¿Quién fue santa Luisa de Marillac?
Santa Luisa de Marillac (1591-1660) fue una de las fundadoras de las Hijas de la Caridad, una congregación que se ha dedicado a lo largo de los años a servir a los pobres y enfermos.
Se convirtió en religiosa a edad avanzada, cuando ya tenía más de 40 años. Antes había estado casada y tuvo un hijo. Fue beatificada el 9 de mayo de 1920 y su canonización ocurrió el 11 de marzo de 1934, por una decisión del papa Pío XI.
Es considerada actualmente como la patrona de quienes realizan asistencia social, nombramiento hecho por el papa Juan XXIII en los años 60.
Biografía de Luisa de Marillac
Luisa de Marillac nació en París, Francia, el 12 de agosto de 1591. No existe información sobre su madre. Fue hija natural de Louis I de Marillac. Al fallecer su padre, en 1604, su tío Michel de Marillac quedó como el responsable de su cuidado y educación.
Estudios
A una edad muy temprana ingresó en el convento real de Poissy, ubicado en las cercanías de París. Allí vivió como religiosa junto a su tía. Posteriormente, su tío Michel decidió sacarla de Poissy para ingresarla en una pensión caracterizada por la sencillez y la pobreza. A diferencia de Poissy, los conocimientos que adquirió en este lugar estaban más destinados a las labores domésticas que a la parte intelectual y religiosa.
Con solo 15 años tuvo clara su vocación religiosa. Pidió a su familia ingresar a la orden de las clarisas capuchinas, pero fue rechazada por tener problemas de salud. La negativa hizo que Marillac se cuestionara durante muchos años sobre su verdadera vocación.
Finalmente, gracias a la intervención de sus familiares, Luisa de Marillac se casó con Antonio Le Gras cuando tenía 22 años. Era conocida como señorita Le Gras, ya que solo las mujeres que formaban parte de la nobleza podían ser catalogadas como señoras.
La pareja tuvo un hijo a quien llamaron Miguel Antonio Legras, nacido el 18 de octubre de 1613. El matrimonio no duró mucho tiempo ya que Luisa enviudó a los 34 años. Su esposo tenía mal temperamento, en especial durante los últimos años de su vida.
Tras la muerte de su marido, Marillac sufrió de algunos problemas económicos y debió buscar sitios menos costosos para vivir con su hijo. Así llegó a las cercanías del colegio Bons-Enfants donde conoció a Vicente de Paúl, con quien trabajó durante más de 30 años.
El 25 de marzo de 1633 hizo sus votos religiosos por primera vez. Prometió pobreza, castidad y obediencia a Dios.
Influencias
Antes de morir su esposo, Luisa Marillac encontró en san Francisco de Sales a su guía espiritual. Sus encuentros eran ocasionales, pero Marillac sentía un profundo respeto por el religioso.
Francisco de Sales instó a Marillac a seguir su camino espiritual de la mano de Pedro Camus. Intercambió numerosas cartas y notas con el monseñor, a quien llegó a considerar como un padre.
Posteriormente, fue encaminada hacia Vicente de Paúl, quien se diferenció de sus anteriores dos consejeros por ser de origen humilde y previamente sacerdote en Clichy. Fue Vicente de Paúl quien acercó a Marillac al servicio de los pobres.
De Paúl y Marillac dieron forma a las Hijas de la Caridad. Compañía que nació de forma oficial el 29 de noviembre de 1633. Marillac se encargó de la formación de las mujeres que se acercaron para ser parte de la compañía, siendo su guía tanto a nivel espiritual como práctico. Allí conoció a Margarita Naseau.
Familia
Algunos de los familiares de Marillac ocuparon puestos muy importantes en el gobierno de Francia. Su tío Michel, por ejemplo, tuvo varios cargos públicos, entre ellos el de ministro de Justicia y superintendente de las Finanzas. Sin embargo, tuvo que abandonar París en 1630.
Luis de Marillac, medio hermano de su tío Michel, fue mandado a ejecutar por Luis XIII de Francia. A pesar de esto, Luisa nunca se mostró contraria a las órdenes del rey y siempre mostró su apoyo en público a la corona, al igual que al primer ministro del país.
Su hijo se casó el 18 de enero de 1650 y tuvo una hija de nombre Luisa-Renée que nació en 1651.
Muerte
Luisa de Marillac murió el 15 de marzo de 1660, tras no poder superar una fuerte enfermedad que le aquejaba. Sus restos actualmente reposan en París y la casa donde se encuentra sepultada fue el lugar donde nació la congregación de las Hijas de la Caridad.
En 1712, el cuerpo de Marillac fue exhumado. No mostró grandes signos de descomposición como se esperaba tras más de 50 años enterrada. Solo algunas partes de su rostro, como sus ojos o su nariz, mostraron algunos daños.
El lugar donde se encuentran los restos de Marillac fue donde ocurrió en 1830 la aparición de la Virgen de la Milagrosa a santa Catalina Labouré, integrante de las Hijas de la Caridad.
Hijas de la Caridad
Vicente de Paúl y Luisa de Marillac fueron los fundadores de las Hijas de la Caridad. Durante algún tiempo se dijo que solo san Vicente había sido el artífice de la congregación y a Marillac solo se le reconoció como la primera superiora. Con el paso del tiempo se admitió el trabajo en conjunto de los dos religiosos y el rol fundador de santa Luisa.
La idea inicial fue de Vicente de Paúl, el cual reunió a las primeras integrantes de las Hijas de la Caridad y estableció las normas a seguir.
La congregación nació tiempo después de las Cofradías de la Caridad. La idea era distinta, las cofradías estaban conformadas por mujeres de buena posición económica y el trato con los pobres era destinado a sus criadas. San Vicente quiso cambiar esta práctica y buscar a un grupo de mujeres que voluntariamente hicieran esta labor.
Fundación
La congregación nació en 1633, en el hogar de Luisa de Marillac, quien se encargó de ir fundando por toda Francia nuevas casas de la congregación. Las Hijas de la Caridad brindaron ayuda a diferentes comunidades desfavorecidas: pobres, enfermos, niños de la calle o a los heridos de guerra.
La formación de las hermanas estuvo a cargo siempre de santa Luisa. Su principal objetivo fue dotar de conocimientos religiosos e intelectuales a las hermanas de la congregación, pero también trabajó para que fueran autónomas y poder garantizar la durabilidad de la compañía religiosa.
Una de las características de las Hijas de la Caridad fue que se trasladaban por toda Francia para brindar ayuda en diferentes comunidades y fundar nuevas casas. Algo poco habitual entre las mujeres de la época que decidían llevar una vida consagrada.
Tuvo algunos obstáculos, especialmente durante los primeros años de su creación, ya que en la década de los 40 del siglo XVII Francia vivió graves problemas económicos. El servicio social realizado por las hermanas era visto como una labor muy dura, difícil y muchas hermanas llegaron a abandonar la compañía.
Actualmente la congregación está conformada por más de 30.000 hermanas y tienen más de 3.000 casas. Se les conoce como Hijas de las Caridad, pero también como hijas vicentinas.
Normas
Quienes forman parte de esta congregación deben renovar sus votos religiosos todos los años. Esta repetición de su juramento ante Dios ocurre cada 25 de marzo, durante la fiesta de la Anunciación, fecha en la que Luisa de Marillac y cuatro Hijas de la Caridad hicieron sus votos religiosos por primera vez.
La renovación anual comenzó en 1648 y la idea, según Marillac, era la de ejercer un acto libre y basado en el amor. Desde 1801 es indispensable realizarlo para continuar formando parte de la congregación.
Las normas iniciales que debían cumplir las Hijas de la Caridad las estableció Vicente de Paúl, aunque él mismo reconoció que las hermanas se regían más por la costumbre que por las reglas. Marillac pidió en varias ocasiones que el reglamento de la congregación estuviera escrito para que las hermanas pudieran leerlo y tener clara su misión.
Fiesta litúrgica de santa Luisa de Marillac
El día de santa Luisa se celebraba el 15 de marzo, fecha que conmemora su muerte. En 2016 se tomó la decisión de que la celebración de la santa ocurriera el 9 de mayo, día en el que recibió la denominación de beata. En un principio se solicitó el cambio de fecha porque la onomástica coincidía siempre con el tiempo de cuaresma.
El superior general de las Hijas de la Caridad explicó más adelante que la solicitud fue hecha el 14 de diciembre de 2015 y que el 4 de enero de 2016 se confirmó el cambio de fecha.
Virtudes de santa Luisa de Marillac
Luisa de Marillac destacó por innumerables razones. Quienes la conocieron dejaron constancia de su carácter bondadoso, a pesar de los problemas que sufrió a lo largo de su vida.
Su vocación religiosa siempre estuvo clara y fue determinante a la hora de prestar ayuda a las comunidades con más necesidades. Se le reconoció por tener una gran disciplina, característica que le permitió recorrer Francia y parte de Europa para expandir la congregación de las Hijas de la Caridad y para llevar el mensaje de Dios.
En sus escritos siempre destacó la necesidad de vivir con humildad, alejados de la soberbia y con una clara misión caritativa. Vicente de Paúl la consideró una mujer inteligente, aunque muchas veces no podían coincidir en sus ideas por las fuertes personalidades de ambos.
Frases de santa Luisa de Marillac
- Estamos llamadas a honrar la cruz, entendida esta en el sentido de toda clase de sufrimientos.
- Para que la obediencia sea tal como Dios nos la pide, es necesario que obedezcamos con gran sencillez y humildad.
- Cuidad mucho de los pobres, estad bien unidas entre vosotras y rezad con insistencia a la Santísima Virgen.
- Que mi primer pensamiento, después del descanso de la noche, sea para Dios.
- La educación debe ser viril y tierna; humana y sobrenatural.
- El amor que debemos tener a Dios ha de ser tan puro que no pretenda otra cosa que la gloria de su Hijo.
Referencias
- de Paúl, V. Alma de Santa, Santa Luisa de Marillac.
- Dirvin, J. Santa Luisa de Marillac. Ceme.
- Flinton, M., Beneyto, A. Santa Luisa de Marillac. Editorial Ceme-Santa Marta de Tormes.
- Herranz, M. Santa Luisa de Marillac. La Milagrosa.
- Lasanta, P. Sán Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Horizonte.