¿Quién fue Carmen de Burgos y Seguí?
Carmen de Burgos y Seguí (1867-1932) fue una periodista, escritora, traductora y activista de los derechos de la mujer. Formó parte de la generación del 98, y algunos de sus escritos los firmó con los seudónimos Colombine, Perico el de los Palotes, Marianela y Honorine.
La obra de Burgos quiso desarrollar el rol de la mujer en la sociedad, más allá de ser esposa, madre y ama de casa. Su misión era incluirla en las acciones culturales, académicas e intelectuales, a través de la independencia y la libertad.
Se considera la primera periodista profesional de España, así como la primera corresponsal de guerra.
Biografía de Carmen de Burgos y Seguí
Nacimiento y familia
Nació en Almería el 10 de diciembre de 1867, en una familia adinerada, dueña de minas y tierras. Sus padres fueron José de Burgos y Cañizares y Nicasia Seguí y Nieto. Fue la mayor de diez hermanos.
Educación escolar
Los padres se preocuparon por darle a sus hijos una educación esmerada y de calidad. No hicieron discriminación de sexo, así que la futura escritora recibió la misma enseñanza que sus hermanos varones.
Casamiento temprano
En 1883, cuando tenía solo dieciséis años, se casó con el periodista y pintor Arturo Álvarez y Bustos, a pesar de que su padre no estaba de acuerdo. El esposo, de veintiocho años, era hijo del gobernador de Almería, y estuvo a cargo de Almería Bufa, una revista de corte irónico. Allí, ella publicó sus primeros artículos y se familiarizó con el mundo de la imprenta y el periodismo.
Formación académica
El hecho de haberse casado prematuramente no le impidió a Burgos formarse profesionalmente. En 1895, a los veintiocho años, se graduó de maestra en enseñanza primaria, y tres años después en enseñanza superior, en Madrid. Ese año nació su hija María.
Al poco tiempo de haberse titulado, en 1901, comenzó a ejercer en Guadalajara. Su vida matrimonial no era sólida, y comenzó a desmoronarse.
Fin del matrimonio
Carmen de Burgos pasó por experiencias desagradables durante sus años de casada, su esposo le fue infiel en muchas ocasiones y la maltrató. A eso se le sumó el fallecimiento de sus tres primeros hijos a edad temprana. No obstante, en 1901 la escritora optó por abandonar el hogar y comenzar de nuevo.
Decidió irse con su hija María a Madrid. Su comienzo fue firme, al año siguiente obtuvo una columna en el diario El Globo, llamada Notas femeninas, y en 1903 el Diario Universal le abrió también las puertas y firmó sus artículos como Colombine.
Camino al éxito y al reconocimiento
La actividad periodística de Burgos la llevó a ser reconocida como profesional en el área, algo inédito en la España de entonces. Sus escritos de prensa comenzaron a generar polémica, porque tocó temas como el divorcio, en una sociedad sumamente conservadora y tradicional. A la larga, le costó la censura de la dictadura franquista.
Al mismo tiempo, se encargó de difundir ideas, pensamientos, estilos de vida y modas totalmente nuevos para España, lo que le produjo tanto aliados como detractores. Más tarde, en 1905, ganó una beca para ampliar sus conocimientos educativos, y viajó por Francia e Italia. Se convirtió en un modelo femenino a seguir.
Entre el activismo y el amor
En 1906, tras regresar de su viaje por Europa, escribió en el periódico el Heraldo de Madrid una serie de artículos a favor del derecho de la mujer a votar. También formó un grupo de tertulias, de carácter modernista, donde coincidieron importantes intelectuales de la época. Su presencia se hacía respetar en cada espacio, precedida por su notable verbo.
Fue precisamente en aquellas reuniones literarias donde conoció a quien se convertiría en su nuevo amor, el joven de diecinueve años y futuro escritor, Ramón Gómez de la Serna. La admiración, la amistad y el amor se juntaron cada tarde en la casa de Burgos, y en 1909, contra las miradas de los habladores, iniciaron una relación de pareja.
Corresponsalía de guerra
En 1907 Carmen de Burgos se desempeñó como maestra en la población de Toledo, pero viajó con regularidad a Madrid. Después, en 1909, fue corresponsal para el diario El Heraldo durante los sucesos del Barranco del Lobo, donde las tropas españolas cayeron ante los soldados de la región africana Rif.
En 1909 falleció el padre de su hija, Arturo Álvarez y Bustos. Lo ocurrido significó que la relación con Gómez de la Serna fuera mejor vista por la sociedad conservadora. Aunque nunca se casaron, la relación se prolongó por unos veinte años.
Aguas turbias
La hija de Carmen de Burgos, María, decidió dedicarse a la actuación, luego en 1917 se casó con el actor Guillermo Mancha y se fueron a vivir a América. Sin embargo, trece años después el matrimonio llegó a su fin, y ella regresó a España.
Carmen intentó ayudarla, pero su hija no tenía éxito, además se había vuelto adicta a las drogas. La mayor sorpresa se la llevó la escritora cuando descubrió que María y de la Serna tenían un romance. Aunque el amorío duró poco tiempo, de Burgos rompió sentimentalmente con su pareja de forma definitiva.
Buena cosecha
En 1931, cuando comenzó el gobierno de la Segunda República, las campañas y acciones de Carmen de Burgos dieron frutos. El divorcio, el voto femenino y el matrimonio civil fueron aprobados. A partir de esa fecha formó parte del Partido Republicano Radical Socialista.
La escritora, además, publicó en aquel año la novela Quiero vivir mi vida, y también formó parte de la directiva de la organización Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas. Asimismo, se unió a la masonería, algo extraño por parte de dicho grupo. La posición anti eclesiástica de la escritora siempre fue evidente.
Fallecimiento
El fallecimiento de Carmen de Burgos fue repentino, el 08 de octubre de 1932 se sintió mal durante un evento. La llevaron a su casa, donde fue atendida rápidamente por su médico y amigo, Gregorio Marañón. Sin embargo, los esfuerzos fueron en vano, porque falleció al día siguiente, a los 64 años.
Su partida conmovió tanto a intelectuales como a políticos. Su obra para ese entonces ya gozaba de importancia en todos los ámbitos y había calado hondo en la sociedad española. Aunque durante el régimen franquista fue prohibida debido a su contenido liberal.
Estilo de Carmen de Burgos y Seguí
El estilo de la obra de Carmen de Burgos y Seguí fue directo, debido a los temas que desarrolló. La claridad primaba en sus textos periodísticos, y sus novelas fueron realistas, innovadoras y modernas. Promovía la libertad y la independencia femeninas y su personalidad se reflejó en toda su obra.
A través de su pluma logró que la mujer fuera valorada dentro de la sociedad española como un ser capaz de emprender y desarrollarse igual que el hombre. Sus temáticas frecuentes fueron la libertad, el voto femenino, el divorcio y la inclusión de la mujer.
Obras de Carmen de Burgos y Seguí
Novelas
- Alucinación (1905).
- Los inadaptados (1909).
- El balcón (1909).
- La rampa (1917).
- Ellas y ellos o ellos y ellas (1917).
- El último contrabandista (1918).
- El retorno. Novela espiritista (1922).
- La hora del amor (1922).
- La malcasada (1923).
- Los espirituados (1923).
- La mujer fantástica (1924).
- El tío de todos (1925).
- Los anticuarios (Fecha desconocida).
- Quiero vivir mi vida (1931).
- Puñal de claveles (1931).
Ensayos y otros escritos
- Ensayos literarios (1900).
- Álbum artístico literario del siglo XX (1901).
- Notas del alma (1901).
- Moderno tratado de labores (1904).
- El divorcio en España (1904).
- La mujer en España (1906).
- El arte de saber vivir. Prácticas sociales (1906).
- Viajes por Europa (Impresiones). Francia, Italia y Mónaco (1906).
- Cartas sin destinatario (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) (s/f).
- Confidencias de artistas (1916).
- ¿Quiere Vd. conocer los secretos del tocador? (1917).
- ¿Quiere Vd. comer bien? Manual práctico de cocina (1931).
- Nuevos modelos de cartas (1914).
- La mujer en el hogar: Economía doméstica. Guía de la buena ama de casa (s/f).
- Salud y belleza. Secretos de higiene y tocador (s/f).
- El tocador práctico (1910).
- La mujer moderna y sus derechos (1920).
- La mujer jardinero (s/f).
- La voz de los muertos (1911).
- Giacomo Leopardi, su vida y sus obras. 2 vols. (1911).
- El voto, las escuelas y los oficios de la mujer (s/f).
- Misión social de la mujer (1911).
- Cartas sin destinatario (1912).
- Arte de ser elegante (s/f).
- Arte de saber vivir (s/f).
- Tesoro de la belleza. (Arte de seducir) (s/f).
- El arte de ser amada. Contiene todo aquello que puede interesar a la mujer para alcanzar la felicidad, embellecer su cuerpo y su espíritu, llegando a ser seductora y atrayente y lograr la eterna juventud (s/f).
- La cocina moderna (s/f).
- Nueva cocina práctica (s/f).
- Impresiones de Argentina (1914).
- Confesiones de artistas (1916).
- Confesiones de artistas. tomo II (1916).
- Mis viajes por Europa. Suiza, Dinamarca, Suecia y Noruega (1916).
- Mis viajes por Europa. vol. II. Alemania, Inglaterra y Portugal (1916).
- Fígaro (Revelaciones, “Ella”, descubierta, epistolario inédito) (1919).
- Vademécum femenino (1920).
- El arte de ser mujer (Belleza y perfección) (1922).
- La Emperatriz Eugenia (1920).
- Modelos de cartas (contiene todas las reglas referentes al estilo epistolar) (1924).
- Amadís. Libro de Caballerías compuesto sobre el Amadís de Gaula de Garci-Ordúñez de Montalvo, por Carmen de Burgos (1924).
- Las ensaladillas (1924).
- Hablando con los descendientes (1929).
- Gloriosa vida y desdichada muerte de D. Rafael del Riego (Un crimen de los Borbones) (1931).
Novelas cortas
- El Novenario (s/f).
- El tesoro del castillo (1907).
- Senderos de vida (1908).
- El veneno del arte (1910).
- La indecisa (1912).
- La justicia del mar (1912).
- Frasca la tonta (1914).
- Malos amores (1914).
- Villa María (1916).
- El hombre negro (1916).
- Los usureros (1916).
- Lo inesperado (1916).
- El perseguidor (1917).
- Pasiones (1917).
- La mejor film (1918).
- Venganza (1918, es Frasca la tonta con nuevo título).
- ¡Todos menos ese! (1918).
- Los negociantes de la Puerta del Sol (1919).
- Dos amores (1919).
- El fin de la guerra (1919).
- Confidencias (1920).
- La flor de la playa (1920).
- Los amores de Faustino (1920).
- Luna de miel (1921).
- La ciudad encantada (1921).
- La entrometida (1921).
- El artículo 438 (1921).
- La princesa rusa (1922).
- El suicida asesinado (1922).
- La mujer fría (1922).
- Los huesos del abuelo (1922).
- La prueba (1922).
- El anhelo (1923).
- El extranjero (1923).
- La pensión Ideal (1923).
- El hastío del amor (1923).
- La que se casó muy niña (1923).
- La miniatura (1924).
- La melena de la discordia (1925).
- La nostálgica (1925).
- El “misericordia” (1927).
- La misionera de Teotihuacán (1926).
- Se quedó sin ella (1929).
- Los endemoniados de Jaca (Novela misteriosa) (1932).
- La que quiso ser maja (2000).
- Hasta renacer (s/f).
- El abogado (s/f).
- En la guerra (s/f).
- Honor de familia (s/f).
- Cuentos de Colombine (1908).
Traducciones
- La historia de mi vida. Muda, sorda y ciega, de Helen Keller (1904).
- La inferioridad mental de la mujer, de Paul Julius Moebius (1904).
- Los Evagenlios y la segunda generación cristiana, de Ernesto Renan (1904).
- La Iglesia cristiana, de Ernesto Renan (1904).
- La guerra ruso-japonesa, de León Tolstoi (1904).
- Loca por razón de Estado (La princesa Luisa de Bélgica), de Conde Gera Mattachich (1904).
- En el mundo de las mujeres, de Roberto Bracco (1906).
- Dieciséis años en Siberia, de León Deutsch (1906).
- El rey sin corona, de Georges de Bouhelier (1908).
- Dafnis y Cloe, de Longo (de la versión francesa de Santiago Amyot, 1910).
- La conquista de un imperio, de Emilio Salgari (1911).
- Los misterios de la India, de Emilio Salgari (1911).
- Los últimos filibusteros, de Emilio Salgari (1911).
- Fisiología del placer, de Pablo Mantegazza (1913).
- Las mañanas en Florencia, de John Ruskin (1913).
- La corona de olivo silvestre, de John Ruskin (1913).
- Las piedras de Venecia, de John Ruskin (1913).
- Los recuerdos de mi juventud, de John Ruskin (1913).
- El valle del Arno, de John Ruskin (1913).
- Las siete lámparas de la arquitectura, de John Ruskin (1913).
- Los pintores modernos. El paisaje, de John Ruskin (1913).
- Cuentos a Mimí, de Max Nordau (1914).
- El reposo de San Marcos. Historia de Venecia, de John Ruskin (1915).
- La Biblia de Amiens, de John Ruskin (1916).
- Una idea de parisiense por página, de Rose Nicolle (1917).
- La perseverancia, de H. Besser (1919).
- La princesa de Clèves, de Madame de La Fayette (s/f).
- Mi grande, de Marcelle Tynaire (s/f).
- La dulzura de vivir, de Marcelle Tynaire (1920).
- La indomada, de J. H. Rosni (s(f).
- El tío Geromo (Crainqueville), de Anatole France (s/f).
- Las hijas del fuego, de Gérard de Nerval (s/f).
- El ratoncito japonés, de Rachilde (1923).
Frases de Carmen de Burgos y Seguí
- Hay que vivir en el paisaje interior de nuestras almas.
- El progreso verdadero de los pueblos está en la ética.
- Creo que el porvenir nos pertenece.
- Una de las cosas que preferentemente deben llamar la atención de la sociedad, por su gran importancia y necesidad, es la cultura y la educación de la mujer, de la que depende la civilización y el progreso de los pueblos. Ocuparse de la educación de la mujer es ocuparse de la regeneración y progreso de la humanidad.
- El mal social proviene de la ignorancia y del oscurantismo, la salvación está en la educación y el trabajo…
- Mis aspiraciones son que sobre los cimientos de esta sociedad arrasada, se levante la sociedad del porvenir.
- El progreso verdadero de los pueblos está en la ética, nada de ñoñeces ni de convencionalismos; leyes humanas basadas en la misma naturaleza, amor de hermanos para todos; que los derechos individuales se acaben en donde principie el dolor ajeno.
- Después fui a la ciudad… y yo que creía buena a la humanidad toda, vi sus pequeñeces, sus miserias… y sentí el dolor de los pesares ajenos, y lloré con los oprimidos y envidié los mundos donde no habitan los hombres.
Referencias
- Carmen de Burgos. Recuperado de es.wikipedia.org.
- Carmen de Burgos. Biografía. Recuperado de cervantes.es.
- Carmen de Burgos, entre otras cosas, la primera corresponsal de guerra española. Recuperado de cvc.cervantes.es.
- Carmen de Burgos Seguí. Recuperado de dipalme.org.
- Carmen de Burgos, Colombine: “el progreso verdadero de los pueblos está en la ética”. Recuperado de floresdeldesierto.es.