El ecosistema rural es un área de campo donde interactúan elementos naturales y humanos en un contexto de producción agrícola y pecuaria. Se trata de los pueblos y caseríos, así como el entorno agrícola y natural que los rodea.
A diferencia de los ecosistemas naturales en los ecosistemas rurales destaca la actividad humana desarrollando agroecosistemas o sistemas de producción agrícola. Al mismo tiempo se diferencian de los ecosistemas urbanos en que en las ciudades la presencia del entorno natural es reducida y muy controlada.
Por otra parte, los componentes no vivos (abióticos) de este tipo de ecosistema combina la infraestructura humana con el entorno natural. Mientras que los animales y plantas domesticados junto a los silvestres, y el ser humano como elemento central, conforman los componentes bióticos (vivos).
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Características de los ecosistemas rurales
El ecosistema rural surge cuando el ser humano descubre la agricultura y se asienta, dejando de ser nómada. En este contexto se construyen infraestructuras permanentes pero aún estrechamente vinculadas al entorno natural.
Por tanto, el ecosistema rural, aunque presenta un grado importante de intervención humana, sigue dependiendo directamente de la naturaleza. En estos, la actividad económica fundamental es la producción primaria, es decir la agricultura, la cría de animales y la pesca.
Contraste con los ecosistemas naturales
A diferencia de los ecosistemas naturales, el paisaje del ecosistema rural está marcado de forma determinante por la intervención humana. Entre otras cosas, el ser humano establece infraestructuras e incluye entradas extras de materia y energía al sistema, sobre todo en forma de insumos agrícolas.
Asimismo, también impone salidas de materia y energía al extraer productos tales como cosechas y animales destinados a mercados externos.
Contraste con los ecosistemas urbanos
El ecosistema rural mantiene un cierto equilibrio entre los elementos introducidos por el ser humano (artificiales) y la presencia de la naturaleza. A diferencia de los ecosistemas urbanos donde la presencia de la naturaleza es muy restringida y muy controlada.
En algunos de los ecosistemas rurales se mantiene parte de los servicios ambientales de los ecosistemas naturales. Tales como captación y purificación del agua, renovación del aire, captación de carbono, entre otros.
Naturaleza y factores humanos
Aunque el ecosistema rural se percibe una mayor presencia de la naturaleza es un paisaje está alterado por el ser humano. Por ejemplo, las extensiones de pastizales pueden ser cultivadas, los bosques plantados, los cursos de agua canalizados y muchas de las especies presentes son introducidas.
Componentes
Los ecosistemas se definen como la interacción entre componentes vivos (bióticos) y componentes no vivos o ambientales (abióticos).
Factores bióticos en el ecosistema rural
El ecosistema rural está formado por plantas silvestres, plantas cultivadas y malezas, al igual que animales silvestres y domesticados. Por otra parte, el ser humano, a pesar de su baja densidad poblacional, forma parte central de este ecosistema con un papel relevante en la conformación de su paisaje.
Factores abióticos en el ecosistema rural
Este ecosistema incluye una serie de factores abióticos o ambientales similares al ecosistema natural. En este caso se trata del agua, el suelo y el aire que forman el ambiente en el que habitan los seres vivos.
Sin embargo, en el ecosistema rural entran en juego factores abióticos introducidos por el ser humano. Además del impacto que causan las actividades humanas sobre aquellos factores naturales.
Por ejemplo, la infraestructura rural incluye caminos y carreteras, cercas o vallados, viviendas, graneros, corrales o potreros, sistemas de riego y canalizaciones de agua. Así como también vehículos de transporte de personas, insumos, animales y productos agrícolas.
Igualmente la maquinaria agrícola, como tractores, cosechadoras, y las herramientas como arados, rastras y otras. Adicionalmente, el ser humano altera los factores abióticos introduciendo insumos como por ejemplo la aplicación de fertilizantes al suelo o la aplicación de plaguicidas.
Los fertilizantes pueden alterar la ecología del suelo y del agua, en esta última causan eutrofización y pérdida de biodiversidad. Mientras que los plaguicidas afectan no solo a los insectos plaga, sino también a otros que son benéficos como las abejas.
Flora
Plantas silvestres y naturalizadas
Dado que los ecosistemas rurales tienen un menor grado de alteración por parte del ser humano, se pueden encontrar algunas formaciones vegetales naturales. En estas encontramos especies de plantas propias de la zona (silvestres), a veces incluso como restos de formaciones vegetales intervenidas.
Igualmente, se encuentran plantas que habiendo sido traídas por el ser humano, se han escapado del cultivo y adaptándose al ambiente natural (plantas naturalizadas). Por ejemplo, el mango (Mangifera indica, oriundo de la India) en los ecosistemas rurales de la América tropical y la tuna (Opuntia spp., americanas) en las zonas rurales de España.
Plantas cultivadas
El grupo de plantas que le da significado al ecosistema rural en contraposición con los ecosistemas naturales, son las cultivadas. Existen alrededor de 7.000 especies de plantas cultivadas distribuidas de acuerdo a sus exigencias ambientales y al agregar las forestales y ornamentales se llega a cerca de 38.000 especies.
De estas las más importantes son las alimenticias, siendo cerca de unas 40 especies cultivadas sobre las que se sostiene la alimentación mundial. Entre estas destacan los cereales (trigo, maíz, arroz), raíces y tubérculos (papa, yuca), frutales, caña de azúcar, el cacao, el café y diversas hortalizas.
Plantas malezas
En los ecosistemas rurales también se presentan plantas que no siendo silvestres, tampoco tienen interés como cultivo. Por el contrario, entorpecen las actividades productivas que lleva a cabo el ser humano en estos ecosistemas, son las llamadas malezas.
En este caso, para el ser humano las malezas representan un inconveniente y trata de erradicarlas o al menos controlar su desarrollo.
Fauna
Dependiendo del ecosistema rural en particular, la fauna presente puede ser muy variada, combinando especies silvestres con otras domesticadas bajo sistema de cría. Adicionalmente en este contexto aparecen también especies que se comportan como plagas de cultivos, animales y del propio ser humano.
Animales silvestres
Según sea la latitud donde se desarrolle el ecosistema rural se encontrarán diversas especies de animales silvestres. Por ejemplo, en las zonas rurales de África al sur del desierto del Sahara, es común que elefantes incursionen en áreas cultivadas.
En la India en algunas zonas rurales los tigres acechan a los animales de cría y al propio ser humano. En los campos europeos se observan linces y zorros, mientras que en América tropical la zarigüeya azota los gallineros.
Un grupo siempre presente en los ecosistemas rurales son las aves, así como también los reptiles, en algunos casos venenosos como ciertas serpientes. Pero al igual que en los ecosistemas naturales el grupo más numeroso en especies y poblaciones son los insectos.
Entre estos las abejas sonfundamentales para la polinización de los cultivos y las mariquitas (Coccinellidae) en el control de otros insectos que son plagas en los cultivos.
Animales domésticos y de cría
Los animales domésticos definen sistemas productivos de acuerdo a las especies objeto de producción, por ejemplo los sistemas de producción de aves (gallinas, pavos, patos). Igualmente, sistemas de producción de cerdos, vacunos (vacas y toros, búfalos) y ovinos (ovejas y cabras).
También hay otros animales de cría menos comunes como el cuy (Cavia porcellus) en Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador. Igualmente, la alpaca (Vicugna pacos) en casi todos los países andinos subtropicales y templados.
Plagas
Los animales también actúan en el ecosistema rural como plagas, afectando a las plantas cultivadas, a los animales de cría y al ser humano. Entre estas plagas están los roedores, al igual que gran cantidad de especies de insectos como las langostas y las larvas de mariposas.
En el caso del ganado resaltan las garrapatas y los murciélagos vampiros que pueden transmitir la rabia.
Ejemplos de ecosistemas rurales
Los ecosistemas rurales son tan variados como combinaciones de condiciones ambientales y culturales existen en el medio rural del mundo. Normalmente se asocian a pueblos o caseríos (áreas con viviendas dispersas entre zonas cultivadas), rodeados de un extenso entorno natural modificado por el ser humano.
El ecosistema rural mexicano
En México el medio rural se caracteriza principalmente por la estructura del pueblo pequeño o mediano rodeado de tierras agrícolas y áreas boscosas. Las tierras en su mayor parte están divididas en áreas de producción pequeñas, con el 90% de los propietarios cultivando 5 hectáreas o menos.
Por otra parte, su carácter de país megadiverso, hace que el ecosistema rural mexicano muestre una gran variedad de fauna y flora. Solo en plantas cultivadas en México se producen más de 400 especies, destacando el maíz, la caña de azúcar, el frijol y el trigo.
Asimismo, se produce el arroz, el sorgo, el café, el aguacate, la soya, el algodón, el cártamo y el agave. Otro elemento característico del ecosistema rural mexicano es el ganado vacuno y caballar, que ha generado toda una cultura vinculada a esta actividad.
La dehesa (España)
Este es un ecosistema rural del área boscosa mediterránea, especialmente del occidente de España, donde se han los bosques de encinas (Quercus ilex) y alcornoques (Quercus suber). Así se ha permitido el desarrollo de pastizales y se han establecido sistemas de producción ganadera (porcinos y vacunos).
Por tanto, forman parte de este ecosistema rural las especies de árboles, los cerdos, vacas y toros que pastorean en ellos.El paisaje está formado por un sistema de planicies y suaves colinas en un clima mediterráneo (con veranos secos y cálidos, e inviernos templados).
El ser humano emplea estas áreas para la ganadería, por ejemplo el cerdo ibérico alimentado con bellotas de las encinas, y los toros de lidia. También se emplean para la cacería deportiva, la obtención de corcho de la corteza del alcornoque y la recolección de setas.
Se trata de extensas áreas delimitadas con cercas o muros de piedra, distribuidas en torno a pueblos y comunicadas por sistemas de carreteras. De hecho existen las dehesas boyales, que son terrenos ejidales o comunales donde todos los campesinos de un pueblo pueden llevar su ganado a pastorear.
Referencias
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