¿Qué es la homeostasis del ecosistema?
La homeostasis del ecosistema, también conocida como homeostasis ecológica, es el intercambio que se produce entre diversos medios naturales que permiten mantener un equilibrio dentro de un ecosistema. Se considera que estos ajustes son necesarios para lograr la supervivencia de los seres vivos.
Generalmente, estos equilibrios homeostáticos pueden entenderse al observar poblaciones o sistemas que dependen unos de otros. En la fauna se observa en la relación entre el depredador y su presa, o entre los herbívoros y su fuente de alimento natural.
En el caso del planeta en general, el equilibrio homeostático se ve reflejado en la relación entre un ecosistema y los cambios climáticos que se producen.
La homeostasis ecológica, también conocida como equilibrio ecológico, comenzó a ser cuestionada hacia 1950 al considerarse que los cambios radicales y constantes en poblaciones son bastante frecuentes, y que el equilibrio no es una constante.
Algunos piensan que esta teoría será reemplazada por la teoría de las catástrofes y la teoría del caos.
Características de la homeostasis del ecosistema
- El equilibrio ecológico comprende ciclos donde participan los seres vivos y el entorno físico y químico, en el que cuando hay una variación paulatina, se tiende a la compensación.
- Cuando las variaciones son radicales (muy rápidas o profundas), no se logra la compensación, y se crea un desbalance, cuyas consecuencias dependerán del carácter de las variaciones.
- Todas las especies de un ecosistema están relacionadas.
- Esto significa que hay un vínculo estrecho entre la homeostasis y la cadena alimenticia.
- Si el equilibrio se rompe, pueden pasar cientos de años para volver a la homeostasis.
¿Cuándo se produce la homeostasis del ecosistema?
El mecanismo para que un ecosistema se encuentre en un perfecto equilibrio ecológico es relativamente sencillo. Hay dos causas que deben confluir: la primera es que todos los individuos de las especies de un ecosistema se preserven y permanezcan.
La segunda es que el ecosistema sea lo suficientemente grande como para que pueda soportar los factores negativos, y la vida pueda volver a confluir.
Un caso ilustrativo es el que ocurre en los charcos o pozos pequeños. Estos forman un ecosistema tan pequeño que una simple sequía elimina las probabilidades de subsistencia, quiebra por completo el equilibrio y hace que mueran sus habitantes: peces, ranas y vida vegetal.
El éxito de esta teoría se observa mejor cuando se analizan bosques o selvas. Son ecosistemas tan grandes que la homeostasis se establece, aunque desaparezcan o migren algunos individuos que hacen vida allí.
Factores que influyen en la homeostasis ecológica
Cuando algún factor ecológico o artificial altera negativamente un ecosistema, surge de inmediato un desequilibrio.
Los factores ecológicos más comunes que inciden de forma negativa son inundaciones, sequías, terremotos, tormentas y cambios climáticos, como olas de calor o frío.
La mano humana también interfiere en los ecosistemas, por esto se habla de factores artificiales. Algunas de las causas de desequilibrio ecológico son la deforestación, los incendios provocados y la contaminación del aire y del agua con gases tóxicos.
El ser humano y los nuevos ecosistemas
La intervención humana puede ser uno de los factores de principal incidencia en la pérdida de la homeostasis, pero el ser humano también ha sido partícipe en la creación de nuevos ecosistemas.
En América del Sur se han desarrollado selvas a partir de las plantaciones humanas. En África, los grandes incendios provocados ayudaron a la formación de sabanas, propiciando el incremento de animales de pastoreo.
A pesar de que un ecosistema se vea perjudicado, la teoría afirma que tienden a hacerse más complejos, resistentes y estables a medida que pasa el tiempo. Esto conduce a que se reproduzca una nueva flora y fauna en ese sector.
Ejemplos de homeostasis ecológica
- La reintroducción de los lobos en los bosques de Norteamérica ha ayudado a controlar la población de venados, que se comían los brotes de los árboles y no permitían que crecieran los bosques.
- La reforestación de bosques de bambú ha permitido la supervivencia de los osos pandas.
- El hielo en el polo norte ayuda a que los osos polares pasen más tiempo en las aguas congeladas y obtengan alimento.
- Otro ejemplo es la forma en la que se distribuyen las diversas especies en un ecosistema.
- Mantener la población de cebras y ciervos ayuda a que los grandes depredadores, como leones y tigres, puedan mantenerse también.
Referencias
- How to maintain ecological balance. Recuperado de thenewecologist.com.
- Human Ecology. New York: Earthscan. Recuperado de gerrymarten.com.
- Ways to maintain Ecological Balance. Recuperado de sciencing.com.