El consumismo afecta al medio ambiente de forma negativa de diversas formas, como por ejemplo, mediante la generación de desechos. Por otra parte, la obtención de materias primas para fabricar muchos de los productos consumidos causa un gran impacto ambiental.
Consumir algo implica gastarlo y eventualmente acabarlo, y lo que se gasta debe reponerse de alguna manera. En este sentido, al reponer un bien se requieren materiales y energía necesarios para producir de nuevo lo consumido.
No todas las formas de consumo de las sociedades humanas tienen un efecto ambiental negativo. Por ejemplo, las formas de consumo de subsistencia o las basadas en un consumo racional y sostenible causan impactos mínimos.
No obstante, cuando el consumo se convierte en un fin en sí mismo se transforma en consumismo. Este último se puede definir como el consumo exagerado de productos y servicios sin que exista una necesidad real.
El consumismo produce una espiral de consumo que demanda mayor producción de bienes, lo que implica un mayor consumo de materias primas y energía. De esta manera, se impulsa un ciclo de extracción de materia y energía, transformación, distribución y comercialización de bienes y servicios que afectan al ambiente.
En cada una de las fases de este ciclo se producen desechos que van al ambiente o se altera la estructura de los ecosistemas naturales. Entre otros efectos, se pueden mencionar los producidos por la agricultura intensiva y las industrias de la moda, automovilística y electrónica.
De continuar el incremento exponencial del consumismo exacerbado, se profundizará el deterioro ambiental con graves consecuencias para la vida en el planeta.
Proceso de consumo
Todas la sociedades humanas consumen distintos bienes y servicios. Entre estos se pueden mencionar alimentos, bebidas, ropa o implementos que cubren distintas necesidades.
- Consumo de subsistencia. Existen sociedades tribales indígenas alrededor del mundo que tienen un consumo de subsistencia en relativo equilibrio con su entorno. Este tipo de consumo genera un impacto mínimo sobre el ambiente, ya que solo se extrae y produce lo necesario para subsistir. Igualmente, muchas comunidades campesinas practican agricultura tradicional con bajo impacto ambiental. Esto es debido a que cultivan extensiones pequeñas y con poco uso de agroquímicos.
- Consumo sostenible. Este enfoque está vinculado al concepto de desarrollo sostenible, que promueve un consumo basado en cubrir las necesidades básicas. Se trata de garantizar buena calidad de vida y minimizar el impacto sobre el medio ambiente.
- Sociedad de consumo. La sociedad moderna ha convertido el consumo de un medio a un fin en sí mismo, y el sistema económico actual incentiva el consumismo. Este modelo requiere de una producción exponencial de bienes y servicios, excediendo las necesidades fundamentales.
- Consumismo. El consumismo es la tendencia a consumir más allá de lo racionalmente necesario, siendo una deformación del consumo. El sistema emplea diversas estrategias para impulsar el consumismo, como la obsolescencia planificada, la obsolescencia percibida, la publicidad y el mercadeo. En la obsolescencia planificada se diseñan objetos con una vida útil expresamente corta para obligar a una rápida reposición. La obsolescencia percibida induce a pensar que el objeto debe ser repuesto, pese a que aún es funcional. Todas estas estrategias de estimulación exagerada del consumo llevan a una mayor producción de desechos. Estos residuos terminan acumulándose de distintas maneras y provocan un fuerte impacto ambiental.
- De la producción al consumo
- Demanda. Gracias a las mejoras en la producción, distribución y comercialización en medicina, salubridad y alimentación, la humanidad ha incrementado su tasa de crecimiento poblacional. Esto ha traído como consecuencia una mayor demanda de bienes y servicios y también un mayor consumo. Una población creciente requiere más alimentos, ropa, viviendas y bienes en general, que producen mayor impacto ambiental.
- Producción, distribución y comercialización. Lo que se consume debe ser repuesto, por lo que se requiere una mayor utilización de materias primas y energía. La obtención de estos recursos implica una intervención al ambiente. También la distribución y comercialización de los productos representa una fuente adicional de alteración ambiental. Entre otros, el transporte de las mercancías y el desplazamiento de los consumidores produce una gran emisión de gases contaminantes.
- Desechos. Los procesos de transformación productiva conllevan la generación de desechos, que causan impacto ambiental. Además, el consumo lleva a la producción de residuos que derivan al ambiente. En el proceso de transformación de las materias primas se produce una gran cantidad de desperdicios.
Efectos del consumismo en el ambiente
Impacto del consumo de alimentos
- Agricultura. Las demandas de consumo de alimentos para una población creciente cuando se dispone de tierras de cultivo finitas, obliga al desarrollo de una agricultura intensiva. Este tipo de agricultura demanda el uso de gran cantidad de insumos, como fertilizantes, pesticidas, combustibles y maquinaria. Una de las mayores fuentes de contaminación ambiental son los residuos de fertilizantes y agroquímicos. Los mismos son arrastrados hasta los cuerpos de agua subterráneos y superficiales y producen contaminación.
- Ganadería. La ganadería a gran escala, especialmente para las trasnacionales de la comida rápida, es otra fuente de contaminación. Los efluentes de los sistemas de producción arrastran gran cantidad de materia orgánica, detergentes y otros compuestos. Asimismo, otro factor contaminante de la cría de ganado es la generación de gas metano, uno de los denominados gases de efecto invernadero. Se ha determinado que los rebaños del mundo generan alrededor de 115 millones de toneladas de gas metano al año.
- Pesca y caza marina. El consumo de pescado y otros productos del mar se incrementa año tras año, lo cual promueve el incremento de la pesca industrial. El uso de ciertas técnicas de pesca es particularmente perjudicial a la vida marina, como por ejemplo, la pesca de arrastre. Este tipo de pesca extrae todo tipo de especies marinas, sin considerar si son comerciales o no. Anualmente se consumen más de 90 millones de toneladas de pesca de captura, por lo que se están agotando las reservas de este recurso. Según la FAO, el 17% de las especies controladas ya se encuentra en una fase de sobreexplotación. Un caso especial es la caza de ballenas por parte de Japón, donde esta práctica se considera parte de su patrimonio cultural.
- Impacto del consumo de ropa y accesorios. La industria de la moda es uno de los paradigmas del consumismo. La ropa, el calzado y los accesorios se sustituyen a ritmos acelerados sin que exista una necesidad funcional para ello. Según la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE), los consumidores compran más prendas de vestir cada año. Sin embargo, cada producto se conserva la mitad de tiempo e incluso cerca de un 40% nunca se llegan a usar. Este patrón de consumo genera grandes cantidades de desechos que terminan en los vertederos del planeta. Además, la ONU indica que la industria de la moda es la segunda consumidora de agua del mundo y produce el 20% de las aguas residuales.
- Producción de algodón. La industria textil que produce las mercancías que alimentan la moda, es una de las más contaminantes que existen. El algodón es la fibra natural más consumida por esta industria y es altamente exigente en agroquímicos. Se calcula que la producción de algodón a nivel mundial emplea una cuarta parte de todos los insecticidas consumidos en el planeta.
- Procesamiento de las fibras. El procesamiento de las fibras en la industria textil genera efluentes altamente contaminantes. Las sustancias tóxicas empleadas en el teñido, los estampados y acabados llegan a los cursos de agua sin tratamiento. Por otra parte, cuando se producen fibras sintéticas cerca de 500.000 Tn3 de microfibras plásticas se arrojan durante el lavado. La mayoría de estas microfibras termina en los océanos, y un 85% de los textiles se incinera o deposita en vertederos.
- Impacto del consumo de vehículos. La sociedad moderna se desplaza fundamentalmente en vehículos automotores que, más allá de su funcionalidad, son un símbolo de estatus. Así que el número de vehículos circulando en el planeta crece permanentemente.
- Producción y desecho. La producción de un vehículo consume enormes cantidades de materias primas y energía. Además, la tasa promedio de reposición de un auto particular en los países de poder adquisitivo alto y medio es de cada 4 o 5 años. Actualmente, existen en el mundo más de 1 billón de coches y este número crece cada año. Asimismo, los tres principales productores (China, EE.UU. y Japón) fabrican anualmente más de 50 millones de unidades. Los vehículos desechados terminan en los desguaces o patios de chatarra en relativo corto tiempo.
- Funcionamiento. El mayor impacto negativo causado por los coches proviene de su funcionamiento con base en un motor a gasolina o diésel. La quema de dichos combustibles es una de las principales causas de emisión de gases de efecto invernadero y otros compuestos tóxicos. El principal compuesto emitido es el CO2, pero también se liberan al ambiente metales pesados. De esta manera, en un año el funcionamiento de los autos a nivel mundial produce 1.730.000 Ton3 de CO2. Otros compuestos peligrosos producidos en la combustión del diésel o la gasolina, son los óxidos de nitrógeno (NOx), precursores de la lluvia ácida.
- Impacto del consumo de electrodomésticos. En la búsqueda de hacer más cómoda la vida, el ser humano ha inventado todo tipo de artefactos. Periódicamente estos aparatos deben repararse o reemplazarse y generan gran cantidad de residuos. Además, de todos los electrodomésticos producidos, solo el 20% se reciclan.
- Impacto de equipos electrónicos. La transmisión de la información en la sociedad moderna es realizada por distintos aparatos electrónicos de uso masivo. Entre estos, el que está más ampliamente extendido es el teléfono celular o móvil. El consumo de teléfonos móviles es creciente debido a la mayor demanda y a la alta tasa de reposición, particularmente en los países desarrollados. Los programas y aplicaciones cambian, se hacen más exigentes en cuanto a memoria y obligan a adquirir un nuevo aparato.
- Impacto del consumo de energía. La sociedad moderna se mueve sobre la base del consumo de combustibles fósiles, generando un fuerte impacto ambiental. El consumo de otras fuentes de energía, como la nuclear, también puede causar graves daños al ambiente. El fenómeno del calentamiento global es causado por la acumulación de los llamados gases de efecto invernadero. Entre estos, el más importante es el CO2, generado en mayor proporción por la quema de carbón, petróleo y sus derivados. Además, la extracción de petróleo para suplir el consumo acarrea graves problemas ambientales, desde su extracción hasta su transporte.
- Impacto del consumo de plásticos. La mayor parte del plástico es derivado del petróleo, un material no biodegradable. Hoy en día se emplea en infinidad de tipos de objetos, desde juguetes, hasta coches y naves espaciales. Sin embargo, su mayor consumo es como envase para alimentos y bebidas, rápidamente desechados. Estos residuos son de larga duración y pueden mantenerse contaminando el ambiente por cientos de años. Gran parte de este plástico contamina los océanos y llega a formar grandes islas, como las detectadas en el Pacífico, Índico y Atlántico.
- Impacto del consumo de minerales. El consumo de minerales para la producción ha sido fuente de graves impactos ambientales a lo largo de la historia. Debido a que son subterráneos, no es posible obtenerlos sin alterar drásticamente el ambiente. Para su extracción se elimina la cobertura vegetal y se altera el suelo, y además se produce gran cantidad de desechos sólidos y líquidos altamente contaminantes.
- Extracción de oro. Uno de los ejemplos más claros de los daños de la minería es la extracción de oro a cielo abierto. La producción anual de oro a nivel mundial es de más de 3.000 toneladas, por lo que se calcula que pronto se agotarán sus reservas. En las minas de oro se elimina totalmente la capa vegetal de grandes extensiones, se socava la tierra y se pulveriza el material. Para separar el mineral se emplean productos químicos altamente tóxicos, como el mercurio y el arsénico. La contaminación mundial por mercurio ha alcanzado niveles alarmantes, y en muchos casos está asociada a la actividad minera.
- Impacto asociado a la promoción del consumo. La publicidad se ha convertido en una gran industria, cuyo fundamento es promover el consumo. En este sentido, se emplean sofisticadas herramientas psicológicas que generan necesidades inducidas. Para lograrlo, se emplean gran cantidad de recursos materiales y energéticos que implican un impacto ambiental.
Referencias
- Bradley, A.H. Consumerism and Environmental Policy: Moving Past Consumer Culture. Ecology Law Quarterly.
- Castillo González, E., L. de Medina Salas. Generación y composición de residuos sólidos domésticos en localidades urbanas pequeñas en el estado de Veracruz, México. Rev. Int. Contam. Ambie.
- El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Migración, agricultura y desarrollo rural.
- Zurrita, A.A., M.H. Badii, A. Guillen, O. Lugo, J.J. Aguilar. Factores Causantes de Degradación Ambiental. Daena: International Journal of Good Conscience.