¿Quién fue Matthew Lipman?
Matthew Lipman (1922-2010) fue un filósofo cuyas principales aportaciones se dieron en el campo de la pedagogía. Su trabajo sobre filosofía para niños se aplica en la actualidad en más de 50 países del mundo. Se trata de un modo de enseñar que pretende dar mayor autonomía a los niños, enseñándoles a desarrollar un pensamiento crítico.
Para elaborar su teoría se basó en las obras del también estadounidense John Dewey (1859-1952), quien intentó reformar el modo de enseñanza conservador que se daba en su país y poner el foco en las necesidades de los niños, dándoles herramientas para poder pensar por sí mismos.
Biografía de Matthew Lipman
Matthew Lipman nació en Vineland, Nueva Jersey, en 1922. Estudió en la universidad de Stanford y Columbia, después de la Segunda Guerra Mundial, en la que sirvió. De hecho, en 1945, luego de finalizada la guerra, parte de las tropas estadounidenses se quedaron en Europa, y Lipman permaneció en Inglaterra un año más. Allí tendría contacto con profesores de filosofía, que le hicieron interesarse en esta disciplina. Más allá de estos datos, se sabe poco sobre su vida personal.
Era profesor en la Universidad de Columbia cuando comenzó a plantearse la necesidad de cambiar la metodología de enseñanza de la época.
Más concretamente, fue durante la guerra de Vietnam, cuando advirtió la escasa capacidad que tenían sus estudiantes para captar pensamientos complejos y expresar sus opiniones.
Para este filósofo, era ya tarde para dotar a los adultos de una mente crítica y analítica, así que comenzó a trabajar sobre una nueva pedagogía para niños.
A partir de ahí, fundó el Instituto para el Avance de la Filosofía para Niños. Su metodología fue llevada a la práctica por primera vez en varios colegios públicos de Nueva Jersey.
Lipman es, igualmente, el autor de varios libros en los que desarrolla sus teorías y la metodología asociada a su propuesta. Entre estos destaca El descubrimiento de Harry Stottlemeyer, el primero que publicó, destinado a niños de 10 años
Tras ser capaz de expandir su pensamiento a más de 50 países, Lipman falleció el 26 de diciembre de 2010 en West Orange, también de Nueva Jersey.
Pensamiento crítico de Matthew Lipman
Frente a las teorías dominantes en la época, que consideraban que los niños eran incapaces de tener pensamientos complejos antes de cumplir 10 u 11 años, el autor pensaba que adquirían esta habilidad mucho antes.
Igualmente, estaba en contra del modelo educativo imperante. Este potenciaba la enseñanza memorística, olvidando las capacidades lógicas y de razonamiento de los pequeños.
Así, estaba convencido de que eran capaces de tener pensamientos abstractos desde muy corta edad, lo que le llevó a plantear la necesidad de comenzar la educación filosófica mucho antes para mejorar la capacidad de razonamiento.
Para alcanzar sus objetivos didácticos, Lipman recurrió a la filosofía en su significado más primario: el plantearse el por qué de las cosas y los hechos.
A través de libros destinados a los niños y de manuales para los profesores, desarrolló una completa guía de enseñanza con el fin de enseñar a pensar a los alumnos.
Su objetivo final era que la razón y el pensamiento crítico fuera más importante que la memoria. De esta forma, los niños acaban teniendo una mayor capacidad de comprender mejor la realidad.
También mejora la capacidad de entender la forma de pensar de los demás y de esforzarse para construir una sociedad mejor y trabajar por el bien común.
Gracias a eso, Lipman pretendía que no se perdiera la libertad de pensamiento y, en resumen, los valores democráticos.
Otros aportes
- Lipman ayudó a desmontar la creencia de que los niños debían aprender, según indicaba Jean Piaget, supeditando la enseñanza al nivel de desarrollo. De allí que su propuesta comenzara con niños muy jóvenes. En este sentido, afirmaba que había que tener en cuenta el concepto de “desarrollo potencial” de cada individuo para superar la enseñanza restrictiva.
- Estaba seguro de que los niños hacen filosofía, pues la etapa de las preguntas (¿Por qué, para qué?) es una de las más importantes en el desarrollo del pensamiento crítico. Eso impulsaba su creencia de que había que estimular esa capacidad infantil de pensar.
- Comenzó a tomar en serio a los niños, cambiando radicalmente la manera en que se les trataba, al menos en las escuelas.
- Utilizó novelas filosóficas y manuales, escritos por él, para enseñar tanto a niños como a sus profesores a pensar por sí mismos.
- Dejó una gran cantidad de obras, entre ellas, las novelas Suki, Pixie, Elisa, Mark, Kio y Gus o Elfie, y los libros de ensayo Escribir, cómo y por qué (en coautoría con Ann M. Sharp), La filosofía en el aula, Investigación filosófica: manual del profesor para acompañar al descubrimiento de Harry Stottlemeier, El lugar del pensamiento en la educación, o Pensamiento complejo y educación.
Referencias
- Lipman, Matthew. Philosophy in the Classroom. Recuperado de files.eric.ed.gov.
- Philosophy for Children. Recuperado de philosophy-foundation.org.