¿Qué es la basura electrónica?
La basura electrónica, chatarra electrónica o desechos electrónicos, es todo tipo de aparatos eléctricos y electrónicos o componentes de estos, desechados por haber finalizado su vida útil. Este tipo de desechos representa un problema creciente en el mundo tecnológico actual.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que anualmente 50 millones de aparatos eléctricos se convierten en basura electrónica en el mundo. De esta cantidad, el 32% lo producen EE.UU. y China, los países con economías más grandes.
La chatarra electrónica incluye una gran variedad de materiales, como plásticos y diversos metales. Entre estos están los electrodomésticos (lavadoras, licuadoras, planchas, etc.), lámparas, luminarias y equipos de sonido.
También se incluyen como basura electrónica herramientas eléctricas y equipos de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y sus accesorios y consumibles.
Existe una clasificación de los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) o en inglés WEEE (Waste Electrical and Electronical Equippament), que incluye siete categorías, entre las que están los aparatos de intercambio de temperatura, monitores y pantallas y paneles fotovoltaicos grandes.
La basura electrónica causa un impacto ambiental negativo, principalmente vinculado a los metales pesados que libera al ambiente. Igualmente, los plásticos que componen cubiertas y otras partes también representan una fuente de contaminación.
Algunos aparatos, como acondicionadores de aire y refrigeradores, emiten gases dañinos al ambiente (de efecto invernadero).
Los metales pesados liberados por la basura electrónica, como plomo, cadmio, arsénico y mercurio, causan graves problemas de salud a los seres humanos. Este mismo efecto lo tienen las dioxinas liberadas por los plásticos, particularmente cuando se someten al fuego en los vertederos.
Una alternativa para reducir la basura electrónica es la reutilización y reciclaje, de modo que los aparatos electrónicos pueden repotenciarse o se puedan extraer partes reutilizables. Por otro lado, estos equipos pueden ser reciclados para obtener metales y plásticos como materias primas.
Los métodos de reciclaje dependen del tipo de aparato electrónico y de lo que se pretenda recuperar. Se puede desde desmontar y cortar piezas a mano o con robots especializados, hasta someter a criogénesis con nitrógeno líquido y pulverizar el equipo.
En el mundo hispano se hacen importantes avances en el reciclaje de la basura electrónica, la cual es un problema creciente tanto en España como en Hispanoamérica. En España se produce anualmente casi un millón de toneladas de basura electrónica y solo se recicla el 22%.
En Latinoamérica, México ocupa el tercer lugar en producción de basura electrónica, después de Brasil y Colombia.
Características de la basura electrónica
– Composición variada. Abarca una amplia gama de dispositivos electrónicos y eléctricos, como computadoras, móviles, electrodomésticos, televisores, cámaras, juguetes electrónicos, baterías, etc. Estos productos suelen contener materiales valiosos y componentes tóxicos.
– Obsolescencia programada. Estos dispositivos tienen una alta tasa de sustitución, debido a los avances tecnológicos, que obligan al consumidor a desechar un equipo considerado “viejo”.
– Poca reciclabilidad. La basura electrónica tiene una baja reciclabilidad, pues la extracción de sus componentes valiosos puede ser complicada. Sin embargo, es preciso acometerla para reducir los niveles de contaminación.
– Cantidad creciente. El volumen de esta basura está en constante crecimiento, desafiando los sistemas de gestión de residuos.
– Impacto global. Con frecuencia, los desechos electrónicos se envían a países en desarrollo para procesarlos. En estos lugares, la gestión de residuos no suele ser adecuada o muy estricta, por lo que el impacto que ocasionan es en todo el mundo.
Componentes de la basura electrónica
La basura electrónica incluye todo tipo de equipos eléctricos y partes que los integran, que en muchos casos alcanzan una alta complejidad. Por tanto, contienen desde un amplio número de pequeñas piezas interrelacionadas hasta una gran variedad de materias primas empleadas en su fabricación.
En general, en la mayoría de los equipos que componen la basura electrónica, el 50% es hierro y acero y un 20% plástico. Los otros componentes están formados por un amplio espectro de materiales (plásticos, vidrio, cerámica, otros metales).
- Metales pesados. Los equipos electrónicos incluyen piezas con plomo, cobre, níquel, aluminio, cadmio, plata y cromo, entre otros. También contienen tantalio, wolframio, estaño, oro y cobalto, conocidos como “metales de conflicto” (por los conflictos generados en las zonas de producción para lograr su control). Un móvil incorpora en su fabricación numerosos metales, como cobre, oro, plata, hierro, níquel, zinc, rodio, paladio, berilio y magnesio. También están presentes el molibdeno, vanadio, cobalto, carbonato de calcio, carbonato de sodio, mica, talco, boratos, caolín, wollastonita, cuarzo y feldespatos.
- “Tierras raras”. Son materiales raros de encontrar en la naturaleza en su forma pura, que forman parte de móviles y televisores, como el lantano y el samario.
- Plásticos y sus aditivos. Por su versatilidad y resistencia, el plástico es un componente presente en todos los ámbitos del diseño y construcción. Todos los equipos electrónicos tienen una proporción importante de distintos tipos de plásticos.
- Retardantes de llama bromados. Son sustancias que se aplican a diversos equipos para reducir las probabilidades de incendio y se utilizan en móviles y ordenadores.
- Baterías y pilas. Un componente clave en muchos de estos equipos son las baterías o pilas, las cuales una vez desechadas se convierten en elementos altamente contaminantes.
Tipos de basura electrónica
En España, a partir del 15 de agosto de 2018, los aparatos eléctricos y electrónicos (y por extensión sus desechos) se clasifican en 7 categorías. Según lo dispuesto en el Real Decreto 110/2015, estas nuevas categorías son:
- Aparatos de intercambio de temperatura. Se incluyen los distintos tipos de aparatos acondicionadores de aire, los condensadores, deshumificadores y refrigeradores.
- Monitores y pantallas. Abarca televisores tanto LED como antiguos de tubos catódicos, monitores de circuito cerrado, de ordenadores y aparatos con pantallas de superficie superior a 100 cm².
- Lámparas. Lámparas de descarga (mercurio), lámparas fluorescentes, lámparas de sodio y lámparas LED.
- Grandes aparatos. Hace referencia a aparatos electrónicos con dimensiones exteriores superiores a 50 cm. Se incluyen electrodomésticos medianos a grandes, incluidas lavadoras, secadoras, cocinas y hornos eléctricos, estufas, hornos de microondas, calderas y refrigeradores. También ventiladores, reproductores de sonido, instrumentos musicales, juguetes, equipos informáticos y cualquier otro aparato que supere estas dimensiones y no se incluya en las otras categorías. En esta categoría están incluidos los grandes aparatos médicos electrónicos y las herramientas eléctricas. Además, entran los consumibles que se empleen en estos equipos grandes, como cartuchos de impresión.
- Pequeños aparatos. Son aparatos eléctricos que abarcan todas las clases señaladas en la categoría anterior, pero de dimensiones inferiores a los 50 cm. Entre estos se encuentran planchas, licuadoras, extractores de jugo, cafeteras eléctricas, afeitadoras y secadoras de cabello. Asimismo, se incluyen relojes eléctricos, grabadoras, lectores de DVD, Blue-Ray, consolas de video juegos, etc.
- Equipos de informática y telecomunicaciones pequeños. Se incluye en esta categoría cualquier equipo eléctrico relacionado con las tecnologías de la información y la comunicación, cuyas dimensiones no superen los 50 cm. En este caso, están los de informática (impresoras, escáneres, portátiles, tabletas, ratones, teclados) y telecomunicaciones (móviles, radiotransmisores y otros). En esta categoría también se incorporan los equipos GPS, calculadoras y máquinas de escribir eléctricas, entre otros.
- Paneles fotovoltaicos grandes. Incluye los paneles fotovoltaicos con silicio (no peligrosos) y los paneles fotovoltaicos con teluro de cadmio (peligrosos), con una dimensión exterior superior a 50 cm.
Impacto ambiental y consecuencias de la basura electrónica
- Impacto ambiental. La diversidad de aparatos que conforman la basura electrónica introduce en el ambiente una gran cantidad de componentes contaminantes. Entre ellos, diversos metales pesados que contaminan suelo, agua y aire, afectando la vida silvestre. Estos metales son plomo, cadmio, selenio, arsénico y mercurio, además de otros contaminantes, como los plásticos, que pueden tardar cientos de años en degradarse. Por otra parte, los aparatos reciben tratamientos con distintas sustancias que luego de desechados van a parar a los ecosistemas con graves consecuencias. En este caso, se destacan los retardantes de llama bromados, como el trióxido de antimonio, tan tóxico como el arsénico. Asimismo, destaca el PBDE (polibromodifenil éteres), capaz de afectar el desarrollo sexual de diversos organismos. Muchas de estas sustancias son bioacumulables (se concentran cuando van pasando de un eslabón a otro de la cadena alimentaria). Como ejemplo de este tipo de compuestos se encuentra el PVC (policloruro de vinilo).
- Incendios en vertederos. Es muy común que en los vertederos de basura, particularmente del Tercer Mundo, se produzcan incendios intencionales o accidentales. Estos eventos traen como consecuencia que la basura electrónica depositada se queme, se fundan piezas, y se liberen al ambiente tóxicos peligrosos.
- Impacto en la salud. Los componentes de la basura electrónica representan un alto riesgo para la salud humana, ya que, por ejemplo, los plásticos liberan dioxinas que pueden ser cancerígenas. Por otra parte, la inhalación de cadmio causa severos daños pulmonares y renales. El plomo es otro componente común en equipos eléctricos, y este metal se acumula en el cuerpo causando graves daños en hígado, riñones, cerebro y huesos. El mercurio, empleado como quelante en televisores de pantalla plana, aún en pequeñas cantidades afecta el sistema nervioso, sistema inmunológico, pulmones, riñones y ojos. Por su parte, los distintos retardantes de fuego bromados pueden causar problemas neurotóxicos de gravedad.
- Impacto económico. La masa de desechos electrónicos generada anualmente cuesta cerca de 62.500 millones de dólares. Este cálculo solo considera el valor de minerales estratégicos como hierro, cobre y oro.
¿Cómo se recicla la basura electrónica?
Según estudios realizados, solo un 20% de la basura electrónica producida a nivel mundial se recicla, No obstante, algunos países, como Nigeria, tienen el negocio de importar basura electrónica y reciclarla, y así obtienen una importante fuente de divisas.
Además, extraer algunos metales de la basura electrónica sale 13 veces más económico que a partir de sus yacimientos naturales. Por ejemplo, un tubo catódico de los antiguos televisores contiene casi medio kilo de cobre, 1/4 de kilo de aluminio y cerca de medio gramo de oro.
- Vertederos y puntos limpios. Para lograr esto, el primer paso es recuperar los aparatos electrónicos desechados. En muchos casos, los mismos se deben extraer mediante un proceso de selección en los vertederos donde son arrojados sin criterio alguno. Por esto, es conveniente la instalación de Puntos Limpios, áreas destinadas a recibir los aparatos electrónicos para su adecuado procesamiento. En diversos países existen estos puntos limpios establecidos por los gobiernos regionales y municipales, especialmente en Europa. En España existe una gran cantidad de puntos donde se pueden entregar los aparatos desechados, como puntos limpios, puntos de venta y greenShop. Por otra parte, hay empresas privadas que contribuyen en el proceso de reutilización y reciclaje de la basura electrónica, como Amazon y Apple. En este sentido, Apple impulsa el programa de reciclaje GiveBack, donde los clientes participan de forma directa. Los mismos pueden ir a una Apple Store, entregar su iPhone a desechar a cambio de un crédito para adquirir uno nuevo.
- Procesamiento. Los procedimientos para el reciclaje y reutilización de la basura electrónica varían dependiendo del objetivo que se persiga. Esto está en función del tipo de aparatos o piezas que se quiere procesar y de la clase de materiales o componentes que se aspire recuperar.
- Recuperación. El tipo de recuperación más común se realiza en galpones donde se desarman manualmente los aparatos. En esta área se seleccionan los componentes y se separan los reutilizables de los destinados a reciclaje. Los reutilizables, una vez reparados, vuelven al circuito para su comercialización y uso. Por su parte, el proceso de reciclaje se debe realizar en áreas especiales porque se emplean sustancias químicas para recuperar metales y otros elementos. Los galpones para el almacenamiento y la recuperación de materiales deben ser áreas cubiertas con piso impermeable y sistemas antiderrames.
- Desmontaje con alta tecnología. Un ejemplo de un proceso de alta tecnología es la línea de robot de Apple, creada en 2016. La compañía tiene un robot desensamblador de teléfonos móviles iPhone 6 (denominado Liam). El Liam es capaz de desarmar un móvil desechado y separar los componentes reutilizables a razón de 60 aparatos por hora. En este sentido, cada línea de desmontaje que se tiene está integrada por 29 robots Liam. Para 2018 Apple introdujo un segundo robot para sustituir Liam, llamado Daisy, capaz de desmontar 200 iPhone por hora.
- Método criogénico. Chandra Sekhar Tiwary (Universidad Rice e Instituto de Ciencias Indio) propuso un innovador método para reciclar materiales de la basura electrónica. Para esto, los desechos electrónicos se someten a temperaturas de -120 ºC con nitrógeno líquido y se pulverizan con impactos de una bola de acero. Como resultado, la basura electrónica queda pulverizada en nano-partículas. Posteriormente, estas partículas se introducen en agua para una primera fase de separación por diferencias de densidad.
- Métodos inadecuados. Muchas veces, en procesos informales, se emplean métodos no seguros para la salud humana, ni amigables con el ambiente, para reciclar partes de equipos electrónicos. Por ejemplo, en ocasiones se queman los equipos para aislar metales sin tomar las debidas precauciones, lo cual provoca la emisión de sustancias tóxicas.
Basura electrónica en México
En México se producen más de 29.000 millones de toneladas de basura electrónica al mes, siendo el segundo productor de este tipo de desechos en Latinoamérica. Los primeros son EE.UU. y Brasil.
Reciclaje
Para abordar esta situación se han puesto en marcha varias iniciativas de reciclaje. Por ejemplo, el programa “Reciclatrón”, llevado a cabo en Ciudad de México. Existen empresas como Eco Point, especializada en recuperar celulares o móviles. Recicla Computadoras recoge basura electrónica a domicilio para su adecuado procesamiento. Y Recicla-On gestiona residuos electrónicos para evitar la contaminación del agua.
Basura electrónica en Argentina
Argentina ocupa el tercer lugar en producción de chatarra electrónica en Latinoamérica. Es uno de los 13 países de la región donde la ONU financia proyectos que apoyan la industria del reciclaje de basura electrónica.
Reciclaje
En Argentina, existe el proyecto “E-Basura”, impulsado por alumnos y profesores universitarios de la Facultad de Informática de la Universidad de La Plata. Aquí se reciben equipos informáticos dañados o desechados, que luego son restaurados por los estudiantes y los docentes.
El objetivo es rescatar el hardware e instalar software libre y aplicaciones educativas en el disco duro de las nuevas computadoras. Los equipos repotenciados son donados a los sectores más humildes de la población.
Basura electrónica en Colombia
Colombia es uno de los destinos de la chatarra electrónica generada en otros países, especialmente en EEUU. Allí solo se recicla aproximadamente el 14% de todos los desechos electrónicos generados.
Este país ocupa la cuarta posición en producción de basura electrónica en Latinoamérica, con una producción anual de 287 mil toneladas. Sin embargo, también es uno de los países latinoamericanos que más políticas de reciclaje impulsa.
Reciclaje
En 2013 se promulgó la ley 1672 que insta a las empresas que comercializan con aparatos eléctricos a gestionar el reciclaje. Además, deben disponer de puntos de recolección de los aparatos electrónicos desechados.
La campaña Ecolecta establece puntos fijos y móviles en los centros comerciales para que los ciudadanos depositen los aparatos a desechar, como móviles, reproductores MP3, electrodomésticos livianos, discos compactos rayados, memorias USB, pilas y bombillos ahorradores.
En 2018 se llevó a cabo una campaña denominada El Gran Reciclatón, “La limpieza más grande de Colombia”, en la cual 104 municipios recolectaron cerca de 5.000 kg de desechos electrónicos.
Basura electrónica en España
España produce 930.000 toneladas de basura electrónica al año, solo recicla el 21% y se encuentra por debajo de la media europea (33%). Esto la ubica en el quinto puesto en producción de chatarra electrónica en la Unión Europea.
Reciclaje
Sin embargo, España ha desarrollado una red importante de puntos de recolección de basura electrónica, distribuidos por todo el país. La misma abarca los llamados puntos limpios, puntos en las empresas de venta de equipos y greenShop.
Desde 2015 el Real Decreto 110/2015 clasifica los aparatos eléctricos y electrónicos según las obligaciones derivadas de la regulación europea (Directiva 2012/19/UE, “Directiva RAEE”). El objetivo es superar las insuficiencias detectadas en la gestión de la basura electrónica.
Sin embargo, un problema planteado es la falta de conciencia de un sector de los consumidores, que depositan estos desechos junto a la basura convencional en lugar de los puntos definidos.
También existen iniciativas privadas, en el ámbito de modelos de negocio de economía circular, como la empresa Black Market. Esta empresa recupera, repotencia y comercializa equipos electrónicos, para lo que da más de 130 talleres en España y Francia.
La fundación RECYCLIA, constituida en 2012, es la mayor entidad administradora de “residuos eléctricos y electrónicos (RAEE), pilas y luminarias” usadas del país. Sus fundadores son cuatro fundaciones medioambientales (Ecopilas, Ecofimática, Ecoasimelec y Ecolum).
Esta fundación se ha dedicado a la recogida y oportuno reciclado de estos residuos, al final de su vida útil.
Referencias
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- Kiddee, P., Naidu, R., Wong, M.H. Electronic waste management approaches: An overview. Waste Management.
- Lozano, B., Poveda, P., López, A. Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos: principales novedades. Análisis GA&P.
- Urbina, H. Basura electrónica: cuando el progreso enferma al futuro. 39 MEDICINA (Bogotá).