El gobierno de los teotihuacanos se caracterizó por la centralización del poder político entre los sacerdotes, que eran la clase más poderosa. El gobierno de carácter teocrático, junto con la fuerza militar, permitió la expansión de la ciudad, convirtiéndola en una de las más grandes de la región.
El sistema religioso basó su poder político en el politeísmo, donde se tenía la creencia en múltiples dioses, cada uno con características y poderes individuales. Debido a esto, los sacerdotes realizaban sacrificios humanos con el fin de preservar la ciudad de Teotihuacán, mejor conocida como la “ciudad de los dioses”, según el vocablo náhuatl.
La sociedad se organizó en una pirámide jerárquica, en donde el dominio político sugirió una cohesión social. La agricultura formó una economía y el desarrollo del comercio exterior permitió una época próspera y una expansión considerable de la ciudad.
Sin embargo, es preciso señalar que no se cuenta con suficiente información sobre el origen de esta cultura, que ya había desaparecido siglos antes de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo. Los aztecas le dieron el nombre a aquellas antiguas ruinas de la ciudad: Teotihuacán, que significa, como ya se apuntó, “ciudad de los dioses”.
La pirámide jerárquica
Familia de nobles
En la familia existía un representante que era denominado como el “gobernador”. Este era quien tomaba la mayoría de decisiones políticas de la ciudad, las cuales estaban basadas en los consejos de los líderes.
Líderes administrativos religiosos
Eran altos religiosos o sacerdotes que poseían conocimientos en teología y ciencia. También tenían sangre noble y su función era asesorar al gobernador en la toma de decisiones políticas para el pueblo.
Militares
Eran los encargados de la expansión de la ciudad de Teotihuacán por medio de la conquista de territorios cercanos. Asimismo, eran quienes protegían la ciudad de cualquier invasión.
Comerciantes
Fue un grupo de personas que hacían labores comerciales hacia sitios más lejanos. Algunos de estos lugares fueron las tierras bajas mayas, el altiplano guatemalteco, el norte de México y la costa del golfo de México.
Agricultores
Entre el 80% y el 90% de los habitantes de la ciudad eran agricultores. Estos cosechaban principalmente productos básicos de la canasta familiar y sostenían buena parte de la economía.
Artesanos
Fue un grupo más pequeño de habitantes, quienes trabajaban la cerámica principalmente. Sus labores eran la construcción o decoración de los aposentos de los líderes.
Prisioneros
Eran militares de otras tierras capturados en guerra y aprisionados en la ciudad. También se realizaban los sacrificios humanos con ellos.
Papel político de los nobles
El gobernador y los líderes administrativos religiosos se encargaban de administrar la ciudad y del control social. Para esto diseñaron un sistema tributario basado en las actividades comerciales y agrícolas.
Los líderes políticos realizaban rituales de autoridad (conquistas físicas y simbólicas) para demostrar su poder. Para ello, buscaban la prosperidad de la ciudad por medio de sacrificios humanos a los dioses.
Estos se hacían en las pirámides. En los sacrificios estas personas eran decapitadas, golpeadas o les quitaban el corazón.
Sociedad multiétnica
Se cree que otro de los principales aspectos para que la civilización teotihuacana poseyera tanta influencia y poder fue la multiculturalidad, ya que la ciudad recibía a personas de otros territorios, quienes contribuían económica y culturalmente a su desarrollo.