¿Quién fue Egberto de Wessex?
Egberto (771-839) fue un rey de Wessex desde 802 hasta 839, que provenía de una estirpe real. Fue exiliado en una acción planeada por Beorhtric, rey de Wessex, y Offa de Mercia, rey de Mercia, por pretender el poder, aunque retornó en 802. Su exilio transcurrió en el Imperio franco, en la corte de Carlomagno, donde se supone que estuvo trece años, antes de que fuera coronado rey de Wessex.
El exilio de Egberto se produjo por constantes tensiones entre Wessex y Mercia, en un momento en el que Beorhtric se casó con la hija de Offa de Mercia. La unión conseguía unir a dos dinastías que siempre habían estado en conflicto, eran fervientes rivales y esto llevó a Egberto al exilio, pues no le quedaba otra opción viendo sus pretensiones al trono perdidas.
Se le considera el fundador de la actual familia real británica, y su nieto Alfredo el Grande fue coronado como rey de los anglosajones (en el 886), y luego su otro nieto Ethelstan pudo unificar toda la Heptarquía Anglosajona en el único reino de Inglaterra.
Biografía del rey Egberto histórico
Derrota de Mercia
La historia reconoce al rey Egberto como la persona capaz de llevar el reino de Wessex a la cabeza de la Heptarquía Anglosajona, nombre dado antiguamente al conjunto de reinos del centro, sur y este de la isla de Gran Bretaña, con lo que le arrebató a Mercia el poder que ostentaba entre los siete reinos anglosajones de la época.
Aunque se desconocen datos precisos de los primeros años de su reinado, se supo que mantuvo el reino con total independencia de los poderosos mercianos, el reino vecino. Hacia 825, en la batalla de Ellandum, logró derrotar a Beornwulf de Mercia y logró tomar el control que antes ejercía Mercia sobre todo el sureste de Inglaterra.
Logró gobernar Mercia directamente derrotando a Wiglaf en 829. La derrota no duró mucho, pues Wiglaf volvió a recuperar el trono un año después. Sin embargo, retuvo el control de territorios como Sussex, Surrey y Kent, que luego entregó a su hijo para que los gobernara.
El reinado
Fue en 802, cuando murió Offa de Mercia, que Egberto alcanzó el trono de Wessex, gracias al apoyo del papado y de Carlomagno. Los Hwicce, el día de su coronación, lo atacaron: formaban parte de un reino independiente que estaba en Mercia. Más adelante, los Hwicce fueron derrotados y se desconocen datos precisos del reinado en los años posteriores.
Hacia 815 la Crónica anglosajona, una de las fuentes más fidedignas, aseguró que Egberto asoló gran parte del territorio británico, incluida Dumonnia, que, según, era Gales del Este. Diez años más tarde, en 825, la Crónica aseguró que Egberto estaba acampando en dicho territorio.
Fin del dominio de Mercia
La batalla de Ellendum marca un punto importante en la historia porque puso fin a la dominación de Mercia al sur de Inglaterra, y fue en 825 cuando Egberto logró derrotar a Beornwulf de Mercia.
La Crónica anglosajona cuenta que Egberto envió a su hijo Ethelwulfo, a un obispo y a una gran tropa a Kent. Luego el hijo de Egberto llevó al rey de Kent al norte del Támesis y la gran mayoría de hombres en Kent, Essex, Surrey y Sussex se rindieron a Ethelwulfo.
Egberto expulsó de Essex al rey Sigeredo en 829, aunque la fecha puede no ser exacta. Se intuye, porque según varios historiadores ese año Egberto hizo una campaña contra los mercianos.
Anglia Oriental
El agresor en la batalla de Ellendum pudo haber sido Beornwulf, porque el territorio del sur estaba bajo amenaza y las conexiones entre Wessex y Kent eran una posible amenaza para usurparle a Mercia la hegemonía de dichos territorios.
Las consecuencias se vieron en que los anglos orientales tuvieron que pedirle protección a Egberto. En 826 Beornwulf invadió Anglia Oriental, pero luego lo mataron y su sucesor, Ludeca de Mercia, invadió de nuevo un año más tarde.
Derrota de Wiglaf, rey de Mercia
Al invadir Mercia en 829 expulsó al entonces rey Wiglaf, tras lo cual se hizo con el control de la Ceca de Londres y pudo emitir monedas como rey. Más tarde aparece como bretwalda, “Gran gobernante”, en un fragmento de la Crónica anglosajona. Y en 829 los pobladores de Dore se rindieron a él. Antes, sin embargo, Egberto había entrado a Northumbria y la saqueó.
Uno de los puntos culminantes de su influencia en tierras galesas fue en 830, cuando dirigió una operación bastante exitosa. Lo que pretendía Egberto era extender la influencia de Wessex sobre Gales, que antes había estado en la órbita merciana.
Apoyo carolingio
El apoyo carolingio sirvió de apoyo militar a Egberto, aunque se sabe que las redes comerciales sufrieron gran deterioro en la década de 820. También se menciona que Luis el Piadoso, quien apoyaba a Egberto, en 830 sufrió una rebelión que desencadenó conflictos internos.
Las victorias militares de Egberto marcaron la historia política de Inglaterra. Fue el fin de la independencia de Kent y Sussex. Aunque el subrey era Ethelwulfo, tenía su propia casa y siempre acompañaba a Egberto a todas partes. En 836 los daneses derrotaron a Egberto, aunque dos años más tarde los derrotó a ellos y a los galeses en la batalla de Hingston Down.
Muerte
El rey Egberto murió en 839 con un testamento en el que, según su nieto, Alfredo el Grande, dejó tierras únicamente a los hombres de su familia, evitando con ello que los bienes se repartiesen a través de uniones matrimoniales.
Se ganó el apoyo de la iglesia porque su trono dejó grandes riquezas. Igualmente se dijo que había realizado algo que nadie había logrado antes, y era que su hijo, sucesor de la corona, accediera al trono de forma tranquila, pues la familia real siempre tuvo diversas disputas de poder.
El rey Egberto fue enterrado en Winchester, donde también fueron enterrados tanto su hijo, como su nieto Alfredo el Grande, y el bisnieto Eduardo el Viejo.
Egberto en la serie Vikingos
El rey Egberto, en Vikingos, es un hombre mundano y ambicioso, que se formó en la corte del emperador Carlomagno. Tiene mente abierta, con mucha fuerza y resolución para usar sus cualidades en momentos decisivos. Ante la invasión vikinga, y luego de conocer a Ragnar Lodbrok, se desarrolló entre ellos una gran amistad.
Personalidad
El rey Egberto se vale de una máscara de amabilidad y comprensión para ocultar su cara menos confiable, la de un ser ambicioso, sin escrúpulos y egoísta. No le preocupa nadie, incluso está dispuesto a sacrificar a su propio hijo con tal de conseguir lo que desea.
Buen trato a Athelstan
Conocer a Athelstan fue para Egberto una especie de revelación. Tuvo por él una profunda amistad, y lo consideró siempre un hombre santo, a pesar de que Athelstan tuvo relaciones con Judith, fruto de las cuales nacerá Alfred, que para Egberto será su nieto preferido.
Temporada 2
Después de salvar a Athelstan de su crucifixión, el rey Egberto lo considera como un espíritu afín. Lo designa para que custodie sus tesoros de antiguas reliquias romanas y documentos. Gracias a eso, Athelstan traduce diversos pasajes de la Guerra de las Galias, de Julio César, que le permitirán a Egberto tácticas innovadoras para vencer al ejército vikingo.
En ese enfrentamiento, Rollo cae herido, y Athelstan lo recoge y lo protege, explicándole a Egberto que es el hermano de Ragnar. La negociación fue buena para ambas partes, pues Ragnar consigue que Egberto les ceda una buena porción de tierra, donde podrán establecerse algunos vikingos (a cambio de que no ataquen más), y Egberto logró que parte del ejército vikingo luche a su lado para recuperar el trono de Mercia para la princesa Kwenthrith.
Temporada 3
Egberto se reúne con los vikingos para elaborar las condiciones de un acuerdo. Les explica que deben luchar para devolver Kwenthrith al trono de Mercia. Athesltan y Lathgertha se quedan para trabajar las tierras de Egberto mientras Ragnar y los demás salen a luchar por Mercia.
Athelstan ha comenzado a interesarse por Judith, y Egberto espera que esta nueva relación lo haga quedarse en Wessex (si bien Judith es la esposa de su hijo). Por su parte, el rey y Lathgertha tienen relaciones, y él se enamora un poco de ella. Trata de convencerla para que se quede, pero ella no acepta.
Temporada 4
Egberto envía a su hijo para proteger a Kwenthrith de una rebelión. Sin embargo, ella se da cuenta de que el rey solo desea el reino de Mercia para él, pero ella finalmente muere.
Ragnar ha vuelto a Inglaterra con su hijo Ivar, pero Ethelwulfo lo capturó y está preso en el castillo. Egberto, furioso con Ethelwulfo, pasa toda la noche hablando con Ragnar.
Egberto siente una gran admiración por Ragnar, y cuando este le pide que lo mate, no puede hacerlo. Así que Ragnar le explica que lo entregue a Aelle, pues este rey juró matarlo, y así Egberto no tendrá responsabilidad en su muerte.
Egberto se da cuenta de la estrategia de Ragnar, pues así sus hijos podrán regresar y vengarlo. Ragnar le promete que sus hijos no atacarán Wessex, así que Egberto acepta y perdona a Ivar.
Después de que el rey Aelle mata a Ragnar, Egberto está devastado. Decide coronar a Ethelwulf en secreto. Los hijos de Ragnar, efectivamente, han vuelto, dispuestos a vengar la muerte de su padre. En su despedida, Ragnar le dice a Ivar que deben matar a Aelle, pero también a Egberto, y que arrasen con todo, sin piedad.
Egberto decide quedarse en el castillo, junto con el obispo, y ante la llegada de Björn, hace un trato. La intención es detener a los vikingos para tener tiempo de evacuar a toda su familia. Engaña a los hijos de Ragnar con una cesión de tierras firmada por él (pero ya no es rey, así que no tiene validez) y logra que le dejen suicidarse, cosa que hace en el baño de su antiguo castillo romano, tal y como lo hacían los romanos: abriéndose las venas.
Referencias
- Egbert. Recuperado de newadvent.org.
- Egberto. Recuperado de vikings.fandom.com.
- Egbert. King of Wessex. Recuperado de britannica.com.