¿Qué son los vasos linfáticos?
Los vasos linfáticos son conductos transparentes y nudosos que poseen ramificaciones convergentes. Estos conducen a las venas, la linfa y el quilo (de origen intestinal). En su trayecto, los vasos linfáticos atraviesan estructuras anexas redondeadas conocidas como ganglios linfáticos.
Estas estructuras son también conocidas como vasos absorbentes y están distribuidos en todo el cuerpo, a excepción de la placenta y el sistema nervioso central, que carecen de vasos linfáticos.
Al igual que los vasos sanguíneos, tienen una disposición arborizada o ramificada y se distribuyen en dos planos: uno superficial o subcutáneo (en el caso de las extremidades y el tronco) y otro profundo o intramuscular.
Las numerosas válvulas que poseen algunos de estos vasos, y las dilataciones sobre estas, les confieren una apariencia de rosario. Los vasos linfáticos de un lado se diferencian de los del lado opuesto.
Características de los vasos linfáticos
– Origen. Los vasos linfáticos se originan en los tejidos en túbulos o vasos capilares con un extremo ciego y una única capa celular.
– Apariencia. Dichos vasos capilares forman una red que se drena por los vasos linfáticos, los troncos colectores y los conductos linfáticos. Son más voluminosos que los capilares sanguíneos y, al extenderse proximalmente, su diámetro aumenta gradualmente.
– Estructura. Es semejante a la de las venas sanguíneas. Posee paredes con dos membranas (externa e interna) y una túnica media fibromuscular.
– Forma. Presentan formas variables y pueden poseer o carecer de válvulas. Los vasos linfáticos sin válvulas, o “avalvulares”, son regulares o rectilíneos. Los vasos con válvulas son irregulares, mostrando de forma alterna estrechamientos y dilataciones, donde se implantan las válvulas en pares.
– Válvulas. Las válvulas son escasas en el conducto torácico y en los vasos descendentes de la cabeza y se forman principalmente por invaginaciones de la túnica interna.
– Fallos en el flujo. La dirección del flujo es unidireccional, y hay válvulas para evitar que la linfa se devuelva. Sin embargo, se pueden dar casos de insuficiencias valvulares que dan lugar al reflujo de la linfa o a su estasis, que a su vez genera edemas de origen linfático. Estos vasos están contiguos a las venas y pueden ser superficiales o profundos.
– Conexión con el sistema circulatorio. Los vasos linfáticos se conectan eventualmente con las venas sanguíneas, para devolver la linfa al torrente sanguíneo. Esto ocurre por dos vías principales: el conducto linfático derecho y el conducto torácico.
Histología de los vasos linfáticos
Los vasos linfáticos se vuelven más gruesos y disminuyen en número a medida que se apartan de su origen. Durante su trayecto se ramifican y vuelven a unirse entre sí o con ramas adyacentes, formando especies de plexos donde se anastomosan y distienden.
Luego de un trayecto más o menos largo, todos los vasos se ramifican, pareciendo que terminan en los ganglios linfáticos. Más allá de estos, aparecen en forma de raíces que se reúnen de forma similar en las venas.
Algunos vasos linfáticos, como los de las extremidades, recorren trayectos relativamente largos, sin ser interrumpidos por los ganglios. En otros vasos, como los del mesenterio, hay ganglios de forma seguida, cumpliendo trayectos muy cortos, mientras que algunos pasan cerca de ganglios sin detenerse en ellos.
Luego de recorrer trayectorias más o menos largas, los vasos de la mitad inferior del cuerpo y del cuarto superior e izquierdo, terminan en un tronco alargado en el canal torácico en la vena subclavia izquierda. Los vasos del resto del cuerpo terminan en un corto tronco en la vena subclavia derecha.
- Circulación de la linfa. La linfa es absorbida por las redes linfáticas y posteriormente por los vasos linfáticos. Desde ellos entran a los primeros ganglios, atravesando los senos de dichos ganglios y transformándose. Posteriormente, es dirigida hacia el canal torácico o al vaso linfático grueso derecho, vertiéndose luego en los vasos sanguíneos a nivel de la base del cuello. Desde la porción derecha supradiafragmática del cuerpo, la linfa se vierte al vaso linfático derecho, mientras que la linfa de las porciones subdiafragmática y supradiafragmática izquierda, llegan por el intermedio del canal torácico en la vena subclavial izquierda.
- Drenaje superficial. Los vasos linfáticos superficiales se encuentran en tejidos subcutáneos y piel, acompañando generalmente a las venas superficiales. En ciertos lugares de las extremidades se unen los vasos superficiales con los vasos linfáticos profundos. Los vasos linfáticos superficiales de las piernas realizan su drenaje siguiendo la vena safena mayor en el lado medial, y la vena safena menor en el lado lateral. El drenaje de la parte media de las extremidades confluye con los ganglios inguinales superficiales alrededor de la vena safena mayor y en torno del hiato safeno. La linfa de la parte inferior del conducto anal y los genitales femeninos son recibidos por el grupo horizontal de ganglios inguinales debajo del nivel del ombligo. Los vasos eferentes de los ganglios inguinales superficiales traspasan la fascia cribiforme del hiato safeno, terminando en los ganglios ilíacos externos. Los vasos conectados en la vena safena menor desembocan en los ganglios poplíteos a través del techo de la fascia.
- Drenaje profundo. Los vasos linfáticos profundos drenan áreas profundas con respecto a la fascia, acompañando a los vasos sanguíneos de la región. Estos vasos siguen a las venas satélites, realizando la misma trayectoria que las venas profundas. Se asocian a ganglios pequeños. Los vasos tibiales anterior y posterior desembocan la linfa de las rodillas en los ganglios poplíteos. Los vasos que salen desde los ganglios poplíteos llegan hasta los ganglios inguinales profundos ubicados en el lado medial de la vena femoral. Dichos ganglios reciben además los vasos profundos de la zona de la arteria femoral. Los vasos linfáticos salen de las extremidades inferiores a partir de los ganglios inguinales profundos y superficiales, y llegan hasta los ganglios ilíacos externos.
Funciones de los vasos linfáticos
- Transporte de linfa. Los vasos linfáticos se encargan de transportar la linfa, un líquido claro con alto contenido de lípidos y que lleva además células y restos o desechos del sistema inmunológico.
- Recogida de linfa. Recogen la linfa de los espacios intersticiales alrededor de las células en los tejidos del cuerpo.
- Filtración en los ganglios linfáticos. A lo largo de los vasos linfáticos, se ubican los ganglios linfáticos. Allí la linfa se filtra y purifica. Los ganglios linfáticos contienen células inmunológicas que eliminan partículas extrañas, células muertas y patógenos, ayudando a la defensa inmunológica del cuerpo.
- Absorción. La función principal de los vasos linfáticos se reduce a la absorción de líquidos y sustancias disueltas en ellos, encontrados en los espacios intersticiales de los tejidos y en las cavidades corporales. En el sistema digestivo, los capilares linfáticos en los intestinos (llamados lacteales), juegan un rol importante en la absorción de grasas y nutrientes. Los lacteales transportan la linfa rica en grasas, conocida como quilo, desde el sistema digestivo hacia la circulación general.
- Equilibrio en los fluidos. En el proceso de la circulación sanguínea, la absorción del plasma por los vasos linfáticos es vital. Para conservar una turgencia normal en los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos deben absorber continuamente tanto plasma como sea producido por los sanguíneos. Así se mantiene el equilibrio de fluidos en el cuerpo.
- Respuesta inmune. En ellos, las células del sistema inmunológico interactúan, se activan y se multiplican, desempeñando un papel crucial en la detección y eliminación de patógenos.
Tipos de vasos linfáticos
La linfa atraviesa los ganglios a través de los vasos linfáticos, siguiendo una continuidad entre dos tipos de vasos: aferentes y eferentes. La linfa es recibida por los senos linfáticos y luego transmitidos a los vasos eferentes.
- Vasos aferentes. Los vasos linfáticos aferentes son numerosos y se ramifican en la zona periférica del ganglio. Cuando se asocia al revestimiento fibroso del ganglio, su pared se une al tejido conjuntivo de dicho revestimiento, abriéndose por diversas desembocaduras en los senos linfáticos que rodean los folículos. Los vasos linfáticos aferentes descargan la linfa en la superficie de los folículos, circulando en los espacios entre los folículos y los tabiques fibrosos. Posteriormente, pasa a la capa medular, bañando las paredes de los canales linfáticos y pasando a los canales eferentes.
- Vasos eferentes. Los vasos eferentes se continúan con los senos linfáticos, haciendo difícil reconocer sus orígenes. La linfa atraviesa las areolas de los senos de la capa medular y llega a un conducto en el tejido conjuntivo del estroma. Finalmente, desemboca del punto deprimido, pudiendo diferenciarse uno o varios vasos eferentes dotados con válvulas. En los ganglios linfáticos no existen propiamente vasos linfáticos pues, como se ha mencionado, en su interior estos vasos pierden sus características. En cambio, se han observado células epiteliales delgadas en las paredes de los senos linfáticos, tabiques, folículos y filamentos de los ganglios. Dichas células parecen estar en continuidad con las células internas de los vasos linfáticos.
Referencias
- Ferrandez, J. C. El sistema linfático. Ed. Médica Panamericana.
- Fort, J. A. Tratado completo de anatomía general y descriptiva. Carlos Bailly-Bailliére.
- Latarjet, M., & Liard, A. R. Anatomía humana (Vol. 2). Ed. Médica Panamericana.
- Magendie, F. An elementary treatise on human physiology (Vol. 4). Univ. Publications of Amer.