Las leyendas de Puno son relatos de historias ficticias que cuentan el origen sobrenatural de ciertos fenómenos que carecen de explicación lógica. Estas leyendas parten de algún hecho que pudo ocurrir en realidad o de un personaje real al que los pobladores de la zona le aportan rasgos y características extraordinarias para magnificarlos.
Las leyendas han ido de boca en boca entre las generaciones de Puno y quien la cuenta le aporta o le suprime contenidos para darle lo que considera más emocionante o atemorizante.
Las ciudades centenarias de Puno guardan cientos de relatos que de una u otra forma se arraigan en sus pobladores, formando parte de la identidad del pueblo y sus raíces.
Leyendas más conocidas de Puno
La leyenda de Manco Capac y Mama Ocllo
Esta historia apareció publicada en 1609, en Lisboa, en el Primer libro publicado por el Inca Garcilaso de la Vega, un reconocido escritor peruano.
La obra relata cómo fueron los orígenes de los incas. Narra cómo el Sol decide crear a dos criaturas con características humanas. Ambos emergieron de las espumas del lago Titicaca y serían los encargados de civilizar a los pobladores de la región.
El Sol otorgó a las criaturas un cetro de oro, el cual indicaría el lugar para establecerse. Les asignó la misión de crear un reino.
Para lograr su misión tuvieron que separarse, Manco Capac fue al norte y Mama Ocllo al sur. Después de recorrer un largo camino donde lograron someter al pueblo, su cetro se hundió en el cerro Huanacauri, donde establecieron su reino.
La leyenda de los tres jóvenes perezosos
La historia habla acerca de una anciana que vivía con sus tres hijos. Esta anciana era quien trabajaba la tierra, y de lo que producía comían ella y sus hijos.
Ya cansada del trabajo, con los alimentos escasos y cerca de la época de la siembra, la mujer pidió a sus hijos que salieran a cosechar. Para ellos preparó alimentos y así salían sus hijos a diario.
Al llegar la época de la cosecha, sus hijos salían a robar las mejores cosechas de la zona para traer a la madre, a quien engañaban.
Un día la anciana madre fue a la siembra de donde pensó que eran las papas que sus hijos le llevaban y fue sorprendida por un hombre que dijo ser el dueño. El hombre le contó lo que verdaderamente hacían sus hijos, los perezosos.
La mujer reclamó a sus hijos y estos salieron furiosos de la casa, convirtiéndose uno en viento, el otro en granizo y el mayor en helada. Desde entonces, estos tres fenómenos naturales se conocen como los tres perezosos.
La leyenda del origen del lago Titicaca
La leyenda habla acerca de una población floreciente que desapareció luego de que una forastera que tenía una gran tinaja en la espalda, dejara la misma en una casa donde le dieron albergue, pero no alimento ni un lugar cómodo para dormir.
Ante el cansancio, la mujer solicitó para seguir su camino que le guardasen la tinaja hasta su regreso, advirtiendo a los miembros del lugar que no quitaran la tapa de la tinaja.
Con el pasar de los días, los presentes no aguantaron la curiosidad por el contenido y la advertencia, y al destaparla brotó sin parar el agua, inundando todo el pueblo hasta sumergirlo. De la tinaja brotó toda la fauna y flora existente hasta hoy en la laguna.
Los pobladores de los alrededores de la laguna cuentan que en las noches puede verse salir un reflejo del fondo de la laguna.
La leyenda de Q’ota Anchacho, el demonio del lago
Se dice que de las profundidades del lago emergió un gigante demonio que llevó la desgracia con su presencia y se tragaba todo lo que se le atravesaba. Los pobladores del lugar le temían y huían aterrorizados.
Para tratar de atenuar su furia se construyeron tótems, hicieron ritos y ofrecieron sacrificios. Luego se hablaban de los beneficios de las grandes nubes que se formaban tras su furia, las cuales proporcionaban el riego a la región.
La leyenda del zorro que fue al cielo
Esta leyenda habla de un zorro muy impertinente que se fue al cielo con el cóndor. El zorro comió sin parar y no quería volver a la Tierra.
Una estrella le dio un solo grano de cañihua y el zorro se quejó diciendo que era poco. La estrella le dio más granos y el zorro quiso cocinarlos todos a la vez. La olla rebosó y la estrella se molestó.
En ese momento el zorro quiso volver a la tierra y al enviarlo la estrella con una cuerda, comenzó a pelear con un loro, este cortó la cuerda del zorro, haciendo que cayera sobre las rocas reventando su panza.
De esta salieron las semillas de cañihua al suelo. Esta historia la cuentan los abuelos de la región para justificar la llegada de la planta a la zona.
La sirena del lago Titicaca
La leyenda dice que una sirena vivía en el Titicaca, y solo los niños podían pedirle un deseo, que siempre cumplía. Los adultos les obligaban a pedir oro y plata. Avariciosos, los adultos decidieron sacar a la sirena para que les dijese de dónde sacaba tantas riquezas. Ella comenzó a transformarse y se convirtió en una mujer normal. Nunca más pudo volver a sumergirse en el lago.
El kharisiri
El kharisiri es un personaje mítico, cuyo nombre significa en quechua “chupador de grasa”. Es gigante, de pelo amarillo, cruel y de hábitos nocturnos. Quienes se encuentran con él terminan como hipnotizados, mareados, cosa que aprovecha el ser para extraerle toda la grasa, de la que se alimenta.
El féretro ambulante de Ayaviri
En Ayaviri, antes de la electricidad, después de la medianoche, deambulaba por las calles oscuras un féretro. Este féretro estaba guardado en la catedral, y cuando salía de noche sonaban huesos cayendo al suelo. Un día, alguien decidió subir a la torre de la catedral para ver qué pasaba.
Al sonar la medianoche, salió el féretro y entró a la casa de una familia conocida, de donde salieron 4 hombres vestidos de negro, llevando en una mano una vela, y con la otra el féretro. A la semana siguiente, alguien de esa familia murió. Desde entonces se dice que el féretro anuncia la muerte.
Referencias
- Aguirre, E. B. (2006). Tradición oral peruana: literaturas ancestrales y populares, Lima: Fondo Editorial PUCP.
- Sosa, M. Q. (1998). Historia y leyenda de Mariano Melgar (1790-1815). Madrid: UNMSM.