Rita Pérez Jiménez (1779-1861) fue una de las mujeres más destacadas de la independencia de México, siendo parte importante de numerosas batallas desde el principio de la revolución. Ha sido honrada en Jalisco por su papel en la lucha con los rebeldes a la Corona, de la cual su marido, Pedro Moreno, fue uno de los principales protagonistas.
Sacrificó muchas cosas por los ideales libertarios de su familia. Perdió a su marido en la lucha por la independencia, a varios de sus hijos o a su cuñado. Una de sus hijas fue secuestrada con solo dos años. También fue prisionera de los realistas.
Logró vivir para ser testigo de la independencia de México, pero no disfrutó de los bienes que poseía antes de unirse a la lucha. Tampoco recibió mayores ayudas por parte de los gobiernos locales.
En el fuerte del Sombrero, fortín donde se llegaron a ubicar los revolucionarios, estuvo a cargo de la comida de los integrantes de los ejércitos rebeldes. También se encargó de velar por la salud de muchos, pues curó las heridas de los combatientes.
Se le consideró como una de las piezas más importantes del movimiento independentista en la zona de Jalisco. Por esto, un siglo después de su muerte recibió el reconocimiento que merecía cuando se agregó su nombre en el Salón donde sesionan los diputados del estado Jalisco.
En pleno siglo XXI aún se le reconoce su labor. En 2010 que se decretó que los restos de Rita Pérez debían pasar a reposar en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. El monumento en Guadalajara celebra a todos los personajes que tuvieron importantes aportes para la historia de Jalisco.
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Biografía
Su nombre completo fue María Rita de la Trinidad Pérez Jiménez, siendo más conocida simplemente como Rita Pérez Jiménez, aunque algunos la recuerdan con su nombre de casada (de Moreno), por su matrimonio como el reconocido revolucionario Pedro Moreno.
Nació en Cañada del Cura, pueblo que hoy en día se llama Cañada de los Pérez. Su fecha de nacimiento fue el 23 de mayo de 1779 y llegó al mundo gracias a la unión entre sus padres: José María Pérez y Rafaela Jiménez.
Rita formó parte de una familia de buen nivel económico, siendo reconocidos hacendados de la zona. Se casó con Pedro Moreno cuando aún no había cumplido los 20 años y durante los primeros años vivieron sin mayores sobresaltos en Lagos. Todo cambio cuando Moreno decidió unirse a la lucha de los insurgentes a favor de la libertad de México.
La pareja tuvo varios hijos. Todos se trasladaron al fuerte del Sombrero y todos sufrieron las penurias y el asedio de las tropas realistas.
Figura independentista
Pedro Moreno se convirtió en uno de los personajes más importantes de Jalisco al integrar el movimiento a favor de la independencia cuando decidió unirse a la lucha en 1812. En su decisión arrastró con él a toda su familia. Rita Pérez decidió seguir a su marido y, junto a sus hijos, se trasladaron hasta el fuerte del Sombrero.
Aunque Rita Pérez no luchó técnicamente, pues nunca fue a batallas o disparó algún arma, tuvo un rol muy importante. Se encargó de administrar todo lo referente al fuerte del Sombrero. Se encargó de la comida, curó a los heridos en batalla y distribuyó ropa y bienes.
Sus hijos protagonistas
De los peores dolores que pudo sufrir Rita Pérez durante la guerra fue perder a sus hijos. Guadalupe, una de las hijas de Rita y Pedro, fue secuestrada por los españoles cuando estaba bajo el cuidado del sacerdote Ignacio Bravo. Los españoles le ofrecieron a la familia devolverle a su hija a cambio de que soltaran a algunos presos del ejército español.
Pedro Moreno rechazó el trato y contó siempre con el respaldo de su esposa. Durante años se creyó que Guadalupe había sido asesinada como represalia, pero lo cierto es que había sido puesta a resguardo de una familia española. Madre e hija se reencontraron años más tarde, cuando Rita Pérez fue puesta en libertad y México alcanzó la independencia.
Peor suerte correría en 1817 uno de los hijos de la pareja, el cual murió mientras luchaba contra el ejército español. Luis, que así se llamaba, para ese entonces solo tenía quince años. La pareja perdería a tres hijos más durante la lucha.
Escasez en el fuerte
Durante mucho tiempo, los habitantes del fuerte del Sombrero pasaron penurias por la falta de recursos básicos en el fortín. Los españoles siempre ofrecieron indultos para quien abandonara la lucha, pero Rita Pérez siguió fiel a sus ideales junto a su familia.
Ante la desesperación por la escasez, los líderes insurgentes dan la orden de evacuar el lugar, pero Rita siguió en el sitio porque se sintió incapaz de trasladar a sus hijos sin ser descubiertos por las tropas enemigas.
Prisión
Finalmente, los realistas tomaron el control del fuerte del Sombrero y Rita y sus hijos fueron convertidos en prisioneros de la Corona española. Estuvieron en varias cárceles y dos de sus hijos no fueron capaces de resistir al cautiverio.
Prudencia y Severiano fallecieron por la mala alimentación y las penurias sufridas en prisión. Rita también vio interrumpido su embarazo.
Se llegó a comunicar con su esposo a través de cartas. A Pedro Moreno le ofrecieron la opción de liberar a su familia si se entregaba, pero nunca aceptó abandonar la lucha revolucionaria. En prisión, Rita Pérez fue informada sobre la captura y sentencia a muerte de su esposo.
Libertad
Al final obtuvo la libertad, aunque su esposo había sido asesinado un par de años antes. La decisión fue responsabilidad de Juan Ruiz, representante del rey en esa zona de México. No le fueron retribuidas ninguna de sus propiedades que años antes le habían quitado.
Fue testigo de la consolidación de la independencia, hecho del que no fueron testigos muchos de los insurgentes a los que conoció y sirvió. Nunca reclamó reconocimientos por su lucha, ni por sus aportes a la libertad de la nación.
Vivió sin mayores sobresaltos hasta 1861, cuando murió el 27 de agosto con 82 años. En ese momento le sobrevivían tres de los nueve hijos que tuvo durante los tiempos de guerra.
Reconocimientos
Durante mucho tiempo la labor de Rita Pérez “pasó por debajo de la mesa”, y no ha sido hasta un siglo después de su muerte que empezaron los reconocimientos para honrarla. A pesar de ello, incluso hoy en día poco se habla de su papel en la revolución.
En la sala donde legislan los diputados de Jalisco están escritos los nombres de varios personajes históricos para la entidad. El nombre de Rita Pérez se agregó al muro de honor en enero de 1969.
Más tarde se le nombró Benemérita del estado y sus restos fueron movilizados al monumento de los Jaliscienses Ilustres. En ese lugar está una estatua de bronce en honor a su marido Pedro Moreno.
Referencias
- Cruz Lira, Lina Mercedes. Vecinos De Casa Poblada. Culagos Ediciones, 2014.
- García López, Ana Bélen. Las Heroínas Silenciadas En Las Independencias Hispanoamericanas. Megustaescribir, 2016.
- Hernández Padilla, Remberto. San Juan De Los Lagos Frente A Su Historia. Editorial Egida, 2001.
- Magisterio, Temas91-96. Sindicato Nacional De Trabajadores De La Educación, 1968, p. 39.
- Palacio, Celia del. Adictas A La Insurgencia. Punto De Lectura, 2010.