¿Qué es el apego ambivalente?
El apego ambivalente o ansioso es uno de los cuatro estilos relacionales descritos por John Bowlby y Mary Ainsworth. Se trata de un patrón de comportamiento caracterizado por una gran inseguridad y miedo al abandono, que se manifiesta en todo tipo de conductas.
El estilo de apego ambivalente por lo general se mantiene a lo largo de toda la vida adulta de la persona. Los individuos que lo presentan muestran una gran necesidad de permanecer junto a sus seres queridos, pero al mismo tiempo se sienten mal cuando están con ellos.
Características del apego ambivalente
- Los padres de un bebé que ha desarrollado este tipo de apego no han sido capaces de cubrir sus necesidades de manera adecuada. Así, los cuidadores actúan de forma cercana a veces, mientras que en otras ocasiones ignoran al pequeño. De esta manera, un niño adquiere la creencia de que los demás no van a ocuparse de sus necesidades de forma constante, y a la vez, piensa que necesita a otras personas para estar bien. Por ello, tanto los niños como los adultos basan gran parte de su autoestima en la forma en que los demás les tratan. Su autoestima tiende a ser más baja que la de los demás, y por ello, aceptan comportamientos poco adecuados de sus seres queridos, ya que creen que no merecen nada más.
- Los niños que desarrollan un patrón de apego ansioso adquieren pronto la creencia de que sus padres no van a cuidar adecuadamente de ellos. Por eso, desarrollan estrategias que buscan llamar su atención y mantener el contacto con sus cuidadores, pero a la vez les resienten y muestran síntomas de enfado hacia ellos. Esta manera inconstante de comportarse se mantiene también durante la vida adulta de la persona. Alguien con un estilo de apego ambivalente tratará por todos los medios de aferrarse a su pareja, a menudo intentando controlar sus movimientos y haciéndole sentir culpable por no prestarle la suficiente atención.
- Las personas con un estilo ambivalente albergan la creencia de que necesitan a los demás para estar bien. Como consecuencia, generalmente responsabilizan al resto de sus propios problemas y estados emocionales. Esto causa que sus sentimientos sean por lo general volátiles, y que les provoquen un gran malestar. Por ejemplo, una persona con apego ambivalente tiende a alterarse fácilmente debido al comportamiento de los demás, algo que no les ocurre a los individuos que presentan otros estilos de relación. Además, creen que para mejorar su estado de ánimo es necesario que el resto cambie su forma de actuar.
- Las personas con un estilo ansioso tienden a crear relaciones que replican la que tenían con su cuidador principal de niños. En su caso concreto, esto implica crear relaciones con personas tóxicas —amigos o parejas— que solo estén disponibles emocionalmente de vez en cuando. En consecuencia, las personas con estilo ambivalente tienden a formar relaciones emocionales con individuos con apego evitativo. El tipo de interacción que se forma recibe el nombre de “codependencia”, y en general, está marcado por celos, inseguridades, y una gran cantidad de malestar emocional.
- Para evitar que las personas cercanas a ellos les abandonen, los individuos con apego ambivalente harán todo lo posible para dictar su comportamiento. De niños, esto se traduce en intentar mantenerse pegados todo el tiempo a sus padres, y de adultos, aparecerá todo tipo de actitudes y acciones destinadas a este fin. Así, una persona con un estilo ambivalente procurará por todos los medios que su pareja pase el máximo tiempo posible con ella. Esto puede traducirse en, por ejemplo, críticas a todos los amigos de su compañero, intentos de hacerle sentir culpable si hace planes en solitario, llantos, amenazas…
- Estas personas tratarán de mantener contenta a su pareja en todo lo posible, olvidándose de sus propias necesidades, pero al menor signo de que la otra persona necesita espacio, comenzarán las amenazas e intentos de manipulación emocional. En casos muy extremos, estos individuos pueden intentar controlar las conductas de sus parejas de formas más directas, como por ejemplo, metiéndose en sus perfiles de redes sociales para ver con quién hablan.
Desarrollo
La principal causa de la formación del apego ansioso es una conducta ambivalente por parte de los padres durante los primeros años de vida del individuo. Los cuidadores de estos niños, por diversos motivos, solo son capaces de ocuparse de sus necesidades de manera intermitente.
Uno de los ejemplos más habituales es el de los padres que, debido a una excesiva carga de trabajo o responsabilidades familiares, no pueden prestarle toda la atención que deberían a su hijo.
El pequeño aprende pronto que, si quiere que se ocupen de él, tiene que hacer grandes esfuerzos para llamar la atención de sus cuidadores.
Sin embargo, como la atención de sus padres es intermitente, el niño adquiere la creencia de que en cualquier momento puede ser abandonado por ellos. Esta forma de ver el mundo se mantiene durante la vida adulta, y provoca todas las consecuencias que hemos visto en el apartado anterior.
En algunos casos, la persona puede adquirir la creencia de que necesita a los demás para estar bien y de que el resto va a abandonarla durante su adolescencia, generalmente como consecuencia de una relación romántica especialmente traumática.
Ejemplos de apego ambivalente en niños
- Cuando un niño llora y se angustia porque sus padres se van, y cuando regresan les rechaza.
- Cuando el niño patalea y grita para llamar la atención, aunque tenga a los cuidadores al lado.
- Un niño con muy poco control emocional, que se enfada y llora por todo.
- Un niño alegre si los padres están alegres, y enfadado si hay enfado alrededor.
- Un niño inestable, que oscila entre el amor y el odio, o entre la seguridad y el miedo.
Referencias
- Anxious Attachment: Understanding Insecure Anxious Attachment. Recuperado de psychalive.org.
- 6 claves para detectar un apego ambivalente en la pareja. Recuperado de ifeelonline.com.