¿Qué es la Revolución de Octubre o bolchevique?
La Revolución de Octubre o bolchevique fue, según muchos historiadores, la segunda fase de la Revolución rusa, ocurrida en febrero de 1917. Se inició con la destitución del zar Nicolás II y la implantación de una república parlamentaria. También se llamó Octubre Rojo y Gran Revolución Socialista de Octubre.
La fecha de la revolución, 25 de octubre, corresponde al calendario juliano que entonces regía en Rusia. De acuerdo al calendario gregoriano, vigente en el resto de Europa, se produjo el 7 de noviembre.
A pesar de la destitución del zar, los problemas que habían llevado a la Revolución de Febrero persistían. Rusia continuaba en la Primera Guerra Mundial y la situación económica era precaria. Además, se había instalado en el país un doble poder: el Parlamento por un lado y los sóviets, por el otro.
Para octubre, los bolcheviques habían logrado reunir un gran apoyo dentro del sóviet de San Petersburgo y entre los militares y obreros. Vladímir Lenin, líder del partido, expuso la necesidad de tomar el gobierno por la fuerza, algo que se produjo el 25 de octubre, sin encontrar oposición.
La principal consecuencia fue la creación del primer Estado socialista del mundo, que se convirtió en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Causas de la Revolución de Octubre o bolchevique
- Caída del zar. El sistema casi feudal que imperaba en el país y las profundas dificultades económicas que pasaba la mayor parte de la población fueron las causas principales de la Revolución rusa de Febrero de 1917. El zar Nicolás II se vio obligado a abdicar y Rusia se convirtió en una república.
- Sóviets. Durante ese estallido revolucionario, los soldados y obreros se habían organizado en una asamblea, denominada sóviet. En ella participaron miembros de varios partidos de izquierda, y su poder, tras la abdicación del zar, se equiparaba prácticamente al del Parlamento. El sóviet más importante fue el de Petrogrado (San Petersburgo), la antigua capital de Rusia. Los miembros del sóviet de Petrogrado aceptaron cumplir la legislación emanada del Parlamento, aunque solo si no entraba en conflicto con lo aprobado en el propio sóviet. Igualmente, llamaron a los militares a prestarles obediencia por encima de lo que el gobierno dictaminase.
- Inestabilidad política. Después de la caída del zar, en febrero se formó un gobierno provisional. Durante los meses siguientes, hasta octubre, nunca se logró una estabilidad política que permitiera efectuar las reformas que el país necesitaba. Cuando estalló la Revolución de Octubre, el jefe del gobierno era Alexander Kerenski. Este había ganado gran popularidad por su actuación durante la Revolución de Febrero y logró detener el intento de golpe de Estado de Lavr Kornilov. Sin embargo, no pudo evitar que los bolcheviques tomaran el poder.
- La Primera Guerra Mundial. Rusia había entrado en la Primera Guerra Mundial en el bando de Inglaterra y Francia. El conflicto, desde el primer momento, fue muy impopular en el país, y conforme se sucedían las derrotas la impopularidad aumentaba. Después de la Revolución de Febrero, el gobierno provisional prefirió mantenerse en el conflicto y respetar los acuerdos con sus aliados. Esta decisión causó gran enfado en la población, sobre todo entre los jóvenes que podían ser enviados al frente. Las deserciones se multiplicaron y buena parte de las tropas no obedecían a sus mandos. En el ámbito político, los mencheviques eran partidarios de no abandonar la guerra, mientras que los bolcheviques mantenían la posición contraria. Lenin regresó al país en abril de 1917 y publicó las Tesis de abril, un llamamiento donde defendía la retirada de Rusia y pedía no obedecer al gobierno provisional.
- Jornadas de julio. En julio de 1917 se produjo una serie de movilizaciones protagonizadas por los soldados destinados en Petrogrado ante el temor de partir al frente bélico. Durante estas jornadas, los manifestantes gritaron consignas favorables a los bolcheviques, como “todo el poder para los sóviets” y “paz para el pueblo, guerra contra los ricos”. Las fuerzas armadas leales al gobierno provisional pudieron tranquilizar la situación. Como resultado, Lenin debió partir, de nuevo, al exilio. En esta ocasión, eligió Finlandia como destino.
- Fortaleza del partido bolchevique. Gracias a su firme oposición a la guerra, el partido bolchevique había ganado gran influencia en la sociedad rusa. Además, se manifestó junto al pueblo en las Jornadas de julio y sus propuestas eran claramente favorables a los trabajadores. También supieron maniobrar para convertirse en mayoría en los sóviets. Así, lograron que sus rivales, mencheviques y socialrevolucionarios, se quedaran fuera del gobierno creado tras la revolución.
- Carisma de Lenin. Junto a la creciente influencia de los bolcheviques, también crecía el carisma de su líder, fundamental para el triunfo de la Revolución de Octubre. Lenin había vivido en el exilio antes de la Revolución de Febrero y regresó tras la abdicación del zar. Después, hizo un llamamiento para reclamar la salida de la guerra. En ese llamamiento, las Tesis de abril, también declaraba la necesidad de que el proletariado llegara al poder. Tras las Jornadas de julio, Lenin se exilió en Finlandia y no volvió al país hasta principios de octubre. Desde Petrogrado, su liderazgo fue imprescindible para organizar la revolución y para hacerse con el control del sóviet de la ciudad, imponiéndose a mencheviques y socialistas revolucionarios.
- Golpe de Estado del general Kornilov. Rusia sufría derrotas ante las potencias centrales, enemigos en la Primera Guerra Mundial. En septiembre, los alemanes entraron en Riga (Letonia), lo que provocó que algunos militares comenzaran a conspirar contra el gobierno. Así, el general Kornilov intentó dar un golpe de Estado y tomar Petrogrado. Sin embargo, su avance hacia la capital fue detenido por las tropas gubernamentales y por el Comité Militar Revolucionario, formado por voluntarios, mayoritariamente bolcheviques.
Desarrollo de la Revolución de Octubre o bolchevique
- Contexto. Todo en Rusia era extremadamente inestable. En el frente bélico, los alemanes avanzaban cada vez más, mientras el gobierno era más débil. Lenin, exiliado en Finlandia, decidió que era el momento de que los bolcheviques actuaran. Desde la capital finesa, en septiembre de 1917, el líder revolucionario escribió dos cartas dirigidas a sus partidarios. En ellas, animaba al partido bolchevique a tomar el poder en nombre de los sóviets. Sin embargo, en esos momentos sus peticiones no fueron atendidas. Ante esto, ya en octubre, Lenin regresó a Rusia, disfrazado de maquinista.
- Llamamiento a la insurrección. Cuando Lenin alcanzó Petrogrado se presentó ante el Comité Central del partido, el 10 de octubre. Allí dio un discurso donde pedía que se aprobara una insurrección para tomar el poder. La propuesta fue votada. El resultado fue favorable para Lenin y se procedió a crear un organismo para planificar el levantamiento armado. La fecha propuesta para la insurrección fue el 25 de octubre (7 de noviembre, según el calendario gregoriano). Los bolcheviques eligieron ese día para que coincidiera con el inicio del II Congreso de Diputados de los Sóviets.
- Búsqueda de apoyos. Lenin y sus partidarios eran conscientes de que iban a necesitar apoyos sociales para que la revolución triunfara. Por ese motivo, comenzaron a negociar con diversos grupos. El 21, consiguieron que los militares de Petrogrado se unieran al plan y reconocieran la autoridad del Sóviet de la ciudad. Además, los bolcheviques formaron milicias compuestas por obreros. La Guardia Roja, también conformada por voluntarios, debía encargarse de defender al gobierno surgido del levantamiento. De acuerdo a los historiadores, muchos en Petrogrado conocían los planes de Lenin. Incluso, parte del plan fue filtrado a la prensa. La reacción del gobierno de Kerenski fue bastante tibia. Solo ordenaron cerrar los periódicos partidarios de los bolcheviques y, en lo militar, aumentaron las defensas del Palacio de Invierno.
- Toma de poder. La insurrección comenzó tal y como estaba prevista, el 25 de octubre, de madrugada. Los primeros movimientos revolucionarios fueron controlar las estaciones ferroviarias y las oficinas postales y de telégrafos. Los destacamentos militares de Petrogrado también quedaron en su poder y, luego, cerraron las vías de comunicación con el Palacio de Invierno. Durante esas primeras horas, los bolcheviques no tuvieron ninguna resistencia. Para las 10 de la mañana, los revolucionarios publicaron un escrito en el que anunciaban que el Sóviet de Petrogrado se convertía en el gobierno del país.
- Toma del Palacio de Invierno. Los bolcheviques aislaron por completo el Palacio de Invierno. En este edificio permanecían varios miembros del gobierno depuesto, entre ellos el propio Kerenski. Frente al Palacio, los revolucionarios habían colocado a un crucero de guerra, el Aurora, a la espera de recibir órdenes. El crucero, sobre las 9 de la noche, disparó algunas balas de fogueo contra el Palacio. Se trataba de un mensaje a los que allí trataban de resistir. Kerenski, comprendiendo que no tenía ninguna opción, escapó con un disfraz de enfermera. Esa noche, ya entrado el 26, los bolcheviques asaltaron el Palacio de Invierno. Los ministros que aún permanecían en su interior fueron arrestados, aunque sin que se produjeran episodios de violencia.
- II Congreso de los Sóviets. Mientras eso ocurría, los componentes del II Congreso de los Sóviets habían comenzado su sesión. Este organismo, formado por soldados y obreros, confirmó el traspaso de poder a los sóviets. No obstante, dentro del Congreso existía alguna oposición a Lenin y sus bolcheviques. El líder revolucionario pretendía que el nuevo gobierno estuviera totalmente controlado por los suyos, sin que participaran los mencheviques o los socialistas. Estos últimos mostraron su enfado cuando se enteraron de que Lenin había lanzado la insurrección.
- Abandono de los mencheviques. La reacción de los mencheviques ante los hechos consumados fue la que Lenin esperaba. Acusaron a los bolcheviques de dar un golpe de Estado y abandonaron la reunión. Junto a ellos, algunos socialrevolucionarios también decidieron marcharse. Estas ausencias permitieron a los bolcheviques tener mayoría en la asamblea y, por lo tanto, elegir un gobierno sin apenas oposición. Así, crearon el Consejo de los Comisarios del Pueblo, a propuesta de Trotsky. Este organismo, denominado en ruso Sovnarkom, lo encabezaba Lenin, y Trotsky se hizo cargo de los Asuntos Exteriores. Finalmente, el Sovnarkom estuvo conformado solo por los bolcheviques, ya que los socialistas revolucionarios que se habían quedado en el Congreso declinaron participar en el gobierno.
- Extensión de la Revolución. En esa época, las noticias tardaban en llegar de un lugar a otro. Por ese motivo, muchas zonas de Rusia no supieron lo ocurrido hasta días después. Esto dificultó el control de todo el país. La extensión de Rusia, además, no facilitaba este propósito. Lenin se dispuso a expandir la revolución por todo el territorio ruso. En algunas zonas, sus esfuerzos fueron un éxito, pero en otras no logró hacerse con el poder hasta después de la guerra civil. A pesar de que no estaba en sus planes, la necesidad hizo que admitiera a los socialistas revolucionarios en el gobierno. Se trataba de una forma de consolidar la revolución.
- Acontecimientos en Moscú. Moscú no era todavía la capital del país, aunque sí la segunda ciudad más importante. Como hicieron en Petrogrado, los revolucionarios trataron de hacerse con el control de los centros de poder. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en la capital, encontraron una fuerte resistencia. Según afirmaría después Nikolái Bujarin, la toma de la ciudad supuso la muerte de unas 5.000 personas.
Consecuencias de la Revolución de Octubre o bolchevique
- Establecimiento del gobierno bolchevique y primer Estado socialista del mundo. La Revolución bolchevique llevó al establecimiento de un gobierno comunista bajo el liderazgo de Vladímir Lenin. El triunfo de la Revolución de Octubre significó el primer gobierno socialista en un país. La importancia de este hecho fue enorme, ya que Rusia era una de las grandes potencias de la época. El gobierno comunista emprendió una serie de reformas legislativas. De esta forma, se implantó la dictadura del proletariado, se colectivizaron tierras, los medios de producción pasaron a manos del Estado y se extendió a toda la población el derecho a la educación gratuita. En unas pocas décadas, la Unión Soviética encabezó uno de los dos bandos en el que el mundo quedó dividido tras la Segunda Guerra Mundial. El Estado comunista se implantó, a imagen de lo sucedido en Rusia, en otros países del este de Europa.
- Decreto de la Tierra. La Rusia zarista conservaba una estructura rural prácticamente feudal. La propiedad de la tierra estaba en manos de la nobleza y el clero, y los campesinos vivían en condiciones precarias. El gobierno provisional surgido de la Revolución de Febrero no había logrado paliar este problema, en parte debido a su debilidad política. Lenin proclamó el llamado Decreto de la Tierra, que establecía las condiciones para una ambiciosa reforma agraria. La tierra de cultivo pasaba a manos de los sóviets de campesinos y de los Comités Agrarios, sin que se abonase ninguna compensación a sus anteriores dueños. La tierra se convirtió, así, en propiedad del pueblo. Esto significaba que no podía ser vendida ni alquilada. Las áreas de mayor tamaño pasaron a ser propiedad estatal, mientras que las más pequeñas fueron entregadas a los trabajadores del campo.
- Levantamiento Kerenski-Krasnov. El recién establecido Sovnarkom tuvo que enfrentarse a varias amenazas desde el comienzo. Debió frenar las protestas de los ferroviarios, que solicitaban la formación de un gobierno de coalición en el que participaran todos los socialistas. También hubo un intento de los militares partidarios de Kerenski de derrocar al gobierno. Las tropas rebeldes estaban formadas por cosacos y, tras organizarse, se enrumbaron a Petrogrado para devolver a Kerenski a su cargo. Ambos bandos se enfrentaron en Púlkovo. La victoria correspondió a las fuerzas del nuevo gobierno, que puso fin a la amenaza.
- Elecciones. En noviembre de 1917, el gobierno convocó elecciones, de las que debía salir una Asamblea Constituyente. Los bolcheviques no lograron el resultado que esperaban y se quedaron con un 24% de los votos. Los ganadores, con un 38%, fueron los socialrevolucionarios. La Asamblea Constituyente inició sus trabajos a principios de 1918, en la capital del país. Los ganadores de las elecciones arremetieron con dureza contra los bolcheviques, a los que acusaron de querer mantener el poder a toda costa y de usar la violencia para conseguirlo. Ese mismo día, fuerzas militares del Sovnarkom disolvieron la Asamblea. Ideológicamente, los bolcheviques no eran partidarios de que Rusia fuera una república liberal, ya que la consideraban una forma de organización burguesa. La intención era formar una república socialista. Para ello, ilegalizaron los partidos liberales y, más adelante, a los mencheviques y a los socialistas revolucionarios. Por último, decidieron cambiar el nombre de su organización, que pasó a llamarse Partido Comunista a partir de marzo de 1918.
- Guerra civil. A pesar de sus intentos, el gobierno revolucionario no logró controlar todo el país. Esto permitió a sus enemigos organizar una gran coalición para apartarlos del poder. En esta alianza participaron desde liberales hasta mencheviques, pasando por propietarios de tierras o burgueses. Además, recibieron ayuda de otros países, temerosos de que el ejemplo de Rusia se extendiera y estallaran revoluciones socialistas en otras partes de Europa. El resultado fue una violenta guerra civil que duró hasta 1923. Finalmente, los bolcheviques triunfaron. Esto, además de su permanencia en el poder, conllevó la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
- Salida de la Primera Guerra Mundial. A pesar de lo declarado en el Decreto de Paz, el nuevo gobierno no había aún sacado a Rusia de la Primera Guerra Mundial. Esto, además de defraudar a sus partidarios, suponía un problema de seguridad: las tropas destinadas al frente no podían combatir en la guerra civil. Después de varias semanas de negociaciones, que supusieron algunas discrepancias entre Lenin y Trotsky, Rusia firmó la paz con las potencias centrales el 3 de marzo de 1918. El acuerdo para finalizar su participación recibió el nombre de Paz de Brest-Litovsk. Aunque mediante este tratado, Rusia pudo salir de una guerra sumamente impopular, el coste fue bastante alto, pues debió ceder Estonia, Letonia, Lituania, Ucrania, Georgia, Polonia y Finlandia.
- Represión política. El régimen bolchevique estableció un sistema de control político y represión que se mantuvo a lo largo de décadas, bajo líderes como Lenin y, más tarde, Josef Stalin. Esto incluyó la eliminación de opositores políticos y la censura de medios de comunicación.
- Cambios en la política internacional. La Revolución bolchevique tuvo un impacto significativo en la política internacional al inspirar movimientos comunistas en otros países. Después de la Segunda Guerra Mundial, se convertiría en el bloque comunista que enfrentó al bloque capitalista, encabezado por Estados Unidos, en la Guerra Fría.
Referencias
- La revolución de octubre de 1917. Recuperado de lacrisisdelahistoria.com.
- Bolcheviques en el poder. Recuperado de elpais.com.
- October Revolution. Recuperado de britannica.com.
- November 2017: The October Revolution in Russia. Recuperado de origins.osu.edu.
- The October Revolution. Recuperado de historytoday.com.