La bioacumulación se refiere a la acumulación de sustancias químicas dentro de un organismo vivo, proviniendo estas del medio ambiente circundante. La forma más común de bioacumulación se genera a través de la cadena alimenticia.
El hecho de que dentro de un organismo se genere la bioacumulación tiene que ver con la cantidad de químicos que ingresan en él. El escenario ideal ocurre cuando las sustancias ingeridas por un ser vivo son absorbidas con mayor rapidez que con la que salen del cuerpo de este.
Cualquier ser viviente puede estar en riesgo de bioacumulación tóxica si su fuente de alimento contiene algún químico desfavorable. Los seres más pequeños con bioacumulación pueden provocar esta misma condición en depredadores que estén por encima de ellos.
Los seres humanos también pueden ser víctimas de la bioacumulación de químicos nocivos al consumir alimentos. La ingesta puede no generar problemas de salud al instante, pero es posible que se manifiesten con el paso del tiempo.
Los riesgos de contraer una intoxicación van de la mano con el promedio de vida biológica de algún químico tóxico. En la bioacumulación, los niveles de concentración de un agente químico en el interior de un organismo superan el grado de concentración de esta misma sustancia en el ambiente exterior.
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El proceso de bioacumulación
La bioacumulación inicia a partir del acto de consumir. Este es el punto donde alguna sustancia química del ambiente ingresa dentro del cuerpo, específicamente en las células. Luego entra en juego la acumulación de la sustancia. Es aquí cuando los químicos se dirigen a las zonas del cuerpo con las cuales les es posible vincularse.
Es importante comprender que cada químico tiene una cualidad distinta de interactuar con el interior del cuerpo. Por ejemplo, los químicos que no se mezclan bien con el agua tienden a alejarse de esta y buscar las células con ambientes más favorables para su desarrollo, como los tejidos grasos.
Por otro lado, si la sustancia química no posee un fuerte vínculo con las células o si el consumo de esta se detiene, puede que eventualmente el cuerpo la deseche.
La eliminación es la etapa final del proceso de bioacumulación. En esta parte, el organismo descompone y posiblemente excreta alguna sustancia química. La forma en la que esta eliminación se produce depende tanto de las características específicas de un ser vivo como del tipo de químico del que se trate.
Problemas por la bioacumulación de agentes tóxicos
Los químicos pueden hallarse en el ambiente en diferentes estados y la entrada de estos agentes tóxicos al interior de un organismo vivo puede ocurrir de distintas formas: por las vías respiratorias, en forma de alimento o incluso mediante la absorción a través de la piel.
Uno de los mayores riesgos de la bioacumulación es causado por los químicos persistentes conocidos como aquellos que son difíciles de descomponer.
Hay sustancias como el insecticida DDT, usado después de la segunda Guerra Mundial que, a pesar de haber sido prohibidos hace más de 20 años, aún pueden encontrarse en los océanos y tejidos animales. El mercurio y las dioxinas son otros agentes conocidos como químicos persistentes.
La vida que se desarrolla en los sistemas acuáticos es la más propensa a la bioacumulación. Los océanos han llevado grandes cargas de químicos durante muchas décadas.
Gran variedad de microorganismos y peces son portadores de altos niveles de bioacumulación que incluso pueden afectar a los seres humanos a la hora de ingerir alimentos de origen animal.
La bioacumulación en los ecosistemas acuáticos
La frecuencia con la que los químicos terminan en el fondo de las aguas ha generado un proceso constante de bioacumulación en los animales acuáticos. Todo agente químico se instala en el fondo del mar o de los lagos en forma de sedimentos.
En este punto, son los microorganismos los cuales ingieren estas partículas desde la tierra a modo de alimento e inician la corriente de bioacumulación a través del flujo normal de la cadena alimenticia.
Los microorganismos son, a su vez, el alimento para los organismos más grandes como los moluscos, que serán comidos por peces de mayor tamaño. De esta forma, la bioacumulación va subiendo en escalas hasta llegar al tope de la cadena alimenticia: los seres humanos.
Si una persona come regularmente pescados que contengan altos niveles de químicos acumulados, podría generar una bioacumulación dentro de su ser. Esto no genera problemas de salud en todos los casos, pero la probabilidad existe.
Tampoco hay forma de descartar a quien pudiese o no pudiese afectar la bioacumulación. El cáncer y la diabetes son algunas de las enfermedades que podrían desarrollarse con el tiempo.
Las industrias han sido los principales generadores de desechos químicos que terminan en el fondo del mar. Las diferentes sustancias tóxicas pueden clasificarse como orgánicas e inorgánicas.
Algunas sustancias orgánicas conocidas son los hidrocarburos, compuestos del cloro o plaguicidas. Con respecto a las inorgánicas figuran el mercurio, el cadmio y el plomo.
Antecedentes de la bioacumulación
Muchos de los factores que han propiciado la contaminación de las aguas tienen que ver con el desarrollo de insecticidas a lo largo de la historia. Incluso podría remontarse al descubrimiento del cloro en el siglo XVIII por el sueco Karl Wilhelm Scheele. Sin embargo, fue durante el siglo XX donde el creciente interés por los pesticidas en la agricultura, incentivó a la generación de productos más eficientes y tóxicos a su vez.
Uno de los químicos más populares fue el Dicloro difenil tricloroetano (DDT), que durante los años de la Segunda Guerra Mundial fue de gran ayuda para el control de las pestes y las enfermedades como la malaria, la fiebre tifoidea y el cólera. De modo que en un principio se veía como un producto bondadoso.
Fue durante los años 60 donde tomaron relevancia algunas observaciones con respecto a los daños ambientales que podía causar el DDT. A pesar de esto, muchos países continuaron con la producción en masa durante los 70 y hasta finales de los 80. Hoy en día, aún se produce en numerosas cantidades.
Referencias
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- Environmental Science Europa (2015). Bioaccumulation in aquatic systems: methodological approaches, monitoring and assessment. Recuperado de ncbi.nlm.nih.gov
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- Extension Toxicology Network. Bioaccumulation. Oregon State University. Recuperado de extoxnet.orst.edu
- Wikipedia, the free encyclopedia. Bioaccumulation. Recuperado de en.wikipedia.org