La palabra chulla tiene su origen en la lengua quechua, de la cual se deriva. Chulla o shuclla significa “uno solo” o “impar”, y se usa para indicar que solo hay una unidad de algo.
De esta forma, se puede decir “Chulla vida” para indicar que es una sola vida, o “Chulla calcetín”, para expresar que se ha perdido un calcetín y solo queda su compañero impar.
Chulla es una palabra utilizada en Ecuador, siendo parte de la jerga popular. De esta manera, se ha creado un personaje folclórico conocido como el “Chulla quiteño”, estereotipo del hombre que vive en la ciudad de Quito y es descendiente de españoles e indígenas americanos.
El Chulla quiteño puede ser alegre, ingenioso, buen conversador y amistoso. Por otro lado, algunos autores lo retratan también como un hombre elegante, bohemio y carismático que aparenta tener mucho dinero, pero vive con los bolsillos vacíos y nunca ha trabajado.
Dentro de la cultura popular quiteña se resalta a la figura del Chulla como un hombre de clase media con una sola camisa, un solo par de zapatos y un único traje, todos ellos limpios y bien presentados.
El Chulla quiteño es uno solo y es soltero. Todo lo anterior ilustra perfectamente su unicidad y condición de chulla en la cultura.
Cultura popular e indígena de la palabra chulla
La expresión “chulla vida” es comúnmente utilizada y escuchada dentro de la comunidad ecuatoriana rural y urbana. La palabra, inicialmente shuclla, se introdujo al español cuando se mezcló con la lengua de los indígenas azuayos cañarís (quechua).
La palabra chulla, dentro de la cultura popular, se utiliza para hablar de algo que no tiene par o cuyo par ha sido extraviado. De esta manera, decimos chulla guante, chulla zapato o chulla calcetín. Sin embargo, dentro de la cultura indígena, este significado alude a lo incompleto, a aquello que carece de balance.
Se habla de la “chulla vida” para hablar de la vida dura, o de lo complicadas que pueden resultar ciertas experiencias. Se emplea la expresión chulla vida cuando hay que continuar pese a las dificultades y no hay otra alternativa, sino seguir viviendo la chulla vida.
El Chulla quiteño
Se cree que el personaje del Chulla quiteño tiene su origen en el siglo XVI, sin embargo, su identidad es finalmente definida durante el siglo XVIII, durante el periodo de revolución literaria que tuvo lugar en toda Latinoamérica.
Este personaje es conocido por ser un hombre soltero, de clase media, cortés, buen conversador y oportunista.
El Chulla quiteño nunca tiene dinero, pero se las arregla para aparentar todo lo contrario. Se ríe de las contrariedades de la vida y es la manifestación de los grandes movimientos intelectuales de Quito. Por eso, algunos autores ecuatorianos aseguran que muchos artistas y literatos quiteños han sido chullas.
Este personaje es sin duda uno de los más antiguos y tradicionales conocidos en Quito. No puede faltar en las fiestas, cantinas, y plazas centrales.
Aunque los jóvenes actuales no conozcan a fondo el origen del personaje, son capaces de identificarlo, pues su historia es pasada de una generación a otra como parte de la tradición oral quiteña, incluso en las escuelas les es explicado quién es el Chulla.
Canción del Chulla quiteño
El Chulla quiteño es un pasacalle o composición popular creada por Alfredo Carpio en 1947 en Tungurahua. Sin embargo, se cree que la letra de esta canción fue escrita por el compositor Luis Alberto Valencia
El pasacalle del Chulla quiteño puede escucharse comúnmente durante las fiestas, celebraciones y jolgorios que tienen lugar en la ciudad de Quito y en otras localidades del Ecuador.
Como dato curioso, la canción del Chulla quiteño ha sido parcialmente interpretada por Ozzy Osborne y Deep Purple durante sus presentaciones en la ciudad de Quito, como tributo al personaje más icónico de la capital ecuatoriana.
La Banca Tigre
Con el arribo de los españoles a América llegaron las ideas del honor, las buenas maneras y la apariencia. De esta manera se mezcló el espíritu de los españoles con las culturas indígenas y se dio paso al mestizaje y la mutación de la cultura.
De entre los cholos y el pueblo apareció el hombre de clase media, mestizo y cumplidor del honor español.
Así, durante la segunda mitad del siglo XIX, nació en Quito un grupo de jóvenes de clase media, conocidos como la Banca Tigre. Este grupo era fácilmente identificable en la plaza Grande, ya que estaba conformado por 12 hombres de carácter afable, de fácil conversación y con una particular afición por el alcohol.
Con el tiempo, la Banca Tigre creció y contó con miembros de todas las esferas sociales, excepto las indígenas y populares. Estos hombres eran solteros y huían de cualquier esfuerzo que implicara un trabajo. De esta manera, se decía que peleaban con su vida de chullas.
Estos hombres eran la imagen viviente del Chulla quiteño. Siempre estaban bien vestidos (así fuese con el mismo traje), sombrero de alas dobladas hacia arriba y zapatos lustrados. Por otro lado, eran reconocidos por su impuntualidad, cinismo, apellidos ilustres, historias, anécdotas fascinantes y viajes (todos ellos inventados).
Los chullas de la Banca Tigre inventaban relatos e historias, por esta razón, quienes les escuchaban optaron por no creer una sola palabra de lo que decían.
Existe incluso una historia de un Chulla obispo, que engañó a sus padres para que le enviasen a Francia y España a ordenarse como obispo, y tras años de malgastar el dinero de sus padres en el exterior, vuelve a Quito sin haber estudiado nada.
Referencias
- Chulla. Obtenido de dle.rae.es.
- El Chulla Quiteño. Obtenido de paisdeleyenda.co.