¿Qué son las orquídeas?
Las orquídeas son un grupo de plantas herbáceas con flores perteneciente a la familia Orchidaceae, del orden Asparagales. Estas plantas monocotiledóneas se caracterizan por la diversidad de sus flores y sus interacciones ecológicas con otras especies.
Esta familia incluye entre 25.000-30.000 especies, lo que constituye uno de los grupos taxonómicos con mayor diversidad especifica entre las angiospermas. Además de esta gran variedad natural, se agregan más de 60.000 híbridos y cultivares mejorados genéticamente por los floricultores.
La gran variedad morfológica de las orquídeas hace posible la presencia de ejemplares de pocos centímetros hasta especies de más de 13 metros. Esta gran diversidad esta igualmente presente en el tamaño, forma, coloración y aroma de sus flores.
Habitualmente se localizan en climas tropicales, pero su distribución es global, a excepción de los ambientes desérticos y polares. De hecho, son especies cosmopolitas ampliamente establecidas de forma silvestre o comercial en climas intertropicales, donde se cultivan las especies más atractivas.
La mayoría presenta hábitos de crecimiento epifitos con raíces lisas y ligeramente engrosadas. Por otra parte, existen las semiepifitas, que se adhieren a un material poroso, y las terrestres, que mantienen relaciones simbióticas con la micorriza.
Sus flores se disponen en solitario o en ramilletes de inflorescencias de vivos colores, siendo generalmente hermafroditas. El carácter distintivo de las orquídeas es un pétalo modificado denominado labelo, que permite identificar a los miembros de esta familia taxonómica.
En la actualidad, el cultivo de orquídeas constituye una rama importante de la producción de plantas ornamentales. No obstante, el comercio ilegal de una gran mayoría de especies silvestres abarca más de 10 millones de plantas al año.
Características de las orquídeas
- Raíz. Las raíces de las orquidáceas presentan una gran diferenciación en relación con los hábitos de vida y crecimiento. Las plantas terrestres o rupícolas poseen raíces pubescentes, y las epifitas son delgadas o gruesas, lisas y se expanden horizontalmente. Algunas poseen pseudobulbos.
- Tallos. Desarrollan un tipo de tallo especializado denominado pseudobulbo, que se comporta como un organismo de almacenamiento de agua y nutrientes. Asimismo, se caracterizan por sus entrenudos abultados a partir de los cuales emergen las hojas.
- Hojas. Las hojas, ubicadas de forma alterna a lo largo de los tallos, presentan venaciones paralelas a través de su superficie. Son generalmente lanceoladas y de ápice obtuso, gruesas, firmes y coriáceas, o suaves, delgadas y plegadas.
- Flores. Las flores son los órganos distintivos de estas especies, siendo de tamaños muy variados, desde apenas pocos mm hasta 45-50 cm de diámetro. La mayoría son bicolores y a veces tricolores, en algunos casos con pintas y fuertes fragancias para atraer a insectos polinizadores.
- Disposición floral. La disposición de las flores al final del pedicelo manifiesta una torsión en su eje central dirigiendo el labelo hacia abajo. Se alinean de forma individual o en agrupaciones en espigas, racimos, panículas o corimbos.
- Floración. Ocurre una vez al año, frecuentemente durante la misma época. Está determinada por diversos factores ambientales, como cambios de temperatura, radiación solar, variaciones de humedad ambiental y cambio de estación climática.
Taxonomía de las orquídeas
La familia Orchidaceae es uno de los grupos más extensos del reino vegetal, abarcando alrededor de 30.000 especies de 900 géneros descritos. Estos géneros se distribuyen de forma global en todos los continentes, siendo más abundantes en zonas tropicales cálidas y húmedas.
- Reino: Plantae.
- Subreino: Tracheobionta.
- División: Magnoliophyta.
- Clase: Liliopsida.
- Orden: Asparagales.
- Familia: Orchidaceae Juss., nom. cons.
Subfamilias
- Apostasioideae. Las especies de esta subfamilia se caracterizan por poseer dos o tres anteras fértiles y un estaminodio filamentoso. Se consideran las orquídeas más primitivas, siendo nativas del trópico asiático y australiano, e incluyen los géneros Apostasia y Neuwiedia.
- Cypripedioideae. Las flores presentan dos estambres, dos anteras fértiles, un estaminodio en forma de escudo y otro sacciforme. Se distribuyen a lo largo de los trópicos americano, asiático y australiano, e incluyen los géneros Cypripedium, Mexipedium, Selenipedium, Phragmipedium y Paphiopedilum.
- Epidendroideae. Subfamilia de especies epifitas de flores con anteras incumbentes o curvadas sobre el ápice de la columna, rígidas, cerosas y cartilaginosas. Se considera una subfamilia muy numerosa, con más de 500 géneros distribuidos en las tribus Neottieae, Tropidideae, Palmorchideae y Xerorchideae.
- Orchidoideae. La mayoría de las especies de esta subfamilia presentan hábitos terrestres, por lo que poseen rizomas carnosos o tubérculos. Las flores tienen una antera fértil y un estambre, comprendiendo más de 200 géneros de la tribu Cranichideae.
- Vanilloideae. Incluye 15 géneros y más de 180 especies de orquídeas correspondientes a las tribus Pogonieae y Vanilleae. Su distribución es homogénea a través de la franja subtropical y tropical húmeda alrededor del globo terrestre.
Etimología
La palabra orquídea deriva del griego orchis, que significa “testículo”, debido a la forma de los tubérculos subterráneos en algunas especies. De hecho, el nombre orchis fue usado por primera vez por el padre de la botánica y la ecología, Teofrasto, en su libro De historia plantarum.
Hábitat y distribución de las orquídeas
Las orquídeas son plantas perennes de consistencia herbácea, epifitas o terrestres, en ocasiones trepadoras, saprofitas o micoheterótrofas parásitas. Esta familia constituye el mayor grupo taxonómico de plantas con flores, incluyendo 900 géneros con más de 30.000 especies de gran diversidad biológica y distribución geográfica.
Efectivamente, es una familia cosmopolita, siendo los lugares de mayor diversidad las regiones geográficas que comprenden Brasil, Borneo, Colombia, Java, Nueva Guinea y México. Habitualmente, se ubican desde el nivel del mar hasta los 5.000 m s.n.m., siendo los polos y los desiertos los únicos lugares donde no se reproducen.
Su distribución geográfica es pantropical, cubriendo una franja dentro de los 20º de latitud norte y sur del ecuador. En Latinoamérica, la mayor diversidad se ubica en las montañas altas de Colombia, Costa Rica y Panamá.
Tipos de orquídeas
- Orquídeas epifitas. Son especies que no requieren contacto directo de sus raíces con la tierra u otro medio húmedo para conseguir su alimento. De hecho, viven del aire, del cual toman el nitrógeno y otros minerales a través de las hojas y raíces verdes. De este grupo son las Vandas y las Renantheras.
- Orquídeas semiepifitas. Especies de orquídeas que necesitan adherirse a un material leñoso o poroso que conserve la humedad, que no necesariamente debe ser tierra. Ese tipo de plantas obtienen sus nutrientes a través de las raíces aéreas y por las hojas mediante el proceso fotosintético. Las orquídeas semiepifitas tienden a morir si se colocan sobre tierra, ya que sus raíces requieren aireación continua para mantener su funcionalidad. De este grupo, las Cattleyas, Oncidium y Laelias viven adheridas en troncos o sembradas en recipientes con materiales adecuados. Algunas especies requieren alta humedad en su sustrato, siendo sembradas sobre tierra vegetal suelta, con palitos o raíces de helecho. A veces se emplea sphagnum o fibra de coco. Entre estas especies se encuentran las Miltonias, Phalaenopsis y Cypripedium. Solo los Cymbidium toleran un poco de tierra negra en el sustrato de siembra. Son orquídeas perennifolias cultivadas en macetas y para comercializar como flores cortadas.
- Orquídeas terrestres o rupícolas. Son orquídeas que necesitan sembrarse en tierra corriente para obtener agua y nutrientes del sustrato. La mayoría de las orquídeas europeas y de las zonas frías andinas pertenecen a este grupo, como las Lycastes y Sobralias.
Especies representativas de orquídeas
Cattleya
Cattleya es un género de Orchidaceae constituido por aproximadamente 65 especies nativas de regiones intermedias y altas de Sudamérica y América Central. La mayoría crece de forma epifita al margen de los bosques o sobre las copas de los árboles, donde se protegen de la luz directa del sol.
Se caracterizan por las raíces gruesas y carnosas de crecimiento superficial, además de pseudobulbos aprovechados como órganos de reserva. Por sus atractivas flores y agradable fragancia son denominadas las “reinas de las orquídeas”.
Coelogyne
Coelogyne es un grupo de orquídeas epifitas con más de 195 especies naturales de zonas bajas y de montaña alta en climas cálidos tropicales. Se caracterizan por sus inflorescencias con grandes flores delicadas y fragantes, de colores brillantes y formas particulares.
Las especies de esta familia se desarrollan en un amplio rango de climas, desde zonas frescas y baja temperatura hasta zonas cálidas. En efecto, los racimos florales de flores blancas, verdes o amarillas, emergen a partir de los cogollos durante primavera y verano.
Cymbidium
Las orquídeas pertenecientes al género Cymbidium en su mayoría son especies hibridas que desarrollan pequeñas flores de gran belleza. Naturales de Asía, específicamente de la región del Himalaya, el grupo está constituido por alrededor de 52 especies identificadas taxonómicamente.
Es una planta muy exigente en humedad y no tolera la exposición directa al sol. Se emplean habitualmente como flores de corte para arreglos florales, debido a sus pequeñas flores, atractivos colores y duradera fragancia.
Dendrobium
El Dendrobium es de las orquidáceas más cultivadas y comercializadas a partir de cruces artificiales para obtener flores de gran variedad y belleza. Este género comprende alrededor de 1.200 especies nativas de Asia y Australia.
El calificativo Dendrobium significa “el que vive en un árbol” y hace referencia al hábitat frecuente del género sobre árboles o rocas. La gran variedad de especies de Dendrobium, híbridas o naturales, contiene una amplia diversidad de formas y colores.
Epidendrum
El género Epidendrum incluye aproximadamente 365 especies de gran diversidad taxonómica que anteriormente incluía los géneros Encyclia, Osterdella, Psychilus y Nanodes. La mayor variedad de Epidendrum es nativa de Mesoamérica, desde el sur de Florida, Centroamérica, Sudamérica, hasta el norte de Argentina.
Este género tolera un amplio rango de temperaturas, desde climas muy cálidos y secos, hasta los más fríos y húmedos. Las inflorescencias se caracterizan por su largo ramillete de diminutas flores coloridas y formas decorativas.
Miltonia
Género de orquídeas nativo de Brasil, formado por una diversidad de especies que crecen de forma solitaria o en ramilletes. La mayoría de las especies se adaptan a climas cálidos y húmedos, característicos de las selvas amazónicas.
Las flores de buen tamaño superan los 10 cm de diámetro, sépalos y pétalos son del mismo tamaño y el labelo se diferencia por el color. Los pseudobulbos se desarrollan sobre el rizoma y posee hojas oblongas, lineales y flexibles de condición perenne.
Oncidium
Grupo de orquídeas de gran variedad de dimensiones, naturales de América tropical, desde el sur de Florida hasta el norte de Argentina. El grupo se encuentra constituido por aproximadamente 330 especies que crecen desde el nivel de mar hasta los 3.500-4.000 m.
Las flores tienen una amplia variedad de formas, tamaños y colores. De hecho, los híbridos de este género son altamente resistentes y pueden cultivarse en macetas colgantes.
Phalaenopsis
Conocidas como orquídeas mariposas o alevillas, comprenden alrededor de 60 taxones descritos y clasificados como pertenecientes a la subfamilia Epidendroideae. Las flores características de las Phalaenopsis semejan una mariposa en vuelo, siendo altamente resistentes, y se adaptan a diversas condiciones ambientales.
Originarias del sudeste asiático, crecen de forma silvestre en Australia y Papúa Nueva Guinea. Allí, se desarrollan naturalmente sobre roquedales, peñascos y árboles.
Vanda
Las Vandas constituyen un grupo de orquídeas epifitas o litófitas de aproximadamente 60 especies nativas del trópico asiático pero distribuidas a nivel global. En la naturaleza se localizan bajo las copas de los grandes árboles protegidas de la exposición directa a la luz solar.
Las inflorescencias se desarrollan al final de un largo tallo, siendo ideales para cultivar en macetas colgantes o sobre árboles. Esta variedad requiere abundante irrigación y media sombra, siendo particulares sus flores de tonos pastel con pintas claras.
Cultivo y cuidados de las orquídeas
- Cultivo. La propagación de las orquídeas se puede realizar por semillas y a través de división o fragmentos del tallo. La producción por semillas no es comercialmente viable, y se emplea solo a nivel de laboratorio para la producción de nuevas especies. La propagación vegetativa es la técnica más utilizada, y en el caso de las orquídeas, se realiza mediante la división del tallo. Asimismo, dependiendo de la especie, se puede realizar también a través de hijuelos que se desarrollan a partir de los pseudobulbos. El cultivo comercial de orquídeas se realiza por lo general en recipientes especiales que favorezcan la aireación de sus raíces y el buen drenaje. Al colocar el fragmento de tallo o hijuelo dentro del recipiente, se recomienda fijar con un alambre que proporcione soporte hasta el desarrollo de las raíces.
Cuidados
- Sustrato. Las orquídeas cultivadas requieren un sustrato con buen drenaje, adecuada porosidad y excelente retención de humedad. Los sustratos ideales son aquellos que proporcionen aireación y humedad, como trozos de madera, raíces de helecho, corteza de abeto o fibra de coco. Las raíces de este cultivo son susceptibles a la acumulación de agua. Además, un sustrato suelto favorece el crecimiento y desarrollo del sistema radicular.
- Iluminación. Por lo general, las orquídeas requieren de 12-14 horas diarias de iluminación, a una temperatura promedio de 18-25º C, nunca menor a los 15º C. En las zonas tropicales, la intensidad lumínica se mantiene relativamente estable durante todo el año, por lo que se cumplen los requerimientos del cultivo. Cultivos en zonas con menor número de horas de radiación solar requieren un complemento lumínico durante los meses de invierno. Lo recomendable es disponer las macetas colgantes orientadas al este o sur, para aprovechar la mayor incidencia de luz.
- Riego. Las orquídeas soportan mejor la sequía que el exceso de humedad, y un cultivo con riegos frecuentes tiende a presentar pudrición de sus raíces. Como regla general, una orquídea debe regarse una vez a la semana, evitando el encharcamiento de las raíces.
- Humedad relativa. En condiciones tropicales, las orquídeas se desarrollan efectivamente con una humedad relativa alrededor de 60-80%. Durante el invierno, o en ambientes muy secos, la humedad relativa disminuye, por lo que se recomienda utilizar humidificadores que mantengan las condiciones ambientales.
- Fertilización. Los sustratos adecuados para las orquídeas muchas veces proporcionan pocos nutrientes, por lo que es importante proveerle de fertilizantes. Al respecto, la aplicación de abonos líquidos es lo habitual en el cultivo de orquídeas. La fertilización se realiza cuando las plantas están en crecimiento activo o antes de iniciar el periodo de floración. No es recomendable la fertilización durante el invierno, o inmediatamente después de haber realizado el trasplante. Para la mayoría de orquídeas cultivadas, se recomienda aplicar un fertilizante foliar con mayor contenido de nitrógeno que favorezca la floración. Igualmente, son recomendables los abonos orgánicos, como los extractos de algas o bioles, que proveen macro y micronutrientes.
- Podas. Las podas de saneamiento y mantenimiento son recomendables para mantener las plantas sanas e incrementar y mejorar la floración. Cuando se observan hojas o flores secas o enfermas, se cortan por encima de la yema inferior para que posteriormente brote una nueva con mayor vigor.
Plagas y enfermedades de las orquídeas
Plagas
- Arañita roja (Tetranychus urticae). La mayor incidencia se presenta en ambientes de baja humedad ambiental, observándose abundantes colonias sobre la superficie de las hojas cubiertas de telaraña. El daño es ocasionado por la picadura del insecto al succionar la savia, provocando manchas cloróticas que posteriormente se tornan blanquecinas. El control se realiza con manejo agronómico incrementando la humedad relativa del ambiente. En ataques severos, se pueden emplear productos químicos basados en azufre. Asimismo, es efectivo el control biológico con Phytoseiulus persimilis.
- Cochinillas. Insectos pasivos de tonos blanquecinos que afectan el dorso de las hojas. Se presentan en ambientes secos y cálidos, ocasionando manchas amarillentas en las hojas. Su incidencia viene acompañada del ataque del hongo negrilla, y para su control se recomienda la aplicación de insecticidas sistémicos.
- Pulgón (Aphis fabae). Los pulgones son pequeños insectos que atacan brotes tiernos, hojas y botones florales succionando la savia y transmitiendo toxinas. El principal síntoma es la deformación de los tejidos afectados. Además, las heridas causadas por esta plaga son una puerta de entrada de virus. Se recomienda el control biológico con algunos depredadores, como la Chrysopa o la Coccinella septempunctata, así como el parasitoide Aphelimus mali. En ataques severos, se sugiere el control químico con insecticidas sistémicos.
- Trips. La incidencia de esta plaga ocasiona manchas blanquecinas sobre yemas, hojas y flores, de aspecto plomizo rodeadas de granillos negros. El ataque sobre los botones florales ocasiona la caída de la flor o su deformación. El control puede realizarse aplicando medidas preventivas, como el uso de mallas antitrip, control de malezas o trampas adhesivas. Asimismo, para cultivos en invernadero, se recomienda el control biológico con los parasitoides Orius o Amblyseius swirskii.
Enfermedades
- Pythium. Este hongo ocasiona la pudrición blanda de las raíces. La planta no logra absorber agua y nutrientes, por lo que se produce un debilitamiento general. Son recomendables las medidas preventivas que incluyan desinfección del sustrato, material vegetal sano y riego controlado. En ataques severos, es efectivo el control químico.
- Cercospora y Rhizoctonia. Enfermedad de mayor incidencia en tallos y hojas, provocando lesiones necróticas que disminuyen la capacidad fotosintética y provocan la muerte de la planta. Medidas preventivas, como la poda de saneamiento, riego controlado y uso de material vegetal sano, disminuyen su incidencia.
- Pseudomonas cattleyae. Bacterias que afectan a gran número de especies de orquídeas, especialmente al género Phalaenopsis, ocasionando la enfermedad conocida como mancha marrón. La mayor incidencia se presenta en ambientes húmedos, de baja temperatura y escasa ventilación. Su control se realiza aplicando medidas preventivas, como la eliminación de material vegetal infectado y facilitando una buena ventilación. El control químico es recomendable en cultivos muy contaminados, aplicando fumigaciones controladas de antibióticos.
Fisiopatías
Las fisiopatías son alteraciones fisiológicas de la planta ocasionadas por factores ambientales o físicos externos. Al respecto, los cambios bruscos de iluminación, temperatura, humedad relativa, precipitaciones o acumulación de etileno en las hojas influyen en la salud del cultivo.
Como consecuencia de estas alteraciones ambientales, las hojas se tornan amarillentas o presentan quemaduras. Además ocurren defoliación y cambios adversos del sistema radicular, dando como resultado plantas débiles de poco crecimiento y menor frecuencia de floración.
Referencias
- Campos, F. A. D. B. Considerações sobre a Família Orquidacea: taxonomia, antropismo, valor econômico e tecnologia. Mundo saúde (Impr.).
- Guía Básica sobre tipos de orquídeas. Recuperado de interflora.es.
- Guía de identificación de orquídeas con mayor demanda comercial. Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR). Lima, Perú.
- Orchidaceae. Recuperado de es.wikipedia.org.
- Soto, M. A., & Salazar, G. A. Orquídeas. Biodiversidad de Oaxaca.