¿Qué es el síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo, englobado dentro de los trastornos del espectro autista. Sus síntomas más comunes son una gran dificultad para mantener relaciones sociales normales, e incomprensión de la comunicación no verbal. También puede provocar patrones repetitivos y restringidos de comportamiento.
La principal diferencia entre el síndrome de Asperger y otros trastornos del espectro autista es que los afectados suelen tener niveles normales de inteligencia. Además de los síntomas mencionados, algunos de los más comunes son el uso anormal del lenguaje y la torpeza física, aunque no se da en todos los casos.
No se sabe exactamente qué lo causa. Los síntomas suelen aparecer antes de los dos años y mantenerse durante toda la vida del individuo. Se cree que la genética juega un papel fundamental en su aparición, pero el entorno también puede influir.
Aunque no existe un tratamiento generalizado para este trastorno, es posible disminuir muchos de sus síntomas con una combinación de distintas terapias. Algunas de las más comunes son el entrenamiento en habilidades sociales, la terapia cognitivo-conductual, la terapia física e incluso el uso de algunos tipos de psicofármacos.
Síntomas
Al tratarse de un trastorno generalizado del desarrollo, el síndrome de Asperger no se caracteriza por un solo síntoma. Al contrario, quienes lo sufren comparten una serie de rasgos comunes, como la dificultad para mantener relaciones sociales, la presencia de comportamientos repetitivos y restrictivos, y la ausencia de retraso en el desarrollo.
Para diagnosticar el síndrome de Asperger, es necesario observar varias áreas de la vida de la persona, sus interacciones sociales, sus intereses y comportamiento, habilidades motoras, sensoriales, lingüísticas y verbales.
Interacciones sociales
El principal problema que muestran estos pacientes es una gran falta de empatía: les cuesta mucho trabajo ponerse en el lugar de otras personas, comprender sus puntos de vista o entender que pueden pensar de manera distinta a ellos.
Esta falta de empatía les provoca grandes dificultades en sus relaciones con otras personas. Suelen tener problemas para formar amistades sólidas, y son incapaces, usualmente, de encontrar intereses comunes con otros.
Las personas con este síndrome no comprenden demasiado bien el concepto de reciprocidad, en el sentido de que se centran en su propio bienestar y no entienden el punto de vista de los demás. También muestran anomalías en su comportamiento no verbal, como el contacto visual, postura y gestos.
Generalmente tienden a iniciar interacciones con la gente de su alrededor y a buscar su compañía, pero lo hacen de manera poco correcta, saltándose todo tipo de normas sociales.
La falta de empatía les lleva a, por ejemplo, iniciar largas conversaciones en las que hablan sobre un tema que les interesa, sin dejar al otro intervenir y sin comprender los intentos sutiles del interlocutor por desviar la charla o darla por terminada. A menudo, les perciben como maleducados o insensibles.
En algunos casos, el constante rechazo que sufren algunas personas con Asperger puede llevarles a dejar de lado las relaciones sociales y centrarse por completo en sus propios intereses. Algunos afectados pueden desarrollan mutismo selectivo, decidiendo no hablar más que a algunos individuos con los que se sienten seguros.
Intereses y comportamiento
Aparecen comportamientos, actividades e intereses muy limitados, y a menudo repetitivos. Además, en muchas ocasiones estas personas pueden centrarse en ellas de manera especialmente intensa.
Este síntoma puede manifestarse de varias maneras. Por una parte, suelen interesarse por temas muy específicos, como movimientos típicos en el ajedrez, o datos sobre la población de distintos países. A menudo, este interés no refleja una comprensión real del fenómeno.
El campo de interés de la persona con Asperger puede variar con el tiempo. Sin embargo, según va pasando el tiempo, la mayoría de las veces los temas que llaman su atención tienden a ser más y más limitados.
Por lo general, estos individuos tienen una rutina muy rígida, que les produce un gran malestar abandonar, y no comprenden la necesidad de abandonar una rutina que a ellos les funciona. Si pertenecen a un grupo social, el interés por parte de sus acompañantes de innovar o realizar actividades distintas normalmente les sonará extraño o incomprensible.
Cuando finalmente se ve obligada a abandonar su rutina (como ir a un nuevo restaurante o cambiar la hora de ir al trabajo), es habitual la aparición de problemas del estado de ánimo. Entre los más comunes se encuentran la ansiedad y un estado de ánimo depresivo.
Algunas de las personas pueden presentar movimientos rítmicos y repetitivos, como balanceos o gestos con la cara o las manos. Este síntoma es más común en otros tipos de trastornos del espectro autista, pero también aparecen con relativa frecuencia en los Asperger.
Habilidades motoras y sensoriales
Otro ámbito que tiende a verse afectado en la mayoría de casos es la percepción sensorial. Sin embargo, cada paciente presenta características diferentes en este tema. Así, el único punto en común es la presencia de alguna anomalía en sus capacidades perceptivas.
A menudo, los individuos con Asperger tienen capacidades auditivas y visuales por encima de la media. En algunos casos, incluso, esto puede llevar a una sensibilidad inusualmente alta a sonidos, luces y elementos similares. Aun así, diversos estudios muestran que estas personas no tienen más problemas de lo normal para habituarse a un estímulo.
Por otro lado, también es típico entre esta población encontrar a individuos con problemas de percepción auditiva, visual o espacial, además de ser muy comunes las dificultades en el ámbito de la memoria visual.
Además de todo lo mencionado, uno de los síntomas más habituales es la torpeza física. Los niños con este trastorno suelen tardar más de lo normal en adquirir habilidades que requieran destreza, y este problema suele permanecer en la adultez.
Los síntomas más comunes en este ámbito suelen dividirse en dos tipos: los relacionados con la coordinación motora y los relacionados con la propriocepción (la conciencia de la posición corporal).
En el primer caso, suelen tener problemas para adquirir habilidades motrices finas, como hacer la “pinza” con el pulgar (uno de los hitos más importantes del desarrollo motor infantil), escribir o montar en bicicleta.
En el segundo caso, a menudo tienen problemas de equilibrio, se mueven de manera extraña y adoptan posturas poco habituales. Estas personas comentan frecuentemente sentirse incómodas en su propia piel, y un observador externo puede detectar que realizan movimientos “raros”.
Habilidades lingüísticas y verbales
Los niños con Asperger no muestran retrasos a la hora de adquirir habilidades lingüísticas, y sus patrones de habla no están alterados a un nivel que se considere patológico. Sin embargo, el uso que hacen del lenguaje es a menudo atípico, y puede dar una pista de que ocurre algo extraño.
Estos individuos suelen presentar verborrea (uso de más palabras de las necesarias para expresar una idea). Gran parte de su vocabulario es poco habitual, apareciendo usualmente términos rebuscados, demasiado formales o que no encajan en lo que se está diciendo.
Tienen grandes dificultades para entender las metáforas o el sarcasmo. Debido a ello, normalmente se comunican de manera extremadamente literal. Cuando tratan de utilizar ellos mismos lenguaje no literal, habitualmente lo hacen de formas no comprensibles para el resto.
La prosodia (elementos no verbales que acompañan al lenguaje, como las pausas y la entonación) suele estar alterada en las personas con Asperger. Un interlocutor se dará cuenta de que ocurre algo extraño en su manera de hablar: por ejemplo, es posible que la persona se comunique demasiado rápido, o de forma monótona.
En niños
Los niños con Asperger desarrollan gran parte de las capacidades motoras y cognitivas normales al mismo ritmo que quienes no tienen esta patología. Por ello, es bastante complicado realizar un diagnóstico correcto durante la infancia. En gran parte de los casos, la persona no sabrá que es Asperger hasta su adultez.
Sin embargo, existen algunos signos que pueden indicar que un niño padece este trastorno del desarrollo. A menudo, el más sencillo es cierta torpeza a la hora de relacionarse con los demás. Los niños con Asperger suelen ser muy sociales, pero no son capaces de generar interacciones normales de forma satisfactoria.
Aparte de esto, los niños presentan un patrón de habla conocido coloquialmente como el “pequeño profesor”. A una edad muy temprana, utilizan un lenguaje excesivamente técnico y complejo, que sus compañeros no comprenden y que no pueden utilizar por sí mismos.
El último de los síntomas comunes de Asperger en niños es la necesidad de llevar a cabo una rutina, y el malestar emocional que sienten cuando se rompe. Habitualmente, los pequeños le dedican horas y horas a la misma actividad, y llevan a cabo las mismas acciones de forma constante.
En adultos
Los adolescentes o adultos pueden ser personas sin dificultades graves en su vida cotidiana: pueden tener un trabajo normal, estudios, o incluso pareja o familia. Sin embargo, normalmente estos individuos dicen sentirse diferentes al resto, y tener dificultades toda su vida en sus relaciones con los demás.
Este es, de hecho, el principal signo de que alguien puede padecer síndrome de Asperger: la dificultad para interactuar con otros de manera satisfactoria. En función del grado en que aparezca este trastorno, los problemas pueden ser más o menos incapacitantes para el individuo.
En los niveles más bajos de Asperger, la persona puede simplemente sentirse incómoda en situaciones sociales, y tener intereses y formas de comportarse poco habituales. En niveles más altos, podrían llegar a ser incapaces de formar relaciones de cualquier tipo.
Causas
Hoy en día todavía no se sabe cuál es la causa del Asperger. Se cree que pueden jugar un papel muy importante factores tanto genéticos como ambientales, pero el mecanismo concreto por el que aparece es desconocido.
Frecuentemente, surge junto a otras condiciones que pueden dar una pista sobre su origen. Por ejemplo, muchas de las personas con este problema presentan también niveles muy altos de inteligencia. Algunas teorías defienden que los síntomas del síndrome simplemente responderían a un CI más alto de lo normal.
Estudios con neuroimagen han mostrado que las personas con síndrome de Asperger tienen una estructura cerebral diferente a la de individuos sanos y a la de quienes padecen otros tipos de autismo. Sin embargo, no se sabe si estas diferencias son causa o consecuencia de esta condición psicológica.
Consecuencias
Dependiendo del grado, las consecuencias que provoque en la vida de una persona pueden ser simplemente molestas o totalmente incapacitantes.
En los casos más leves, el individuo puede llevar a menudo una vida prácticamente normal. Los síntomas más notables serían una cierta falta de habilidades sociales y emocionales, y una necesidad mayor de la habitual de seguir una rutina rígida, acompañada de dificultades para innovar.
En los casos más severos, pueden tener grandes dificultades para llevar una vida normal. Su rigidez mental e incapacidad para entender y gestionar sus propias emociones y las de los demás suelen causarles mucho sufrimiento, además de problemas familiares o laborales.
Tratamientos
Las terapias que se utilizan en los casos de Asperger tienen el objetivo de paliar los peores síntomas, en lugar de atacar la causa subyacente. Habitualmente, se intenta enseñarle a la persona habilidades sociales, inteligencia emocional y flexibilidad cognitiva.
Por eso, lo más común suele ser aplicar simultáneamente distintos tipos de terapia para tratar cada problema por separado. Por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual puede ser muy útil para mejorar la capacidad de improvisación de estos individuos, y el entrenamiento en habilidades sociales les ayuda a desarrollar relaciones más positivas.
En algunos casos, también puede estar indicado el uso de psicofármacos para paliar algunos de los síntomas más incómodos y los trastornos que suelen aparecer al mismo tiempo que el Asperger. Por ejemplo, los tratamientos con antidepresivos pueden reducir el malestar emocional.
Referencias
- Asperger’s syndrome. Recuperado de webmd.com.
- What is Asperger syndrome? Recuperado de autismspeaks.org.
- Asperger’s syndrome. Recuperado de autism-society.org.
- Understanding Asperger’s symptoms in adults. Recuperado de healthline.com.
- Asperger syndrome. Recuperado de en.wikipedia.org.