¿Qué es la bandera de Italia?
La bandera de Italia es el símbolo patrio de este país miembro de la Unión Europea. El pabellón está conformado por tres franjas verticales de colores verde, blanco y rojo, en ese orden. La bandera es oficial en el país desde 1946, pero la composición de colores había sido usada por el Reino de Italia desde 1861. No obstante, los orígenes de la bandera datan de 1797.
Italia no existió como Estado unificado hasta 1861. Antes de eso, en el territorio ondearon diferentes símbolos. El origen de los colores viene de las primeras escarapelas italianas en el siglo XVIII. En un primer momento, su origen se inspiró en la Revolución francesa y su tricolor.
El verde en las primeras escarapelas simbolizó los derechos naturales, la igualdad y la libertad. Posteriormente, la bandera adquirió un significado menos épico, representando el verde la esperanza, el blanco la fe y el rojo, el amor.
La bandera italiana pasó a representar a toda la península en la Unificación de Italia. Tanto la monarquía como el fascismo les agregaron símbolos inherentes a esos sistemas.
Historia de la bandera de Italia
El Estado italiano unificado era un propósito desde muchos siglos antes de su concreción. El territorio se solía dividir entre diferentes reinos en el norte del país, los Estados Pontificios en la parte central y el Reino de las Dos Sicilias, dependiente de la casa de Borbón, en el sur de la península y la isla de Sicilia.
Inspiración francesa
Desde un primer momento, la inspiración de la bandera italiana fue la francesa, surgida tras la Revolución a finales del siglo XVIII. Los colores de la Revolución francesa llegaron a través de las escarapelas.
La bandera francesa azul, blanca y roja se convirtió en un referente para los jacobinos italianos. Parte de la población italiana comenzó a confeccionar escarapelas de color verde, blanco y rojo, en medio de una confusión sobre los colores que se usaban en Francia, propiciada por la información publicada en las gacetas.
Posteriormente, los jacobinos se sintieron cómodos con la elección del verde al representar los derechos naturales, así como la naturaleza, la igualdad y la libertad.
Origen de la bandera
El primer registro de una bandera tricolor fue al momento de la llegada de Napoleón Bonaparte a la península italiana. Esto se produjo en la Campaña de Italia (1796-1797), cuando tropas francesas se enfrentaron al Sacro Imperio Romano Germánico y a los Estados Pontificios.
Durante este conflicto, los jacobinos italianos participaron junto a las tropas napoleónicas. Al ganar los franceses, en toda la península se formaron diferentes Estados, como la República piamontesa, la República cispadana, la transpadana, o la romana.
Piamonte fue el primer territorio en ser conquistado por Bonaparte. En el archivo histórico del municipio piamontés de Cherasco existe un documento que afirma que el 13 de mayo de 1796 y tras un intercambio territorial, comenzó a usarse un estandarte con los tres colores actuales.
Legión Lombarda
El concepto de una bandera para Italia unificada llegó de la mano de los franceses. Aunque en un principio hubo reticencia al adoptarlo al ser la bandera que había llevado un ejército extranjero, con el tiempo se convirtió en un símbolo de solidez. La primera bandera tricolor de carácter oficial llegó también por orden francesa.
El 11 de octubre de 1796, Napoleón decretó la creación de la Legión Lombarda, una unidad militar para administrar Lombardía, en el marco de la República transpadana.
Su bandera de guerra, propuesta por Napoleón, fue un tricolor verde, blanco y rojo con el símbolo del nuevo estado en el centro. Este se conformó por la inscripción Legione Lombarda, una corona de roble con un gorro frigio con un símbolo masónico.
Con el triunfo de los revolucionarios, en muchas ciudades comenzaron a usarse tricolores como símbolo del nuevo movimiento que vivía la península.
República cispadana
Las tropas napoleónicas depusieron la monarquía en Módena y Reggio, ante lo que se proclamó en agosto de 1796 la República Reggiana. Su bandera era el mismo tricolor actual francés. Ante la victoria en el norte, Napoleón propuso a las ciudades cispadanas reunirse en un congreso.
En diciembre de ese año, representantes de las distintas ciudades aprobaron la carta constitucional de la República cispadana, con territorios en Bolonia, Ferrara, Módena y Reggio Emilia. Tras la creación de este nuevo Estado se tomaron distintas decisiones, entre ellas, la elección de una nueva bandera.
Giuseppe Compagnoni, considerado hoy como el padre de la bandera, promovió un tricolor verde, blanco y rojo. La bandera se presentó con franjas horizontales con el rojo en la parte superior. En el centro hubo un escudo con las iniciales R y C. Las cuatro flechas del escudo representaron las cuatro ciudades que conformaron al país.
República cisalpina
La popularidad de esta bandera fue creciendo de manera sostenida en diferentes ciudades como Venecia, Brescia o Padua. En 1797 la República cispadana se unió con otro Estado satélite bonapartista (la República transpadana). Eso conllevó a la creación de la República cisalpina, transformada en uno de los Estados más fuertes de la península italiana, con capital en Milán.
El 11 de mayo de 1798 el Gran Consejo de esta república aprobó un tricolor con los colores verticales. La bandera comenzó a ganar notoriedad y a ser defendida con ahínco por tropas militares.
República italiana (1802-1805)
El Estado satélite de la República cisalpina se transformó en la República italiana en 1802. A pesar de su nombre, este Estado solo heredó los territorios de su antecesora en el norte de la península.
Con la creación del nuevo Estado y la proclamación de Napoleón Bonaparte como su presidente, se aprobó una nueva bandera. Esta consistió en un cuadrado rojo dentro del que se presentó un rombo blanco, conteniendo en su interior un cuadrado verde. Este cambio fue impulsado por el vicepresidente del país, Francesco Melzi d’Eril, que pretendía eliminar el verde del pabellón.
Reino de Italia (1805-1814)
Bonaparte se coronó emperador en Francia y eso generó un cambio del régimen político en su Estado satélite italiano. Así, la República italiana se transformó en 1805 en el Reino de Italia, teniendo como monarca a Napoleón. El cambio de forma de estado modificó la percepción de los símbolos, pues fue reintroducido de manera gradual y sostenida el tricolor francés.
El Reino de Italia mantuvo un símbolo propio, con la misma composición que la bandera republicana. A esta se le añadió un águila dorada con la letra N, representando a Napoleón.
Retorno al absolutismo
Europa presenció el fin de Napoleón Bonaparte, y con él, la caída del vasto imperio que había formado en el continente. Esto produjo el regreso al absolutismo monárquico.
Al caer el Estado satélite bonapartista en la península, el tricolor italiano pasó a la clandestinidad. Desde entonces, comenzó el proceso de la Unificación de Italia, o Risorgimento (Resurgimiento).
Giovine Italia
Aunque no existe consenso histórico, se piensa que la reanudación en el uso del tricolor fue el 11 de marzo de 1821 en los motines piamonteses. Otra manifestación importante fue en la Giovine Italia (Joven Italia), surgida por unos motines entre 1830 y 1831, liderados por Ciro Menotti.
El propósito de este movimiento era formar un Estado único en la península, con un monarca escogido por un congreso. Giuseppe Mazzini dotó a este movimiento revolucionario de una bandera tricolor con franjas horizontales. En la franja blanca se añadió la inscripción UNIONE, FORZA E LIBERTA’! (Unión, Fuerza y Libertad)
Fue el simbolismo de la bandera de Mazzini por el que el tricolor italiano logró tener más popularidad en la península y comenzó a conocerse en la parte central. Por ejemplo, el padre de la patria, Giuseppe Garibaldi, llevó consigo esta bandera cuando partió al exilio. Y se usó en muchas revueltas e insurrecciones contra los distintos gobiernos y estados.
Primavera de los pueblos
La historia política italiana dio un giro de 180 grados con las revoluciones de 1848. Estos movimientos se desarrollaron por toda Europa contra los absolutismos gobernantes, y en la península italiana se vivieron con particular intensidad.
La bandera tricolor italiana tuvo particular relevancia en las cinco jornadas de Milán, en las que insurrectos se enfrentaron al gobierno dirigido por el Imperio austríaco. El tricolor fue la bandera oficial del Gobierno provisional de Milán, de breve duración.
Reino de Cerdeña
El 4 de mayo de 1848 se firmó en Turín el estatuto albertino. Fue la ley fundamental de esta monarquía, dirigida por la Casa de Saboya. Ese estatuto acogió tras su primera modificación la composición de la primera bandera, pues el color azul que identificaba a este país cambió al verde, blanco y rojo.
El rey Carlos Alberto de Saboya, durante la primera guerra de independencia de Italia, decidió usar la bandera tricolor con el escudo de su dinastía en la parte central. Lo hizo para generar confianza en los lombardos, cuyo gobierno era austríaco, y lograr la unión italiana. Se convirtió en la bandera oficial del Reino de Cerdeña.
Reino de las Dos Sicilias
El rey Fernando II de Borbón promovió un cambio constitucional en 1848, en el que incluyó una modificación en el pabellón. Tradicionalmente, el Reino de las Dos Sicilias había usado el color blanco como distintivo de la casa Borbón, pero los colores rojo y verde fueron añadidos en forma de marco. El símbolo mantuvo el escudo borbónico sobre fondo blanco en el centro.
República de San Marcos
La República de San Marcos se proclamó independiente en 1848, librándose del dominio austríaco. Su bandera también adoptó el tricolor italiano, con el león alado en el cantón, como símbolo de Venecia.
Gran Ducado de Toscana
En el Gran Ducado de Toscana, el gran duque Leopoldo II de Habsburgo-Lorena decidió no adoptar la bandera tricolor tras el cambio constitucional de 1848, aunque la incorporó para las milicias. Sin embargo, tuvo que hacerlo por recibir muchas presiones, con el escudo del país en la parte central. Su uso se mantuvo hasta la primera guerra de independencia en 1849.
República Romana
La parte central de la península estaba ocupada por los Estados Pontificios. En 1849 se constituyó la República Romana, que depuso la autoridad del papa. Su bandera era el tricolor italiano con la inscripción Dio e Popolo (Dios y Pueblo) en el centro. La duración de esta república fue efímera, pues las tropas francesas la acabaron tras cinco meses.
Segunda guerra de independencia
Tras el intento revolucionario de 1848, el único lugar donde perduró el pabellón tricolor fue en el Reino de Cerdeña. El sentimiento reunificador aumentó, hasta que en enero de 1859 el Reino de Cerdeña entró en guerra con el Imperio austríaco, lo que posteriormente sería la segunda guerra de independencia.
El tricolor comenzó a ondear conforme las tropas del Reino de Cerdeña avanzaron. Por ese motivo, en Florencia se usó la bandera tricolor tras la partida del gran duque hasta que fueron anexados a Cerdeña en 1860. Rápidamente la bandera se popularizó en las regiones de Italia central, aunque demoró más en las ciudades grandes.
La guerra acabó con el control de la península por parte de las tropas de la casa de Saboya lideradas por Giuseppe Garibaldi, así como de la isla de Sicilia. No obstante, el monarca borbón intentó volver a ganarse el apoyo de la población cambiando su bandera a la tricolor, pero manteniendo el escudo en la parte central.
Reino de Italia
El 17 de marzo de 1861 se proclamó el Reino de Italia, nombrando como monarca al entonces rey de Cerdeña, Víctor Manuel II. El tricolor con el escudo de la casa de los Saboya siguió siendo el símbolo nacional, aunque ahora se usaba en unas dimensiones más rectangulares.
En 1866 se produjo la tercera guerra de independencia. En ella, el Véneto se incorporó al Reino de Italia. Finalmente, las tropas del Reino de Italia ocuparon Roma en 1870 y la ciudad se transformó en la capital del país en 1871.
Desde el 6 de julio de ese año, la bandera tricolor ondea en el Palacio del Quirinal, sede de la jefatura del Estado. Eso implicó la total unificación de la península italiana. De forma ininterrumpida, la bandera estuvo hasta las horas finales de la Segunda Guerra Mundial.
El símbolo nacional italiano se consolidó de forma indiscutible con el tiempo, al representarse en guerras, platos de comida, uniformes deportivos e incluso celebrando su primer centenario en 1897.
Fascismo y Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial fue el único escenario que trastocó definitivamente el sistema político italiano imperante, y con él, sus banderas. Antes de eso, la dictadura establecida por Benito Mussolini en el país había resignificado la bandera italiana, que comenzó a enarbolarse junto con banderas negras, propias del fascismo.
A pesar de haber desplazado el protagonismo de la bandera, en 1923 y 1924 se emitieron leyes para establecer al tricolor como bandera oficial del Reino de Italia. Además, el fascismo impuso homenajes a la bandera con el saludo romano. También se comenzó a usar en la nueva conquista colonial en África: Etiopía.
La monarquía de los Saboya fue tolerante y partícipe de las actuaciones de Benito Mussolini en el poder. Por ello, su escudo siempre se mantuvo en la bandera hasta 1943. Ese año se firmó el Armisticio de Cassibile, por el que el Reino de Italia depuso sus armas ante los aliados.
República Social Italiana
Con el apoyo del ejército nazi, Mussolini logró recuperar parcialmente el territorio ante la rendición de la monarquía. De esa forma nació la República Social Italiana, también conocida como República de Saló.
Este estado mantuvo la bandera tricolor como símbolo nacional, pero su bandera de guerra fue la más difundida. En este símbolo se incluyó a un águila imperial romana de color negro sobre un fascio de color mostaza.
Comité de Liberación Nacional
La resistencia italiana se articuló de diferentes maneras. Una de ellas fue el Comité de Liberación Nacional, establecido a partir de 1943 y disuelto en 1947. Esta organización tuvo carácter político y militar y usó también una bandera tricolor, pero en su parte central incluyeron una estrella con las siglas CLN.
República italiana
El final de la Segunda Guerra Mundial en Italia conllevó el cambio de sistema político. A través de un referéndum, la monarquía se abolió y nació la República italiana. El 19 de junio de 1946, a través de un decreto del presidente del consejo de ministros, se cambió la bandera italiana, eliminando el escudo de los Saboya.
En la comisión para la constitución que se encargó de la redacción de este texto se planteó la incorporación de un nuevo escudo en la parte central, pero no se concretó. Finalmente, la bandera se incluyó en el artículo 12 de la Constitución de la República italiana, que se aprobó sin mayores debates.
Cambios de tonalidad
La única definición oficial de la bandera italiana fue la establecida en el artículo 12 de la constitución, lo que generó confusiones en las tonalidades de los colores. En 2002, un eurodiputado italiano notó que el rojo de la bandera era más similar al naranja. Por ello, el gobierno estableció ese mismo año los colores oficiales.
La bandera de 2002 incluyó un verde prado brillante, un blanco leche y un rojo tomate. Todos tuvieron un color específico en la escala Pantone.
En 2004 se produjo un nuevo cambio en la bandera nacional. El verde pasó a ser verde helecho, acompañado de un blanco brillante y un rojo escarlata. Estas tonalidades son las que se mantienen vigentes en la actualidad.
Significado de la bandera italiana
La historia de los colores de la bandera italiana es larga y sus significados han sido diversos. Su origen en la escarapela trató de representar los ideales de libertad de la Revolución francesa, al pensar muchos que esa era la bandera que se usaba en ese movimiento. En ese caso, el blanco era el color de la monarquía mientras que el rojo y el azul eran los que identificaban a la ciudad de París.
En las escarapelas la interpretación de los colores varió, pues los derechos naturales pasaron a ser el mayor representante del color verde, con la igualdad y la libertad. Durante el período napoleónico, las banderas tricolores representaron esperanza en el verde, fe en el blanco y amor en el rojo.
Como es costumbre en las banderas nacionales, el pabellón italiano también tiene una interpretación referida a sus paisajes. Ella le asigna al color verde la representación de los prados. En cambio, el blanco sería la nieve de las montañas, y el rojo, también como es tradicional, representaría la sangre vertida por los soldados italianos en los múltiples conflictos que el país ha atravesado.
Referencias
- Canella, M. Armi e nazione. Dalla Repubblica Cisalpina al Regno d’Italia (1797-1814). FrancoAngeli: Milán, Italia.
- Colangeli, O. Simboli e bandiere nella storia del Risorgimento italiano. Patron. Recuperado de 150anni.it.