente la opsonina C3b. La vía alternativa puede ser activada por bacterias en la sangre y generan C3b, la cual rodea a la bacteria.
C3b se acopla a los receptores CR1 localizados en los fagocitos, facilitando así la fagocitosis. Los distintos complejos que se encuentran solubles, los virus y las células con características tumorales son también opsonizados y removidos por este mecanismo.
Órganos involucrados
La opsonización ocurre en el sistema inmune y los órganos involucrados dependen del mecanismo utilizado.
El sistema linfático es el responsable del transporte y la filtración de los fluidos linfáticos que contienen los linfocitos y los anticuerpos. El sistema cardiovascular es el responsable de orquestar la circulación de la sangre por el cuerpo, lo cual es necesario para la vía del sistema de complemento.
El sistema de lectinas requiere la participación adicional del hígado, órgano que es parte del sistema gastrointestinal. Todos los sistemas mencionados trabajan juntos para luchar contra las bacterias, virus y otros invasores que tratan de atacar el cuerpo.
Función de la opsonización
El cuerpo humano es atacado continuamente por agentes externos. Afortunadamente, los intentos por parte de los patógenos de secuestrar la maquinaria celular son contrarrestados por los elementos del sistema inmune. Existen distintos mecanismos encargados de contrarrestar estos ataques, y uno de ellos es la opsonización.
La opsonización es un proceso que facilita la fagocitosis de agentes patógenos o externos (como bacterias o parásitos, por ejemplo) que ingresan al organismo y que pueden tener consecuencias negativas potenciales. Por esto, es un fenómeno de importancia en la respuesta inmunológica.
Para entender su función, debemos conocer la estructura de la superficie del patógeno. Generalmente, las cápsulas de varias bacterias están cargadas negativamente, lo que impide enormemente la interacción con la célula que lo fagocitará.
Cuando el agente patógeno sufre la opsonización, el acercamiento entre la célula del sistema inmune y la bacteria se ve favorecido, creando una conexión muy cercana entre ambos.
Si la opsonina no se encontrara presente, las cargas negativas de la pared celular del patógeno y del fagocito se repelerían mutuamente. De esta forma, el patógeno sería capaz de evadir la destrucción y podría continuar la invasión del cuerpo humano.
Así, las opsoninas ayudan a superar las fuerzas electrostáticas, permitiendo la eliminación del microbio.
Referencias
- Avery, G. B., & Fletcher, M. A. Neonatología: fisiopatología y manejo del recién nacido. Ed. Médica Panamericana.
- Cabello, R. R. Microbiologia y parasitologia humana: Bases etiológicas de las enfermedades infecciosas y parasitarias. Ed. Médica Panamericana.