Son muchas las formas como pueden afectar a los humanos los desastres naturales, desde muertes hasta pérdidas económicas. Normalmente, si la catástrofe natural es grave, suele tener un gran impacto en el país que la sufre.
Los desastres naturales, al contrario de lo que sucede con las guerras (por solo poner un ejemplo, entre muchos posibles), son muy difíciles de predecir. Por otra parte, algunos países están más preparados que otros.
Ejemplos de desastres naturales y sus efectos
Pérdidas económicas y de vidas
En infortunados eventos como el terremoto de Japón, en 2011, el tsunami del océano Índico de 2004, los terremotos de Haití en 2010 y 2022, el huracán Katrina en 2005 y las inundaciones de Pakistán en 2022, los efectos sobre las personas son devastadores e inmediatos.
Además, y, como si no fuese suficiente con las tragedias, en sí mismas estas tienen la infortunada tendencia a incrementar y exacerbar los problemas sociales, políticos y/o económicos preexistentes.
Otro factor que aumenta la devastación es el hecho de que los sectores más vulnerables de las poblaciones afectadas sufren más.
Si se pretende entender cómo pueden afectar a los humanos los desastres naturales, es preciso saber que, por ejemplo, en el desastre de Japón, al que aludimos, el 65% de las personas que murieron eran mayores de 60 años, sector al que se considera vulnerable.
Traumas psicológicos y estrés postraumático
En los casos específicos de los tsunamis, los terremotos y los incendios forestales (no causados intencionalmente por alguna persona o grupo de personas), el miedo excesivo a las réplicas es un efecto psicológico.
Pueden generarse repercusiones sobre la salud mental de los afectados e, incluso, de los habitantes que no resultaron dañados.
Incapacidad de llevar una vida normal
De otro lado, pero en la misma dirección, el deseo desmesurado por suplir las necesidades más básicas genera una gran dosis de ansiedad que, al igual que lo que sucede con el temor a las réplicas, redunda en un malestar emocional muy intenso.
Tensiones sociales
Debido a lo que se ha mencionado en el numeral anterior, se suelen presentar tensiones entre la población, de un lado, y las autoridades, los organismos de socorro y demás personas y organizaciones encargadas de ayudar, de otra parte.
Falta de higiene y transmisión de enfermedades
Con el pasar de los días aparecen los malos olores como producto de la descomposición de cadáveres humanos y de animales e, incluso, de otros materiales orgánicos, como la comida descompuesta y demás.
Por estas mismas circunstancias, aparecen las enfermedades o, lo que es más grave aún, las epidemias incontroladas e incontrolables que pueden llegar a matar a un número adicional de personas.
Falta de agua y otros servicios básicos
La falta de servicios públicos, como el caso de la electricidad, pero, por sobre todas las cosas, el agua, genera incomodidad.
Lo más delicado de esta situación consiste en que no es posible satisfacer necesidades muy básicas, como lo es la elaboración de alimentos, calmar la sed y la higiene personal y de las instalaciones que lograron quedar en pie.
Referencias
- Futamura, M. y otros (2011). Natural disaster and human security. United Nations University. Recuperado de unu.edu
- Brozan, N. (1983). Emotional effects of natural disasters. Recuperado de nytimes.com