¿Qué son las sepias?
Las sepias, o jibias, son un grupo de animales que en su conjunto integran el orden Sepiida. Abarca un número aproximado de 100 especies, distribuidas en dos familias. Este orden fue descrito por primera vez en 1895 por el naturalista alemán Karl Von Zittel.
Entre sus elementos distintivos se pueden mencionar la forma de su pupila (forma de “W”) y la gran cantidad de cromatóforos que tienen en su piel, que le permiten modificar su color para camuflarse con el entorno.
Sumado a esto, tiene en común con otros cefalópodos la producción de un veneno (neurotoxina) que le sirve tanto de protección contra depredadores como para capturar y paralizar a sus presas.
Características de las sepias
– Cuerpo. Las sepias tienen un cuerpo ovalado y aplanado, con 8 brazos y dos tentáculos más pequeños, similares a los calamares.
– Sangre. Su sangre es verde azulada por el pigmento que se encuentra presente en ella, la hemocianina, análoga a la hemoglobina.
– Cambio de color. Como los calamares, las sepias pueden cambiar rápidamente de color para camuflarse con el entorno y evitar los depredadores.
– Caparazón interno. Las sepias, a diferencia de los calamares, cuentan con un caparazón interno llamado gladio, que les proporciona cierta estructura y protección.
– Alimentación. Son depredadores carnívoros, se alimentan principalmente de crustáceos, peces pequeños y otros invertebrados marinos. Usan sus tentáculos para capturar y manipular a sus presas antes de llevarlas a su boca.
– Tiempo de vida. Presentan una esperanza de vida corta, no más de 2 años. Sufren la acción de diversos depredadores, como delfines, focas, algunos peces y tiburones. En raras ocasiones practican el canibalismo.
Morfología de las sepias
- Anatomía externa. El cuerpo de la sepia se divide en tres zonas o áreas bien diferenciadas: masa visceral, cabeza y apéndices (brazos y tentáculos). Pueden medir hasta 50 cm y alcanzar un peso de 11 kg.
- Masa visceral. Está orientada posteriormente. Es alargada y aplanada en sentido dorso ventral. Está cubierta por el manto, que presenta unas ondulaciones que sobresalen del cuerpo, que le permiten desplazarse por las corrientes de agua.
- Cabeza. Es más pequeña que la masa visceral. Los elementos que más pueden distinguirse son sus ojos, a ambos lados de la cabeza y de gran tamaño. La pupila tiene forma de “W”. En su extremo presenta el nacimiento de los brazos y tentáculos. Hacia la parte central, justo en el origen de estos, está el orificio bucal, donde se aprecia una estructura similar al pico de algunas aves. Le sirve para cortar o raspar alimentos. También presenta una abertura, el sifón, de gran importancia en la locomoción, ya que gracias a la expulsión violenta de chorros de agua por allí, el animal puede desplazarse con mayor o menor rapidez, según sea necesario.
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- Apéndices. Los apéndices de la sepia nacen directamente de la cabeza. Están representados por los brazos (8) y los tentáculos (2). Los brazos son más pequeños que los tentáculos y todos son iguales, con la excepción de uno, modificado con fines reproductivos, el hectocótilo. Los brazos presentan unas estructuras succionadoras denominadas ventosas, dispuestas en doble hilera. Los tentáculos son mucho más largos que los brazos, más delgados, y en su parte distal presentan un ensanchamiento tapizado de ventosas.
- Anatomía interna
- Sistema digestivo. Es completo, con diversos órganos que, en conjunto, cumplen la función de degradar los alimentos para poder absorberlos. Se inicia en el orificio bucal, con dos potentes mandíbulas, conocidas comúnmente como pico de loro. Son rígidas y ayudan a picar el alimento. La cavidad bucal es ancha y en ella desembocan los conductos de las glándulas salivales. Posteriormente se encuentra el esófago, que es un conducto estrecho y largo que se comunica con el estómago. Este posee una parte denominada ciego. Después del ciego hay otro conducto estrecho, el intestino. Este continúa con el recto, que finaliza en el orificio anal.
- Sistema respiratorio. La respiración de las sepias es branquial. Las branquias son laminillas de tejido blando con muchos vasos sanguíneos. En ellas se realiza el intercambio gaseoso. Presentan solo un solo par de branquias, cada una dispuesta a cada lado, específicamente en la cavidad paleal del animal.
- Sistema nervioso. Es de los más notables y desarrollados del reino animal. A nivel de la cabeza presenta un órgano similar a un cerebro, resultado de la fusión de varios ganglios nerviosos. De ese cerebro salen fibras nerviosas hacia todo el cuerpo. También presentan unas neuronas gigantes, propias de los cefalópodos.
- Sistema circulatorio. Su sistema circulatorio es cerrado. Presenta tres corazones, encargados de bombear sangre. Dos de ellos lo hacen hacia las branquias (corazones branquiales) y otro directamente hacia el cuerpo (corazón sistémico). También presenta arterias y venas que transportan la sangre. Como ya se mencionó antes, su sangre es azul verdosa.
Taxonomía de las sepias
- Dominio: Eukarya.
- Reino: Animalia.
- Filo: Mollusca.
- Clase: Cephalopoda.
- Subclase: Coleoidea.
- Superorden: Decapodiformes.
- Orden: Sepiida.
Clasificación de las sepias
El orden Sepiida está integrado por dos familias: Sepiadariidae y Sepiidae.
- Sepiadariidae. Conformada por dos géneros: Sepiadarium y Sepiloidea. Entre ambos suman un total de 8 especies.
- Sepiidae. La integran tres géneros: Metasepia, Sepia y Sepiella. Contienen en su totalidad 112 especies.
Hábitat y distribución de las sepias
Las sepias son animales acuáticos que viven en cuerpos de agua netamente salobres. Se distribuyen de manera amplia por la mayoría de los océanos del planeta. Prefieren las aguas cálidas cercanas al trópico.
Su hábitat regular abarca desde las costas de la Europa occidental hasta Australia. Aparentemente no se encuentran en las costas del continente americano.
Las sepias prefieren aguas poco profundas, por lo que es frecuente ubicarlas en el área litoral o sublitoral. A pesar de esto, se han registrado especímenes que se ubican en profundidades mayores, entre los 200 y 600 metros, donde la temperatura del agua es más bien baja.
En sus hábitats, estos animales se encuentran en el lecho marino, semienterrados o entre arrecifes de coral. Prefieren estos lugares porque, gracias a su capacidad para mimetizarse, puede confundirse con el entorno y escapar de sus posibles depredadores.
También se han registrado especies de sepias en mar abierto, aunque es poco común.
Reproducción de las sepias
Las sepias se reproducen de forma sexual, que implica la unión de células sexuales masculinas y femeninas. Estos organismos son dioicos, por lo que cada uno presenta características propias de su sexo, adaptadas para el proceso de apareamiento.
Para la reproducción, se agrupan una gran cantidad de individuos, tanto hembras como machos, y de esta manera se inicia el complejo proceso de apareamiento.
- Rituales de cortejo. Así como ocurre con otros cefalópodos, las sepias presentan rituales de apareamiento, mediante los cuales el macho despliega una gran gama de estrategias para atraer a la hembra. En primer lugar, se establece una lucha entre los machos que esperan aparearse, para demostrar cuál es el más fiero. Durante esa lucha, varios nadan entre sí de manera intimidatoria, haciendo despliegue de sus hermosos colores y de su capacidad para cambiarlos a voluntad. Eventualmente, alguno de los machos resulta vencedor. Ese es el que tendrá derecho de aparearse con la hembra o hembras que desee. Así comienza entonces a modificar su apariencia, exhibiendo los colores más vistosos, con la finalidad de atraer a las hembras hacia él.
- Fecundación y puesta de los huevos. Una vez el macho ha seleccionado a la hembra con la que se va a aparear, procede al acto. Para aparearse, las sepias deben estar una frente a la otra, con sus cabezas orientadas hacia la cabeza del otro. Cuando se posicionan, entrelazan sus tentáculos aproximándose. En ese instante, el macho, con ayuda del hectocótilo, extrae de su cuerpo el espermatóforo, que contiene los espermatozoides. Posteriormente introduce el espermatóforo en la abertura destinada para recibirlo, que está muy cerca de la boca. Una vez ocurrido esto, la hembra se retira hacia un sitio seguro para desovar (en alguna cueva o grieta, donde los huevos estén a salvo de los depredadores). La hembra puede poner una gran cantidad de huevos (hasta 200). Sin embargo, para asegurarse aún más de que sus huevos puedan desarrollarse exitosamente, la hembra tiende a impregnarlos con parte de su tinta, para camuflarlos en el ambiente. El período de desarrollo embrionario dura aproximadamente 4 meses, al cabo de los cuales, de los huevos emergen individuos de pequeño tamaño, pero con todas las características propias de las sepias adultas. Por ello, se afirma que las sepias presentan desarrollo directo, ya que no tienen estados larvarios.
Nutrición de las sepias
Son organismos heterótrofos, lo que implica que no pueden sintetizar sus nutrientes, sino que deben alimentarse de otros seres vivos. Son animales carnívoros. Se les considera voraces depredadores, que, gracias a sus mecanismos de camuflaje, son muy eficientes.
La dieta preferida de estos animales está integrada por pequeños invertebrados, como algunos artrópodos (cangrejos) y vertebrados, como peces. Para capturar a su presa, la sepia se camufla con el medio, gracias a su capacidad de hacerlo. Cuando una presa pasa cerca de ella, rápidamente actúa y la captura con sus tentáculos.
Inmediatamente la dirige hacia su boca y con el pico procede a cortarla. Ya en el interior de la cavidad bucal, esta es sometida a la acción de las sustancias secretadas por las glándulas salivares.
De la cavidad bucal, el alimento se desplaza por el esófago y pasa al estómago. Luego se dirige hacia el ciego, donde continúa la digestión. En el intestino se realiza parte de la absorción de los nutrientes degradados. Como en todo proceso digestivo, siempre quedan sustancias de desecho no aprovechadas por el organismo. Estas se liberan al medio exterior a través del orificio anal.
Especies destacadas de sepias
Sepia officinalis
Es la especie más conocida y estudiada. Es una de las de mayor tamaño, superando en ocasiones los 30 cm de longitud.
Se distribuye por todo el planeta, especialmente en el océano Atlántico, en su costa oriental y en el mar Mediterráneo, generalmente enterrada en la arena del fondo marino. Su coloración es marrón, con franjas de color más claro, aunque tiene la capacidad de cambiar su apariencia para camuflarse.
Metasepia pfefferi
Es fácilmente identificable gracias a su color rojo vivo, aunque puede variar según el entorno, pues tiene la capacidad de camuflarse.
Es pequeño y su longitud oscila entre los 6 y 8 cm. Se ubica principalmente en el fondo del mar, sobre el cual se desplaza, más que nadando, arrastrándose en la superficie. También sintetiza una toxina tan potente que puede causar la muerte de un ser humano adulto.
Sepioloidea lineolata
Es conocida por su llamativa apariencia física. En su superficie presenta un patrón similar al de las cebras, blanco y negro. Por ello, también se conoce como calamar de pijamas de rayas (aunque no es un calamar).
Generalmente, lleva una vida tranquila en el lecho marino, camuflándose con este. Sin embargo, sintetiza una potente toxina que le permite defenderse de posibles depredadores. Es pequeña, ya que regularmente no sobrepasa los 6 cm.
Otras especies
- Sepia apama.
- Sepia elegans.
- Sepia latimanus.
- Sepia pharaonis.
- Sepia prashadi.
- Sepia australis.
- Sepia bidhaia.
- Sepia filibrachia.
- Sepia ivanovi.
- Sepia robsoni.
Referencias
- Bavendam, F. The giant cuttlefish chameleon of the reef. Recuperado de nationalgeographic.com.
- Curtis, H., Barnes, S., Schneck, A., Massarini, A. Biología. Editorial Médica Panamericana. 7° edición.
- Guerra, A. Ecology of Sepia Officinalis. Recuperado de life&environment.com.
- Norman, M. Cephalopods: a world guide. Conch Books.
- Uhlenbroek, C. Vida animal. Pearson Alhambra.