¿Quién fue Ramón López Velarde?
Ramón López Velarde (1888-1921) fue un escritor y poeta mexicano cuya obra desarrolló en el modernismo. Aunque su vida fue corta, ha sido considerado como uno de los poetas más importantes y patrióticos de su país.
La obra de López Velarde fue corta, y abarcó la prosa y la poesía. Llegó a llamársele el “poeta nacional”, por la fama que ganó en su país. Se adhirió por completo a los ideales de la Revolución mexicana y apoyó las reformas políticas del presidente Francisco Madero.
Uno de sus títulos más conocidos fue La sangre devota, obra lírica cuyo tema principal fue el amor. También fue el autor de La suave patria, un poema de conmemoración por los 100 años de la independencia, que con el tiempo pasó a ser el poema nacional mexicano.
Biografía de Ramón López Velarde
Nacimiento y familia
Nació el 15 de junio de 1888 en la población de Jerez de García Salinas, Zacatecas. Provino de una familia culta, y de buen nivel económico. Sus padres fueron José Guadalupe López Velarde, abogado, y Trinidad Berumen Llamas. Tuvo ocho hermanos, y él fue el mayor.
Educación
Los primeros años de formación transcurrieron en su pueblo natal. Luego, en 1900, a los 12 años, sus padres decidieron que estudiara en un seminario de Zacatecas. Dos años después, por razones familiares, se pasó a uno en Aguascalientes.
Hubo un paréntesis insólito en su vida en el cual estudió en un colegio de mujeres, por decisión de sus padres. Allí aprendió a tratar al sexo opuesto, aunque en un principio estuvo molesto. En 1908 dejó de lado el seminario para cursar leyes en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Un amor prohibido
Jerez fue el destino de López Velarde durante las vacaciones del seminario. En aquella época conoció a su primer amor, y quien inspiró muchos de sus versos: Josefa de los Ríos. Aunque ella era unos años mayor, se enamoró perdidamente. No obstante, su padre impidió la relación, pues eran parientes.
Pasos como escritor
López Velarde manifestó gusto por la literatura desde temprana edad. En 1905 ya había escrito sus primeros versos, a los 18 años comenzó a escribir con el sobrenombre de Ricardo Wencer Olivares, en Bohemio, revista de Aguascalientes.
Mientras estudió en la universidad, López Velarde continuó escribiendo en varios medios impresos, entre ellos El Observador, El Debate, El Regional, y Pluma y Lápiz, entre otros. Fue en esa época cuando su padre falleció, así que sus tíos maternos lo ayudaron para que siguiera con sus estudios.
Afinidad por el modernismo
Durante sus años universitarios, López Velarde aprovechó para investigar y leer sobre el modernismo. También leyó a muchos autores de esta corriente, como Amado Nervo y Andrés González Blanco. De allí en adelante su desarrollo literario fue completamente modernista.
Revolución mexicana
Cuando inició la Revolución mexicana en 1910, el escritor estuvo de lado del político Francisco Madero. Al año siguiente egresó de la universidad, y comenzó a trabajar como abogado en la localidad de Venado, en San Luis Potosí. Ese mismo año se fue a la capital en busca de un mejor empleo.
La intención de López Velarde era que Madero, a quien conocía personalmente, le diera un cargo dentro de su gobierno, pero no tuvo suerte. Así que se dedicó a escribir en La Nación, un periódico católico, en donde expuso sus ideas sobre el acontecer nacional.
De vuelta en San Luis Potosí
En 1913, después de haber vivido dos años en Ciudad de México, tomó la decisión de regresarse a San Luis Potosí, tras la llegada de Victoriano Huerta a la presidencia. Allí, además de establecer su oficina de abogado, entabló una relación con una joven llamada María de Nevares.
López Velarde nuevamente en la capital
López Velarde se asentó definitivamente en Ciudad de México en 1914, después de trabajar un año en San Luis Potosí. Durante ese tiempo el poeta se acercó a los trabajos literarios de José Juan Tablada, también sintió afinidad hacia la obra del argentino Leopoldo Lugones.
El escritor se enfocó en su obra, y quiso que sus escritos tuvieran la esencia de su personalidad. Así que, en 1915, comenzó a escribir versos llenos de nostalgia. Su primer amor, Fuensanta, quedó inmortalizado, igual que el paisaje de su tierra natal, en poemas muy personales.
Primera publicación
El reconocimiento público de López Velarde llegó con la publicación de su primer poemario: La sangre devota, en 1916. La crítica y el público le dieron buen recibimiento. El poeta desarrolló en el poemario temas sobre el amor y el sufrimiento, además de reflejar su catolicismo.
En constante producción
López Velarde pasó un mal momento cuando supo sobre el fallecimiento, en 1917, de quien fue su primer amor, Josefa de los Ríos. Comenzó a escribir Zozobra, y trabajó como articulista en Pegaso. Para ese entonces su labor como escritor comenzó a afianzarse.
El poemario Zozobra se publicó en 1919. En el libro, el autor se encargó de profundizar en lo que él denominó “las flores del pecado”, tras una relación amorosa. La crítica aplaudió la obra lírica, tanto por su contenido como por la forma en la que fue escrita.
Últimos años
La vida de López Velarde en la capital mexicana fue estable, con trabajo y producción literaria. En 1920 los sucesos políticos ocurridos tras la salida del gobierno de Venustiano Carranza lo asustaron un poco.
Luego el temor se disipó, justo cuando el escritor, filósofo y político José Vasconcelos Calderón tomó la dirección del departamento de educación. Eso significó trabajo para el poeta, puesto que pudo escribir para medios dirigidos por Vasconcelos, como El Maestro y México moderno.
Fallecimiento
Ramón López Velarde tuvo una vida muy corta y no tuvo hijos. Tenía 33 años cuando falleció, el 19 de junio de 1921, a consecuencia de una infección respiratoria.
Para la fecha de su deceso, el escritor había producido El son del corazón. No obstante, no le dio tiempo de publicarlo, y salió póstumamente más de una década después. Actualmente, sus restos reposan, desde 1963, en la Rotonda de las Personas Ilustres, en Ciudad de México.
Legado
El escritor mexicano dejó un legado imborrable en la literatura mexicana, aun cuando apenas comenzaba a hacerse un nombre. Lo tradicional y costumbrista en su obra tuvo influencia en autores como Xavier Villaurrutia. Además, fue reconocido como predecesor del modernismo en la lírica mexicana.
Autores como Octavio Paz o el estadounidense Allen Phillips han dedicado trabajos a la obra literaria de López Velarde. La vida del poeta ha quedado plasmada gracias al interés de escritores como Guillermo Sheridan, quien, en 1989, publicó Un corazón adicto, la vida de Ramón López Velarde.
Estilo de Ramón López Velarde
López Velarde fue un autor modernista, con algunos roces con el movimiento de vanguardia. Hubo en su obra una contraposición entre los hábitos y las condiciones de la vida de la ciudad con la de los pueblos, reflejo de su propia experiencia.
El escritor empleó en su obra un lenguaje considerado antipoético. Utilizaba la ironía, los juegos de palabras, la adjetivación insólita, sus metáforas eran totalmente inesperadas, y por ello, aún más sorprendentes. También tuvo predilección por los términos esdrújulos y quiso alejarse de los lugares comunes y las frases hechas.
Temática
En la breve obra del escritor mexicano era habitual observar el amor, la tristeza, el sufrimiento, lo erótico y lo religioso. También se interesó en expresar su visión de las formas de vida del ciudadano común de su país, en cuanto a su desenvolvimiento en los pueblos y las ciudades. El paisaje cobró gran importancia en su literatura.
Obras de Ramón López Velarde
Poesía
- La sangre devota (1916).
- Zozobra (1919).
- La suave patria (1921).
- El son del corazón (1932).
- Silabario del corazón (1933).
- La niña del retrato (1935).
Prosa
- El minutero (1923).
- El don de febrero y otras prosas (edición póstuma, 1952).
- Correspondencia con Eduardo J. Correa y otros escritos juveniles (edición póstuma, 1991).
Frases de Ramón López Velarde
- “Patria, te doy de tu dicha la clave: sé siempre igual, fiel a tu espejo diario”.
- “La más trivial de tus acciones es pasto para mí, como la miga es la felicidad de los gorriones”.
- “En el bosque de amor, soy cazador furtivo; te acecho entre dormidos y tupidos follajes”.
- “Una música íntima no cesa, porque transida en un abrazo de oro la caridad con el amor se besa”.
- “La alondra me despierta con un tímido ensayo de canción balbuceante y un titubeo de sol en el ala inexperta”.
- “El soltero es el tigre que escribe ochos en el piso de la soledad. No retrocede, ni avanza”.
- “La patria es impecable y diamantina”.
- “Por débil y pequeña, oh flor del paraíso, cabías en el vértice del corazón en fiesta que te quiso”.
- “Me estás vedada tú… Soy un fracaso de confesor y médico que siente perder a la mejor de sus enfermas y a su más efusiva penitente”.
- “Y pensar que pudimos enlazar nuestras manos y apurar en un beso la comunión de fértiles veranos…”.
Referencias
- Ramón López Velarde. Recuperado de biografiasyvidas.com.
- Ramón López Velarde. Recuperado de es.wikipedia.org.
- Ramón López Velarde. Apunte bibliográfico. Recuperado de cervantesvirtual.com.
- Ramón López Velarde. Recuperado de elem.mx.
- Frases de Ramón López Velarde. Recuperado de frasesypensamientos.com.ar.