¿Qué es la peridermis?
La peridermis es un tejido protector que sustituye a la epidermis como cubierta externa de protección en plantas que presentan crecimiento secundario. El crecimiento secundario es un incremento en el grosor del tallo y raíces, originado a partir de los meristemas secundarios en las coníferas y en las plantas dicotiledóneas.
La peridermis se origina a partir del cámbium suberoso y está compuesta por el felema o súber, la felodermis y el felógeno. Generalmente, cada año se forma una nueva capa de peridermis hacia el interior de la peridermis antigua.
La corteza está constituida tanto por peridermis como por floema secundario. Tiene diversos usos: el súber, por ejemplo, también conocido como corcho, es empleado como tapón de envases y botellas. El corcho comercial, que aún es considerado como el tapón ideal para botellas de vino, proviene principalmente del alcornoque.
Características de la peridermis
- Formación en plantas leñosas. La peridermis se encuentra en plantas leñosas, es decir, las que desarrollan tejidos leñosos, como el xilema y el floema, a medida que crecen.
- Reemplazo de la epidermis primaria. Se forma como una capa adicional que reemplaza la epidermis primaria original de la planta. La epidermis primaria, que se encuentra en las partes jóvenes de la planta, es una capa protectora más delgada y se desgarra a medida que la planta crece y se ensancha.
- Protección contra daños y deshidratación. Tiene una función protectora fundamental. El súber, en particular, es una capa densa y resistente que protege a la planta contra daños mecánicos, la penetración de patógenos y la pérdida de agua. El súber actúa como una barrera impermeable al agua y reduce la transpiración.
- Crecimiento de la peridermis. Crece a medida que la planta madura y se expande en circunferencia. El felógeno produce nuevas capas de súber, lo que resulta en el ensanchamiento del tronco o la rama.
- Lenticelas. En la peridermis se pueden encontrar lenticelas, pequeñas estructuras en forma de poro que permiten el intercambio de gases entre el interior de la planta y el ambiente. Estas lenticelas son esenciales para la respiración de las partes leñosas de la planta.
- Cambio de color y textura. A medida que la peridermis madura, puede cambiar de color y textura. Por ejemplo, en algunos árboles, la peridermis forma una corteza áspera y rugosa que reemplaza la epidermis suave y delgada de las partes jóvenes.
- Solo aparece en tallos. Está presente solo en tallos y raíces y ausente en hojas, flores y frutos. Puede aparecer varias veces durante la vida de la planta.
- Impermeabilidad. Esta estructura es impermeable tanto al agua como a los gases, y resistente a la acción de los ácidos.
Partes de la peridermis
- Felógeno. También denominado cámbium suberoso, es un tejido meristemático secundario responsable de la producción de tejido dérmico nuevo. Es un meristema lateral que puede crecer estacionalmente en forma de bandas continuas o discontinuas debajo de la epidermis.
- Súber. Este tejido también se conoce como feloma o corcho. Se forma hacia el exterior del felógeno y está constituido por células que pierden el protoplasma y mueren al madurar. Las paredes primarias de estas células están cubiertas en su cara interna por una capa relativamente gruesa de una sustancia grasa e impermeable al agua y a los gases, denominada suberina.
- Felodermis. Capa delgada compuesta de células parenquimáticas vivas, originadas de las distintas capas de cámbium suberoso. Estas células se caracterizan por no presentar paredes suberificadas y eventualmente pueden poseer cloroplastos.
Funciones de la peridermis
- Protección mecánica. Actúa como una capa protectora que protege el cuerpo de la planta (tronco, ramas y raíces) de daños mecánicos, como cortes, raspaduras y heridas. Esto es especialmente importante en áreas expuestas a condiciones climáticas adversas y roces con otros organismos.
- Protección contra patógenos. El súber, una capa de células suberificadas que forma parte de la peridermis, actúa como barrera contra la entrada de patógenos, como bacterias, hongos y virus, que podrían dañar el tejido interno de la planta.
- Reducción de la pérdida de agua. La peridermis, y en particular el súber, es impermeable al agua. Esto reduce significativamente la transpiración y la pérdida de agua a través de las partes aéreas de la planta, lo que es esencial para la conservación de agua en climas secos.
- Resistencia a la desecación. Ayuda a prevenir la desecación de las partes leñosas de la planta, al actuar como barrera física que evita que la humedad interna se evapore rápidamente.
- Resistencia al frío y calor extremos. Contribuye a proteger la planta contra temperaturas extremas al proporcionar una capa adicional de aislamiento. En climas fríos, ayuda a retener el calor, y en climas cálidos, puede reducir la exposición al calor excesivo.
- Respiración a través de lenticelas. A través de las lenticelas, la planta puede llevar a cabo el intercambio de gases con el ambiente. Esto es esencial para permitir que las partes leñosas de la planta respiren y mantengan sus funciones metabólicas.
- Función de almacenamiento. En algunas plantas, la peridermis puede almacenar sustancias secundarias o reservas de nutrientes, como almidón o aceites, importantes para el crecimiento y la supervivencia de la planta.
- Cambio estético y de textura. La formación de la peridermis puede dar lugar a cambios estéticos en la planta, como la formación de una corteza rugosa y texturizada. Estos cambios estéticos pueden ser útiles para la identificación de especies y tienen valor ornamental en muchas plantas.
El crecimiento en plantas
Las plantas que viven varios años presentan dos tipos de crecimiento, primario y secundario.
- Crecimiento primario. Es producido por el meristemo apical, permite el incremento en longitud de las raíces y los vástagos. En muchas plantas sin semillas el meristemo apical consta de una única célula que se dividirá sucesivamente para permitir el crecimiento de la planta. En plantas con semillas, el meristemo apical consta de más de un centenar de células ubicadas en el ápice de la raíz y del tallo, y cuyas sucesivas divisiones permitiánr el crecimiento longitudinal de la planta, alargándose a partir del ápice. Este meristemo apical también da origen a los meristemos primarios, que reciben el nombre de protodermis, procámbium y meristemo fundamental. El primero producirá la epidermis, el segundo dará origen al xilema y al floema, y el último, producirá el tejido fundamental.
- Crecimiento secundario. Se produce a partir del meristemo secundario, denominado así porque está formado por células que originalmente eran del parénquima, pero que se desdiferenciaron para convertirse nuevamente en células meristemáticas. El meristemo secundario o lateral es una capa de una sola célula de grosor que rodea completamente el tallo y la raíz. Las divisiones de este meristemo son periclinales y originan crecimiento tanto hacia el exterior como hacia el interior de tallos y raíces. Es el crecimiento que permite el incremento en grosor de estas estructuras.
Formación de la peridermis
El primer felógeno se origina cuando ya no ocurre crecimiento primario. Este se desarrolla a partir de células del parénquima de la capa externa del córtex, debajo de la epidermis. Estas células se desdiferencian y convierten nuevamente en células meristemáticas. La primera división periclinal de estas células origina dos células.
La célula ubicada más hacia el exterior dará origen al súber, y la más interna continuará dividiéndose. De estas nuevas células, las más internas formarán la felodermis, mientras que las ubicadas entre esta capa y el súber, seguirán siendo células del felógeno.
De esta manera se forma la primera peridermis que reemplazará la epidermis, la cual morirá debido a que el súber impedirá cualquier intercambio de agua y nutrientes entre sus células y las de los tejidos adyacentes.
Periódicamente, se producirá una nueva capa de peridermis hacia el interior de la misma, la cual puede tener un crecimiento completo o por bandas. Para la formación de estas nuevas capas de peridermis, las capas de felógeno se originarán a partir de células del meristema secundario provenientes del parénquima del floema secundario.
La formación de una nueva capa de súber aislará los elementos vivos de las capas más externas, causando su muerte, tal como sucedió con la epidermis. Esta capa externa de tejidos muertos forma la corteza externa. Esta es la corteza que pierden los árboles durante su crecimiento.
Lenticelas
La capa de súber impermeabiliza a la planta e impide el intercambio de gases de las células del tallo y raíz con el exterior. Para realizar el intercambio gaseoso surgen pequeñas aberturas en la corteza externa, en la zona donde la capa suberosa es más delgada y las células están más separadas.
Estas aberturas se denominan lenticelas y permiten el intercambio de gases. Con el surgimiento de nuevas capas de cámbium suberoso, también aparecerán nuevas lenticelas, que se alinearán con las más antiguas para permitir la continuidad de este intercambio.
Referencias
- M.W. Nabors. Introduction to Botany. Pearson Education, Inc.
- Bark (botany). Recuperado de en.wikipedia.org.
- W.C. Dickison. Integrative Plant Anatomy, Academic Press.
- Peridermis: corteza y derivados. Recuperado de biologia.edu.ar.
- Tejidos vegetales: Protección. Recuperado de mmegias.webs.uvigo.es.