¿Qué es la ciudadanía democrática?
La ciudadanía democrática es la participación ciudadana, dentro del margen político, a la que tienen derecho todos los individuos que conforman una comunidad o un país, con la finalidad de contribuir con el desarrollo del bienestar común.
La ciudadanía y la democracia son dos conceptos que, en la actualidad, conforman el centro del pensamiento político. Por esta razón, están estrechamente vinculados. Desde un punto de vista lógico, se puede establecer que sin la existencia de la democracia tampoco sería posible la existencia de la ciudadanía.
La ciudadanía combina elementos universales, como lo son la búsqueda de la identidad colectiva y el acceso a la justicia. Por esto, la ciudadanía democrática busca salvaguardar los derechos tanto individuales como colectivos de una sociedad mediante la inclusión o la participación de los ciudadanos en las diferentes actividades políticas dirigidas por el Estado.
Historia de la ciudadanía y la democracia
La ciudadanía
Antes de la ciudadanía, se fomentó en primera instancia el concepto de nacionalidad. Esta noción remite instantáneamente al sentido de pertenencia que generalmente desarrolla un individuo que ha nacido en un lugar determinado.
Esto quiere decir que elementos como la nacionalidad, los valores patrios y el sentido de pertenencia, entre otros, son los que permitieron el desarrollo de la ciudadanía democrática.
El origen de la ciudadanía —como concepto y como hecho histórico— se remonta a la antigua Grecia, específicamente a partir del siglo V a.C., momento en el cual surgió el primer modelo de gobierno democrático.
Esto trajo consigo la invención de la polis, lo que permitió delimitar los territorios en pequeñas comunidades e introdujo la concepción del individuo como ciudadano.
Los ciudadanos estaban obligados, por una especie de deber superior, a participar de la vida pública y política. De allí que Aristóteles dijese su famosa frase “el hombre es un animal político (zoon politikon)”, refiriéndose a la capacidad humana de organizarse y vivir en la polis, es decir, en las ciudades.
No toda la población era ciudadana: solo los hombres libres, hijos de madres y padres atenienses, que pagaban impuestos y cumplían con el servicio en el ejército. Muchos eran agricultores o comerciantes. Estaban excluidos las mujeres, los niños y los esclavos.
Por supuesto, esta noción ha cambiado con el tiempo. La ciudadanía actualmente abarca a todos los seres humanos que forman parte de un país democrático.
La democracia
En cuanto a la democracia, esta también surgió durante el siglo V a.C. La etimología de esta palabra quiere decir “gobierno del pueblo”, lo que indica que se trata de un gobierno que es controlado y dirigido por el pueblo (en la Grecia antigua, el formado por los ciudadanos).
La democracia moderna nació entre los siglos XVII y XVIII, con la abolición de la esclavitud durante el siglo XIX y el advenimiento del sufragio universal, aunque este último no incluyó a las mujeres hasta entrado el siglo XX, en casi todos los países.
Características de la ciudadanía democrática
- Responsabilidad ciudadana: ejercer los derechos de una ciudadanía democrática implica que se debe actuar de manera responsable. Por lo tanto, los ciudadanos deben participar en la búsqueda y el entendimiento del interés colectivo. Además, los ciudadanos democráticos deben velar por el cumplimiento tanto individual como colectivo de algunas metas básicas que contribuyen a conseguir el desarrollo de la sociedad. Por ejemplo, los individuos deben velar por la educación tanto propia como la de sus hijos.
- El derecho al voto: uno de los elementos fundamentales que caracteriza a la ciudadanía democrática es que los ciudadanos deben ejercer su derecho al voto a partir de la mayoría de edad (que puede variar dependiendo de las leyes de cada país). También tienen el derecho a participar en los asuntos políticos del Estado y pueden postularse para cargos de elección popular.
- Instauración de diálogos: una ciudadanía democrática también se caracteriza por permitir el diálogo, creando un espacio en el que se gesta la tolerancia, pero que también permite la realización de un debate plural. El diálogo permite que se lleven a cabo las acciones conjuntas necesarias que contribuyan a las mejoras colectivas. A su vez, los ciudadanos deben mostrar respeto por la opinión de los demás. Una ciudadanía democrática ejercida responsablemente refuerza los valores patrios y demuestra la dignidad de cada individuo.
- Igualdad ante la ley: la ciudadanía democrática en la actualidad plantea que todos los individuos que conforman un país o una región poseen igualdad jurídica, lo que establece que no hay distinción entre raza, género o filiación. Todos los ciudadanos y ciudadanas son iguales ante la ley y tienen la facultad de participar sanamente en cualquier actividad o propuesta política perteneciente al Estado. Claro está, las condiciones de esta participación dependerán de las tradiciones de cada país.
Ejemplos de ciudadanía democrática
Votar en las elecciones
La ciudadanía democrática se basa en la democracia. Esto significa que todo ciudadano, llegada su mayoría de edad, tiene derecho a votar al candidato o candidata de su elección, libremente.
Libertad de expresión
Un ciudadano, al ejercer su derecho a la libertad de expresión, está haciendo uso de la ciudadanía democrática. Este derecho implica el respeto a las ideas y opiniones ajenas. Todos podemos decir lo que pensamos, respetando a los demás.
Postularse a cargos de elección popular
Cualquier individuo, dependiendo de las leyes de su país, puede participar de la vida pública y política de su comunidad.
Manifestar, protestar y hacer huelgas
Los ciudadanos que no están de acuerdo con las políticas del Estado pueden unirse y protestar contra ellas, y hacer huelgas (como Greta Thunberg). Lógicamente, dentro del estado de derecho y respetando la Constitución.
Denunciar abusos de poder
Es otro ejemplo de la ciudadanía democrática. Cualquier ciudadano, haciendo uso de su libertad de expresión, y aportando pruebas, debería poder denunciar los abusos o corrupción de las autoridades, sin tener miedo a represalias.
Referencias
- Ciudadanía y democracia. Recuperado de biblio.ine.mx.