¿Qué es la tragedia moderna?
La tragedia moderna es una forma de expresión dramática, escrita en prosa o verso, destinada a la representación ante un público, y considerada una corriente posterior a la tragedia clásica. Está presente en múltiples expresiones artísticas, principalmente en el teatro, la poesía y la literatura.
La tragedia como género tuvo sus orígenes en la Grecia antigua, estudiada y clasificada por primera vez por Aristóteles (en la Poética), y desde entonces ha evolucionado en distintas corrientes junto con el avance de la historia humana.
La tragedia, clásica y moderna, consiste en la exaltación del sufrimiento humano en la búsqueda de la redención, provocando catarsis y empatía en la audiencia. El personaje se enfrenta a los obstáculos que se impone él mismo y su entorno, y tiene una finalidad que considera beneficiosa.
El contexto histórico y social, así sea ficticio, en el que se desarrolla la tragedia moderna, ha sido considerado crucial para evaluar los elementos valorativos de los personajes a la hora de enfrentarse a sus retos.
Los autores de la tragedia moderna se han caracterizado por modificar y ampliar los límites técnicos y estéticos que presentaban la tragedia antigua y clásica.
La tragedia moderna ha ganado terreno en artes como el cine, que permite explotar sus valores emocionales de una manera distinta a la literatura o poesía.
Origen de la tragedia moderna
El origen de la tragedia moderna como manifestación literaria se remonta al siglo XIX, con la aparición de autores, principalmente en Europa, que sintieron la necesidad de desmontar los cánones impuestos por la tragedia clásica: la búsqueda y actuación de personajes ilustres e importantes (reyes y nobleza), que actuando con desmesura, terminan perdiéndolo todo, cosa que también afecta el entorno en el que se encuentran.
La tragedia comenzó a alejarse de la exaltación heroica para acercarse a la persona común y buscar en sus problemáticas cotidianas el nuevo tejido de lo trágico.
La lucha constante del individuo corriente se convirtió en el nuevo centro narrativo sobre el que muchos autores profundizaron. Esta vez, el humano, más que cegado por sus propios valores, actúa por impulso ante las tentaciones y llamados de la vida cotidiana.
El nacimiento de la tragedia moderna ha sido objeto de diversas consideraciones. Aunque algunos la ven como una evolución de la tragedia clásica, otros afirman que es un sencillo rechazo a las estructuras clásicas y que debería pensarse como una forma dramática que nada tendría que ver con la tragedia.
No obstante, la tragedia moderna sigue considerándose una continuación y renovación de la tragedia clásica, en vista de que sus principales autores tomaron esos fundamentos para su transformación, como ocurre con las corrientes artísticas de diverso origen.
Algunos nombres populares que trabajaron la tragedia moderna fueron los de Henrik Ibsen, August Strindberg, Antón Chéjov en Europa, mientras que en Estados Unidos se destacaron Eugene O’Neill y Tennessee Williams.
Características de la tragedia moderna
- La tragedia moderna suele tener un tono más oscuro y pesimista que la tradicional.
- Los personajes de la tragedia moderna a menudo son individuos comunes en lugar de héroes o villanos sobresalientes.
- La acción en la tragedia moderna a menudo se desarrolla en un entorno urbano o industrial en lugar de en un entorno clásico o mitológico.
- A menudo se centra en temas como la alienación, la ansiedad y la desesperación.
- Puede incluir elementos de absurdismo, nihilismo y existencialismo.
- Los finales de la tragedia moderna a menudo son ambiguos o abiertos en lugar de concluir de manera clara y concisa.
- Puede utilizar técnicas narrativas no tradicionales, como el monólogo interior o el cambio de perspectiva.
La tragedia moderna en otros medios
Los inicios de la tragedia fueron en el teatro, para luego encontrar lugar en la poesía y la literatura. La tragedia moderna, a través de sus autores más destacados, tuvo un nacimiento similar: primero el teatro, para sumarse rápidamente a la literatura e inclusive a la danza, mediante la representación en movimiento de las historias modernas.
Hoy en día, la tragedia moderna se ha desplazado hacia el cine y la televisión de manera masiva. En el primero, los inicios fueron representaciones cinematográficas de las clásicas piezas teatrales. Sin embargo, con el tiempo los elementos propios del lenguaje cinematográfico han permitido que este pueda crear sus propias tragedias modernas.
Lo popular y masivo de la televisión, en su búsqueda por la diversificación de contenidos, ha manejado la tragedia en algunos formatos de televisión, que también han maleado su forma para adaptarse al medio.
Debido a la exclusividad y dificultad de las primeras formas expresivas en las que se representó la tragedia, es posible considerarla como una forma o género de alta exigencia cultural e intelectual, con un manejo no superficial de los universos creados y los valores y emociones abordados.
Hoy en día, la discusión gira en torno a determinar si cualquier representación de características dramáticas trágicas, ya sea en el teatro, la literatura, la poesía o el cine, podría considerarse como una manifestación acertada, o al menos un acercamiento, de una tragedia moderna en sus términos más ortodoxos.
Autores y obras representativas de la tragedia moderna
– Casa de muñecas, de Henrik Ibsen (1879).
– La señorita Julia, de August Strindberg (1888).
– Las tres hermanas, de Antón Chéjov (1901).
– Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams (1947).
– Final de partida, Samuel Beckett (1957).
Referencias
- Steinberg, M. W. (s.f.). Arthur Miller and the Idea of Modern Tragedy. The Dalhouse Review.
- Stratford, M. (s.f.). The Difference Between a Classical & a Modern Tragedy in Literature. Recuperado de penandthepad.com