Las principales características del socialismo son la búsqueda de la igualdad, la redistribución de la riqueza y la abolición de las clases sociales, entre otras. El socialismo es un sistema económico y político en el que los medios de producción operan bajo la propiedad pública, llamada también propiedad común. Esta propiedad común puede ser asumida de forma democrática o voluntaria, o por el contrario, de manera totalitaria.
Asimismo, puede ser visto como un sistema en que la producción y distribución de bienes es ejercida por un control sustancial del gobierno, en lugar de por las empresas privadas.
El socialismo fue desarrollado en sus inicios como una objeción al individualismo liberal y al capitalismo. Entre los pensadores socialistas más famosos están Robert Owen, Henri de Saint-Simon, Karl Marx y Vladimir Lenin. Estos últimos se enfocaron en el comunismo, más que en el socialismo.
Fue principalmente Lenin quien expuso las ideas de los socialistas y participó en la planificación socialista a nivel nacional después de la Revolución bolchevique de 1917, en Rusia.
Este sistema supone que la naturaleza básica de las personas es cooperativa, que la naturaleza aún no ha surgido en su totalidad porque el capitalismo o el feudalismo obligaron a la gente a ser competitivos. Por lo tanto, un principio fundamental del socialismo es que el sistema económico debe ser compatible con esta naturaleza básica.
En la teoría, este sistema significa que todo el mundo tiene el derecho a participar en las decisiones sobre cómo los recursos globales se utilizan. Esto significa que nadie es capaz de tomar el control personal de los recursos, más allá de sus propias pertenencias.
En la práctica, puede significar que todo el poder esté en manos del Estado y el pueblo deba cumplir lo que este mande. Sin embargo, el socialismo tiene una gran diversidad de aplicaciones, dependiendo de cada país.
Características del socialismo
- Planificación centralizada. La planificación económica significa que en lugar de permitir el libre juego del mercado, un ente central (como el Estado) coordina todo. Implica la producción, la organización, la distribución y el consumo de los bienes, para garantizar que todos tengan acceso a ellos.
- Redistribución del ingreso. La riqueza heredada y los ingresos materiales se reducen. La manera de hacerlo dependerá del tipo de gobierno que lo ponga en práctica. Por otro lado, las prestaciones de seguridad social, atención médica gratuita y los servicios de bienestar social proporcionados por la bolsa colectiva, se buscan llevar a las clases menos privilegiadas.
- Búsqueda de igualdad socioeconómica. El imperativo moral de la teoría socialista es la igualdad, pues si en las relaciones económicas existe igualdad, se mejora la situación de las clases trabajadoras. Con este objetivo, se propone proporcionar igualdad de oportunidades para todos. De ahí que el socialismo se ha denominado en el pasado como la filosofía económica de las clases que sufren, ya que los movimientos socialistas aspiraban a una sociedad más humana, fraterna y cooperativa. Sin embargo, los críticos consideran un error pensar que el socialismo puede lograr una igualdad absoluta, debido a que no es capaz de reconocer las diferencias de ingresos basados en el mérito propio y la productividad, básicas para el progreso de una sociedad.
- Oposición al capitalismo. El socialismo surge en respuesta a las desigualdades sociales marcadas por el sistema capitalista, por lo que se opone a la idea de la acumulación de bienes y la competencia económica. En el capitalismo puro, las personas están motivadas para actuar en su propio interés personal, mientras que en los ideales del socialismo las personas deben promover primero el bien común antes que el propio.
- Abolición de las clases sociales. En teoría, el socialismo tiene como objetivo establecer una sociedad sin clases, es decir, todos pertenecen a la misma categoría. Como los medios de producción son propiedad del Estado, la clase capitalista no existe. Sin embargo, en la práctica puede originar la aparición de una cúpula donde los gobernantes y su entorno vivan con grandes privilegios.
- Diversidad. En la teoría, el socialismo busca fomentar la diversidad intelectual al establecer que todos poseen los mismos derechos. De este modo, se coopera para que cada individuo extraiga sus habilidades educativas, disciplinarias y conozca sus deberes. En la práctica, el socialismo totalitario busca que todos tengan una misma ideología, oponiéndose a la diversidad política e intelectual.
- Relación con la religión. Algunas formas de socialismo han sido a menudo ateas, y muchos socialistas principales han criticado el papel de la religión. Otros han sido cristianos y han mantenido una interacción considerable entre las ideas cristianas y socialistas, razón por la cual se ha afirmado que las primeras comunidades cristianas muestran ciertos rasgos socialistas, como posesiones en común, el rechazo de los roles de género, la provisión de una educación comunitaria, entre otras.
- Promoción de mejoras en los estratos inferiores. Su objetivo en principio era elevar el nivel de vida de los menos favorecidos y las clases medias. Estas mejoras las quiere conseguir garantizando el pleno empleo, una alta tasa de crecimiento, la dignidad del trabajo y la ausencia de explotación del trabajo, la distribución equitativa del ingreso y la riqueza y la ausencia de despilfarros asociados con el sistema capitalista de producción.
- Monopolio del Estado. A diferencia de otras economías donde existen múltiples empresas que generan los ingresos del país y hay competitividad, en el socialismo puro no hay competencia, lo que significa que el Estado es el único empresario. En el socialismo autoritario, la propiedad de los medios de producción es social o colectiva, por lo que se elimina por completo la propiedad privada. Así, el poder de tomar decisiones económicas debe basarse en las autoridades públicas y no en los individuos o empresas privadas con fines de lucro. La propiedad pública asume entonces a las empresas privadas existentes, a las empresas municipales y regionales, y a las empresas cooperativas. Los críticos argumentan que la propiedad estatal de los medios de producción conduce a la ineficiencia. Afirman que sin la motivación de ganar más dinero, la gestión, los trabajadores y los desarrolladores menos esfuerzo extra para impulsar nuevas ideas o productos.
- Necesidades básicas cubiertas. Las personas que viven bajo un socialismo bien definido, están cubiertas por una red de seguridad social. Por tanto, sus necesidades básicas están satisfechas, dando prioridad a las clases más bajas y marginadas. Esto es una gran ventaja y un gran beneficio. Sin embargo, los críticos advierten que existe una línea delgada entre proveer a las personas de las necesidades básicas merecidas y necesarias, y el convertir estos beneficios en una campaña populista. Estos beneficios pueden hacer pensar a la población que el Estado es una especie de Dios y que sin este no podrá sobrevivir, lo que en la historia ha dado paso a la permanencia de gobiernos autoritarios en el poder durante mucho tiempo.
- Fijación del costo de productos. En algunos sistemas socialistas, el proceso de fijación de precios no funciona libremente, sino bajo el control y la regulación de la autoridad central de planificación. Hay precios administrados fijados por la autoridad central de planificación. También están los precios de mercado al que se venden los bienes de consumo, así como los precios de arreglos de cuentas. Sobre estos precios, los gerentes deciden sobre la producción de bienes de consumo y de inversión, y también sobre la elección de los métodos de producción. Los críticos del socialismo opinan que es una medida errada, debido a que en muchas naciones ha sido responsable de la escasez, la comercialización oculta de productos, la corrupción y el racionamiento de comida y productos básicos para toda la población.
- Intervencionismo. El Estado interviene continuamente en las actividades sociales, económicas y en la distribución de los bienes. El argumento es que de este modo se puede garantizar la equidad que se tiene como ideal. Si el socialismo es arbitrario, la asignación de recursos será también arbitraria.
- Objetivos centralizados. Los objetivos pueden referirse a la demanda agregada, al pleno empleo, a la satisfacción de la demanda comunitaria, la asignación de los factores de la producción, la distribución de la renta nacional, la cantidad de acumulación de capital y al desarrollo económico. Estos objetivos son centralizados y ejecutados por el Estado.
- Diversos modelos económicos. En algunos modelos económicos socialistas, las cooperativas de trabajo tienen primacía sobre la producción. Otros modelos económicos socialistas permiten la propiedad individual de la empresa y la propiedad. Esto dependerá del grado de radicalismo o flexibilidad del modelo.
- Consulta a las comunidades. La política social se decide en las comunidades. En teoría, las decisiones públicas se toman basándose en consultas a las propias personas, buscando la participación directa de la comunidad en los asuntos que la aquejan. Esto no siempre se logra en la práctica.
- Proporciona menos incentivos. El socialismo puede considerarse un sistema más compasivo, pero tiene sus limitaciones. Una desventaja es que, comoe el Estado es el único contratante, la gente se esfuerza menos y se siente menos conectada a los frutos de sus esfuerzos. Con sus necesidades básicas ya garantizadas, tienen menos incentivo para innovar y aumentar su eficiencia. Como resultado, los motores de crecimiento económico son más débiles.
- Puede generar corrupción. En teoría, todos son iguales en el socialismo. No obstante, en la práctica, las jerarquías emergen y los funcionarios del partido de turno, junto a individuos bien conectados con estos, se encuentran en una mejor posición para recibir los bienes favorecidos. Los planificadores del gobierno, así como los mecanismos de planificación, no son infalibles ni incorruptibles. En algunas economías socialistas existen deficiencias, incluso en los bienes más esenciales. Debido a que no hay libre mercado para facilitar los ajustes, el sistema no puede regularse por sí mismo, por lo que puede surgir la burocracia y la corrupción.
Tipos de socialismo
En la actualidad, hay dos tipos de socialismo (que no son comunismo ni sistemas autoritarios, como el chino o el cubano), y son:
- Socialismo de mercado: es una corriente donde se plantea que la economía de mercado no debería ser exclusiva del capitalismo. Aquí se combinan ideas socialistas. como la propiedad de los medios de producción por parte de los obreros, con ganancias y beneficios mediante negocios, concretamente los energéticos.
- Socialdemocracia: hay un cierto control del Estado en economía y finanzas, evitando la desigualdad social y aumentando el bienestar de todas las clases. Se acepta la alternancia del poder.
Referencias
- Robert Heilbroner. Socialism. Recuperado de econlib.org.
- Socialism. Recuperado de investopedia.com.
- Samuel Arnold. Socialism. Recuperado de iep.utm.edu.