¿Qué son los miriápodos?
Los miriápodos son una superclase del filo Arthropoda conformado por los ciempiés y los milpiés, entre otros miembros menos conocidos. La característica principal de los miriápodos es que presentan un cuerpo claramente segmentado, a partir del cual emergen diversos apéndices que pueden cumplir funciones de locomoción u otras, como masticación o captación de presas.
Algunas especies de miriápodos sintetizan toxinas o venenos que utilizan para inocular a sus presas y así engullirlas sin problema. Sin embargo, en ocasiones el ser humano ha tenido encuentros con alguna especie venenosa y ha sido víctima de su picadura. En los seres humanos, el veneno puede generar intensas reacciones alérgicas y de inflamación local.
Taxonomía de los miriápodos
- Dominio: Eukarya.
- Reino: Animalia.
- Filo: Arthropoda.
- Subfilo: Mandibulata.
- Infrafilo: Tracheata.
- Superclase: Myriapoda.
Características de los miriápodos
- Muchas patas. El término “miriápodo” se deriva de la palabra griega mýrias, que significa “diez mil”, pero en realidad, la mayoría de los miriápodos tienen menos de 1.000 patas. Los ciempiés tienen un par de patas por segmento, y los milpiés tienen dos pares de patas por segmento.
- Cuerpo segmentado. Tienen cuerpos alargados y segmentados. Estos segmentos suelen estar cubiertos por un exoesqueleto resistente.
- Antenas. La mayoría de los miriápodos tienen antenas en la cabeza, que les permiten detectar olores y otros estímulos ambientales.
- Apéndices articulados. Al igual que otros artrópodos, tienen apéndices articulados en forma de patas, que utilizan para moverse y otras funciones.
- Masticadores. La mayoría de los miriápodos son herbívoros o detritívoros, lo que significa que se alimentan de materia vegetal en descomposición o de otros materiales orgánicos. Tienen mandíbulas adaptadas para masticar su comida.
- Respiración traqueal. Respiran a través de pequeños tubos llamados traqueas, que transportan oxígeno directamente a las células de su cuerpo. Esto les permite vivir en ambientes terrestres.
- Hábitats terrestres. A diferencia de los crustáceos, que suelen ser acuáticos, son predominantemente terrestres y se encuentran en hábitats variados, como bosques, suelos húmedos y hojarasca.
- Veneno. Algunos ciempiés tienen glándulas venenosas en las patas traseras y pueden inyectar veneno en sus presas para inmovilizarlas o defenderse.
Morfología de los miriápodos
Anatomía externa
La principal característica de los miriápodos es que, como todos los artrópodos, presentan un cuerpo dividido en segmentos (tagmas). Específicamente, el cuerpo de los miriápodos se encuentra segmentado en tres: cabeza, tórax y abdomen. Sin embargo, esta división no se distingue a simple vista, especialmente entre el tórax y el abdomen.
- Cabeza. Está constituida en primer lugar por el acrón, una región que no está segmentada. Aparte del acrón, la cabeza está conformada también por varios segmentos, que pueden ser 5 o 6. El elemento que sobresale más de esta parte del animal es el par de antenas. En la base de estas, hay unos poros que se comunican con unas estructuras llamadas órganos de Tömösvary. Son órganos de índole sensorial ubicados en pares y que, a pesar de que su función no ha sido demostrada, se cree que tiene que ver con la detección de sustancias químicas (gusto, olfato) y la audición, entre otros. De la cabeza se desprenden dos apéndices que presentan un área basal muy engrosada y dura que puede estar modificada anatómicamente con elementos que pueden ser cortantes o masticadores. En algunas especies, estos apéndices mandibulares están modificados para cumplir funciones de excavación. Después de las mandíbulas también puede haber uno o dos pares de maxilares, dependiendo de la especie. Ostenta también unos apéndices modificados conocidos como forcípulas. Estas suelen ser gruesas en su base y tener forma de pinza. En su extremo son puntiagudas y tienden a tener una coloración negruzca. Están asociadas a unas glándulas sintetizadoras de veneno. Las forcípulas sirven para inocular el veneno a las posibles presas.
- Tórax-abdomen. Constituyen el resto del cuerpo del animal. Es importante destacar que entre el tórax y el abdomen no existe ningún elemento anatómico que sea el límite entre una región y otra. De manera que muchos especialistas deciden denominar a esta zona simplemente tronco. Está dividido en segmentos, los metámeros. De cada uno de ellos sale un número específico de apéndices, dependiendo de la especie. Por ejemplo, los quilópodos presentan un solo par de apéndices, en tanto que los diplópodos presentan dos pares. Es importante destacar que estos apéndices tienen funciones relacionadas con la locomoción del animal. El número de metámeros es variable, según la especie. Es así como hay miriápodos cuyo cuerpo consta de 10 segmentos, y otros que pueden llegar a más de 150.
Anatomía interna
La anatomía interna de los miriápodos es un poco compleja. Presentan estructuras que a lo largo de su desarrollo se van especializando para cumplir con funciones específicas, como digestión, respiración y excreción, entre otras.
- Sistema digestivo. Es de los más sencillos que pueden observarse entre los artrópodos. Al igual que en la mayoría, el sistema digestivo está dividido en tres zonas especializadas: el estomodeo, el mesodeo y el proctodeo. Está constituido por una cavidad denominada boca, la cual se continúa con la faringe y posteriormente el esófago. Algunas especies presentan buche y molleja. Además tiene un intestino medio y el segmento final o proctodeo. Es importante mencionar que a nivel de la boca es posible encontrar unas glándulas salivales, cuya función es la síntesis y secreción de saliva. En ellas están disueltas diversas sustancias químicas, como las enzimas digestivas que ayudan en el procesamiento de los alimentos que ingieren. Las células que conforman el intestino medio secretan una serie de enzimas digestivas que actúan sobre los componentes del bolo alimenticio, degradándolo aún más. El último segmento, el proctodeo, culmina con el orificio anal, donde también desembocan los tubos de Malpighi que forman parte del sistema excretor.
- Sistema nervioso. Podría considerarse altamente especializado, si se compara con el de otros artrópodos menos evolucionados. Sigue el mismo patrón que consiste en una formación nerviosa de tipo cerebral, cordones nerviosos de ubicación ventral que se extienden a todo lo largo del animal y ganglios nerviosos en cada metámero. La formación cerebral es el resultado de la unión de tres acúmulos neuronales: protocerebro, deutocerebro y tritocerebro. El protocerebro se encarga de todo lo relacionado con la secreción de sustancias endocrinas y con la información recolectada por los órganos de la vista (en las especies que cuentan con ellos). El deutocerebro procesa toda la información captada a través de los receptores presentes en las antenas y se cree que, en menor medida, en información referente a los sentidos del olfato y el gusto. El tritocerebro recopila información de los diferentes apéndices del animal, ya sean las patas o los apéndices bucales. En lo referente a los órganos de los sentidos, en la cabeza se pueden encontrar, aparte de los órganos de Tömösvary, una especie de ojos rudimentarios. Estos se caracterizan por no presentar omatidios (receptores sensoriales que pueden distinguir colores). Igualmente, algunas especies presentan un falso ojo compuesto.
- Sistema circulatorio. Como en todos los artrópodos, el sistema circulatorio es abierto, con una especie de laguna (hemocele) a donde llega la hemolinfa, el líquido circulante. En este líquido la única célula especializada son los amebocitos, encargados de la coagulación, entre otras funciones. Los miriápodos presentan un corazón con forma cilíndrica y se extiende por toda la longitud del animal. Por cada segmento, el corazón presenta un par de ostiolos, y arterias. Un elemento importante en este tipo de animales es la arteria aorta, que tiene dirección cefálica.
- Sistema excretor. Este sistema es sencillo. Está conformado por los tubos de Malpighi. Estos, de los que hay uno o dos pares, son ciegos y desembocan en el proctodeo, donde liberan las sustancias de desecho. Entre las sustancias que desechan está el nitrógeno en forma de ácido úrico. Igualmente, a nivel de la cabeza, específicamente en el gnatoquilario, se aprecian unas glándulas maxilares, que también son de naturaleza excretora.
- Sistema respiratorio. Su sistema respiratorio es traqueal. Tienen una red de conductos denominados tráqueas distribuidas por toda su anatomía. Esas tráqueas se comunican con el exterior a través de unos orificios conocidos como espiráculos. En el interior del animal las tráqueas se van ramificando en conductos cuyo diámetro es cada vez más pequeño, que llegan a cada célula para el intercambio gaseoso.
Hábitat y distribución de los miriápodos
Este grupo está ampliamente distribuido por todo el planeta. Han logrado colonizar una gran variedad de ecosistemas, exceptuando los polos.
Asimismo, son animales netamente terrestres, por lo que no es posible encontrarlos en ambientes acuáticos. A pesar de esto, se ha establecido que los miriápodos necesitan vivir cerca de ambientes con amplia disposición de agua, como lugares circundantes de lagos o ríos.
Igualmente, los especialistas han registrado que las especies de miriápodos son particularmente abundantes y diversas en las zonas tropicales, en tanto que en las zonas más alejadas y cercanas a los polos no abundan.
Son animales de hábitos nocturnos, por lo que es común durante el día encontrarlos en lugares oscuros, como bajo las rocas. Los grandes depredadores de esta superclase generalmente salen a cazar en la noche.
Alimentación de los miriápodos
En el grupo de los miriápodos, las preferencias alimenticias son muy variadas. Hay especies carnívoras depredadoras, como la Scolopendra cingulata, que se alimenta de pequeños invertebrados.
Hay otras especies herbívoras, como las pertenecientes a la clase Symphyla, y también hay especies omnívoras que se alimentan de pequeños invertebrados y plantas.
En este mismo orden de ideas, las especies de la clase Pauropoda son saprófagas, es decir, se alimentan de la materia orgánica en descomposición.
En lo referente al tipo de digestión, en los miriápodos se observan tanto la digestión interna como la externa. La digestión interna es aquella en la que el animal engulle la presa, después de inocularle el veneno, y dentro del cuerpo del miriápodo ocurre todo el proceso digestivo. El alimento es sometido a la acción de enzimas digestivas de la boca y la faringe para convertirlo en sustancias fácilmente absorbibles por el organismo del animal.
En la digestión externa, el animal secreta una serie de enzimas digestivas que actúan directamente sobre el alimento a ingerir, procesándolo y convirtiéndolo en una especie de papilla que el animal finalmente ingiere.
Indistintamente del tipo de digestión, a nivel del intestino medio se absorben los nutrientes producto del procesamiento de los alimentos. Finalmente, a través del proctodeo, específicamente del ano, se liberan las sustancias de desecho.
Reproducción de los miriápodos
Se reproducen de forma sexual, mediante fusión de gametos masculinos y femeninos. El tipo de fecundación es indirecta, es decir, a pesar de ocurrir en el interior del cuerpo de la hembra no se requiere que haya cópula entre los individuos. Sin embargo, hay unas cuantas especies en las que sí ocurre el acto de copulación.
El proceso de reproducción es el siguiente: el macho libera una estructura denominada espermatóforo, en la que se encuentra contenido su esperma. Seguidamente, la hembra lo recoge y se lo introduce, dando lugar a una autofecundación.
Una vez ocurrido esto, la hembra pone los huevos, generalmente en un sitio seguro, como algún agujero preparado por ella en la tierra. Una característica distintiva de los miriápodos es que una vez puestos los huevos, la hembra los custodia protegiéndolos de posibles depredadores hasta que eclosionan.
Este grupo se caracteriza por tener un desarrollo directo. Esto implica que cuando los huevos eclosionan, el individuo que emerge de ellos presenta características muy similares a los individuos adultos. Es decir, no experimentan estadios larvarios.
Por supuesto, el individuo joven no tiene aún el tamaño alcanzado por los ejemplares adultos, de manera que durante su vida experimentará varios procesos de muda en los que deberá generar un nuevo exoesqueleto que se adapte a sus nuevas dimensiones. Esto ocurrirá hasta alcanzar el tamaño estándar de los adultos de cada especie.
Clasificación de los miriápodos
Los miriápodos se clasifican en cuatro clases: Chilopoda, Pauropoda, Diplopoda y Symphila.
- Chilopoda: es la clase que abarca todas las especies de los llamados ciempiés, y también a las famosas escolopendras. Los miembros de este grupo poseen aproximadamente 21 segmentos en su cuerpo y son de hábitos nocturnos. Son conocidos por sus potentes forcípulas venenosas.
- Pauropoda: son los miriápodos más pequeños que existen, ya que su tamaño es de apenas unos milímetros. Son saprófagos y habitan principalmente en lugares húmedos, donde tienen abundante disposición de alimentos. Presentan un exoesqueleto blando.
- Diplopoda: clase constituida por los milpiés. La característica distintiva de este grupo es que presenta dos pares de apéndices por cada segmento del cuerpo. Los segmentos corporales están fusionados de dos en dos.
- Symphila: grupo de miriápodos de pequeño tamaño (hasta 8 mm de longitud). El color de su cuerpo es blanquecino e incluso puede ser translúcido. Pueden llegar a tener hasta 12 pares de patas. Se encuentran principalmente en lugares oscuros y húmedos, como hojarasca o debajo de piedras.
Ejemplos de especies de miriápodos
Los miriápodos forman uno de los grupos de artrópodos más diversos. Abarca más de 16.000 especies. Entre estas, las más representativas son:
- Ciempiés común (Lithobius forficatus).
- Milpiés gigante africano (Archispirostreptus gigas).
- Scolopendra subspinipes.
- Milpiés alpino (Allochernes wideri).
- Ciempiés de patas largas (Scutigeromorpha).
- Ciempiés de las cavernas (Speleomantes spp.).
- Scolopendra morsitans.
- Ciempiés de las selvas tropicales (Scolopocryptops spp.).
- Milpiés de la madera (Xyloiulus spp.).
- Milpiés esmeralda (Polyxenidae).
Referencias
- Barnes, R. D. Invertebrate Zoology. W. B. Saunders Co.
- Brusca, R. C. & Brusca, G. J. Invertebrados, 2ª edición. McGraw-Hill-Interamericana.
- Cobo, F. y González, M. Miriápodos. Generalidades. Capítulo del libro Zoología, Vol XVII.
- Cupul, F. Los miriápodos en el libro de Moisés Herrera. Ciencia y Cultura.
- Curtis, H., Barnes, S., Schneck, A. y Massarini, A. Biología. Editorial Médica Panamericana. 7° edición.